Publicado: marzo 7, 2019, 10:30 pm
El jueves 07 de marzo se realizó en la Corte Constitucional la Audiencia Pública de seguimiento que pretende definir si continúa o se suspende la norma que prohíbe el uso del glifosato para la erradicación de los cultivos de coca.
El debate se dio por las alarmantes cifras, la cuales afirman que en 2017 se desmantelaron 321 laboratorios de cristalización de cocaína, se incautaron 435 toneladas de cocaína, 52 toneladas de pasta base de cocaína, 240 toneladas de cannabis y 521 kg de heroína; según datos del Observatorio de Drogas de Colombia. Así mismo. el último informe de 2018 sobre la situación de los cultivos de uso ilícito en Colombia, entregado por el gobierno de los Estados Unidos, afirma que el incremento de los cultivos de coca se debe en parte a la fluctuación de la onza de oro; es decir, existe una amplia cantidad de personas que están en la minería ilegal y los cultivos ilícitos. Cuando el precio del oro es bajo, como en los últimos dos años, la población migra a la siembra de coca. Además, la producción ha sido incentivada por la demanda. El mismo informe evidencia el alza en los precios, en países como Estados Unidos, Brasil, Argentina y otros en Europa. Según la Unodc, Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito:
- El gramo de cocaína cortada o sin pureza en calle pasó de 2011 a 2013 de 84 a 91 dólares el gramo. Actualmente cuesta cerca de 93 dólares.
- La cocaína sin cortar (con altos grados de pureza), pasó de 2011 a 2013 de 179 a 190 dólares por gramo, y actualmente puede costar aproximadamente 165 dólares.
El presidente, Iván Duque, pidió a la corte constitucional no limitar el uso del glifosato, haciendo la aclaración que su interés no es refutar las decisiones de la Corte, pero si tener en cuenta el uso del herbicida para neutralizar la amenaza que representa para el país el incremento de cultivos de uso ilícito. Aseguró que: “El narcotráfico afecta los derechos de millones de colombianos a la vida, la libertad, la seguridad, el medio ambiente. Constituye una amenaza al orden constitucional en los territorios y por eso necesitamos de todas las herramientas para combatirlo”.
Por otra parte, el expresidente Juan Manuel Santos, sugirió no volver a la aspersión aérea con glifosato, considerando que: “A los campesinos hay que darles alternativas, no envenenarlos”, y agregó que los años 2006 y 2007 fueron los de mayor aspersión en la historia –172 mil y 153 mil hectáreas respectivamente– pero en esos dos años la producción se incrementó.
Actualmente se considera al país como el mayor productor del mundo, teniendo en cuenta que se estima la resiembra de este cultivo en 35% y se promedian más de 170.000 hectáreas con matas de coca en Colombia, generando una producción histórica de 1.379 toneladas; así lo afirma el último informe (2017) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Aunque las cifras son alarmantes, el organismo internacional, también ha informado por medio de su Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), que el uso del glifosato tiene propiedades potencialmente cancerígenas.
Recordemos que aunque en años anteriores se dieron tres sentencias, una de las que tomó más fuerza para prohibir el uso de este herbicida que elimina hierbas arbustos, en especial los perennes (planta que vive durante más de dos años), es la T-080 de 2017, la cual se decretó debido a que se comprobó que la realización de fumigaciones cercanas a un cabildo indígena, «generó graves afectaciones a los cultivos tradicionales, bosque tropical y las viviendas de la zona (…) repercutió en problemas de salud y contaminación para la comunidad indígena y su territorio».
