Publicado: mayo 3, 2020, 2:15 pm
Por: Raúl Serebrenik G. y Perla Sultán de Serebrenik
A finales del año 2019 y comienzos del 2020 la pandemia declarada por la cuestionada Organización Mundial de la Salud, es y será uno de los momentos más interesantes que tal vez estas las generaciones han tenido que vivir.
A medida que se han dado a conocer las noticias y se publican análisis de fuentes cada vez más serias, https://www.youtube.com/watch?v=jsV_YXq-1×4, han surgido muchas suspicacias sobre el manejo de China del Covid 19 cuando, en paralelo, el país firmaba uno de los más disputados acuerdos comerciales con Estados Unidos.
Algunos dicen que no es sorpresa que, en dicho acuerdo, China haya propuesto una cláusula donde se aclara que el país se excluiría de asumir ciertas obligaciones en el caso de que aparezca una razón de fuerza mayor como, por ejemplo, una pandemia. Si este fuera el caso, se establece una época de desconfianza sobre la seriedad del régimen chino y, sobretodo, de sus pretensiones.
Como se ha especulado, y si esto se llegar a confirmar, se dejaría claro que el dólar americano sería por mucho más tiempo la moneda que seguiría rigiendo la economía mundial.
A pesar de que China pueda ser, en las próximas décadas, la economía más grande del mundo su moneda jamás podrá llegar a ser fuente de confianza a nivel global y mucho menos mientras siga siendo una dictadura comunista, con una economía capitalista que no respeta ni siquiera a sus propios ciudadanos y sobretodo que esto no tenga consecuencias legales. Esta situación va a tener claramente implicaciones geopolíticas en el corto plazo.
No cabe duda de que, en las próximas semanas, o antes de la publicación de este artículo, los estrados judiciales de los países que mantienen un sistema jurídico serio tratarán de interponer en contra del régimen chino las demandas pertinentes sobre la manipulación de la información que rodea lo que el mundo está enfrentando con la mayor cantidad de muertes colectivas en la historia del siglo XXI sin disparar una sola bala o misil.
Más allá de las muertes que cobre el Covid-19 no se sabe a ciencia cierta, si se puede contar de la misma manera las muertes que ocurrirán durante los próximos años a raíz de la crisis generada por este triste episodio de la historia contemporánea y que de seguro tendrá varias olas de expansión que nos han de azotar.
No cabe la menor duda de que si hoy mismo se tuviera la cura para el virus el mundo no sería el mismo de antes; esto se debería más al manejo que se les ha dado a los eventos, que por el propio virus.
En nuestra opinión, esto deja al descubierto las falencias de las cadenas de suministros de elementos básicos o estratégicos, pues las potencias mundiales no pueden permitirse depender de terceros, en especial cuando ese tercero es China.
Es muy probable que este episodio genere una reindustrialización de algunos productos y sectores enteros no solo en Estados Unidos sino también en parte de Europa y desembocará en un período de mayor dosis de nacionalismo que ojalá no se salga de proporción.
A nivel macroeconómico veremos unos enormes desbalances, y si bien los principales bancos centrales han actuado en esta ocasión con la rapidez que la circunstancias lo ameritan, al final del día alguien tendrá que pagar la factura. Es claro que hay algunos sectores de la economía que están siendo más afectados que otros, y probablemente como los políticos lo saben hacer, será en el mediano plazo subiendo los impuestos.
Algunos sectores saldrán más afectados y, por otro lado, habrá sectores que se han de beneficiar de estas circunstancias tan particulares. Frenar la economía ha sido relativamente fácil, volver a prenderla ha de ser mucho más difícil, y en especial en nuestros países donde los gobiernos no tienen tanta cintura para moverse y, junto al populismo y a la corrupción, puede ser una formula explosiva que claramente se pondrá a prueba en la sociedad en general.
Otras consecuencias y controversias se verán en instituciones como la misma Organización Mundial de la Salud. Por ejemplo ¿cómo puede ser que la información y el ritmo en que fluía la información por parte de las autoridades sanitarias chinas a la OMS no fuera el adecuado?, ¿cómo puede ser que una institución que se debe caracterizar por un alto nivel técnico y científico se haya politizado de esa manera?
Una ciudad del tamaño de Wuhan —donde se detecta el primer caso de Covid-19 —con el flujo de extranjeros que tiene pudo esconder la cantidad de enfermos y fallecimientos, mientras el virus se propagaba sin mayores controles sanitarios, y sin que nadie lo haya notado y luego venderle al mundo la supuesta “hazaña” de construir hospitales en tan solo días.
¿Cómo se explica la falta de eficacia de los sistemas de inteligencia y servicios secretos de las diferentes potencias, que no lograron identificar el problema desde su origen?
No cabe duda de que seremos testigos de cambios profundos—más en el corto y mediano plazo y como consecuencia de los hechos que estamos viviendo en estos momentos — tanto en el entorno comercial, en la manera en que estamos acostumbrados hacer negocios y en la manera en que interactuamos en el día a día.
La estrategia para poder sobreponernos a esto debe tener un pilar fundamental en el apoyo que recibirá el sector de la salud, en especial el equipo de profesionales, médicos, enfermeras, bacteriólogos y demás especialistas involucrados en la primera línea de batalla, ya que, si bien en una primera fase se pueda aplanar la famosa curva, también se debe medir y estar atento a las posteriores consecuencias u olas que esta pandemia ha de traer.
Por otra parte, se trata de ganar o recuperar la confianza; entendiendo que dependemos de la sociedad —otros individuos para conseguir nuestros fines, satisfacciones y necesidades de prosperar— Sin confianza no hay ventas ni negocios. Construir una sociedad post Covid-19 ante los cambios globales que se avecinan, implica un serio avance en la transformación, modernidad y desarrollo de los países.
Reza una de las maldiciones chinas: “Que tengas muchos momentos interesantes”.
Familias Empresarias, Continuidad y Legado
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