Publicado: diciembre 19, 2018, 8:40 pm
Con el ruido que ha generado el tema de la economía naranja en el último año existen diferentes proyecciones respecto al impacto que esta podría tener en la economía y en diferentes sectores. Daniel Caridad López del Río, docente de Cerem International Business School, habla sobre las perspectivas de este nuevo modelo económico y sus posibles efectos.
¿Cuál es el potencial que tiene la economía naranja en el país?
La economía naranja es el conjunto de actividades que permiten que las ideas se transformen en bienes y servicios culturales, y cuyo valor estará determinado por su contenido de propiedad intelectual. Se puede resumir en: productos de servicio, la cultura y las nuevas tecnologías.
Por lo tanto este tipo de economía derivada de la creatividad no solo generará empleo y riqueza, sino que además incrementará el bienestar de la población, ya que promueve la participación de los ciudadanos en la vida cultural, social y política.
Dada la idiosincrasia de la economía colombiana existe un enorme potencial en este tipo de industrias gracias al gran talento humano y creativo para desarrollar las diferentes industrias culturales. Podemos tomar como ejemplo el éxito del Centro de Innovación de la Ruta N en Medellín que desarrolla programas para la evolución económica de la ciudad hacia negocios intensivos en ciencia, tecnología e innovación.
¿Qué sectores son los que pueden tener mayor oportunidad en este tipo de economía y por qué?
Los sectores en los que se verán beneficiados por este tipo de economía son muchos, desde la arquitectura, artes visuales-escénicas, artesanías, cine, moda, música y libros; hasta los videojuegos, juegos y juguetes.
¿Cuáles son las cifras más destacadas sobre la economía naranja que llaman la atención sobre lo prometedora que puede ser?
Hay que partir desde el punto de origen que la cuantificación financiera de las actividades culturales y creativas es reciente. Por eso, si se quiere tener un rigor científico, es necesario que se defina e identificar exactamente que son los negocios culturales para poder valorar y cuantificar en el futuro el éxito o fracaso de las políticas enfocadas a esta economía.
Bien es cierto que el concepto de economía naranja tiene un antecedente en la economía creativa desarrollada por John Hawkins en el año 2001 y que él mismo cuantificó en aproximadamente el 6% de la economía global. Volviendo a Colombia, ya en el año 2012, este tipo de economía representaba más del 3% del producto interior bruto.
Otro de los aspectos fundamentales es la menor volatilidad que tiene este comercio respecto a otros comercios como las materias primas. Un ejemplo claro lo podemos encontrar en el petróleo y la caída de 40% de las ventas de la Organización de Países Exportadores del Petróleo (OPEP) en el año 2009. En el mismo periodo las exportaciones de bienes y servicios creativos se contrajeron un 12%.
¿Qué impacto puede tener la economía naranja en la economía del país?
Las estimaciones de BBVA Research muestran que la contribución de la economía creativa en el empleo en la región es del 5,3%, habiendo países que incluso alcanzan el 7%.
Por lo tanto, en el desarrollo de la economía naranja es posible cerrar las brechas sociales y acercar a las personas más humildes con las más privilegiadas alrededor de un propósito común. Existen muchas personas que tienen la motivación para emplear las herramientas de este tipo de economía en la integración social.
Colombia tiene una oportunidad única en los próximos años para que sus industrias creativas supongan un peso elevado en su PIB, basado en su exquisita cultura, en la juventud de su población, en la riqueza de su idioma y el fin del conflicto armado.
¿Por qué el próximo Gobierno debería darle importancia a este tipo de economía y cómo podría potenciarla?
Actualmente nos encontramos en un momento disruptivo en el desarrollo de las nuevas tecnologías y fuentes de información. Este tipo de tecnologías reducen los costes de información y crean nuevos modelos colaborativos e innovan mejorando el acceso y el coste de servicios básicos.
El acceso a internet y otras tecnologías está cobrando cada vez más importancia en las economías de los países desarrollados, y es sin duda, uno de los motores de la economía creativa o economía naranja.
Por lo tanto, mejorar el acceso a internet en todo el país ayudará a la expansión de esta industria. No solo eso, sino también al contacto entre audiencias, contenidos, creativos, emprendedores y tecnología.
Es necesario que el nuevo gobierno de Iván Duque fortalezca las instituciones encargadas de industrias culturas, bien con ayudas o reducción de impuestos directos, como el IVA, e intentar reducir las tasas arancelarias para favorecer la balanza comercial y facilitar así a los empresarios en la exportación de este tipo de bienes.
