Una empresa especializada en predecir el comportamiento humano realizó una investigación en la que se consultó a 256 ejecutivos pertenecientes a compañías de diferentes sectores, sobre las características de un buen líder.
Frente a esta consulta se pudo concluir, sin duda, que el factor más importante (73,8%) de un buen líder es que “muestre genuino interés por las necesidades de los demás, creando un entorno favorable para la productividad” y “que se comunique efectiva y asertivamente, respetando las diferencias” (72%). Ambos comportamientos asociados a la dirección de personas, lo que hace pensar que lo que más importa en un líder es su posibilidad de relacionarse con los demás. Así mismo, lo menos valorado por los encuestados como característica de un líder fue “identificar los recursos necesarios para el posicionamiento exitoso del negocio” (55%) asociado a visión de largo plazo como parte fundamental de la estrategia.
Adicionalmente, se aplicó un test de liderazgo que dio como resultado, puntuaciones muy altas en los siguientes aspectos: Autoconocimiento (tiene la capacidad de autoobservación o autoconsciencia); Desarrollo del talento (conoce las fortalezas, debilidades y aspiraciones de su grupo) y Orientación a resultados (establece, acuerda y revisa objetivos y planes de acción). De mismo modo, las puntuaciones más bajas se encontraron en: Adaptabilidad (se adapta de manera flexible y positiva a situaciones y personas); Lectura del Entorno (conoce y entiende la coyuntura externa e interna de la organización) y Visión a largo plazo (hace ajustes a las necesidades de mercado a mediano y largo plazo), estas dos últimas ubicadas en la dimensión de estrategia que debe tener un líder.
Finalmente, al indagar por qué eran considerados líderes, se revelaron características de comportamiento asociadas a Táctica (Orientación a resultados y Metodología), Estrategia (lectura del Entorno y Visión de largo plazo), Dirección de personas (Espíritu de Equipo y desarrollo del talento) y Autogobierno (Autoconocimiento y adaptabilidad), las cuales han sido reconocidas por el equipo de expertos que desarrollaron el test para medir el nivel de liderazgo en THT.
¿Un líder nace o se hace?
Adicionalmente, THT realizó una encuesta con ejecutivos que se desempeñan en desarrollo humano de 126 organizaciones en Latinoamérica, sobre si un líder nace o se hace, a la que el 75% respondió que es innato, frente a un 35% que opina que un líder se desarrolla y que, además, para lograrlo le es necesario trabajar sobre todo en las habilidades relacionales como factor crucial del liderazgo.
Como conclusión, aunque popularmente se piense que el liderazgo es innato, el desarrollo debe darse en términos de la relación con los demás y aun, cuando la literatura sostiene la necesidad de la visión a largo plazo y el conocimiento del entorno como parte fundamental de la estrategia que debe tener un líder, no es un determinante a la hora de reconocerlo, y pareciese que tampoco es donde nuestros líderes están desarrollando su habilidad.