La variante delta ya está en Colombia. Fue detectada gracias al trabajo del Instituto Nacional de Salud (INS) y de la red de investigación genómica integrada por 19 laboratorios, entre los que se encuentra el Laboratorio de Secuenciación Gencore de la Universidad de los Andes, en donde se identificaron las primeras en enero de este año.
Esta vez, la variante de origen indio fue detectada a un ciudadano en la ciudad de Cali. De esta ya se sabe que está en105 países del mundo, de los cuales 14 son de Latinoamérica. También se conoce que puede afectar a los más jóvenes y que tiene mayor velocidad de transmisión y contagio, algo que ha despertado la atención de la comunidad científica y de las autoridades sanitarias en el país, por las posibles alteraciones en los mecanismos de protección inmunes de las vacunas usadas actualmente.
“No obstante los estudios de laboratorio in vitro y en vivo han demostrado que estas vacunas —las aprobadas en Colombia— pueden ser efectivas contra la variante delta. En países con alto porcentaje de vacunación, como por ejemplo, Inglaterra o Israel, hay aumento de casos de la variante delta, pero no en la mortalidad”, agrega el Dr. Jhon Mario González, experto en el tema.
Evidencia científica a nivel mundial demuestra que el linaje delta puede propagarse con más facilidad y unirse con más fuerza a los receptores de las células pulmonares. De hecho, la Organización Mundial de la Salud la define como ‘variante de preocupación’, pues se proyecta, según el mismo organismo, a convertirse en la variante dominante de la pandemia.
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Mezclar vacunas, ¿una opción segura?
Mientras avanza el Plan Nacional de Vacunación en Colombia, la escasez de viales contra COVID-19 preocupa y despierta la incertidumbre en quienes buscan completar su esquema de vacunación. De hecho, el debate sobre la posibilidad de ‘mezclar’ vacunas está abierto, sin embargo todavía existen dudas sobre su seguridad: ¿Qué tan viable sería hacerlo en el país?
Cuando se habla de ‘mezclar o combinar’ vacunas se hace referencia, por ejemplo, a recibir una primera dosis de AstraZeneca, la segunda de Pfizer y, en un futuro, refuerzos con otras vacunas, indica el documento publicado por la Universidad de los Andes.
En el mundo, países como España, Alemania, Indonesia y Tailandia ya han puesto en práctica este tipo de planes. Por ejemplo, en los países europeos, menores de 60 años recibieron la primera dosis de AstraZeneca (suspendida por eventos trombóticos) y la segunda dosis de Pfizer. Los resultados satisfactorios de este experimento fueron expuestos en un estudio publicado en España y otro en Alemania, explica John Mario González, inmunólogo y profesor de la Facultad de Medicina.
En el caso colombiano, han sido aprobadas cinco vacunas contra COVID-19. Por un lado están Pfizer, Moderna y AstraZeneca que utilizan ARN o ADN genéticamente modificados para producir una proteína que desencadena una respuesta inmunitaria. Por otro lado, la Janssen de Johnson & Johnson que aprovecha un virus genéticamente modificado (que no causa la enfermedad), para crear proteínas que inducen una respuesta inmunitaria. Finalmente, la CoronaVac de Sinovac que utiliza virus inactivados, por lo cual tampoco provoca la enfermedad, pero sí genera una respuesta inmunitaria.
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Sin embargo, de acuerdo con el doctor González, no se ha demostrado que sumar vacunas es sumar protección, pero, tal vez, en un futuro sí podría ser una opción como refuerzo. En su criterio, es necesario hacer más estudios al respecto: “En definitiva, en este momento ni está aprobado, ni es recomendado. Ahora no se pueden agotar este tipo de estrategias cuando hay escasez de dosis. Quienes quieran explorar este camino y mezclar vacunas deben consultar los riesgos y beneficios con su médico o EPS”, asevera.
¿Podría acelerar los programas de vacunación?
Andrea Ramírez, epidemióloga y profesora de la Facultad de Medicina, coincide en que si bien en Colombia aún no hay una regulación que dé luz verde a esta opción, la idea puede generar desorden en logística y distribución de las vacunas, ya que no es un camino suficientemente explorado.