Y, de repente, ChatGPT. Cuando OpenAI lanzó su chatbot de IA conversacional, su objetivo principal era claro: liberar al usuario de tareas cotidianas y repetitivas, sobre todo las relacionadas con el trabajo. Ahora, un estudio reciente de la compañía revela cómo los 700 millones de internautas que recurren semanalmente a la herramienta la están empleando. Y viene con sorpresas.
Si a mediados de 2024 la mitad de las conversaciones con la IA estaban vinculadas a obligaciones laborales, en 2025 eso ha cambiado. La mayoría de los usuarios recurren ahora a ChatGPT para resolver problemas de la vida cotidiana, la que tiene lugar fuera de las paredes de la oficina, representando el 73% de los casos. La mayor parte son jóvenes de entre 18 y 25 años (46%) y mujeres (52%).
Entre las consultas más habituales se encuentran solicitudes de ayuda práctica. Por ejemplo, cómo cambiar una rueda o cuál es la mejor manera de limpiar un suelo de madera sin dañarlo. El uso del chatbot para búsqueda de información -una función que en la red antes requería exclusivamente la consulta de enlaces en buscadores- ha crecido del 14 % al 24 % de todas las conversaciones. Esto evidencia que ChatGPT empieza a funcionar cada vez más como una suerte de Google en el que parece que el usuario tiene cualquier respuesta a su alcance en cuestión de segundos.
Aunque OpenAI ha lanzado nuevas funciones para generar imágenes y vídeos mediante IA, la mayoría de los usuarios aún no utiliza la herramienta para crear este tipo de contenido. Sin embargo, esta categoría ha crecido: del 2% en 2024 al 7% en 2025.
A Donald Trump se le está agotando la paciencia con TikTok. El presidente de Estados Unidos afirmó este domingo que, si el Gobierno de China sigue poniendo trabas a la venta de la aplicación a inversores norteamericanos, podría permitir la desaparición de la plataforma en todo el país. «Quizás la dejemos morir, o quizás… no sé, depende. Depende de China», señalo el dirigente ante la prensa en la ciudad de Nueva Jersey.
Desde el pasado mes de enero, la administración Trump ha extendido en tres ocasiones el plazo para que ByteDance, la matriz de TikTok, venda el servicio en Estados Unidos. El próximo 17 de septiembre vence el último plazo, y aunque todo indica que habrá una cuarta prórroga, la paciencia de Washington parece estar llegando a su fin.
El mes pasado, Trump afirmó que tenía muchos compradores estadounidenses listos para adquirir la aplicación y que podría extender aún más el plazo. Sea como sea, el principal escollo para la venta del servicio sigue siendo el mismo: China. El Gobierno de Xi Jinping debe dar el visto bueno a la transacción para que esta pueda concretarse.
De acuerdo con ‘Reuters’ el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, y el representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, iniciaron este pasado domingo en España conversaciones comerciales con el viceprimer ministro chino, He Lifeng, y el principal negociador comercial de China, Li Chenggang. Durante esta se abordará la situación de TikTok, y Bessent se muestra optimista acerca del desenlace.
La industria de los videojuegos es cada vez más exigente. Las compañías se desafían unas a las otras para demostrar que el tope gráfico no tiene límites y esto provoca que equipos de hace cinco años no sean capaces de cumplir con los requisitos de los últimos lanzamientos. Si uno quiere jugar a los títulos más punteros, no le queda otra opción que pasar por caja y actualizar su equipo, montar un ordenador de sobremesa u optar por la opción de adquirir un portátil ‘gaming’.
En esta ocasión, la marca alemana Medion ha sacado al mercado el Erazer Beast 18 X1, un portátil de gama alta equipado con los componentes más destacados hasta el momento. En ABC hemos podido probar la máquina durante unas semanas y podemos decir con certeza que es una auténtica ‘bestia’: puede con todo y mostrando una calidad que supera con creces lo que ofrecen las consolas de última generación.
Una máquina que arrasa con todo
Durante varios días hemos estado usando el Erazer Beast 18 X1 en tareas exigentes: juegos triple A, edición de vídeo y multitarea pesada. Es un equipo que no se conforma con cumplir, sino que está pensado para arrasar con cualquier tarea que se le ponga delante. Desde el primer momento queda claro que este portátil es más bien un sustituto de sobremesa que un compañero de viaje: su tamaño y sus prestaciones están orientadas a quienes quieren montar un centro de juego fijo, más que a quienes buscan movilidad diaria, pero de eso hablaremos más adelante.
La configuración que hemos probado monta un procesador Intel Core Ultra 9 275HX, acompañado por una tarjeta gráfica Nvidia GeForce RTX 5080 en su versión para portátiles. Le acompañan 32 GB de memoria RAM y una unidad SSD de 2 TB, aunque existen configuraciones que suben hasta los 64 GB y 4 TB, además de modelos que incluyen la RTX 5090 para quienes busquen lo máximo en potencia gráfica.
Desde el inicio de la guerra en Ucrania, el cielo de los países de Europa del Este se ha convertido en un foco de problemas para los pilotos, especialmente para aquellos que vuelan aviones comerciales, que no cuentan con las soluciones necesarias para hacer … frente a ataques tecnológicos. Este domingo, el vuelo chárter en el que viajaba la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, tuvo que realizar un aterrizaje manual en Bulgaria debido a interferencias en la señal GPS en toda la zona del aeropuerto de la localidad de Plovdiv.
Este tipo de fallo, que según la Comisión Europea podría haber sido provocado por Rusia, se ha vuelto recurrente en países como Estonia, Polonia, Lituania o Noruega en los últimos años, y recibe el nombre de ‘GPS jamming’. «Se trata de un tipo de ataque destinado a causar interferencias en el sistema de navegación GPS para impedir que se pueda conocer la ubicación real», explica a ABC Josep Albors, jefe de investigación y concienciación de la empresa de ciberseguridad ESET.
El experto recuerda que el sistema GPS –como el que emplea cualquier móvil, barco, coche o aeronave– funciona gracias a satélites que envían señales muy débiles a la Tierra; esas señales permiten calcular la posición. Como son tan débiles, basta con que alguien emita una señal más fuerte en la misma frecuencia para que el receptor se confunda y no pueda interpretar la información real. Es algo parecido a lo que ocurre cuando dos personas mantienen una conversación y, de pronto, un ruido de fondo más potente impide que se escuchen correctamente.
Albors añade que los dispositivos necesarios para generar interferencias en el GPS, como las que se registraron en las proximidades del aeropuerto búlgaro y que afectaron al vuelo de la presidenta de la Comisión Europea, en principio «solo están al alcance de los Estados nación», como es el caso de Rusia. De hecho, de acuerdo con datos de la UE, el número de problemas de esta clase casi se ha doblado en algunos países europeos del entorno del estado gobernado por Putin en los últimos meses. De este modo, según cifras oficiales, los aviones en territorio de Lituania pasaron de sufrir 556 interferencias de GPS en marzo de 2024 a 1.185 el pasado enero. En Polonia se pasó de 1.908 incidentes en octubre a 2.732 en enero.
Más efectivo en aviones civiles
De acuerdo con los expertos, los ataques que interfieren en el GPS son especialmente efectivos en aviones civiles, como el que utilizaba Von der Leyen el pasado domingo, que era un chárter alquilado. Porque la UE no tiene un Air Force One, como el presidente de los Estados Unidos.
«Si en lugar de un avión comercial es una aeronave estatal o de la OTAN lo normal es que (además del GPS civil) se emplee GPS de uso militar que cuenta con unas claves que ayudan a cifrar la señal y que sea más difícil causar problemas de distorsión. Si esas claves no están y se emplea una aeronave comercial es más fácil inutilizar la señal», señala a este diario Manuel Montiel, piloto de helicóptero del servicio de vigilancia aduanera con experiencia en vuelos militares en el extranjero. Sin embargo, el experto remarca que no existe la aeronave perfecta a prueba de interferencias.
Sea como sea, los aviones militares cuentan con varias herramientas que no están presentes en los comerciales y que los hacen más seguros frente a amenazas. «Un avión militar tiene tecnología para no ser visible en los radares y utilizan sistemas distintos para enfrentarse a amenazas electrónicas», remata Albors.
Las grandes empresas que andan volcadas en el negocio de la IA quieren que los usuarios maten el mayor tiempo posible hablando con sus máquinas. Con ese fin, empresas como Meta ofrecen a sus usuarios en redes sociales crear sus propios personajes con personalidades desarrolladas para cumplir con todas sus necesidades. De acuerdo con ‘Reuters’, la firma capitaneada por Mark Zuckerberg ha estado desarrollando versiones basadas en grandes ‘celebrities’ como Taylor Swift, Anne Hathaway o Selena Gómez. Y lo habría hecho sin contar con la autorización de ninguna de ellas.
Según el citado medio, muchos de estos avatares fueron creados por los propios usuarios con la herramienta Meta para crear chatbots, que está disponible para todos los usuarios en Instagram, WahtsApp y Facebook desde hace meses. Sin embargo, también descubrió que un empleado de la tecnológica había producido al menos tres, incluidos dos bots de Taylor Swift.
Durante las conversaciones, los avatares insistían recurrentemente en que eran las actrices reales por las que se hacían pasar. Además, fueron capaces de enviar imágenes subidas de tono a los usuarios y de mantener conversaciones subidas de tono con estos, en ellas las ‘celebrities’ aparecían en lencería y con las piernas abiertas o en bañeras. Esto era posible incluso cuando la máquina se hacía pasar por estrellas del cine menores de edad, como el actor Walker Scobell, que todavía tiene 16 años.
El portavoz de Meta Andy Stone ha reconocido la existencia del problema y ha expresado que las herramientas de inteligencia artificial de la compañía no deberían haber creado imágenes íntimas de famosos adultos ni fotos de niños famosos. También atribuyó la producción de imágenes de celebridades femeninas en lencería a la falta de cumplimiento por parte de la compañía de sus propias políticas, que prohíben dicho contenido.
Los algoritmos están presentes en prácticamente todos los aspectos de nuestra vida digital: determinan qué vemos en redes sociales, qué series nos recomienda una plataforma de streaming, qué anuncios recibimos y, por supuesto, qué música escuchamos.Aunque en muchos casos pasan desapercibidos, su funcionamiento tiene un impacto directo sobre nuestros hábitos de consumo y nuestras decisiones cotidianas.
Su influencia dentro del ámbito musical juega un papel clave en la forma en que descubrimos, compartimos y valoramos canciones. Plataformas como Spotify, TikTok o YouTube utilizan estos sistemas automatizados para analizar el comportamiento del usuario y ofrecer contenido que se ajusta a sus preferencias, generando una experiencia cada vez más personalizada.
Este cambio no solo afecta a cómo se escucha música, sino también a cómo se produce, se distribuye y se mide el éxito de un artista. Los algoritmos se han convertido en actores invisibles pero determinantes dentro de la industria musical, capaces de viralizar una canción en cuestión de horas o de consolidar tendencias globales.
Comprender cómo funcionan estas herramientas resulta fundamental para entender el presente (y probablemente el futuro) del consumo cultural.