Este fin de semana culminaron, en Cali, las llamadas jornadas de construcción colectiva del proyecto de Inversión Social con los encuentros que sostuvieron miembros del equipo económico y hasta el propio presidente, Iván Duque, con los beneficiarios de programas sociales, jóvenes, empresarios y autoridades regionales.
A diferencia ambiciosa y frustrada reforma tributaria de Alberto Carrasquilla, que inicialmente buscaba recaudar más de $30 billones y después $23,4 billones, y que le costó al entonces ministro su cargo y al Gobierno el Paro Nacional, el nuevo proyecto será más conciso (35 artículos como máximo) y buscaría recaudar unos $15 billones.
“La clase media y la baja no se verán afectadas”, reiteró el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, luego de participar en seis foros regionales en todo el país, el último de los cuales se realizó en Cali donde anunció que el proyecto sería radicado en el Congreso el próximo 20 de julio.
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«Necesitamos identificar fuentes de ingresos permanentes y otros de carácter temporal, y lograr darle una continuidad hasta diciembre de 2022, con programas como Ingreso Solidario y otras como Familias y Jóvenes en Acción», explicó Restrepo.
«Como resultado de la pandemia, Colombia tuvo que multiplicar su déficit fiscal. La propuesta tiene ingresos de carácter permanente y que los ingresos sean superiores al gasto y el comportamiento de la deuda pública disminuya».
A pesar de que la reforma puede ser calificada como ‘light’, el funcionario anunció que el Gobierno le propondrá al Congreso ampliar el subsidio a la nómina hasta diciembre (en la actualidad este beneficio solo va hasta julio), y en una mesa con los beneficiarios del Ingreso Solidario informó que el programa (que se vence en agosto) también será extendido hasta diciembre, si el Congreso le da luz verde a la reforma tributaria.
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De hecho, Restrepo fue más allá y señaló que, luego de mes y medio de dialogar con el país, hay cuatro líneas de consensos que constituirán el eje del proyecto tributario:
- Protección de los más vulnerables.
- Obtención de recursos: austeridad, lucha contra la evasión y solidaridad empresarial.
- Reactivación económica.
- Estabilidad fiscal.
En la práctica, esto quiere decir que el proyecto no pisará callos en los sectores más golpeados por la pandemia, las clases media y los más vulnerables, es decir, que no habrá más IVA ni más impuesto de renta para los primeros, aunque esto dificultará que Colombia recupere el grado de inversión.
Por el contrario, la reforma se enfocaría en eliminar los beneficios y gabelas tributarias de la última reforma (2019), como ya lo había propuesto la Asociación Nacional de Empresarios, ANDI, lo que le permitiría al Gobierno aumentar el recaudo en una cifra que oscilaría entre $12 y $15 billones.
Adicionalmente, el Gobierno espera que hasta un tercio del aumento del recaudo provenga de la austeridad en el gasto público y de la lucha contra la evasión de impuestos.
“Tenemos que hacer un esfuerzo en materia de austeridad del gasto público, que tiene que representar 20% de esta iniciativa, hay posibilidad de ahorro de casi $1,8 billones. En segundo lugar, hay que avanzar en la lucha contra la evasión, que tiene que ser del orden de $2,7 billones. Aquí estamos proponiendo temas como facturación de renta, detección de beneficiarios finales y georreferenciación en venta de activos”, explicó el funcionario que hoy presentaría el nuevo proyecto.
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