Aunque la dinámica exportadora de abril y mayo permitió corregir los resultados negativos del primer trimestre, las ventas al exterior siguen estancadas con un crecimiento cercano al cero. ¿La causa? La debilidad de las economías de los principales socios comerciales del país y los bajos precios internacionales de las materias primas.
De acuerdo con el Dane y la DIAN, entre enero y mayo las exportaciones ascendieron a US$17.223 millones, una cifra similar a la registrada en el mismo periodo del año pasado. Por ejemplo, las ventas de bienes agropecuarios, alimentos y bebidas cayeron 1,6%; las de combustibles y productos de las industrias extractivas -0,3% y manufacturas -0,7%.
Los países que contribuyeron a la disminución de las exportaciones colombianas fueron España y Canadá restando en conjunto 1,8 puntos porcentuales, mientras que las exportaciones a Estados Unidos aportaron 2,5 puntos porcentuales.
Según un análisis de Bancolombia, en mayo (mes en el que las exportaciones aumentaron 1,2%) el producto líder en crecimiento en sus ventas fue el carbón, a pesar de que sus cotizaciones internacionales se mantuvieron débiles y tienen en dificultades a productores como el Cerrejón.
En otras palabras, el crecimiento estuvo atado a un notable incremento (32,3% anual) de las cantidades movilizadas del bien, en gran medida por cuenta del cierre de documentos de exportaciones de embarques que se habían llevado a cabo en meses previos.
Pero el resto de la canasta tradicional tuvo un mes retador. Por ejemplo, la baja en los precios del petróleo y sus productos derivados, como consecuencia en la debilidad de la demanda internacional y la acumulación de inventarios del commodity, mitigó el crecimiento de 1,1% en las cantidades exportadas.
“Un contexto similar, pero cuya duración ya ha conllevado efectos en los productores locales, lo vienen afrontando el café y el ferroníquel, cuyas ventas al exterior vieron una baja tanto en cantidades como en precios”, explica el análisis.