Las cifras en Latinoamérica y Colombia aún son lejanas para alcanzar la equidad de género en el mundo corporativo. Aún persisten brechas en temas salariales, de promoción, entre otras, que impiden que se logre este importante objetivo. Desde la perspectiva directiva, según un estudio del Club del 30% y del CESA, la participación de mujeres en juntas directivas solo llega a 16,9% y de los/las CEOs (tanto de empresas locales como extranjeras), solo el 25% son mujeres.
Las empresas estadounidenses que operan en Colombia han avanzado en iniciativas y políticas que les permita tener entornos laborales mucho más inclusivos y diversos porque han entendido que logrando mayor equidad e inclusión se impacta directamente la competitividad de las organizaciones, se mejora sus resultados comerciales y se afianza la atracción y retención de colaboradores. En el caso únicamente de equidad de género, de acuerdo con la Organización Mundial del Trabajo (OIT), un aumento del 26% en la participación de mujeres en el mundo laboral, aumentaría el 4.0% del PIB de América Latina y garantizaría un mínimo de 30% de mujeres en áreas estratégicas, lo que incrementaría hasta el 10% de los ingresos brutos de las compañías. El FMI confirma que tener una mujer en la alta gerencia o en el consejo directivo de una empresa – sin cambiar el tamaño de dicho órgano – eleva entre 8 y 13 puntos básicos el rendimiento de los activos.
Para el caso del CEA, el 30% de sus empresas asociadas tienen la gerencia de Colombia en cabeza de una mujer, y hablando por sectores, las empresas estadounidenses enfocadas en finanzas, plataformas digitales, comunicaciones, consultoría, salud y talento humano superan ese porcentaje de liderazgos femeninos. Evaluando las prácticas que han contribuido a generar mayor equidad en sus entornos corporativos, podemos destacar las siguientes:
- Flexibilidad laboral: Los esquemas de trabajo híbridos, facilidad de horarios y manejo de licencia de paternidad, pueden crear ventajas competitivas para las empresas y generar igualdad de oportunidades para las mujeres, ya que históricamente las mujeres destinan más tiempo a labores del hogar y cuidado. El Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario LaboUR y la Alianza EFI revelan que las mujeres destinan 7 horas y 46 minutos a actividades no remuneradas, en contraste, los hombres solo ocupan 3 horas y 6 minutos a estas tareas. Es así como la flexibilidad laboral motiva la distribución de tareas del hogar y permite a las mujeres una mayor adaptación al mundo laboral.
“El ambiente familiar es fundamental para el desarrollo de la mujer; por ello un ambiente en el que se les permita desarrollarse y retar los sesgos, sin duda incidirá positivamente en la cultura organizacional” afirmó Ana Dolores Román, vicepresidente de la Junta Directiva del CEA Colombia y gerente general de Pfizer.
- Foco en todas y todos: La equidad de género no debe estar sólo en manos de la cuota femenina de las organizaciones.Involucrar a los hombres en la discusión y construcción de políticas es fundamental para comprender el contexto global y garantizar que se está generando una conciencia real de igualdad de oportunidades. Asimismo, hacerlos parte de la solución permite derribar estereotipos de la sociedad que los alejan de labores históricamente femeninas.
Ricardo Triana, director ejecutivo del CEA hizo hincapié en la necesidad de reconocer y cambiar los sesgos inconscientes e invertir en estos temas “…las empresas americanas que invierten en diversidad y equidad de género han evidenciado una evolución organizacional y crecimiento económico”.
- Políticas de atracción y promoción: La atracción y retención de talento basada en la inclusión, diversidad y equidad son fundamentales para tener culturas organizacionales sostenibles y para promover procesos de innovación empresarial al involucrar la particularidad de cada persona y reconocer su perspectiva.
- Iniciativas inspiradoras y de mentoría: Es importante derribar los temores desde la niñez para vincularse a carreras STEM, que han estado arraigadas a competencias masculinas. Este proceso puede empezar a darse a través de la inspiración en otras que son referentes, pues esto mitiga los sesgos inconscientes y también activa la mentoría espontánea.
- Medición constante:La medición de cada política garantiza el éxito de su implementación y permite su mejora continua. Aquí es clave revisar criterios de retribución económica; monitorear por género la rotación y ascensos de colaboradores, evaluar los niveles paritarios por cada área de la empresa y, observar las tendencias de uso de prácticas flexibles.
Una empresa que aspire a mantener o aumentar su participación de mercado, necesita la perspectiva de todos y más de aquellas que (casi siempre) lideran las decisiones financieras de los hogares, y que pueden aportar a la creación de soluciones que serán demandadas en las próximas décadas.