Cuando se habla de las principales vulnerabilidades de la economía colombiana, casi todos los expertos coinciden en señalar al sector externo, que en los últimos años ha venido arrojando cifras negativas, agravadas por el estancamiento de las exportaciones (principalmente, las de carbón y productos industriales) y el dinamismo de las importaciones en 2019 (combustibles y equipos de transporte).
Así lo confirma un informe revelado ayer por el Banco de la República, según el cual el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos del país ascendió al 4,37% del PIB en el primer semestre del año, lo cual equivale a US$6,827 millones, una cifra superior en US$713 millones (0,63 puntos porcentuales) a la registrada en el primer semestre de 2018.
En un momento en el que se intensifica la guerra comercial entre EE.UU y China, crecen los temores de una recesión global y caen los precios de las materias primas, el déficit del sector externo no solo hace más vulnerable a la economía sino que genera presiones devaluacionistas sobre la tasa de cambio.
Las cifras de la balanza
Por componentes de la balanza de pagos, el déficit corriente se explica por los balances deficitarios del rubro de renta de los factores o utilidades remitidas al exterior (US$ 5.463 millones), del comercio exterior de bienes (US$3.581 millones) y de servicios (US$1.748 millones). Estos resultados fueron compensados parcialmente por los ingresos netos de transferencias corrientes (US$3.965 millones).
En comparación con lo ocurrido en el primer semestre del año pasado, se destacan los incrementos de los déficit en la balanza comercial de bienes (US$ 1.614 millones), por el claro estancamiento de las exportaciones colombianas y, en menor medida, en la de servicios (US$45 millones).
Por su parte, disminuyeron los egresos netos del rubro renta de los factores (US$416 millones), que no es otra cosa que las utilidades de las empresas colombianas en el exterior, y aumentaron los ingresos netos por transferencias corrientes en US$529 millones.
La otra cara de la moneda es que, en el primer semestre de 2019, los ingresos de capital extranjero se estimaron en US$9.402 millones, equivalentes a US$7.273 millones por concepto de inversión extranjera directa (IED), US$1.586 millones por flujos de inversiones extranjeras de cartera o portafolio, y US$543 millones por desembolsos netos de préstamos y otros créditos externos.
Con respecto al primer semestre de 2018, entre enero y junio de 2019 los ingresos de capital extranjero aumentaron US$ 1.152 millones.