Todo comenzó con un cable diplomático de Pekín que llegó a Washington en la noche del viernes, con ediciones sistemáticas a un borrador de acuerdo comercial de casi 150 páginas que haría estallar meses de negociaciones, según tres fuentes del gobierno estadounidense y otras tres del sector privado conocedoras de las conversaciones.
Así lo reveló ayer la agencia Reuters, al subrayar que el documento estaba lleno de cambios que socavaron las demandas centrales de Estados Unidos.
“En cada uno de los siete capítulos del borrador, China eliminó sus compromisos de cambiar las leyes para resolver las quejas principales que llevaron a Estados Unidos a iniciar la guerra comercial: robo de propiedad intelectual y secretos comerciales estadounidenses, transferencias forzadas de tecnología, política de competencia, acceso a los servicios financieros y manipulación cambiaria”.
La reacción de Trump no se hizo esperar y el domingo escribió dos trinos en los que anunció que aumentaría los aranceles del 10% al 25% a productos chinos valorados en 200.000 millones de dólares mañana viernes, en vísperas de la visita programada del viceprimer ministro chino Liu He a Washington para continuar las negociaciones.
….of additional goods sent to us by China remain untaxed, but will be shortly, at a rate of 25%. The Tariffs paid to the USA have had little impact on product cost, mostly borne by China. The Trade Deal with China continues, but too slowly, as they attempt to renegotiate. No!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 5 de mayo de 2019
Pero la noticia le sentó mal a los mercados, a medida que Trump aumentaba su actividad en Twitter. Según Bloomberg, las 102 palabras de dos trinos del primer mandatario le costaron a los mercados financieros globales US$1,3 billones.
A la pérdida se sumó una creciente volatilidad en los principales activos financieros y en materias primas como el petróleo, aunque ayer el precio del Brent, que sirve de referencia para el crudo colombiano, registró una ligera alza y regresó a niveles de US$70 el barril.
A pesar de la incertidumbre generada, algunos analistas siguen creyendo que aún es posible que Estados Unidos y China lleguen a un acuerdo que evite una agudización de la guerra comercial.
Esos mismos analistas consideran que muchos inversionistas están aprovechando la coyuntura para recomponer sus portafolios.
“Mi sentimiento es que muchas de esas decisiones se están tomando en forma precautelativa”, dijo un analista citado por Bloomberg.