La sostenibilidad se basa en satisfacer nuestras necesidades presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades. Esto requiere lograr el desarrollo equilibrado de tres pilares fundamentales: el económico, el medioambiental y el social. Ahora, hagamos un breve diagnóstico de la situación actual.
Según datos del Banco Mundial, el mundo vivía un crecimiento económico estable hasta la llegada de la pandemia. La covid-19 desencadenó una crisis global que ha llevado al decrecimiento económico más pronunciado de los últimos 60 años.
Desde el punto de vista del medio ambiente, son innegables los efectos negativos de la actividad humana. Tras el impacto de la pandemia y el confinamiento, el mundo comenzó a reflexionar sobre las implicaciones medioambientales de nuestra forma de vivir. También se ha hablado de una reconstrucción más sostenible del mundo pero lo cierto es que todo parece indicar que no vamos en la dirección correcta. ¿Cuál es el rol de las empresas en todo esto?
La organización Global Justice Now señala que 69 de las 100 economías más grandes del mundo son empresas y no países. Por otro lado, más del 99 % de las empresas europeas son pymes. Según informes del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, en España estas generan el 61 % del valor añadido bruto y dos de cada tres empleos
Pero además del aporte económico, la actividad empresarial también genera efectos medioambientales y sociales que no pasan desapercibidos. Así lo señalan activistas como The Brand Audit Report y distintos estudios académicos. Así, se hace fundamental el aporte empresarial para revertir la situación actual en los aspectos económico, medioambiental y social. Necesitamos cambiar la forma de hacer las cosas.
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Cambio e innovación en las empresas
Cambiar las cosas en el entorno empresarial requiere de una estrategia de innovación. Expliquemos primero qué significa innovar. Según las directrices y conceptos recogidos en el Manual de Oslo, una innovación es un producto o proceso nuevo o mejorado que ha sido implementado para su uso.
La innovación puede ser un medio para lograr la sostenibilidad, ya que implica mejorar la forma de hacer las cosas. Así, una innovación sostenible incluye tanto la creación de productos verdes como la aplicación de procesos sostenibles. Dichos procesos abarcan tanto la fabricación industrial como los procesos organizativos. Por eso la innovación en los modelos de negocio y las prácticas empresariales encaminan a la empresa hacia la sostenibilidad.
Las nuevas tecnologías ofrecen soluciones sostenibles para avanzar hacia un mundo mejor. No obstante, su implementación en el tejido empresarial suele ser compleja debido a factores tales como la incertidumbre o la resistencia al cambio. Por tanto, cerrar estas brechas requiere de esfuerzos importantes tanto de los gobiernos como de las propias empresas.
Dinámica empresarial y sistemas de gestión
Para entender las estrategias empresariales orientadas a la sostenibilidad analizaremos su funcionamiento en el marco de los sistemas de gestión.
Un sistema es un conjunto de partes que interaccionan entre sí para cumplir una función. Así, un sistema de gestión es el conjunto de estrategias, procesos y procedimientos usados en una organización que tienen como fin asegurarle el cumplimiento de sus objetivos.
Los objetivos empresariales son muy diversos y es por ello por lo que en una misma empresa interaccionan varios sistemas de gestión (calidad, medio ambiente, salud y seguridad laboral, responsabilidad social corporativa, entre otros) que buscan garantizar la satisfacción de cada uno de estos objetivos.
Los sistemas de gestión se pueden implementar tanto de manera formal como informal. Los implementados informalmente se basan en la ejecución de una cultura empresarial bien definida. Los implementados formalmente, además, suelen certificarse mediante auditorías periódicas. Algunos ejemplos de sistemas de gestión certificables son las normas ISO 9000 relacionadas con la calidad o las ISO 14000 con el medio ambiente.
Una innovación que genera más innovación y sostenibilidad
Los sistemas de gestión contribuyen a la sostenibilidad empresarial pues permiten administrar sus objetivos y mejorar su funcionamiento. No obstante, este aporte puede ser limitado o incluso generar conflictos internos, sobre todo cuando cada sistema se administra de forma aislada, sin tener en cuenta las interacciones con el resto de la organización.
Cada sistema de gestión vela por un aspecto concreto de la estrategia empresarial pero la sostenibilidad requiere de una visión de conjunto. Por eso la integración es clave para lograr el equilibrio. Integrar los sistemas permite gestionar los objetivos empresariales desde un marco estratégico global.
Este proceso requiere de cambios organizativos que promuevan la innovación. La integración de los sistemas de gestión ya es en sí misma una innovación que aporta beneficios a la empresa y a los grupos de interés (stakeholders). Además de orientar a la empresa hacia la sostenibilidad, la dota de un marco estratégico y operacional, lo que facilita la innovación sostenible.
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La integración de los sistemas de gestión hace más fácil entender las necesidades de los grupos de interés. Si bien esto es fundamental para la sostenibilidad, también lo es para la innovación. Las empresas actuales innovan y generan conocimiento más allá de sus instalaciones, dentro de un ecosistema complejo. A esto se le conoce como innovación abierta, la cual promueve la colaboración con otras organizaciones para innovar de forma más eficiente y sostenible.
Prácticas como la integración de sistemas de gestión o la innovación abierta forman parte de un conjunto de soluciones estratégicas que contribuyen a construir un mundo sostenible. Este es un problema complejo y su solución real va mucho más allá de esfuerzos individuales o casos aislados. Por eso debemos cambiar la forma de hacer las cosas.
Este artículo fue publicado originalmente por The Conversation. Léalo acá