Después de seis meses de trabajar en casa, algunas empresas están reactivando sus oficinas. A pesar del miedo que aún genera la pandemia, algunos empleados están felices, pero otros (especialmente los más jóvenes) comienzan a preguntarse si quieren hacerlo.
Pero, ¿cuál es la clave para hacerlo bien evitando los riesgos de contagio y sin desmotivar a los empleados que querían permanecer en sus casas?
“Traer los equipos de regreso a la oficina a tope es imprudente”, dice Felipe DeFrancisco, director de Project Management de la multinacional CBRE Colombia y Ecuador. “La experiencia sugiere que la reapertura de lugares de trabajo y espacios comerciales no es sencilla. La previsión es crucial”.
1. ¿Qué deben tener en cuenta los empresarios?
En cuanto las restricciones del gobierno permitan la vuelta a la actividad laboral y las empresas en general puedan reabrir sus lugares de trabajo, los ocupantes deben estar preparados para determinar sus límites y políticas, y así poder dar la bienvenida a empleados, clientes y visitas de regreso a sus oficinas y lugares de trabajo.
“Estas políticas pueden abordar temas como la disponibilidad de tests para todos, la accesibilidad permanente a suministros clave de limpieza y a equipos de protección personal, la capacidad de incentivar el distanciamiento social y la limpieza frecuente. También deberán contemplar el cumplimiento de requisitos obligatorios y la implementación de un protocolo de buenas prácticas”.
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2. Planificando el regreso a la oficina
La experiencia sugiere que la reapertura de lugares de trabajo y espacios comerciales no es sencilla. La previsión es crucial, ya que se deben abordar actividades importantes de modo totalmente nuevo. Algunas de estas áreas clave incluyen:
Seguridad, salud y bienestar: las empresas deben estar preparadas ante unos trabajadores más exigentes que esperan garantías continuas y creíbles de que se encuentran trabajando en un entorno seguro. Esto llevará a incluir carteles con información actualizada sobre seguridad, salud y bienestar, recursos para los empleados, para los visitantes y ocupantes en puntos a lo largo de todo el edificio y lugares de trabajo en concreto.
Feedback de las partes interesadas: las relaciones con los stakeholders o partes interesadas que sean clave en este contexto, deben restablecerse a la vez que las empresas se movilizan para regresar a su lugar de trabajo. Es importante coordinar antes de reabrir una oficina o unas instalaciones con los grupos de interés de los ocupantes y de los propietarios.
“Las inversiones en seguridad en las oficinas, es un tema crucial en estos momentos. Dado la situación mundial las personas han aumentado su inseguridad en espacios fuera a su hogar, por lo que es el deber de las empresas hacer las inversiones y planes necesarios para devolver la seguridad a los espacios de oficinas”.
3. Traer los equipos de regreso a la oficina “a tope” es imprudente
Requisitos del negocio y organización en el trabajo: las primeras lecciones aprendidas en Asia indican que traer a los equipos de vuelta a la oficina “a tope” es imprudente y poco coherente con la mayoría de recomendaciones de salud pública, las cuales recomiendan que las medidas de distanciamiento social se reduzcan de modo gradual y bien pensado. Las empresas deben marcar un plan que permita aumentar gradualmente el número de personas que regresan a su lugar de trabajo.
4. Evaluar efectos en compras y finanzas
Efecto en compras y finanzas: tanto los ocupantes como los propietarios deben plantearse seriamente qué nuevos niveles de servicio, materiales y actividades son necesarios para facilitar este retorno a los espacios de trabajo. Ejemplos de áreas que pueden necesitar mayor abastecimiento y más financiación serían: un servicio de limpieza mejorado; introducción de nuevos protocolos de acceso (por ejemplo, medición de la temperatura corporal); aumentar la cantidad de suministros como gel hidroalcohólico para manos, toallitas desinfectantes, guantes y mascarillas; replantear el entorno de trabajo así como la tecnología y equipos necesarios; utilizar tecnologías de seguimiento, tecnologías touchless y demás.
5. Regreso de los empleados al trabajo
Respuesta continua y preparación: una vez el espacio se haya reocupado y el trabajo se haya reanudado, tanto ocupantes como propietarios deberán permanecer alerta y con una capacidad de respuesta rápida ante situaciones inesperadas o no deseadas. Las dos partes deberán permanecer alerta y mantener protocolos estrictos en caso de que se dé un rebrote de COVID-19. Todo el mundo tiene que estar preparado para volver al “modo respuesta” en el caso de que hubiera sospechas o confirmación de un caso positivo.