Aunque pareciera que elegir el jardín infantil para los más pequeños de la casa puede ser sencillo, no es una decisión que se toma a la ligera. De igual forma que escoger el colegio o la universidad, implica un proceso exhaustivo de investigación y aplicación; escoger la primera institución en la que van a estar los hijos es muy importante.
La educación en la etapa de preescolar juega un papel clave en el desarrollo a lo largo de toda su vida; numerosos estudios avalan la tesis de que los niños que cursan educación infantil, obtienen mejores resultados académicos a lo largo de toda su vida escolar, pero también influye otros aspectos relacionados con habilidades no cognitivas, como la socialización y el sentido de responsabilidad.
Además, aunque algunos aprendizajes no se recuerden a largo plazo, las vivencias experimentadas en el jardín quedan grabadas para siempre.
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“En el momento de elegir el jardín infantil en donde van a estar sus hijos siempre tenga en cuenta que durante los cinco primeros años de vida el cerebro alcanza el 80 por ciento de su desarrollo, a una velocidad en la que forma conexiones que van a determinar en gran parte la vida adulta”, sostuvo Marcela López, fundadora y rectora del Jardín Infantil El Rincón de Tercer Puente.
En primer lugar, reflexione sobre su propia filosofía de la educación. ¿Cuáles son algunas de las cosas que desea para su hijo? ¿Quiere que se ensucie las manos y experimente las cosas de cerca? ¿Le gustaría un enfoque de aprendizaje conciso y riguroso, o uno más flexible y a la medida de cada niño? ¿Cree en la colaboración y el trabajo en grupo, o prefiere que su hijo tenga un desarrollo independiente? Investigue cual es la filosofía del jardín y utilícela para visualizar a su hijo como un estudiante allí.
Cercanía al hogar e infraestructura
López recomienda visitar al menos tres instituciones que sean accesibles al lugar de la casa. Además de la parte académica, la estructura física también juega un papel muy importante. Dé suficiente prioridad a grandes espacios abiertos, en donde los niños puedan ejercitarse y estar en contacto con la naturaleza. Hoy en día está más que comprobado que estar en contacto con la naturaleza es fundamental para el bienestar del cuerpo y la mente.
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Una decisión conjunta
Elegir el jardín infantil debe ser una decisión tomada con ellos. “Visítenlo con sus pequeños. Aunque los padres toman esta decisión, es clave que los niños se sientan a gusto en el lugar. Sabemos que la parte académica, pero la parte humana expresada en cariño, cuidado y atención, termina siendo lo más importante. Cuando los niños crecen felices, son adultos seguros de sí mismos”, explicó López.
En esta misma medida, al buscar un jardín infantil puede resultar tentador enfocarse en los profesores; sin embargo, es vital considerar la institución como un todo y observar si se siente como un «hogar» para su hijo.
Busque maestros entusiastas y un plan de estudios equilibrado
Una de las mayores influencias que su hijo va a tener, además de la suya, son los maestros. Así que solicite observarlos en acción. También pregunte sobre su desarrollo profesional e indague cómo la institución se está comprometiendo a promover la educación de sus profesores (capacitaciones, vinculaciones a programas pedagógicos, entre otros).
Así mismo, busque una institución con un programa educativo social y emocional sólido, maestros dedicados en ayudar a los niños a comunicarse, resolver problemas y trabajar juntos como una comunidad en el salón de clase. A medida que los niños se preparan para ser participantes activos en el mundo, la importancia de una educación integral es esencial.
Tenga en cuenta el tamaño del salón de clase
Un tamaño de clase adecuado puede hacer la diferencia entre una buena experiencia escolar y una experiencia escolar increíble. En clases de tamaño adecuado, los maestros pueden atender a cada estudiante con la intensidad que se requiere y adaptar el plan de estudios para satisfacer las necesidades de cada uno. Esto aumenta la probabilidad de que los estudiantes se mantengan comprometidos académica y socialmente.
“Por último, si es posible hable con padres de familia. Ellos son un recurso maravilloso en el momento de investigar sobre la institución: ¿Por qué eligieron la escuela? ¿Cuál es la expectativa de participación de los padres? ¿Qué les parece genial y único de esta institución? Los papás tienen información clave de acuerdo a sus experiencias y casi siempre están felices de compartir sus opiniones”, concluyó López.