Lácteos presentó una mejora en la producción alcanzando los 7.000 millones de litros. Este incremento se debió a las condiciones climáticas que en 2017 volvieron a su estado normal, por lo que se tuvo una producción adicional de 600 millones de litros, según Fedegán.
Aunque un aumento en la producción suele ser visto como una buena noticia, para los productores no lo fue tanto, ya que la mayor oferta generó una caída en los precios, hasta niveles de $1.063, que, si bien es similar al de otros países, está muy por debajo de lo que paga el consumidor colombiano.
De acuerdo con cifras de Asoleche, los niveles de consumo colombiano a lo largo del 2017 fueron de 142 litros per cápita, muy por debajo de lo recomendado por la FAO (170 litros), especialmente en los estratos socioeconómicos más bajos, donde el consumo es una quinta parte de lo recomendado.
En cuanto a exportaciones, 2017 terminó con 4.800 toneladas enviadas al extranjero. Este crecimiento ha estado principalmente jalonado por el aumento de leche concentrada que pasó de 215 toneladas en 2016 a 3.296 en 2017. Otro producto destacado es la mantequilla que pasó de 1 tonelada en 2016 a 326 toneladas en 2017. Por otra parte, las importaciones llegaron en el año a 42.000 toneladas, otro factor importante para el sector, dado que la importación de leche es 10 veces mayor a lo exportado, lo cual también afecta a la industria.
Sin embargo, esta cifra de importación fue menor que en 2016, donde se importaron 58.227 toneladas de productos lácteos y se exportaron 804. De acuerdo con Asoleche, de cara a los próximos años es indispensable establecer una política láctea que contemple la sobreoferta y herramientas que garanticen mayores niveles de productividad en finca, la garantía de compra del producto en los canales formales, el control de ilegalidad y contrabando y la implementación de estrategias que permitan canalizar excedentes de producción a través de exportaciones.