Si bien el encierro generado por la pandemia del covid-19 agudizó los problemas de salud mental, la reintegración social que se ha vivido en los últimos meses como consecuencia de la relajación de las medidas de aislamiento, ha logrado mitigar algunos de estos trastornos.
Y es que, según las Encuestas de Pulso Social del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), durante el periodo de julio de 2020 a junio de 2021, tiempo en el que gran parte de los colombianos estuvieron confinados, se evidenció que el 40,4% de las personas encuestados padecieron un cuadro de nerviosismo y preocupación, además de dificultad para dormir, tristeza, soledad, dolor de cabeza y estómago.
A partir de febrero de este último año se evidenció una disminución del 1,3 puntos porcentuales.
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El documento también resalta que el cansancio fue otro de los trastornos que se destacaron en época de encierro entre la población colombiana, pues representó un 18,7% para el año 2020, mientras que para el 2021 este habría disminuido a un 16,5%.
La encuesta deja ver también que para este periodo las mujeres fueron la población más afectada por el encierro generado por la pandemia, pues entre el 2020 y el 2021 se presentó un 49,5% de trastornos de nerviosismo y preocupación, contrario al periodo del 2021 donde se volvió a la presencialidad, en donde esta cifra bajo en un 37,8%, presentando una disminución de 11,8 puntos porcentuales.
En este sentido, Jasmin Blanco, médico auditor de Ecoopsos EPS explica que “el proceso de motivación, conciencia emocional y el carácter de las personas depende de la interacción con otras, por lo que, la evidente flaqueza que generó el encierro en la salud mental de la población puede verse reflejado en este proceso de formación emocional y física”.
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De esta manera, la galena recomienda volver a la presencialidad teniendo en cuenta todas las medidas de bioseguridad que se requieran para no continuar propagando el virus, además resalta que esta medida es un factor clave para la salud mental de la población en general, pues a raíz de la pandemia se presentó un bajo rendimiento tanto académico como en el ámbito laboral.
“La interacción con amigos y las actividades físicas que saquen a las personas de su rutina diaria son contribuyentes a un mejor estado mental, pues, además de mejorar la calidad de vida, ayuda a las personas a sentirse mejor”, es lo que explica Blanco.
Finalmente, la doctora recomienda a la población colombiana a volver a la presencialidad con las medidas de bioseguridad pertinentes, con el fin de retomar el rendimiento académico y laboral, recuperar las actividades físicas en distintos entornos y así, poder volver a una adecuada formación física y emocional.