Lo peor de la crisis de los precios parece haber quedado atrás, el país enfrenta una fuerte caída en la actividad exploratoria y los gremios dicen que la industria está acorralada.
En diciembre de 2016, Juan Manuel Santos aseguró que “estamos al tanto de los problemas del sector petrolero, el problema de licencias ambientales, protestas sociales, bloqueos, problemas en materia de competitividad, pero vamos a corregirlos”.
Sin embargo, estas palabras parecen haber quedado en el olvido pues la situación va de mal en peor. La Asociación Colombiana del Petróleo manifestó su preocupación luego de que los habitantes del municipio de Cumaral en el Meta votaran NO explotación petrolera en el sector.
“La industria petrolera es fundamental para el país. El sector representa el 7 % del PIB de Colombia y genera más de 95.000 empleos directos e indirectos. Por lo tanto, nos preocupa la existencia de 44 iniciativas de consultas populares contra el sector mineroenergético (20 contra hidrocarburos), pues son una seria amenaza para la seguridad jurídica de la industria, del sector mineroenergético y la de todas las actividades económicas legalmente constituidas en nuestro país”, asegura la SCP en un comunicado.
De acuerdo con la ACP, la industria petrolera en Colombia está seriamente amenazada. Con reservas que sólo alcanzan para cinco años y un régimen fiscal no competitivo, la incertidumbre causada por las consultas populares pone en riesgo las campañas exploratorias que necesita el país, comprometiendo la autosuficiencia energética de Colombia.
Por otra parte, la sensación de zozobra por parte de los trabajadores se ha reflejado en actos violentos. De acuerdo con la información reportada por Ecopetrol, una ola de ataques contra los trabajadores y la infraestructura del oleoducto que está ubicado en Acacías Meta tienen en velo no solo la producción de crudo sino también la seguridad del territorio.
Los manifestantes están en desacuerdo con la puesta en marcha del Decreto 1668 de 2016, en el que se establece la zona de influencia del municipio para la contratación de la mano de obra local, dentro de las políticas de contratación laboral transparente.
La tensión que se vive en el departamento del Meta no es ajena a la que se ha vivido desde hace varios años en el país y que culpa a la industria de la minería y los hidrocarburos.
En este sentido, el Gobierno ha reaccionado asegurando que la industria de los hidrocarburos está sufriendo una transformación en la que espera ser transparente y generar productividad ante este sector económico que jalona casi el 4% del PIB nacional.
El Viceministro de Minas, Carlos Andrés Cante, explicó que son precisamente estos recursos los que se han puesto en riesgo por cuenta de las acciones violentas que impactan de forma negativa la productividad del sector.
“En un escenario de paz, sin atentados, se aumentará la productividad del sector de minería e hidrocarburos: más producción significa mayores ingresos corrientes para la Nación y las regiones, desarrollo, competitividad y equidad”.
NEGATIVO:
Las protestas en diferentes lugares del país afectan la productividad de los oleoductos.
POSITIVO:
En el 2017 hubo un ligero aumento en el precio del barril del petróleo que da cierta luz de esperanza a un cambio en el sector a final de año.
CIFRA:
Hoy se observa un precio para el primer trimestre de 2017 alrededor de US$50 por barril.