Durante la pandemia de COVID-19, los emprendedores sociales están respondiendo de manera específica a las necesidades de aquellas personas cuyos gobiernos o mercados son incapaces de dar cuenta de las poblaciones excluidas, marginadas y vulnerables. Estas son algunas de las iniciativas en el mundo que propenden por la ayuda humanitaria.
1. Alimentar a los hambrientos
Human Nature tiene tres objetivos sociales: reforzar la economía filipina, crear una nueva clase media integrada por los pobres y cuidar del medio ambiente. Ha creado una marca filipina formulando y comercializando productos para el cuidado del hogar y personal con materias primas locales y naturales que no incluyen sustancias químicas perjudiciales. Para apoyar a los agricultores, la compañía trabaja con cooperativas comunitarias y proporciona formación, equipos y un mercado para cultivos de elevado valor como la citronela, la hierba limón, el aceite de coco virgen y el néctar de coco.
Goodness Rising es el nombre del esfuerzo colectivo de la compañía para alimentar a los hambrientos en Filipinas. Por menos de 7 dólares se pueden proporcionar paquetes de alimentos para una familia de cinco o seis miembros.
2. Mejorar el acceso al agua.
Water For People es una organización global sin ánimo de lucro que trabaja en nueve países de áfrica, América Latina y Asia para desarrollar servicios de saneamiento y agua sostenibles. El COVID-19 ha subrayado la necesidad de contar con un fácil acceso al agua y a los servicios de saneamiento más que nunca, y actualmente más de la mitad de la población mundial no tiene acceso a unos servicios de saneamiento seguros.
Se puede ayudar proporcionando agua y servicios de saneamiento a los que carecen de ellos mediante un voluntariado virtual para ayudar a Water For People a través de la difusión, la financiación y la promoción.
3. Hacer que los niños continúen leyendo y aprendiendo.
El COVID-19 ha generado una crisis educativa a escala global. Más de 1 300 millones de niños y jóvenes han sufrido los efectos de los cierres de los centros educativos. El aprendizaje a distancia es la mejor opción que tienen los niños y los jóvenes para mitigar las pérdidas en materia de educación durante esta pandemia.
Worldreader utiliza tecnología de bajo coste, como los lectores de libros electrónicos y los teléfonos móviles, para ofrecer más de 42 000 libros digitales de más de 400 editoriales en 43 idiomas —incluyendo el kiswahili, el hausa, el afrikáans y el inglés— y contribuir así a la identidad y al legado local.
4. Ver fútbol para ayudar a los sintecho.
Homeless World Cup, una organización deportiva social creada específicamente para abordar la falta de hogar y la pobreza a través del fútbol y el fútbol callejero a escala mundial, ha proporcionado un hogar a 1,2 millones de personas y ha creado 74 organizaciones asociadas en todo el planeta.
Durante la pandemia, su labor ha cobrado todavía más importancia, ya que las personas sin hogar constituyen uno de los grupos en mayor situación de riesgo de contraer y morir a causa de la COVID-19.
5. Enviar mensajes de texto a las personas para garantizar su bienestar físico y mental.
Entre numerosos trastornos globales económicos, societarios y de salud, el coronavirus ha obligado además a millones de personas a aislarse físicamente. Si consideramos este hecho junto a la saturación de noticias sobre la pandemia y la incertidumbre sobre el futuro, no es sorprendente que la ansiedad esté aumentando.
Crisis Text Line es una línea de mensajes de texto para personas en situación de crisis que está disponible 24 horas al día y 7 días a la semana. Este servicio está disponible gracias a asesores voluntarios especializados en crisis que trabajan a distancia desde cualquier lugar con un ordenador y una conexión a Internet segura. Los asesores de crisis responden a mensajes de texto de personas en situación de crisis, tranquilizándolos mediante la escucha activa, la resolución de problemas colaborativa y la planificación de seguridad.
*Tomado de: es.weforum.org