En su última visita, la misión del FMI elogió la resiliencia de la economía colombiana que, el año pasado, alcanzó un crecimiento del 3,3%, impulsada por la demanda interna, a pesar de condiciones externas difíciles y de las tensiones sociales en América Latina y el propio país.
A pesar de ello, el organismo subrayó que los riesgos a la baja en el crecimiento han aumentado, por lo cual redujo ligeramente su proyección para Colombia en 2020, de 3,4% a 3,3%.
Además, señaló los retos que enfrenta al país, principalmente el aumento de los ingresos fiscales del gobierno, mejorar la eficiencia del gasto público, la competitividad externa e integrar trabajadores al sector formal (incluidos los inmigrantes), factores que continúan siendo decisivos para la inclusión económica y la prosperidad.
“Se requieren reformas estructurales para fomentar el crecimiento, aumentar el empleo y promover la inclusión”, señaló la misión al destacar la necesidad de promover reformas estructurales profundas, que enfrentarán la oposición en el Congreso y de la opinión pública.
Una de ellas es una reforma pensional, que incluya la ampliación del pilar social Colombia Mayor y que elimine los subsidios regresivos para las pensiones más altas.
“La ejecución de las obras civiles va bien y se espera que las inversiones en las obras de infraestructura 4-G reduzcan los costos de transporte y contribuyan a impulsar las exportaciones, si se complementan con una reducción de restricciones no arancelarias”, señaló la misión en el documento final.
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En cuanto a los riesgos, señaló que, dada la elevada presencia de vulnerabilidades y riesgos externos, las autoridades deben considerar una mayor acumulación de reservas hasta donde lo permitan las condiciones del mercado y advirtió que la flexibilidad de la tasa de cambio deberá seguir siendo la primera línea de defensa contra los choques externos.
Mientras operó, el programa de acumulación de reservas del Banco de la República adquirió USD 2.800 millones, que aunado con una rentabilidad acumulada de USD 2.300 millones en 2019, aumentó las reservas de Colombia. A ello se suma la Línea de Crédito Flexible (FCL, por sus siglas en inglés) que el país tiene con el FMI, la cual ofrece un colchón adicional.