En su última reunión del viernes pasado, la Junta Directiva del Banco de la República decidió mantener por unanimidad su tasa de interés de intervención en 4,25%, tal como lo descontaba la mayoría de los analistas del mercado.
En un escueto comunicado, el banco central señaló que, si bien la inflación básica (2,96%) se mantiene por debajo de la meta del 3%, la inflación total se incrementó a 3,43% en junio, principalmente por el precio de los alimentos, y admitió que algunos choques de oferta podrían elevar la inflación en los próximos meses, aunque se espera que retome su convergencia con la meta de 3%.
En cuanto a la actividad económica, la Junta, que es responsable de la políticas monetaria, cambiaria y crediticia, reveló que las últimas cifras sugieren que el crecimiento del producto del segundo trimestre será más alto que el del primero (2,3% que es la cifra que maneja el equipo técnico del Banco y no el 2,8% del Dane), gracias al dinamismo del consumo y la inversión en maquinaria y equipo, y por la recuperación del crecimiento del consumo público.
A pesar de ello, estimó que la economía mantendrá excesos de capacidad productiva (1,8% frente al crecimiento potencial de la economía), lo cual hace probable que el Emisor revise a la baja su proyección de crecimiento y ligeramente al alza la inflación. En la última semana, el FMI redujo su proyección de crecimiento de 2019 para Colombia de 3.5% a 3.4%.
Otro hecho importante es que la Junta se abstuvo de realizar anuncios en materia cambiaria; por ejemplo, reanudando la compra de dólares para aumentar las reservas internacionales, tal como lo venía haciendo hasta hace algunos meses, teniendo en cuenta la vulnerabilidad de la economía colombiana que tiene un déficit del 4% del PIB (US$12.000 millones) en su sector externo que, hasta ahora, ha sido finando con inversión extranjera directa y de portafolio.
En materia internacional, la Junta recordó que las perspectivas de crecimiento global se siguen moderando y en los Estados Unidos aumentó la probabilidad de que se reduzca la tasa de interés de política de la Reserva Federal, lo cual ha aminorado las presiones al alza sobre la tasa de cambio en el país.
Para la Gerencia de Investigaciones de Bancolombia, después de la última Junta “reafirmamos nuestra expectativa de estabilidad (en materia de tasas) en lo que resta del año, aunque para 2020 esperamos dos incrementos, de 25 puntos básicos cada uno (0,25%), con los cuales el Emisor se acercará a un terreno neutral, consistente con una economía creciendo más cerca de su potencial y con una inflación (3,2%) más cercana a la meta”.
Por su parte, Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá reiteró un escenario de estabilidad en 2019, ratificando que si la economía se sigue recuperando al mismo ritmo que lo viene haciendo (modestamente) el siguiente movimiento (del Banco) sería al alza. “Solo en caso de una desaceleración de la economía se podría pensar en recortes de la tasa de interés, pero este escenario parece muy poco probable en el corto plazo en opinión del BR”, concluyó el análisis.