Por Gonzalo Gómez Betancourt**
Aún existen empresarios que se cuestionan las ventajas de un buen gobierno corporativo. Sin embargo, para la reflexión de todos los que aún no creen, la evidencia empírica nos muestra que las empresas mejoran sustancialmente en el buen ánimo societario, en la creación de valor en el largo plazo, en el buen control de riesgos y recursos, en la consciencia de tener en cuenta los demás participes de la firma, en el proceso de toma de decisiones, y en el manejo trasparente de la organización, entre otros.
En el mes de marzo del 2021 el líder de una empresa de segunda generación que habían iniciado un proceso de gobierno corporativo con un consejo asesor, conformado por tres independientes y cuatro hermanos, decidió solicitar a la asamblea de accionistas cambiar el esquema de consejo asesor porque no le estaba encontrando valor, al no estar funcionando “bien”. Habían transcurrido tres años desde la implementación del Consejo Asesor, que fue diseñado para aprender sobre el gobierno corporativo, en especial sobre sus mitos y realidades, con el objetivo de formalizarse a futuro y pasar a una junta directiva formal.
Uno de sus hermanos preguntó en la asamblea, cuál era el significado de “un buen funcionamiento”, y la respuesta del líder fue contundente, “la verdad los externos no tienen conocimiento de este negocio y no aportan nada en ese sentido, le hemos dedicado mucho tiempo a explicar las variables clave, ya que ellos estaban buscaban formalizar algo que está en la intuición de nosotros los hermanos que trabajamos en el negocio, este Consejo Asesor se siente más como un órgano de seguimiento y control. Nosotros no hacemos nada llevándoles los proyectos para su aprobación, ya que al final somos nosotros mismos los que decidimos, de hecho, hemos averiguado en compañías más importantes que nosotros y ninguno tiene ese modelo que inicialmente pensamos”. Algunos de los familiares que no estaban vinculados al negocio le aclararon al líder que los miembros de junta no tienen porque ser expertos sectoriales, porque podrían tener conflictos de intereses. Sin embargo, los hermanos que trabajan en la empresa consideraban que este Consejo no debería ser un órgano de control, sino de validación de la estrategia de la firma.
Otro familiar preguntó cuáles temas si resultaban positivos al tener un Consejo Asesor, a lo que el líder contestó, que les había gustado mucho que los externos habían constituido un comité de remuneración y evaluación, que había servido para hacer la retroalimentación a los miembros de la tercera generación, que habían ingresado a la empresa; además tomaban las decisiones sobre las bonificaciones, lo cuál había sido algo bueno ya que se evitaban las posibles dificultades entre los miembros de la familia; Adicionalmente, lo que fue más relevante fue la creación de una nueva estructura organizativa. No todo ha sido malo, comentaron los ejecutivos familiares.
La conclusión para ellos fue clara, en vez de tener un Consejo Asesor que se pareciera a una Junta Directiva, querían más bien tener un Comité de Estrategia, donde se hablará sólo de ese punto, dejando de lado todos los demás temas de seguimiento y control que habían tratado de hacer en la versión inicial. Les pedirían a los consejeros que ayudaran en el comité de remuneración y evaluación como algo adicional, lo que fue aprobado, por parte de los hermanos que estaban fuera del negocio, aunque con poca convicción.
La pregunta relevante en este caso es ¿usted estimado lector considera que la sociedad de hermanos tuvo un retroceso en el gobierno corporativo? Recordemos una de sus definiciones “Es el conjunto de procesos, políticas y acuerdos para dirigir y controlar a los actores internos de una empresa, e involucrar a los actores externos, para que la empresa sea sostenible en el tiempo”. Esta empresa familiar, tiene un alto nivel de “confianza” entre los socios, por lo cual consideran que los mecanismos de control hacia la administración no son necesarios, pero si los de dirección, con lo cual, desde el punto de vista de la definición si están retrocediendo en su gobierno corporativo.
Es evidente que a muchos empresarios no les gusta la palabra control, pero la verdad en mi experiencia ese viejo adagio de que a mayor confianza menores mecanismos de control, finalmente rompe la unidad en una empresa familiar en algún momento, por el contrario siempre he recomendado y lo he vivido en carne propia, que para mantener la confianza deben existir los mejores mecanismos de control, precisamente para mantener la confianza, en especial cuando van llegando las nuevas generaciones y existen más intereses divididos. También he sido un creyente que las familias empresarias deben aprender las mejores prácticas pensando más en la siguiente generación que en la actual, entonces si se les enseña bien la tarea, la probabilidad de supervivencia de la empresa es mayor porque está comprobado que estas prácticas mejoran el ánimo societario.
Es importante hacer pruebas para iniciar el gobierno corporativo en especial con la cantidad de infundados mitos que tienen las familias empresarias, pero lo que no es recomendable es empezar a decidir que me gusta y que no me gusta, ya que los principios son universales en cuanto a las buenas prácticas que al final llevan a las empresas a tener una mayor posibilidad de sostenibilidad en el tiempo. Por ejemplo, a este grupo empresarial le faltaron temas como el comité de auditoría, el análisis de riesgos, el análisis de materialidad de los stakeholders, análisis de los sistemas de compensación y evaluación de la generación actual al mando. La razón es que a la administración actual no le parecieron relevante todos los temas anteriores, pero da la casualidad que no es que a la administración le parezca interesante o no, es que estas son las tareas que se han comprobado que hacen más sostenible las organizaciones en el tiempo. Los mecanismos de control y seguimiento le ayudan a los mismos ejecutivos a cuidar los recursos que muchas veces son de otros partícipes de la organización, el tener independientes que te ayuden en esa tarea se convierte en una bendición, ya que los administradores no se las saben todas y mucho menos en semejante entorno lleno de incertidumbres y altas complejidades como el que actualmente vivimos. Bienvenidos los Consejos Asesores para aprender de gobierno corporativo ¡pero con las funciones completas!
**Ph.D. – CEO Legacy and Management Consulting Group.