Trabajar en casa es una actividad cada vez más común, y ha incrementado por estos días en los que la situación que vive el mundo ha impulsado a muchas empresas a implementar esta modalidad, lo cual implica un ambiente un poco más relajado y con elementos distintos alrededor y a la mano como la nevera y la alacena, buenas compañeras de la ansiedad y las tentaciones.
Por eso se deben tener en cuenta algunas recomendaciones para evitar que el “home office” se traduzca en ganar algunos kilos de más a causa de la reducción en la actividad física y el aumento en la ingesta de calorías. Según la doctora A.J. Marscon de Beacon College en Florida, Estados Unidos, «Las personas que trabajan desde casa tienen mayor riesgo de sufrir de obesidad y diabetes porque hay una disminución significativa en la actividad física».
Para evitar las repercusiones negativas en la salud, es importante que las personas aprendan a delimitar el espacio laboral y el personal. Lo ideal es tener tiempos y espacios específicos para mover el cuerpo, alimentarse y descansar adecuadamente. La autodisciplina también es un factor esencial tanto para alcanzar nuestros objetivos de productividad desde casa, como para mantenerse bien.
Para combatir el sedentarismo y la mala alimentación, los expertos en nutrición de Bimbo traen estos consejos para que te cuides mientras trabajas desde casa:
- Dormir apropiadamente: es importante que separes tu tiempo de obligaciones y el de descanso. El no dormir bien durante 6 ó 7 horas cada noche puede hacerte subir de peso. Lo ideal es contar con una rutina de sueño, siempre acostarse y levantarse a la misma hora. Disminuir el estrés antes de ir a dormir con actividades como meditar, hacer yoga o escuchar música clásica pueden ayudarte a conciliar el sueño y descansar mejor.
- Usa los espacios adecuadamente: es fundamental que uses los espacios de tu casa adecuadamente. No trabajes en tu habitación o el comedor, asigna un espacio apropiado donde puedas hacer tus labores libre de distracciones. No comas en la habitación o el lugar designado para trabajar, procura sentarte a la mesa. Es importante que tengas un espacio para cada actividad, así tu cerebro reconocerá mejor el momento para hacer cada cosa, serás más productivo, sacarás más provecho a los alimentos y descansarás mejor.
- Llena tu alacena de alimentos saludables: al estar tanto tiempo en casa es probable que pases más veces por tu cocina y te antojes de comer lo primero que ves. Asegúrate de poner las tentaciones poco saludables fuera de tu vista o mejor aún, procura no tenerlas en tu alacena. En cambio, compra snacks saludables, que tengan las cantidades apropiadas de fibra, azúcar, sodio y grasa.
- Haz pausas activas: no te quedes más de dos horas seguidas trabajando frente al computador. Haz pausas activas cada cierto tiempo para asegurarte de que tu cuerpo se active y tu mente se relaje.
- Toma un tiempo para alimentarte conscientemente: es importante que destines al menos 20 minutos para comer y que lo hagas sin distracciones, evita el uso de celulares computadores o televisores mientras lo haces.
- No te saltes comidas: es clave comer como normalmente lo haces, ya que al saltarte alguna comida puedes caer en la tentación de ingerir porciones más grandes de lo ideal cuando el hambre o la ansiedad aparezcan.
- Muévete por casa: intenta moverte mientras haces tus tareas. Camina mientras hablas por teléfono o quédate un rato de pie mientras trabajas en tu computador.
- Toma un tiempo para ti: saca tiempo para hacer algo por ti. Puedes hacer tu actividad favorita o aprender algo nuevo como cocinar.