Publicado: octubre 10, 2024, 2:19 pm
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Ethel Kennedy, la viuda del fiscal y senador Robert F. Kennedy, murió la mañana este jueves a los 96 años, por complicaciones de un infarto que sufrió la semana pasada, informó su nieto, Joe Kennedy III, excongresista por Massachussets, en un mensaje en la red social X. “Junto con el trabajo de toda una vida en justicia social y derechos humanos, nuestra madre deja atrás nueve hijos, 34 nietos y 24 bisnietos, junto con numerosas sobrinas y sobrinos, todos los cuales la aman mucho”, escribió su nieto.
La muerte de Ethel Kennedy se produjo un poco más de seis semanas después de que su tercer hijo mayor, Robert F. Kennedy Jr., terminara su larga campaña presidencial independiente y respaldara al expresidente Donald J. Trump en su candidatura a la reelección. La decisión del Robert F. Kennedy Jr. de apoyar al candidato republicano y su elección anterior de desafiar a los rivales demócratas de Trump, inicialmente el presidente Biden y luego la vicepresidenta Kamala Harris, causó una brecha en la familia Kennedy, obligando a algunos de sus muchos hermanos, primos, sobrinas y sobrinos, herederos de un linaje firmemente demócrata, a hablar con consternación e ira y originalmente respaldar al presidente Biden. Al igual que otros miembros de la familia Kennedy, la vida de Ethel estuvo marcada por la tragedia. El asesinato de Robert Kennedy, quien aspiraba a la presidencia de Estados Unidos, cambió a su familia y transformó la política estadounidense. Animada y un elemento fijo desde hace mucho tiempo en los círculos sociales y políticos de Washington, Ethel Kennedy a menudo era vista como una contraparte común de su cuñada y alguna vez primera dama Jacqueline Kennedy Onassis, de acuerdo con The Washington Post. Ethel Kennedy hizo campaña con entusiasmo y frecuencia por su marido y otros miembros de la familia, pero se ganó el foco para para muchos estadounidenses en 1968, cuando su marido buscaba la nominación del Partido Demócrata para presidente.
Robert Kennedy acababa de ganar las primarias de California y pronunció su discurso de victoria cuando, poco después de la medianoche del 5 de junio, recibió un disparo que lo mató en Los Ángeles. El homicidio de dos meses después del asesinato del líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr. en Memphis y menos de cinco años desde el asesinato del presidente John F. Kennedy, hermano mayor de Robert Kennedy, en Dallas. Ethel estaba embarazada de su 11° hijo cuando esto pasó. Desde entonces, Ethel Kennedy, quien jamás volvió a casarse, hizo de la visión de su vida, mantener vivo el legado de su esposo. “Los criaré a los niños de la manera que él hubiera querido», dijo a la revista Time en 1969. «Él ya ha establecido el patrón. Todos entienden que tienen una obligación especial. Se les ha dado tanto; deben tratar de dar eso de nuevo”. Continuó viviendo durante muchos años en Hickory Hill, la casa familiar en McLean, Virginia, y en el complejo Kennedy en Hyannis Port, Massachusetts, criando a su familia con la ayuda del personal doméstico. Ella nunca se volvió a casar. Hickory Hill era “una colmena donde los reyes de Washington, las estrellas de Hollywood, los ganadores del Premio Nobel y los niños del vecindario pululaban, sin mencionar una bulliciosa colección de animales que una vez incluyó un león marino en la piscina”, indica el obituario de The New York Times. La muerte de Robert Kennedy y el asesinato de su cuñado no fueron las únicas tragedia que Ethel tuvo que lamentar. A finales de sus 20 años, perdió a sus padres en un accidente aéreo. Once años después, otro accidente aéreo se llevó la vida de un hermano; poco después, la esposa del hermano se atragantó hasta la muerte. Dos de sus hijos, David y Michael, murieron más tarde jóvenes.
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