Después de haberse graduado de la Universidad de San Buenaventura con  un diploma en Ingeniería Industrial y Administración en 2011, Santiago decidió dedicarse a mejorar la vida de los ciudadanos que más lo necesitan en Colombia.

Desde que empezó a trabajar en Techo en 2012, se ha empeñado en consolidar alianzas para la superación de la pobreza con las empresas más reconocidas en Colombia. Hoy, la organización vela por las familias que viven en condición de pobreza y moviliza a más de 20.000 voluntarios a través de diferentes proyectos con impacto social.

La organización ha logrado la vinculación de más de 800 donantes individuales para aportar a la financiación de proyectos en los asentamientos informales en los cuales trabaja. Además, logró canalizar más de US$100.000 durante los últimos dos años por medio de proyectos de inversión social para Colombia presentados principalmente desde Canadá y Estados Unidos.