Por: Carlos A. Dumois**
Se presentó el Plan de Desarrollo Organizacional en la reunión del Consejo de Administración. Partiendo de un diagnóstico de clima organizacional, de entrevistas con más de 100 colaboradores y de experiencias en otras organizaciones, la propuesta parecía atinada, ni muy costosa ni con pretensiones fuera de realidad. Pero algunos consejeros pensaron que antes la crisis de la pandemia y su efecto en la baja de ventas y utilidades, podría ser inoportuna.
¿Será hoy atinado invertir en el desarrollo de nuestra gente en medio de esta situación tan inestable e incierta? Tal vez mucho depende de cómo concebimos la gestión humana en la empresa. Muchos siguen viéndola como un gasto; hace ya tiempo que se ha comprobado que puede ser una inversión de alto rendimiento.
El Doctor Mark Allen, experto en Gestión del Talento de la Universidad de Pepperdine, nos comparte su visión que ha aplicado en su trabajo con muchas organizaciones.
Recordemos, nos dice Allen, que el crecimiento personal sigue la regla del 70/20/10. El 70 da cuenta del aprendizaje en la práctica, con nuevas responsabilidades. La transformación que en estos tiempos nos toca hacer en nuestras compañías en tan amplia y profunda, que se presentan infinidad de oportunidades en las que nuestros colaboradores pueden aprender y generar mejores resultados.
Los proyectos de cambio hemos de convertirlos en retos, reacomodos y asignaciones que se conviertan en nuevas experiencias y desarrollo de habilidades para nuestros líderes. Este debe ser el eje de la “inversión en desarrollo humano” en la empresa, y abona el 70% del aprendizaje de nuestra gente.
Aseguremos que cada uno de nuestros ejecutivos y mandos medios tenga claras sus metas individuales de crecimiento y sus nuevos retos y responsabilidades.
El 20% es el crecimiento a través de la influencia de otras personas. Hoy el coaching se ha propagado tanto, que prácticamente podemos encontrar buenos coaches en cualquier ciudad de Latinoamérica. Además, podemos seguir entrenando a nuestros gerentes para adquirir capacidades de coaching o desarrollar coaches internos, si nuestras necesidades son muy amplias.
Muchas veces los esfuerzos de coaching y mentoring no funcionan por falta de profesionalismo y planeación. Es importante definir en estos proyectos metas claras y planes específicos, que al final se traducirán en compromisos y programas de desarrollo de cada persona.
El 10 % corresponde a procesos de enseñanza formales. Habrá algunos temas que si conviene transmitirlos en aulas físicas, pero hoy las posibilidades que brinda la tecnología nos permite utilizar otros medios virtuales de aprendizaje cuyo costo es mucho menor. Nuestras organizaciones también tienen que evolucionar en este terreno, tenemos que aprender a aprovechar la virtualidad.
El desarrollo de nuestra gente es siempre importante. Hoy, con los cambios que necesitamos realizar, son más trascendentes. No podemos postergarlos. No solamente suma conocimientos, habilidades y actitudes en nuestros colaboradores, también propicia la alineación e integración y favorece la motivación y retención de todo el personal.
Si en nuestra empresa han bajado las ventas, es claro que debemos mantener nuestros esfuerzos de reducción de costos. La austeridad debe ser parte de nuestra cultura y práctica obligada de aquí en adelante.
Esta pandemia está lejos de su fin. En nuestros países tal vez la veamos más o menos controlada en un par de años más. Pero no podemos retrasar nuestros procesos de evolución y transformación. La incertidumbre no debe frenarnos.
La solución puede estar, como nos plantea el Dr. Allen, en establecer con claridad cuáles son los objetivos de desarrollo de nuestra gente, y con esa base crear un portafolio tridimensional que incluya aprendizaje experiencial, guía y orientación de otros y programas de formación.
Esperamos que el plan presentado sea aprobado y que se aterrice en las tres dimensiones. Los miembros del consejo, y todos los empresarios, necesitamos también evolucionar en la forma como vemos el desarrollo de nuestra gente. El momento para nuestra organización, es hoy.
** Carlos A. Dumois es Presidente y Socio Fundador de CEDEM.
* “Dueñez®” es una marca registrada por Carlos A. Dumois.