2014 fue el año que partió en dos la  vida Natalia Ponce de León. La agresión física que sufrió con ácido en su cara la llevó a ser la promotora de justicia social y defensora de los derechos de las mujeres. Su fundación fue creada como una esperanza de vida para las víctimas de ataques con ácido en Colombia. Entre otras iniciativas ha trabajado para que no se presenten más ataques con químicos, presentando proyectos de ley para regular su venta, endurecer las penas y asegurar que si se presentan más casos, el Estado adopte medidas para favorecer a las personas atacadas.

Entre los reconocimientos que Natalia ha recibido, el más reciente fue el Premio Internacional Mujeres con Coraje  2017, entregado por el departamento de Estado de Estados Unidos, por su trabajo en la defensa de las víctimas de ataques con ácido.