Aunque en Colombia la adquisición de créditos sigue siendo baja con respecto a otros países, cada día más colombianos buscan préstamos ya sea para adquirir vivienda, un vehículo y bienes de consumo, o incluso para pagar otro tipo de créditos. A pesar de que el acceso a los créditos dinamiza la economía, también aumenta la exposición al riesgo de las entidades financieras y la posibilidad de que se haga un mal uso de los recursos obtenidos. Según la Superfinanciera, 2017 cerró con una cartera morosa vencida de más de 30 días de 18,9 billones de pesos.
Si a esto se suma que las proyecciones de préstamos para este año crecerían entre el 4% y el 5%, es fundamental fortalecer los conocimientos frente al uso responsable de los cupos de endeudamiento para evitar caer en procesos judiciales o reportes en las temidas centrales de crédito. (Lea también: El uso de créditos ayuda a superar la línea de la pobreza)
De acuerdo con Santiago Brand, experto en neurofinanzas, existen diferentes comportamientos que son fundamentales a la hora de evaluar el gasto del dinero. Para el analista, existe una relación directa entre el sentimiento y el cerebro que tiene que ser armónica a la hora de invertir o gastar.
“En neurofinanzas es fundamental que cerebro y emociones estén de acuerdo. Si yo quiero gastar en algo, pero mi cerebro inconscientemente sabe que esa inversión no va a beneficiarme económicamente, se activa una alerta manifestada en Sudoración excesiva y una aceleración de los latidos del corazón para expresar que dicha inversión no es la correcta”.
Además, es importante fortalecer la educación financiera desde las edades más tempranas tanto en las instituciones educativas como también en los hogares y en la cotidianidad para que se elimine cada vez más la brecha del desconocimiento. La bancarrota, una salida Si bien en Colombia el consumo consciente de los créditos ha crecido gradualmente en los últimos años todavía existen personas que viven en jaque con su salud financiera. Por ejemplo, de acuerdo con las cifras de la Superfinanciera, desde 2013, 1.710 personas se han declarado en insolvencia económica.
Las estadísticas de la entidad reportan a 9.784.283 colombianos con deudas a junio de 2017, de los cuales, 768.713 se encuentran con obligaciones incumplidas quienes además no cuentan con las alternativas para poder sanear sus problemas financieros. (Lea también: Bancóldex dará $11.500 millones para proyectos empresariales)
En este sentido, Brand asegura que es necesario llenarse de coraje y buscar ayuda para poder mejorar el uso de su dinero. “Muchas veces las personas que son adictas a los créditos o que se ven afectadas financieramente constantemente se sienten estigmatizadas por las personas que los rodean y prefieren ahogarse en sus deudas antes que pedir ayuda”.
El dinero, de acuerdo con el experto, funciona también como una especie de adicción. “Para quienes son compradores compulsivos o revientan el cupo de sus tarjetas de crédito, las deudas representan un problema pero muchas veces no saben cómo lidiar con él, entonces prefieren mantener el patrón hasta tanto se lo permita”, afirma Brand.
En este sentido, Brand recomienda rodearse de personas que tienen buenas actitudes financieras para que sean ellos los que puedan apoyarlo en el proceso de saneamento. “Si es necesario alejarse de personas que no representan un apoyo y que solo lo invitan a gastar más es importante que haga el sacrificio porque solo así podrá sanear sus deudas”.