Una de las enfermedades más difíciles y que afectan a una gran población mundial es el cáncer. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en Colombia se presentan 71.000 casos nuevos anuales de cáncer y las proyecciones para el 2035 prevén que habrá cerca de 150.000 casos nuevos por año.
Además, según el DANE, para 2016 los tumores malignos se encuentran entre las primeras diez causas de muerte en el país.
Ante estas cifras, otra problemática salta a la vista y son los altos costos de los tratamientos, representados especialmente por el valor de los medicamentos que suman varios millones anualmente.
Por ejemplo, en cáncer de mama, un estudio del Instituto Nacional de Cancerología mostró que el costo directo para el sistema de salud de manejo del cáncer de mama metastástico era de 144 millones de pesos colombianos en 2015, seguido del cáncer de mama regional con 66 millones de pesos.
Y en el mundo, en países desarrollados miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo (OCDE) los tratamientos representan el 10% dela gasto total en salud.
Frente estas alarmantes cifras de costos, el ICESI hizo un estudio con 18,6% de los afiliados al régimen contributivo de las EPS en Colombia para saber cuál es el gasto total de los tratamientos médicos en el último año de vida.
a investigación mostró que el gasto medio en el último año de vida para los pacientes fallecidos por cáncer fue aproximadamente de 11.000 dólares en ambos años (unos 34 millones de pesos de hoy). Para los pacientes con otro tipo de diagnóstico fue 7.000 dólares (unos 22.4 millones de pesos de hoy). El 30,6% de los fallecidos que tenían un diagnóstico de cáncer en 2012 representaron el 43,6% del total del gasto de todos los fallecidos en su último año de vida; para 2013, el porcentaje de fallecidos fue similar (30,3%) pero el peso en el gasto descendió a 39,8%. Finalmente, se encontró que en el 2012 el 52,7% del gasto en el último año de vida de pacientes con cáncer ocurre en los últimos cinco meses, este porcentaje fue similar para 2013 (51,9%).
Esto permite determinar que un paciente que muere con cáncer usa como mínimo 70% más recursos que uno que fallece con otra enfermedad.
Pero además de los gastos médicos están los paliativos que ayudan a los pacientes a sentirse mejor. En Colombia, solo en 2016, según cifras del Observatorio de Cuidados Paliativos ocurrieron 136.846 muertes por condiciones susceptibles de cuidados paliativos, representando cerca del 40% de las causas de muerte por enfermedades crónicas no transmisibles en el país.
Igualmente, en 2016, las condiciones que más prevalecieron y pudieron requerir de cuidados paliativos, según la mortalidad fueron: cáncer (42.856 casos), seguida de enfermedades isquémicas del corazón (35.564 casos) y de enfermedad cerebrovascular (14.430 casos) y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (13.023 casos).
La prevención, fundamental
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca hoy la necesidad de aumentar los servicios de tratamiento del cáncer en los países de ingresos bajos y medianos. La OMS advierte que, de continuar las tendencias actuales, habrá un aumento de 60% de los casos de cáncer en el mundo en el transcurso de los próximos dos decenios. El aumento mayor (81%) en el número de casos nuevos tendrá lugar en los países de ingresos bajos y medianos, donde las tasas de supervivencia actualmente son las más bajas.
“Por lo menos 7 millones de vidas podrían salvarse a lo largo del próximo decenio, si se determina el enfoque científico más apropiado según la situación del país, se sustentan las respuestas firmes ante el cáncer en la cobertura universal de salud y se moviliza a los diversos interesados para que colaboren”, explicó el doctor Ren Minghui, Subdirector General de Cobertura de Salud Universal/ Enfermedades Transmisibles y No Transmisibles, de la OMS.
La OMS destaca una amplia gama de intervenciones comprobadas para prevenir los nuevos casos de cáncer. Entre ellas se encuentran el control del consumo de tabaco (causante de 25% de las muertes por cáncer), la vacunación contra la hepatitis B para prevenir el cáncer hepático, la eliminación del cáncer cervicouterino mediante la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH), el tamizaje y tratamiento, la ejecución de intervenciones de tratamiento del cáncer de gran impacto, que representen una buena inversión, y la garantía del acceso a cuidados paliativos, como alivio del dolor.