28/02/2025

Actualizado a las 18:54h.

La plataforma de mensajería instatánea WhatsApp ha sufrido este viernes una caída mundial que ha dejado a miles de sus usuarios sin servicio, según recoge la página Down detector y han reportado algunos afectados en X, antes Twitter. El servicio ha comenzado a restablecerse en torno a media hora después del fallo.
La plataforma Down detector ha comenzado a recibir reportes de los usuarios españoles poco antes de las 16.30 horas y, en poco más de media hora, más de 34.000 personas habían notificado el mal funcionamiento de WhatsApp.

En territorio nacional, la mayor parte de los fallos reportados corresponden a Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Málaga. La caída, no obstante, no ha afectado únicamente a España, sino que ha alcanzado a Europa y Latinoamérica. En Reino Unido, más de 56.000 personas han informado en apenas media hora de la caída. En Italia esta cifra ha sido de más de 47.000.

En X, WhatsApp se ha convertido en tendencia tras producirse la caída. Como es habitual cuando se producen estos fallos, los usuarios han saltado de una plataforma a otra y han comenzado a compartir memes al respecto.

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/tecnologia/adios-skype-microsoft-decide-cerrar-aplicacion-mayo-20250228141251-nt.html Skype forma parte del catálogo de servicios de Microsoft desde 2011, aunque su aparición se remonta a …

27/02/2025 a las 12:06h.

Probamos el POCO X7 Pro, el teléfono con el que Xiaomi quiere ofrecer rendimiento de gama alta a precio asequible. Con un diseño renovado, un procesador potente, una pantalla de alto nivel y una batería que promete durar todo el día, este dispositivo llega con la intención de romper el mercado. Pero, ¿realmente lo consigue?
El POCO X7 Pro mantiene el diseño plano que se ha convertido en tendencia en los últimos años, una decisión que muchos jugadores y usuarios agradecen porque su agarre es más seguro y provee una mayor comodidad.

La unidad que hemos probado es la de acabado en cuero vegano con el llamativo color POCO Yellow, una apuesta arriesgada, pero que le da un toque distintivo al terminal. A nosotros nos ha encantado. Para los más conservadores, están las versiones en negro y verde, aunque en estos casos la trasera es de plástico y no se siente tan premium en mano.

La unidad que hemos probado es la de acabado en cuero vegano con el llamativo color POCO Yellow, una apuesta arriesgada, pero que le da un toque distintivo al terminal

ABC

El módulo de cámaras es grande, aunque está bien integrado en el diseño con unos anillos brillantes alrededor de los sensores. Una de las grandes sorpresas es la certificación IP68, algo que rara vez vemos en esta gama de precios.

26/02/2025

Actualizado a las 20:01h.

Apple ha anunciado que ha corregido un fallo técnico en su sistema de dictado por voz para iPhone que provocaba que, al pronunciar la palabra «racista», el sistema transcribiera brevemente «Trump» antes de corregirse automáticamente. El problema, que se hizo viral tras un vídeo en TikTok, generó una ola de reacciones en redes sociales y abrió el debate sobre la precisión de las herramientas de inteligencia artificial y posibles sesgos tecnológicos.
«Somos conscientes del problema con el modelo de reconocimiento de voz que utiliza Dictation y hemos implementado una solución», ha afirmado un portavoz de Apple en un comunicado y han recogido medios estadounidenses. La compañía explicó que el error se debió a un «solapamiento fonético» en su tecnología de reconocimiento de voz, que en ocasiones sugiere palabras incorrectas con sonidos similares antes de ajustar la transcripción. En este caso, palabras con la consonante «r» generaron la confusión.

Aunque Apple no profundizó en por qué el nombre del expresidente Donald Trump fue sugerido específicamente, el fallo generó especial controversia en Estados Unidos. Algunos comentaristas conservadores acusaron a la compañía de sesgo político, una crítica recurrente hacia las grandes empresas tecnológicas.

El incidente se produjo en un contexto sensible para Apple, ya que coincidió con el anuncio de una inversión histórica de 500.000 millones de dólares en proyectos e infraestructuras en Estados Unidos. Esta inversión, que se desplegará durante los próximos cuatro años, incluye la construcción de una fábrica en Texas dedicada a servidores de inteligencia artificial, lo que generará alrededor de 20.000 empleos en investigación y desarrollo.

26/02/2025

Actualizado a las 11:48h.

La alegre acogida de DeepSeek en China ha ido un paso más allá: se ha extendido a televisores, frigoríficos y robots aspiradores y una serie de marcas de electrodomésticos han anunciado que sus productos incorporarán los modelos de inteligencia artificial de la startup.
Los grandes modelos lingüísticos de DeepSeek, con sede en Hangzhou, revolucionaron el sector de la inteligencia artificial este año, rivalizando en rendimiento con los sistemas occidentales pero a un coste mucho menor. Esto ha provocado mucho orgullo y regocijo en China, donde DeepSeek se considera la prueba de que los esfuerzos de Estados Unidos por contener los avances tecnológicos en China acabarán fracasando.

El fundador de DeepSeek, Liang Wenfeng, ha sido agasajado por las autoridades chinas y la empresa tiene previsto lanzar en breve R2, el sucesor de su modelo de razonamiento R1, según fuentes consultadas. En las dos últimas semanas, fabricantes de electrodomésticos como Haier, Hisense y TCL Electronics se han sumado a fabricantes de automóviles y pesos pesados de la tecnología como Huawei y Tencent al afirmar que utilizarán los modelos de DeepSeek.

Muchos de estos electrodomésticos ya son dispositivos inteligentes que responden a órdenes activadas por voz. Pero los modelos de DeepSeek permitirán una precisión mucho mayor. Liu Xingliang, analista independiente del sector con sede en Pekín, afirma que una aspiradora robótica, por ejemplo, podría aprovechar las capacidades de análisis semántico de DeepSeek-R1 para posicionarse y evitar obstáculos con mayor rapidez y sofisticación.

24/02/2025 a las 16:45h.

Monster Hunter no es para todo el mundo. O al menos no lo era en sus comienzos. Tosco, difícil, con una curva de entrada sumamente compleja, echaba para atrás a jugadores casuales y a todo aquel que no contaba con el tiempo, ni la paciencia, de comprender y asimilar todas las mecánicas que escondía un título que, aparentemente, solo iba de matar monstruos enormes. Monster Hunter World cambió eso, consiguió ganarse al gran público ofreciendo una trama sencilla, unas mecánicas más amigables y un lavado de cara que funcionó como entrada para que todo el mundo, llevara años o no con la saga, pudiera cazar dragones y monstruos colosales de la manera más disfrutable posible.
Monster Hunter Wilds busca ser una «secuela» de World, refinando por el camino todo lo que ese titulo asentó y recogiendo ideas de juegos anteriores, incluso de aquellos pensados para los más veteranos, como fue Rise. Y vaya si lo ha conseguido. Wilds es lo mejor que ha sacado Capcom en mucho tiempo, un juego redondo en todos los aspectos, que nos ha mantenido en ABC pegados a la pantalla durante horas. Una cacería más. Me hago esta armadura y lo dejo. Bueno mejor sigo explorando a ver que bicho me encuentro. Anda, una zona nueva, habrá que explorar. No puedo irme sin acabar con este monstruo nuevo. Como voy a dejar así la historia… y así durante horas y horas. Es evidente que nos ha gustado, no lo podemos ocultar, y tras pasarnos (con muchos matices) la trama principal, hemos seguido jugando y jugando porque, sinceramente, no podíamos parar.

Gran peso narrativo

Probablemente, el mayor cambio de Wilds está en su narrativa. Desde el comienzo la cinemática que da entrada al título plantea lo que será el conflicto narrativo: explorar las Tierra Prohibidas y dar con una civilización desconocida de la que un joven llamado Nata pertenece y a la que busca desesperadamente volver tras extraviarse a causa del ataque de un monstruo. Por el camino atravesaremos distintos territorios, conoceremos nuevas tribus y descubriremos qué ocurre en este continente y por qué la llegada del gremio de cazadores parece una llamada de auxilio más que algo causado por el azar.
No estamos ante la historia más original de la industria de los videojuegos, pero Wilds se esfuerza en darle valor y un peso que nunca ha tenido en la saga, y la jugada le sale muy bien. Todo está medido para que las transiciones entre cinemáticas y combates y los momentos de calma en lo que puedes conocer a tu equipo y aprovisionarse antes de dar caza al monstruo que está poniendo patas arriba la zona no se hagan pesadas. De hecho, provoca que el jugador se sienta uno más en la travesía (por primera vez el protagonista tiene diálogos y no parece un pasmarote) y quiera seguir descubriendo lo que sucede en las Tierras Prohibidas. En menos de 20 horas un jugador promedio puede llegar al jefe final, pero ahí no acaba todo, y sin desvelar detalles, la narrativa continúa y no dudamos en que, mínimo, puede dar tralla durante 50 horas.

23/02/2025 a las 01:39h.

El Redmi Note 14 Pro+ 5G llega al mercado con un buen equilibrio entre potencia, diseño y prestaciones. Xiaomi apuesta fuerte con un estilo más refinado, una cámara de 200 MP y una carga ultrarrápida de 120W. Lo hemos probado y aquí te contamos si realmente está a la altura de lo que promete.
El Redmi Note 14 Pro+ 5G se siente como un dispositivo de una categoría superior. Xiaomi ha optado por materiales más resistentes, Corning Gorilla Glass Victus 2 para la pantalla y Gorilla Glass 7i en la parte trasera, junto con un marco de aluminio que mejora su rigidez en un 10%.

Pero lo que realmente marca la diferencia es la certificación IP68, algo que rara vez vemos en este segmento, lo que significa que el terminal puede sumergirse hasta 1,5 metros de profundidad durante 30 minutos.
El panel es otro de sus puntos fuertes. Xiaomi ha apostado por un AMOLED de 6,67» con resolución 1.5K (2712×1220 píxeles), 120Hz de refresco y 480Hz de muestreo táctil. Lo más llamativo es su brillo máximo de 3000 nits, situándose entre los paneles más brillantes del mercado. También cuenta con certificaciones Dolby Vision, HDR10+ y TÜV Rheinland, que reducen la fatiga ocular.

El rifirrafe de este viernes entre el presidente estadounidense Donald Trump y el ucraniano Volodímir Zelenski ha generado una fuerte reacción en el Reino Unido, donde el Gobierno y varias figuras políticas han reiterado su respaldo inquebrantable a Kiev en su lucha contra … la invasión rusa.
Ante la escalada de tensiones, Downing Street se apresuró a reafirmar su postura, y destacó la importancia de mantener el respaldo a la soberanía de Ucrania. Un portavoz del gobierno británico confirmó que el primer ministro Keir Starmer había conversado con ambos líderes y emitió un comunicado que reza: «El primer ministro ha hablado esta noche con el presidente Trump y con el presidente Zelenski» y «mantiene un apoyo inquebrantable a Ucrania y está haciendo todo lo posible para encontrar un camino hacia una paz duradera basada en la soberanía y la seguridad de Ucrania». El texto continúa diciendo que «el primer ministro espera con interés recibir a los líderes internacionales el domingo, incluido el presidente Zelenski», en referencia a la cumbre que se celebrará en Londres.
El Gobierno británico se ha posicionado como uno de los principales aliados de Ucrania desde el inicio de la invasión rusa en 2022, y ha proporcionado asistencia militar y diplomática. Ahora, con la incertidumbre sobre el rumbo de la política estadounidense, Londres parece estar tratando de asumir un papel de liderazgo. El próximo encuentro internacional, en el que se espera la presencia de Zelenski en territorio británico, servirá como una plataforma clave para discutir el futuro del apoyo occidental a Kiev. En este contexto, el Reino Unido busca no solo garantizar que Ucrania reciba la ayuda necesaria, sino también preservar la estabilidad en la región y evitar concesiones que premien la agresión rusa.

Una fuente del gobierno británico citada por ‘Sky News’ calificó el altercado como «poco útil» y responsabilizó a varios actores por la escalada de tensiones: «Zelenski no es diplomático. Trump fue incitado por Vance, lo que provocó una respuesta beligerante. Esperemos que se calmen y se llegue un acuerdo y a una rueda de prensa… Pero existe el riesgo de que todo se venga abajo».
Desde la oposición conservadora, la líder tory Kemi Badenoch, también intervino: «La diplomacia respetuosa es esencial para la paz. Debemos recordar que el villano es el criminal de guerra Putin, quien invadió ilegalmente Ucrania. Una división en Occidente solo beneficia a Rusia. Ahora es el momento de mayor cooperación, no de menos«.
Penny Mordaunt, exresponsable de Defensa, declaró que la acalorada discusión entre Trump y Zelenski forma parte de una estrategia política más amplia. «Esto es parte de las tácticas de negociación que Estados Unidos está utilizando», dijo. «No creo que hubiéramos tenido esto a menos que quisieran presionar a Zelenski y también enviar un mensaje a su audiencia doméstica». Mordaunt minimizó la relevancia de la bronca entre los dos líderes, argumentando que, en comparación con lo que enfrenta Ucrania día a día, el altercado no significa nada. «Zelenski es un tipo duro y va a hacer lo correcto para su nación» y «oodemos ayudarlo a hacerlo», dijo.
El exministro de Asuntos Exteriores británico, James Cleverly, se sumó a la lista de figuras del Partido Conservador que manifestaron su respaldo a Ucrania: «Aunque el Reino Unido fuera el único país del mundo apoyando a Ucrania, deberíamos seguir haciéndolo. Ellos están en la primera línea de nuestra defensa. Sus hijos e hijas están luchando y muriendo por nuestra libertad. Deberíamos estarles agradecidos».
El responsable de Justicia en la sombra del Reino Unido, Robert Jenrick, expresó su indignación en un mensaje en redes sociales: «Estoy asqueado por ese degradante espectáculo. Y pensar que el busto de Winston Churchill estaba en la misma sala mientras esto ocurría. Se estaría revolviendo en su tumba si viera eso«.
Jenrick también enfatizó el sacrificio del pueblo ucraniano y la importancia de la unidad entre las potencias occidentales: «El pueblo de Ucrania, liderado por el presidente Zelenski, ha luchado valientemente contra Putin durante los últimos tres años con el apoyo de Estados Unidos y Europa. Zelenski ha mostrado una gratitud sincera por el respaldo de sus aliados. Le saludamos a él y a los valientes ucranianos en su lucha por la libertad contra el imperialismo ruso», dijo.
En la misma línea, el responsable de Defensa en la sombra, James Cartlidge, respondió al post de Jenrick con un mensaje de apoyo a Zelenski: «Totalmente de acuerdo. Zelenski es un héroe. Ha guiado a su país a través de un sufrimiento inimaginable y ha demostrado la mayor valentía al desafiar la agresión rusa no provocada».
También el ex primer ministro británico Boris Johnson, un firme defensor de Ucrania, emitió un comunicado en apoyo a Zelenski. «Es momento de mantener la cabeza fría y recordar que Estados Unidos y Ucrania están del mismo lado», declaró. «Volodímir Zelenski ha liderado heroicamente a su pueblo durante tres años contra una agresión completamente injustificada por parte de Rusia» y «el coraje de los ucranianos ha sido asombroso. Su sufrimiento ha sido atroz. Son ellos quienes merecen nuestro apoyo y, francamente, nuestro respeto».
Asimismo, el líder del SNP y ministro principal escocés, John Swinney, condenó el altercado: «Los acontecimientos de hoy en Washington son una clara causa de profunda preocupación, de conmoción, de indignación», dijo en las redes sociales, y añadió que «lo que necesitamos ahora es mantener la calma y pensar con claridad. Debemos mantenernos firmes junto a nuestros aliados europeos en la defensa inquebrantable de Ucrania. Esa es la postura de Escocia».
Por otro lado, la candidata de Reform UK a la alcaldía de Lincolnshire y exministra tory, Andrea Jenkyns, se convirtió en la primera voz prominente del partido en criticar la confrontación: «Me gustan Trump y Vance, y tienen todo el derecho de cuestionar y financiar lo que consideren adecuado con el dinero de los contribuyentes estadounidenses. Pero me avergüenzo de los vídeos de ellos con Zelenski. Palabras firmes en privado, sí, pero no una humillación pública organizada. Esto está mal». Jenkyns destacó que «independientemente de lo que se piense sobre Zelenski, el pueblo ucraniano ha atravesado una devastación enorme y ha luchado por su soberanía. Si otro país invadiera el Reino Unido, con razón pelearíamos por nuestra libertad».
El líder de los Liberal Demócratas, Ed Davey, opinó que «esto es simple y llanamente matonismo por parte de Trump y Vance. Están intimidando al valiente y verdadero patriota Zelenski para que acepte un acuerdo que, en la práctica, significa la victoria de Rusia. A menos que el Reino Unido y Europa den un paso al frente, estamos frente a una traición a Ucrania».

El dramático espectáculo de Donald Trump en la Casa Blanca con el humillante ataque a Zelenski crea una situación embarazosa al Gobierno Meloni, con una reacción que muestra su división en política exterior y en concreto sobre la guerra de Ucrania. Mientras el vicepresidente … Matteo Salvini, líder de la Liga, se regocijaba por el trato dado por Trump a Zelenski, el otro vicepresidente, Antonio Tajani, se mostraba prudente al señalar que «lo más importante es que Europa permanezca unida y hable con una sola voz».
Pasadas las diez de la noche, los medios publicaban un comunicado de Palacio Chigi, sede de la presidencia del Gobierno, con la declaración de la primera ministra, Giorgia Meloni, que pide una cumbre entre Estados Unidos y Europa para afrontar juntos la crisis internacional: «Cualquier división de Occidente nos debilita a todos y favorece a quienes desearían ver el declive de nuestra civilización. No de su poder o influencia, sino de los principios que la fundaron, ante todo la libertad. Una división no beneficiaría a nadie. Lo que hace falta -añade Meloni- es una cumbre inmediata entre Estados Unidos, los Estados europeos y los aliados para hablar francamente de cómo pensamos afrontar los grandes retos de hoy, empezando por Ucrania, que hemos defendido juntos en los últimos años, y los que nos tocará afrontar en el futuro». Meloni concluye indicando que «esta es la propuesta que Italia se propone hacer a sus socios en las próximas horas», en la reunión de los 12 líderes europeos convocada para mañana en Londres por el primer ministro británico Starmer.
Giorgia Meloni ha intentado imponer a sus socios de Gobierno una línea que, al menos ante la opinión pública, mantenga una cierta uniformidad sobre el conflicto de Ucrania. Para ello, este viernes se reunió con sus vicepresidentes Tajani y Salvini, ante la cumbre de mañana en Londres sobre Ucrania. Pero el Gobieno está claramente dividido, sobre todo por la actitud de Matteo Salvini, simpatizante del presidente ruso Putin y entusiasta con los modales de Donald Trump. El líder de la Liga Salvini expresó claramente su regocijo por el estilo que ha impuesto Trump, reflejado ayer con Zelenski: «¡Qué elegancia!», ha comentado Salvini. En las redes sociales difundió el video del ataque del presidente estadounidense contra Zelenski, bajo esta frase: «Objetivo paz, ¡basta de esta guerra! Forza Donald Trump».

La reacción de la prensa italiana, ante el dramático enfrentamiento entre Trump y Zelenski, ha sido prácticamente unánime en la condena al presidente estadounidense. En particular, destaca el editorial del primer periódico italiano, el Corriere della Sera, evocando a Hitler. Lo firma el reputado historiador Ernesto Galli della Loggia, con este titular: «Ésta no es nuestra América. Hemos llegado a un cambio de época. Lo demuestra el enfrentamiento de ayer entre Trump y Zelenski».
«En el Despacho Oval -escribe Galli della Loggia- tuvo lugar una especie de réplica de las llamadas al orden de Adolf Hitler, en su villa de los Alpes bávaros, una vez a un canciller austriaco (se llamaba Kurt von Schuschnigg), otra vez al jefe de Estado húngaro Horthy, ambos para ser sometidos a una furia de insultos y amenazas y ser conminados a rendir lo que quedaba de la libertad de sus países a la voluntad del Führer».
«Treinta años más tarde -añade Galli della Loggia, un historiador moderado-, más o menos la misma suerte correría el dirigente checoslovaco Alexander Dubcek, convocado por Brezhnev a Moscú en el verano de 1968 con la invitación de hacer poco alboroto y aceptar sin rechistar la ocupación de su país por el Ejército Rojo. A la hora de la verdad -concluye el editorialista del Corriere della Sera-, es evidente que los déspotas, ya sean negros o rojos, siempre tienen la tentación de actuar así; y hoy tenemos que decir, con la muerte en el corazón, que los de las barras y estrellas también. Después de todo, no se puede decir que el presidente norteamericano no nos hubiera preparado para lo que ocurrió ayer».

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, no tardó en salir de la Casa Blanca tras el humillante encuentro dispuesto por Trump y su vicepresidente. Las redes sociales ardían en Ucrania con la publicación del vídeo que retrata el momento de la discusión propiciada por el … liderazgo de Estados Unidos. Sin ningún atisbo de la compostura que se exige a los representantes públicos, Vance y Trump trataron de humillar al líder del país en guerra. Hubo gritos y desplantes hacia Zelenski, impidiéndole incluso acabar las frases. Todo ello bajo la mirada de los periodistas convocados en la Casa Blanca.
«No sé realmente que decir. Estoy en ‘shock’. Yo esperaba que, después de esta reunión, la paz estuviese más cerca. Todavía estoy viendo lo que dicen las noticias», cuenta a ABC Anna Karbuik, una empresaria de Odesa. Lo cierto es que esta reunión pasará a la historia como uno de los momentos más vergonzosos de la política internacional.
Roman Jrument, vecino de Kiev de 27 años, considera que ni el presidente de Estados Unidos ni su mano derecha saben realmente lo que es la diplomacia. «Trump olvidó que no somos un país de payasos y no podemos aguantar este tipo de ‘bromas’. Perdemos vidas cada día. Ellos saben que estamos en una mala situación y saben que nos dieron mucho armamento, y por eso piensan que pueden hablarnos así. Creo que él [Trump] se retrató. No podemos confiar en nadie, sólo podemos cooperar con los países europeos y seguir luchando», dice por teléfono Jrument a este diario.

Ofensa nacional

La sociedad ucraniana consideró una ofensa nacional que Trump llamase a Zelenski «dictador» y cuestionase su legitimidad la semana pasada. Tras la bochornosa reunión, que pareció casi premeditada, el enfado y la frustración son mayúsculos.
El viaje de Zelenski terminó sin ninguna firma del controvertido acuerdo de recursos naturales exigido por Washington. Y tampoco hay ningún atisbo de garantías de seguridad para el futuro.
En un comunicado posterior al desencuentro, el republicano manifestó que su homologo ucraniano no «está preparado para la paz». Poco tiempo después el presidente del país invadido por Rusia reiteró su agradecimiento a Estados Unidos en un mensaje de X: «Gracias, Estados Unidos, gracias por su apoyo, gracias por esta visita. Gracias @POTUS [en referencia al mandatario estadounidense], al Congreso y al pueblo estadounidense. Ucrania necesita una paz justa y duradera y estamos trabajando precisamente para conseguirlo».
Las relaciones entre Estados Unidos y Ucrania no han sido reconducidas. Este era quizás el principal objetivo de Zelenski en su viaje oficial. La situación sigue siendo complicada en el frente y Washington había sido el principal valedor de Kiev en el suministro militar. Hasta ayer, las entregas de armas se mantenían, pero todo está en el aire a partir de ahora.

El viaje, error estratégico

«El peor momento en las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Ucrania desde su inicio, cuando Ucrania está librando una guerra por su propia existencia. ¿Cómo podemos construir relaciones mutuamente beneficiosas con Estados Unidos bajo esta Administración si el presidente ucraniano no es escuchado, literalmente, y se ignoran sus intereses legítimos en tiempo real?», manifestó en redes sociales el politólogo ucraniano Mikola Bielieskov. El analista militar y columnista Tatarigami destacó: «Sí, el presidente ucraniano resistió el golpe con dignidad en términos de cobertura mediática, pero no debemos olvidar que Trump puede tomar decisiones emocionales. Así que el viaje a Washington fue un error estratégico».
También hubo ayer reacciones de apoyo por parte de representantes de países europeos, como España, Alemania y Francia. Pero estas declaraciones, por sí solas, no van aportar mucho al esfuerzo bélico de Ucrania. La guerra a gran escala encara su cuarto año y la perspectiva ante un eventual bloqueo de la ayuda militar de Washington es sombrío.

China ha mantenido un perfil bajo durante las semanas iniciales del segundo mandato de Donald Trump, quizá siguiendo una de tantas máximas atribuidas a Sun Tzu: aquella que recomienda «nunca interrumpir a tu enemigo cuando está cometiendo un error». El desalentador incidente vivido en el Despacho Oval … no ha supuesto una excepción. Sin embargo, en ocasiones los hechos hablan tanto o más que las palabras.
Mientras Trump y J.D. Vance se turnaban tratando de humillar a gritos como burdos matones al presidente ucraniano Volodímir Zelenski, haciendo trizas no ya toda dignidad presidencial sino la preeminencia moral de Estados Unidos en tanto que líder del mundo libre, Xi Jinping recibía en Pekín con máxima cortesía a Serguéi Shoigu, secretario del Consejo de Seguridad ruso.
Durante la recepción, celebrada este viernes en el Gran Palacio del Pueblo, el líder chino destacó que a lo largo de los últimos dos meses ha departido en otras tantas ocasiones con Vladímir Putin, charlas que han servido para «proporcionar orientación de alto nivel para el desarrollo de las relaciones entre China y Rusia, y mantener una comunicación profunda sobre una serie de importantes cuestiones internacionales y regionales».
Shoigu, por su parte, contestó asegurando que «la parte rusa implementará firmemente el importante consenso alcanzado por los dos jefes de Estado y se mantendrá inquebrantable en el fortalecimiento de la cooperación con China», según la transcripción difundida por medios oficiales chinos.
El enviado ruso mantuvo asimismo una reunión posterior con Wang Yi, el ministro de Exteriores y jefe de la diplomacia china. Este último destacó que «bajo el liderazgo estratégico de los dos jefes de Estado, las relaciones entre China y Rusia seguirán siendo firmes como una roca, inquebrantables e inamovibles». «La historia y la realidad han demostrado repetidamente que las relaciones entre China y Rusia poseen un fuerte impulso interno, una profunda base popular y un valor estratégico único. La relación no está dirigida contra ningún tercer país y no se verá afectada por interferencias externas», añadió Wang.
Esta frase constituye una respuesta velada a la pretensión de EE.UU., explicitada días atrás por el secretario de Estado Marco Rubio, de atraer a Rusia para alejarla de China, una inversión del «modelo Nixon». «La relación entre China y Rusia en la nueva era supera el modelo de alianza militar al estilo de la Guerra Fría y trasciende el pensamiento obsoleto de confrontación entre bloques», concluyó el ministro.
El diálogo también avanzó los preparativos para la conmemoración del final de la II Guerra Mundial que Rusia organizará en mayo y tendrá a Xi como invitado de honor. China podría estar preparando su propia celebración, según ha adelantado el diario hongkonés ‘South China Morning Post’, un desfile militar que tendría lugar en septiembre y contaría con la presencia de Putin. Un intercambio de cortesías entre dos regímenes autoritarios dispuestos a transformar, por la fuerza si es necesario, el statu quo, mientras Trump acusaba a Zelenski de «jugar con la III Guerra Mundial».

«Chantaje»

China sí ha elevado la voz, burocrática, para expresar su rechazo a los nuevos aranceles anunciados por Trump, mediante sendos comunicados de sus ministerios de Exteriores y Comercio. «China deplora esto y se opone a esta medida, y tomará las acciones necesarias para defender firmemente sus intereses legítimos», afirmaba el primero de los organismos, sin detallar qué réplica ultima el régimen. «El tema del fentanilo no es más que una excusa para imponer aranceles, presionar y chantajear a China».
EE.UU., de momento, impondrá tarifas de otro 10% que entrarán en vigor el próximo miércoles 4 de marzo, el mismo día que comienza la reunión del aparato legislativo chino, conocida como «Lianghui», la cita política más importante del curso en el país. Los televisores de su centro de prensa retransmitían esta mañana el vídeo de la tensa visita de Zelenski a la Casa Blanca, para pasmo y regocijo de los asistentes.

Con una de sus famosas gorras rojas en la que se leía el lema «Hacer América Grande Otra Vez», … este salió del Despacho Oval tras humillar a Volodímir Zelenski ante la mirada atónita de todo el mundo. Antes de abordar el helicóptero rumbo a su mansión en Florida, quiso dejar clara la razón de su enfado, hablando a los periodistas que le siguen.

Y la causa de la antológica bronca resultó ser la negativa de Zelenski a firmar de inmediato un alto el fuego con Rusia en Ucrania. «Un alto el fuego podría suceder ahora mismo. Solo hay que firmarlo», dijo Trump. «No quiere un alto el fuego. Todo el mundo puede verlo. Quiere seguir luchando porque cree que tener a Estados Unidos de su lado le da ventaja».
Está claro que para Trump, el fallido acuerdo para explotar los recursos naturales de Ucrania era una vía, también, para un alto el fuego que congele las líneas de guerra, algo que, a ojos de Ucrania, da ventaja a Rusia sobre las zonas que ya ha ocupado por la fuerza. Vladímir Putin consolidaría así el control sobre el este ucraniano.
Trump, magnate experto en construir hoteles y también casinos, utilizó términos de póker para describir la situación: «Sobreestimó su mano y no tiene las cartas para eso. No está ganando».

Video.

La bronca entre Donald Trump y Volodímir Zelenski durante su reunión en la Casa Blanca

ABC

Los ucranianos se niegan a un cese de hostilidades sin garantías de seguridad o la retirada de Rusia de esas tierras que lleva invadiendo desde 2022. Esa resistencia, la dureza de Zelenski ante sus anfitriones en el Despacho Oval, el que le recordara a Trump y su vicepresidente que Putin se ha saltado varios acuerdos y ha incumplido numerosas promesas de alto el fuego desde 2014, reventaron la reunión.
A Trump, según dejó claro, no le gustó en absoluto que Zelenski insistiera tanto en los abusos de Putin. «Tiene que decir que quiere hacer la paz. No puede quedarse ahí de pie hablando solo de Putin, que si Putin esto o Putin lo otro. Tiene que decir que quiere la paz, que no quiere seguir luchando en esta guerra. Su gente está muriendo», dijo.

«Ese no era un hombre que quisiera hacer la paz», dijo Trump sobre Zelenski, apenas unas horas después de la tensa reunión en el Despacho Oval. El presidente estadounidense dejó claro que, a su juicio, el líder ucraniano no mostró disposición alguna para negociar el fin de la guerra. «Yo quiero un alto el fuego ahora mismo», insistió Trump, subrayando su frustración ante la negativa de Zelenski a aceptar un cese inmediato de las hostilidades.
Para Trump, el conflicto en Ucrania podría detenerse de inmediato con una simple firma, pero acusó a Zelenski de estar más interesado en prolongar la guerra porque cree que el respaldo de Estados Unidos le otorga ventaja en la negociación con Rusia.
Las palabras de Trump marcan un giro radical en la postura de Estados Unidos hacia la guerra, dejando en el aire el compromiso de Washington con el apoyo a Kiev y poniendo aún más presión sobre Europa para sostener a Ucrania en el conflicto.

«Esto va a funcionar muy bien en la tele». Donald Trump acababa de protagonizar la mayor crisis con un mandatario de otro país -al menos, delante de las cámaras- en la historia moderna de EE.UU. Y su primera reacción tras la bronca … con Volodimir Zelenski fue celebrar toda la atención que le supondría el episodio.
Era el mediodía del viernes en la Casa Blanca y una nube de cámaras y de reporteros capturaban cómo la relación entre EE.UU. y Ucrania -países, hasta ahora, aliados y amigos- saltaba por los aires delante de ellos.

La pelea a gritos entre Zelenski, por un lado, y Trump y su vicepresidente, J.D. Vance, por otro, fue un espectáculo que solo se puede calificar con una expresión que ya está desgastada para el presidente de EE.UU.: sin precedentes. «Lo mínimo que puedes hacer es decir ‘gracias’», «lo que haces es una falta de respeto», «estás jugando con una Tercera Guerra Mundial», «sé agradecido con EE.UU. y su presidente, que está tratando de salvar a tu país» o «no tienes buenas cartas» fueran algunas de las cosas que Trump y Vance dijeron al presidente de Ucrania con el tono subido. Fue una refriega inacabable, que sigue sorprendiendo cada vez que aparece en una pantalla, por más veces que se vea.
En el caso de Trump lo posibilita, en primer lugar, que el presidente de EE.UU. ha convertido el desempeño de sus funciones en un ‘reality’. El mejor ejemplo fue esta semana. De los cinco días laborables, en tres ha habido una visita de un mandatario extranjero, en todos ellos con una exposición abundante a las cámaras, donde Trump se siente más cómodo: Emmanuel Macron, presidente de Francia, el lunes; Keir Starmer, primer ministro de Reino Unido, el jueves; y Zelenski, el viernes. En las tres visitas, saludos delante de las cámaras cuando llega el mandatario, un encuentro en el Despacho Oval abierto a reporteros y rueda de prensa (en el caso del presidente de Ucrania, esta última se canceló tras la bronca).

Video.

La bronca entre Donald Trump y Volodímir Zelenski durante su reunión en la Casa Blanca

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Lo tradicional en el Despacho Oval es que el presidente aparezca con el mandatario de turno, se tomen unas imágenes, ambos hagan algún comentario amable y, quizá, respondan brevemente a alguna pregunta que gritan los reporteros. Trump ha convertido estos momentos en verdaderas ruedas de prensa. Pero el presidente también habla cuando sube al helicóptero presidencial, en el Air Force One, a la llegada a un acto…
Antes de llegar a la política, Trump se forjó en el ‘reality’ televisivo -‘El aprendiz’, de gran éxito- y trasladó su capacidad para captar la atención. Lo hizo, como en la pequeña pantalla, con la conmoción constante, destrozando las normas del juego y del decoro político: aquella declaración de que los mexicanos son violadores y criminales el día que presentó su primera candidatura a la presidencia en 2015, los insultos a sus rivales republicanos en primarias, las imitaciones, los exabruptos…
Para algunos, el episodio convulso en la Casa Blanca -con repercusiones geopolíticas todavía difíciles de predecir- es una consecuencia de convertir la presidencia en ‘reality’. En lugar de poner una sonrisa y discutir las diferencias a puerta cerrada, en un intento de mantener puestos y conseguir avances, la batalla fue con las cámaras y los micrófonos encendidos. Si se le suma la personalidad volcánica de Trump y de Zelenski, el carácter antagónico de Vance -con una animosidad declarada hacia Kiev- y la realidad de que sus posiciones están muy distanciadas -Ucrania quiere garantías de seguridad de un EE.UU. nada inclinada a dárselas y más dispuesto a acercarse a Rusia-, el resultado puede ser explosivo. Y lo fue.

Ocurre en las peleas de ‘reality’, sin embargo, que uno nunca sabe cuánto hay de auténtico y cuánto de preparado. Y para algunos, lo que se vio el viernes fue algo organizado por Trump para dinamitar una relación con Zelenski en la que no está cómodo. Él busca una paz rápida, con concesiones amplias de Ucrania, y dejar de dedicar dinero a esa guerra.
«Lo que acaba de pasar en el Despacho Oval es una emboscada planificada, diseñada para ayudar al brutal dictador ruso y dañar la seguridad de EE.UU.», criticó el senador demócrata Chris Murphy. Varios legisladores de su bancada compartieron su opinión. También comentaristas cercanos a los demócratas como Jonathan Chait, que defendió que lo que ocurrió fue «una trampa» al presidente de Ucrania. «Trump y Vance parecen haber entrado a la reunión con la intención de amonestar a Zelenski y conducirle a una disputa como pretexto para una ruptura diplomática», escribió en ‘The Atlantic’.

¿Una maniobra planificada?

Algunos elementos pueden alimentar esa teoría. A la puerta de la Casa Blanca, Trump saludó a Zelenski con un comentario displicente: «Hoy ha venido muy bien vestido», dijo de su homólogo ucraniano, que vestía la ropa militar que lleva siempre desde el comienzo de la guerra.
Después, sorprendió que Vance se colara en las respuestas a los reporteros, cuando en estas ocasiones los únicos que intervienen son los jefes de Estado. A Zelenski -sin duda consciente de todo lo que Vance ha presionado para que Ucrania deje de recibir ayuda estadounidense- se le vio molesto y reaccionó enumerando las veces en las que Putin -en quien Trump confía ahora- había roto sus compromisos. Desde ese momento, todo fue cuesta abajo. Trump fue después quien de verdad elevó el tono, ya fuera por evitar que su segundo quedara como hombre fuerte o porque formaba parte del guión.
Más allá de la cuestión de si lo que ocurrió en la Casa Blanca con Trump y Zelenski fue una detonación controlada o descontrolada, lo cierto es que el episodio encaja con las inclinaciones del presidente de EE.UU. hacia la ruptura -como ha hecho con tantas otras cosas en el plano doméstico en un mes en la Casa Blanca- de la política exterior tradicional de la primera potencia mundial. Lo que han sido palabras elogiosas hacia Putin y escepticismo hacia la causa ucraniana en campaña ha acabado en una deriva que ha roto en las últimas semanas las alianzas tradicionales de EE.UU. Trump ha llamado «dictador» a Zelenski -mientras se ha resistido a decirlo de Putin, que sí lo es-, le ha acusado de haber comenzado la guerra, ha privilegiado las conversaciones de paz con el presidente ruso, ha marginado a Ucrania y a los europeos en las negociaciones, ha votado con Rusia en la ONU. La bronca de la Casa Blanca es solo la confirmación de que arranca una nueva era.

Aún asimilando lo que acababa de pasar en el Despacho Oval de la Casa Blanca entre el presidente de EE.UU., Donald Trump, y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, varios líderes europeos salieron a mostrar su apoyo al líder ucraniano. La reunión del presidente ucraniano … con el estadounidense terminó en desastre, después de que los dos líderes intercambiaron golpes verbales ante los medios de comunicación mundiales en la Casa Blanca por la guerra con Rusia.
La visita de Zelenski tenía como objetivo convencer a Estados Unidos de no ponerse del lado del presidente ruso Vladímir Putin, quien ordenó la invasión de Ucrania hace tres años y firmar un acuerdo sobre minerales.
No hubo firma y Zelenski abandonó la Casa Blanca poco después de la discusión en directo.
Polonia, el gran amigo europeo de Estados Unidos, fue el primer país en pronunciarse. El primer ministro polaco, Donald Tusk, escribió en su cuenta de X: «Queridos amigos ucranianos, no están solos». Hace algo más de dos semanas, el secretario de Defensa de EE.UU. elogió a Polonia como «aliado ejemplar de la OTAN» durante su primera visita.

El presidente francés, Emmanuel Macron, durante su visita de Estado a Portugal también quiso manifestar su total apoyo a Kiev. Macron, dijo el viernes que si había «un agresor» en la guerra de Ucrania, ese era Rusia. «Hay un agresor que es Rusia. Hay un pueblo agredido que es Ucrania», dijo Macron a los periodistas durante una visita de Estado a Portugal. «Creo que hicimos bien en ayudar a Ucrania y sancionar a Rusia hace tres años y en seguir haciéndolo. Y cuando digo nosotros, me refiero a los Estados Unidos de América, los europeos, los canadienses, los japoneses y muchos otros», añadió.

Video.

La bronca entre Donald Trump y Volodímir Zelenski durante su reunión en la Casa Blanca

ABC

Los grandes aliados en Europa de Kiev, los países nórdicos y bálticos también respaldaron a Zelenski. El primer ministro sueco Ulf Kristersson dijo:
«Suecia está con Ucrania. No sólo estáis luchando por vuestra libertad, sino también por la de toda Europa. ¡Slava Ukraini!». Un mensaje muy parecido delprimer ministro noruego, Jonas Gahr Støre: «Apoyamos a Ucrania en su justa lucha por una paz justa y duradera». El presidente lituano también escribió en sus redes sociales: «Ucrania, nunca caminarás sola».
Pedro Sánchez, presidente de España, también se manifestó a favor de Zelenski, al que visitó hace unos días, en el tercer aniversario del comienzo de la agresión rusa en Ucrania. «Ucrania, España está contigo», ha expresado el jefe del Ejecutivo español en un mensaje publicado en la red social X. Sánchez también ha publicado la misma frase en inglés y en ucraniano.
Por su parte, el primer ministro húngaro elogió a Trump por su conducta durante el encuentro. «Los hombres fuertes hacen la paz, los débiles hacen la guerra», escribió Orbán en X. «Hoy el presidente Donald Trump defendió valientemente la paz. Aunque a muchos les resultó difícil de digerir. ¡Gracias, señor presidente!». Orbán es un firme defensor del Kremlin y se ha mostrado abiertamente contrario de su vecina Ucrania.

No se esperaba una reacción conjunta desde la Unión Europea. La presidente de la Comisión, Ursula von der Leyen, está de viaje oficial a la India para estrechar lazos con el país asiático y no estaba previsto que hicera ninguna declaración. Sin embargo, ha publicado en su cuenta de X un mensaje conjunto con el presidente del Consejo Europeo, António Costa:
«Su dignidad honra la valentía del pueblo ucraniano. Sea fuerte, sea valiente, sea intrépido. Nunca está solo, querido presidente Zelenski. Seguiremos trabajando con usted para una paz justa y duradera».
«Aumentaremos nuestro apoyo a Ucrania para que pueda seguir combatiendo al agresor», ha añadido la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Kaja Kallas. «Hoy quedó claro que el mundo libre necesita un nuevo líder. Nos corresponde a nosotros, europeos, asumir este reto».
Ahora los ojos están puestos en la reunión del domingo en Londres, convocada por el laborista Keir Starmer y donde quince líderes europeos junto con Zelenski, discutirán los pasos a seguir en la guerra de Ucrania.

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La compraventa de viviendas registró en 2024 un aumento del 10% con respecto al año anterior, hasta un total de 641.919 operaciones, su segunda mayor cifra desde 2007 tras la registrada en 2022, según ha informado este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE).Con este repunte anual, la compraventa de viviendas regresa a los ascensos tras el retroceso del 10,2% que se experimentó en 2023, cuando se realizaron cerca de 582.000 operaciones.Solo en tres ejercicios desde el inicio de la serie, en el año 2007, se han superado las 600.000 compraventas de vivienda: en el mismo año 2007, cuando se efectuaron más de 775.000 operaciones; en 2022, con 650.000 compraventas, y en 2024, con 641.919 transacciones.El repunte de la compraventa de viviendas en 2024 se ha debido al incremento tanto de las operaciones sobre pisos de segunda mano como al de las compraventas de viviendas nuevas.En concreto, en 2024 se efectuaron 506.867 compraventas sobre viviendas usadas, un 6,9% más que en 2023, mientras que las operaciones sobre pisos nuevos se dispararon un 23,4%, hasta las 135.052, su mayor cifra desde el año 2013.El 92,6% de las viviendas transmitidas por compraventa durante el año pasado fueron viviendas libres y el 7,4%, protegidas. En total, la compraventa de viviendas libres subió un 10,3% en 2024, hasta las 594.501 operaciones, en tanto que la compraventa de viviendas protegidas avanzó un 6,7%, hasta sumar 47.418 transacciones.Baleares, la única que recortó compraventasAndalucía fue la región que más operaciones sobre viviendas realizó el año pasado, con 126.039 compraventas, seguida de Comunidad Valenciana (104.773), Cataluña (99.592) y Madrid (77.229).En valores relativos, la compraventa de viviendas subió en 2024 en todas las comunidades, menos en Baleares, donde bajó un -3,8%. Los mayores incrementos se los anotaron Galicia (+22,3%), La Rioja (+20%) y Castilla-La Mancha (+19,4%), mientras que los avances más moderados se registraron en Canarias (+4,8%), Andalucía (+6,8%) y Cataluña (+8,4%).

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