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Educación gerencial

Actualizarse o Desaparecer

Ante la vorágine de cambios que desatan los avances tecnológicos, los profesionales, sin importar su edad, deben encontrar la manera de mantenerse al día para evitar la ‘obsolescencia’.

Por: Redacción Gerente

07 de marzo de 2017

En un reciente evento, Juan Carlos Ortiz, Presidente de DDB Latina y Director Creativo de DDB Américas, destacó que en el Foro Económico Mundial (WEF) hoy se habla de una cuarta revolución industrial, aquella por la cual estamos pasando en el siglo XXI: la revolución digital, reconociendo con ello que ésta genera y permea cambios en todos los aspectos.

juan_carlos_ortizSegún este directivo, algunos de los elementos que determinan la esencia de esta revolución son: la velocidad (todo pasa mucho más rápido), el hecho de que está siendo adelantada por millones de personas en el mundo (no sólo por una élite con acceso a recursos y conocimientos) y la posibilidad de observar cómo ocurren las cosas en tiempo real, pues siempre algo está pasando. Es tal la escala de los cambios que ha provocado el tema digital, que incluso se estima que, en comparación, las denominadas revoluciones industriales precedentes (Producción mecánica, Producción en línea y Creación del computador personal) representaron tan sólo una evolución en la manera en que se venían realizando las cosas.

En ese contexto, la introducción de las posibilidades del mundo digital ha generado multitud de cambios en los modelos de negocio de numerosas compañías, algunas de las cuales han desaparecido del panorama debido a su incapacidad para interpretar las nuevas condiciones del entorno, sus oportunidades y riesgos, mientras que a otras les ha permitido nacer y construir imperios en lugares que parecían inverosímiles.

Y es en este entorno que los ejecutivos hoy se enfrentan a un reto que parece imposible: mantenerse actualizados.  Lograrlo es un reto de cada día, un esfuerzo que requiere un enfoque, un compromiso y ante todo, constancia y disposición para ver, escuchar y entender nuevas posibilidades que apenas ayer nadie había percibido.

Para Tener en Cuenta
Además de la formación académica y la experiencia que un cargo específico pueda brindarle a un profesional, existen habilidades, competencias y buenas prácticas que permiten a una persona mantenerse al día con las tendencias que este nuevo entorno impone.

Ortiz, quien ha participado en la creación de algunas de las campañas publicitarias más exitosas del mundo digital, estima que “lo más importante para un profesional es que tenga la capacidad de observar y de escuchar.

“De observar qué esta pasando con el comportamiento humano, cómo vive la gente, qué están buscando y qué no. Esto es algo que no se encuentra en un libro o en una teoría, sino en la vida. La vida es la gran maestra, que si se observa y escucha, proporciona los elementos para entender qué está pasando y qué se debe hacer para actuar acorde con lo que está sucediendo”, expone.

Este directivo se define a si mismo como un observador por excelencia, lo cual le ha permitido, particularmente en esta revolución digital en la que hay un cambio de comportamiento humano que no está escrito en ningún libro porque está pasando en tiempo real, acercar a los consumidores a las marcas que su compañía asesora en términos publicitarios, con unas cifras que antes de la era digital eran imposibles.

“Me gusta observar cómo vive una persona, qué hace, qué no hace, por qué lo hace, observar los comportamientos de la gente en el metro, en el bus, o mientras cruzan una calle y preguntarme por qué hacen las cosas de esa manera. No hay nada peor para quien necesita estar actualizado ¿y quien no? que perder la curiosidad, creer que ya lo sabe todo.  Aquello que no se observa es muy difícil penetrarlo y encontrar la forma para conectarse y hacer parte de ello”, expone.

santiago_aldanaSantiago Aldana, CEO de iQ Outsourcing, compañía con 18 años de experiencia en la implementación de soluciones integrales para la gestión de procesos transaccionales de información en grandes organizaciones, estima que el acceso a la información, que en el marco de esta nueva revolución digital es prácticamente infinito, tanto en temas académicos como del entorno, entrega a los profesionales la responsabilidad de mantenerse actualizados.

“Debemos tener la disciplina de leer el periódico y revistas especializadas, participar en foros y estar constantemente en formación a través de plataformas en línea y cursos abiertos, así como profundizar conocimientos con múltiples fuentes de información”, recomienda.

Con esta apreciación coincide Claudia Varela, Gerente General de Región Centroamérica, Caribe y Andina de Sanofi Consumer Health Care, para quien leer mucho constituye una práctica habitual en su vida, además de escuchar y participar constantemente en reuniones gremiales a nivel nacional e internacional, todo lo cual le permite mantenerse enterada de nuevas tendencias y corrientes que afectan no sólo a su industria, sino a sus clientes.

Frente al papel de la academia, Ortiz comunicador social con énfasis en publicidad, estudios en dirección de cine y certificado en programas de gerencia y liderazgo en Harvard y Yale destaca la importancia de la misma como sustento de la ciencia, como el laboratorio en el que todas esas observaciones del entorno entran para ser estructuradas y convertidas en conocimiento.

“Creo que la academia debe estar construyendo una nueva forma de hacer lo que hace, porque esta revolución industrial ha cambiado los modelos operacionales de la industria y de la política y ella debe ser parte de esto”, asevera.

Manteniéndose Actualizado
En medio del incendio del día a día, ¿cómo logran mantenerse actualizados estos ejecutivos? “Considero que mantenerse actualizado no es algo momentáneo, sino un esfuerzo permanente. Tenemos que ‘aprender a aprender’ de forma constante para así mantenernos actualizados. Este proceso lo realizo conociendo gente, asistiendo a foros, congresos y eventos académicos. También leyendo, tomando cursos de forma independiente y en plataformas en línea, y estos cursos no necesariamente tienen que ser pagos”, explica Aldana.

Para este directivo Ingeniero industrial con Maestría en economía y MBA el objetivo fundamental de mantenerse actualizado es aprender, y esto sólo se logra con disciplina y constancia. “La velocidad con la que están cambiando las cosas en el mundo de hoy es cada vez más rápida y lo que aprendemos en un año, al siguiente posiblemente ya está desactualizado o entra a ser cuestionado”, añade.

Al respecto, Varela Comunicadora social con énfasis en organizaciones, especializada en mercadeo con foco en mercados internacionales, y egresada del PADE del INALDE  coincide con la importancia de tomar cursos de actualización, y leer material pertinente. “También me gusta mucho reunirme con gente más joven, y que me cuenten como ven las cosas desde una perspectiva distinta”, revela.

Por su parte, Ortiz destaca la relevancia del ‘hacer’.  “Hay que hacer cosas. Así es posible ver cómo reacciona la gente con lo que se está creando a nivel de innovación, y eso es muy importante, porque de ahí se nutre todo el proceso”, indica, y agrega que gracias a los avances tecnológicos, estamos viviendo una era de dos vías, donde es posible, a través de las redes sociales, leer todas las conversaciones sobre un tema en estudio y retroalimentarse de lo que mis iniciativas han provocado.

“Cuando el libro no está escrito, para ser un conocedor se necesita esta capacidad de hacer y educarse, pues al hacer las cosas se empieza a interactuar con ellas en la propia vida y se llega a entenderlas de un modo que si no se hubiera involucrado, no sería posible”, sostiene.

Mezcla a la Medida
Frente al porcentaje ideal de formación académica Vs formación experiencial, Aldana manifiesta que lo ideal es tener un equilibrio. “No hay mezcla ‘perfecta’, pero sí hay que tener un balance. Debemos esforzarnos por aprender permanentemente, no basta con una educación formal de un postgrado, toca seguir aprendiendo en la vida porque todo cambia. Y si no se tienen las capacidades económicas, acceso a educación formal o el tiempo, las oportunidades hoy están dadas para acceder a otras formas de educación, pues todo está disponible en internet, incluso cursos en línea de las grandes universidades del mundo”, recomienda Aldana, en alusión a plataformas como www.edx.org.

claudia_varelaVarela rescata que, si bien la universidad estructura el pensamiento, esto no es garantía de éxito en el ejercicio profesional.  “Conozco casos de gente graduada de las mejores universidades, que son pésimas en inteligencia emocional y ejecución. La formación y la experiencia deben ir de la mano, todo cuenta”, indica.

Ortiz resalta que en la revolución digital existen profesiones que están tomando roles muy importantes a la hora de generar estrategia, como la ingeniería, la antropología y la filosofía, por lo cual conviene estar alerta sobre aquellas áreas del conocimiento que puedan estar tomando nuevos alcances.  “Roles que se veían como de destinación específica están llegando al mundo del marketing y los negocios  de manera muy relevante”, asegura.

Cuestión de Perspectiva
En la búsqueda por el balance entre la formación académica y la experiencia profesional, cultivar la capacidad de aprendizaje y su celeridad se convierte en una competencia muy importante.  “Aunque la experiencia académica es valorada en las empresas, dado que la tasa de cambio a la cual se está moviendo el entorno es bastante rápida, en no pocas oportunidades pesa más la capacidad que tienen las personas para aprender que su experiencia laboral”, estima Aldana.

En la misma línea, Ortiz manifiesta que si bien sobre el tema no se puede generalizar, es un hecho que hay MBA de la universidad y MBA ‘de la vida’.  “Puede que de los primeros haya muchos que resultan interesantes para trabajar, aportar y discutir, pero también hay muchos de los segundos, muy interesantes, que hacen aportes maravillosos”,  destaca.

Por su parte, Aldana asegura que los profesionales jóvenes de hoy presentan perfiles muy competitivos, con tres idiomas, perfecto manejo de sistemas y en muchas ocasiones, experiencia relevante. “En los procesos de reclutamiento de ejecutivos las dos cosas son muy importantes. La academia estructura el pensamiento para ver el largo plazo y la conceptualización, y la experiencia valida las habilidades del candidato”, enuncia.

Para mantenerse alerta y maximizar las horas del día, Ortiz practica el ‘pensamiento paralelo’, que se nutre de las observaciones conscientes que realiza en el día a día.   “La mente tiene la capacidad de no pensar linealmente. Al pensar en A no sólo puedo llegar a B, sino que puedo encontrar una idea/solución para J.    Cuando estoy observando, mi cabeza está pensando en algo y de repente se me ocurre una idea, muchas veces, de un tema completamente distinto. Por eso no creo en innovadores de escritorio.  Esa capacidad de tener pensamientos paralelos permite encontrar soluciones no comunes, no habituales, no esperadas. Soluciones sorpresivas, distintas, innovadoras.  Pero este trabajo de innovación no es una luz que llega del cielo: la mente es un músculo que hay que entrenar”, explica.

En términos prácticos, cuando Ortiz practica el pensamiento paralelo no está concentrado, sólo está haciendo algo u observando atentamente y permanece atento a lo que pueda surgir dentro de la mente.  “Me concentro ya después, cuando estoy elaborando la idea que me ha llegado de repente”, enfatiza.

Varela recomienda no obsesionarse con el tema de mantenerse actualizado, pero si tomar un poco cada día, sin parar.  “Hay que escuchar más que opinar, leer todo lo que se pueda, en especial cosas que nutran la mente y el alma, no sólo las últimas noticias.  Hoy los profesionales deben tener criterio para diferenciarse, no se trata sólo de conocer los temas”, opina.

Aldana resalta que todos tenemos el mismo número de horas disponibles al día y el secreto para usarlas mejor consiste en priorizar.  “Para aprender, es fundamental saber administrar el tiempo, pues es uno quien decide qué hacer con él.  Se pueden tener muchas ocupaciones, pero al final es uno el que las distribuye, y si se es capaz de dar la prioridad a aprender, con seguridad no se estará desactualizado”, concluye.

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