Hacer un uso responsable de las cesantías que están próximas a ser consignadas es uno de los llamados que hacen las entidades financieras y de ahorro por estos días.
Es claro que, como su nombre lo indica, las cesantías son un ahorro programado que tienen los empleado en caso de quedar sin empleo o cesante, muchos colombianos retiran sus dineros para comprar vivienda propia o remodelar sus hogares.
Durante el 2019, de los 8 billones de pesos que se recaudaron, 3,2 billones se usaron para compra, remodelación y liberación de hipotecas. Según cifras del sector de las pensiones y las cesantías, y a pesar de que las cesantías están pensadas para el evento en que el trabajador quede desempleado, en la última década se evidencia que cerca de la mitad de las cesantías consignadas fueron retiradas para el uso destinado a adquirir o mejorar la vivienda.
De los 39,6 billones que han retirado los trabajadores de menores ingresos, 20 billones se solicitaron para este fin.
Sin embargo, es importante hacer bien las cuentas para evitar deudas innecesarias. “La recomendación es usar ese ahorro de manera muy responsable y, luego de analizar la capacidad de pago, evaluar si se invierte en remodelar la vivienda o adquirir un nuevo bien ya sea para tener la primera vivienda o para cambiar la actual y, por qué no, destinarla al mercado de los arriendos”, afirma Daniel Vásquez, presidente de Fedelonjas.
Vale la pena recordar que las cesantías se pueden retirar en los siguientes casos para temas de vivienda:
- Compra de una vivienda usada o un lote
- Construir una vivienda en lote propio o del cónyuge
- Ampliación o mejora de la vivienda de su propiedad o del cónyuge
- Pago de hipoteca o de impuestos prediales o de valorización
- Compra de una vivienda sobre planos