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El Gobierno israelí planea construir 3.000 asentamientos en Cisjordania y «enterrar la idea de un Estado palestino»

Europa Press

14/08/2025

Actualizado a las 18:25h.

El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, ha anunciado este miércoles un plan para construir más de 3.000 nuevas viviendas como parte del controvertido plan urbanístico para conectar Jerusalén Este con el asentamiento de Maale Adumim, reivindicando que la medida «entierra la idea de un Estado palestino».
«La aprobación de los planes de construcción en E1 entierra la idea de un Estado palestino y da continuidad a las numerosas acciones que estamos impulsando sobre el terreno como parte del plan de soberanía de facto iniciado con la formación del Gobierno«, ha señalado en declaraciones sobre una iniciativa que promete 3.515 viviendas adicionales al barrio Tzipor Midbar en Maale Adumim, lo que eleva a 6.916 el total de viviendas exclusivamente para judíos.

Con este plan, el ministro ultranacionalista espera duplicar la población de este asentamiento con aproximadamente 35.000 nuevos residentes previstos en los próximos años.
El plan ha recibido en la tarde de este jueves el apoyo del Gobierno de Estados Unidos, puesto que «una Cisjordania estable garantiza la seguridad de Israel y está en línea con el objetivo de la Administración de lograr una paz en la región», ha contestado la portavocía del Departamento de Estado de EE.UU. ante una pregunta de en rueda de prensa.

Zelenski y Starmer ven en la cumbre de Alaska «una oportunidad viable» para avanzar hacia el fin de la guerra en Ucrania

Keir Starmer recibió esta mañana en Downing Street al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en un encuentro que adquiere singular relevancia en vísperas de la cumbre prevista entre Estados Unidos y Rusia, que tendrá lugar mañana en Alaska, y en un … contexto en que los líderes europeos buscan establecer una estrategia coordinada que frene las posibles concesiones unilaterales a las que pudiera acceder Moscú sin contar debidamente con Kiev.
Zelenski se reunió con Starmer en Downing Street para discutir cómo Europa y Estados Unidos podrían aumentar la presión económica y militar sobre Rusia en caso de que Vladímir Putin se niegue a aceptar un alto el fuego en Ucrania. Ese encuentro, que tuvo lugar poco después de las nueve y media de la mañana hora local, incluyó un efusivo abrazo entre ambos líderes en el exterior del número 10.
Zelenski había participado previamente además en una conversación por videollamada junto con varios líderes europeos, entre ellos Starmer, el canciller alemán Friedrich Merz, el presidente francés Emmanuel Macron, los primeros ministros de Polonia, Italia, Finlandia, así como los máximos responsables de la Comisión Europea y de la OTAN, una llamada en la que se enfatizó la necesidad de que Ucrania sea parte indispensable de cualquier proceso de negociación.

La agitación diplomática de los últimos días ha llevado a que la reunión celebrada hoy en Londres sea interpretada como un paso firme en la articulación de una respuesta occidental unificada, antes de la cumbre de Alaska. El primer ministro británico manifestó en un mensaje previo que «durante los tres años y algunos meses que ha durado este conflicto, nunca estuvimos cerca de una solución real para lograr un alto el fuego. Y ahora sí tenemos esa oportunidad, gracias al trabajo que ha realizado el presidente Trump».
Un portavoz de Downing Street señaló en un comunicado que «el primer ministro recibió esta mañana al presidente Zelenski en Downing Street» donde «mantuvieron un desayuno privado, en el que repasaron las reuniones del día anterior». Ambos coincidieron en que «hay un poderoso sentido de unidad y una firme determinación para lograr una paz justa y duradera en Ucrania». Después, según el comunicado, «analizaron las conversaciones previstas para mañana entre el presidente Trump y el presidente Putin en Alaska, que representan una oportunidad viable para avanzar siempre que Putin actúe para demostrar que habla en serio sobre la paz» y «acordaron mantenerse en estrecho contacto en los próximos días».
La presencia de Zelenski en Londres representa el respaldo directo del Reino Unido, y ayuda a consolidar un frente común euroatlántico que aporte cierta simetría frente a un posible desmarque de Estados Unidos.

Trump cifra en un 25% las posibilidades de fracaso de su reunión con Putin en Alaska

ABC

Madrid

14/08/2025

Actualizado a las 17:40h.

Las expectativas en torno al fin definitivo de la guerra en Ucrania crecían a medida que lo hacía la presión internacional, con una especial cuota de esperanza depositada en el encuentro Trump-Putin de este viernes. Sin embargo, en una entrevista para ‘Fox News Radio’ que recoge afp, Donald Trump ha reducido dicha la esperanza en la reunión.
El presidente estadounidense ha declarado, a un día de la cita con su homólogo ruso, que cualquier acuerdo para poner fin a la invasión rusa de Ucrania se alcanzaría en una segunda reunión tripartita. Esta vez con el líder ucraniano, Volodímir Zelenski, en lugar de la cumbre del viernes en Alaska con el presidente ruso, Vladimir Putin.

«La segunda reunión será muy importante, porque será una reunión donde se llegará a un acuerdo. Y no quiero usar la palabra ‘repartir’. Pero, hasta cierto punto, no es un mal término», declaró Trump.

El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, reiteró que las garantías de seguridad son el primer paso en las conversaciones de paz, y añadió que esperaba un progreso inminente hacia el fin de la guerra.

Kostiantynivka, la última barrera de Ucrania contra Rusia

Vehículos militares con un aire ciberpunk aceleran al entrar en Kostiantynivka. Están parapetados con amplias estructuras metálicas y coronados con diferentes tipos de antenas. Su primera misión es esquivar drones rusos. Los letales aparatos voladores han transformado la estampa del Donetsk libre. Túneles … transparentes erguidos sobre altos troncos de madera que sostienen redes de pesca se extienden sobre las rutas. Así lucen ahora las carretas que llevan al frente. Artesanía tradicional para resistir la tecnología más avanzada de la guerra.
El tráfico se diluye a medida que se acortan los kilómetros. Max, el conductor de la Brigada 93, pisa a fondo. Conoce bien el camino. La entrada a Kostiantynivka muestra el acribillamiento que sufre la urbe. Las calles están flanqueadas por edificios quebrados. Esqueletos de coches calcinados emergen en los bordes o en el centro de las vías. Frente a la emblemática estación de tren, una iglesia se sostiene casi descabezada. El sonido de las explosiones no cesa; el peligro es constante. Esta secuencia, casi de película, se completa con una de las vecinas conduciendo su motocicleta sin mayor protección que unas gafas contra el sol que cae a plomo.
Serguéi sale al encuentro desde una calle cercana a la estación de ferrocarril. Cuenta que todavía no está preparado para irse de su hogar y pide algunos cigarrillos. Es uno de los cientos de vecinos que todavía resisten en la ciudad. Pero el zumbido de un dron FPV disuelve en segundos la reunión espontánea. Y Serguéi se escabulle sin el tabaco.

Los primero es buscar algún lugar cubierto para esconderse de los aparatos voladores. Los invasores lo pueden ver todo desde sus drones. Casi cualquier cosa que se mueva dentro de Kostiantynivka se convierte en un objetivo. Y esto afecta principalmente a civiles, voluntarios trabajadores del servicio de emergencia o personal médico. El martes, un dron ruso impactó de lleno contra un vehículo de bomberos, provocando heridas a dos rescastistas. No son ataques aislados.
«Les da igual si es militar o civil. Si se les acaba la batería y no los pueden conducir, simplemente lo estrellan en cualquier lugar. No importa si es una casa, un coche o una persona», cuenta Oleksander. Este soldado ucraniano es un mecánico de tanques en la brigada 93. Con su fusil al hombro, apura un cigarrillo sin dejar de prestar atención a cualquier ruido. «Tenemos dos trabajos. Uno es observar el cielo, vigilar lo que pasa por encima. El segundo trabajo es más bien de guardia: si hay una llamada, salimos de inmediato». Oleksander explica que durante los últimos días se han intensificado los bombardeos. El mecánico achaca la creciente actividad enemiga y los drones a la llegada de una unidad de élite: Rubicon.
Meses atrás, este grupo operaba en la provincia rusa de Kursk disparando contra las principales rutas que abastecían a los ucranianos allí apostados. En el Dombás siguen la misma receta. Instantes después de nombrar al enemigo, Oleksander da un brinco para clavar sus ojos en el cielo. Un dron acababa de sobrevolar el lugar.

Bastión clave

Kostiantynivka, un nudo logístico para los hombres de Zelenski, es también uno de los centros urbanos fundamentales para la defensa regional. Si la urbe sigue bajo control de Kiev, las tropas de Putin no podrán abrir un corredor hacia el cinturón de las últimas grandes ciudades del norte provincial: Druzhkivka, Kramatorsk y Sloviansk. Kramatorsk se ha erigido como la capital administrativa de la región oriental y, junto con Sloviansk, fueron el escenario de los primeros combates en 2014. Su pérdida significaría un duro golpe militar y moral.
Es en Donetsk donde se suceden los combates más feroces de la invasión. Moscú ya controlaba aproximadamente el 30% de esta provincia. Tres años después, y a costa de grandes bajas, han logrado ocupar más del 80%. Sus avances son lentos y costosos, pero se han acelerado en el último mes.
El jefe del Ejército ucraniano, Oleksander Sirski, estima que la mayor acumulación de soldados del enemigo de toda la línea de contacto, con más de 110.000 efectivos, se ha registrado en esta provincia, concretamente en el eje de Pokrovsk. Tal despliegue deja todavía más claro que tomar esta parte es un objetivo prioritario para el Kremlin. Los portavoces militares ucranianos han informado sobre los avances enemigos entre Pokrovsk y Kostiantynivka.

Ofensiva rusa en Pokrovsk

Los rusos parecen haberse decantado por Pokrovsk en su ofensiva de verano. Sus últimos avances se realizaron en el norte de la ciudad. Pero los grupos de sabotaje de Moscú lograron adentrarse en la propia localidad. La estrategia de los mandos militares invasores, por el momento, se resume en rodear las ciudades para forzar la salida de los defensores y avanzar hacia la retaguardia ucraniana. De esta manera, evitan desgastarse en el combate urbano. Pero todavía es pronto para descartar cualquier posibilidad.
El empeño en tomar Pokrovsk a cualquier precio no libra a la vecina Kostiantynivka de soportar ataques con artillería, MLRS, drones FPV o municiones de racimo, explican los soldados.
Sobre los árboles, ya dentro del casco urbano, cuelgan cables de fibra óptica. No son muy distintos en apariencia a un sedal para la pesca. Ambos ejércitos los utilizan para evitar que sus drones sean abatidos por contramedidas de guerra electrónica. Los rusos vigilan constantemente el frente, pero los defensores ucranianos también.

EN PRIMERA LÍNEA
En la primera imagen, coches despanzurrados y edificios acribillados dan la bienvenida a Kostiantynivka, en la primera linea del frente con Rusia. Oleksander y Kisley vigilan la llegada del enemigo, en la segunda foto. En la tercera: la munición que usa el Ejercito ucraniano para derribar drones
Miriam González

‘Psyko’, un oficial de la 93, no aparta la mirada del monitor. Desde su base, observa a sus compañeros de armas sosteniendo la defensa en tierra. «Mantenemos comunicación con las posiciones y vigilamos los movimientos del enemigo. Actuamos con antelación para evitar que nuestros hombres tengan que enfrentarse al fuego directo», explica. ‘Psyko’ destaca que las altas temperaturas estivales en el Dombás complican las labores de la infantería. El joven oficial asegura no escatiman en medios para que sus compañeros tengan todo lo necesario.

Guerra de drones

«Dicen que es una guerra de drones y es cierto», apunta el defensor ucraniano. Los vehículos aéreos no tripulados no solo sirven para liquidar a los enemigos, también forman parte de la logística. Desde estos aparatos se pueden lanzar botellas de agua, alimentos o medicinas a lo largo de las trincheras. Pero no todo son ventajas. Uno de los problemas de su uso masivo es la dificultad para evacuar heridos a hacer rotaciones de la tropa. Algunos soldados han estado meses sin salir del frente para evitar ser víctimas de esta plaga metálica.
La infantería, a pesar del uso extendido de los vehículos aéreos no tripulados, sigue siendo básica para retener el territorio. Y la movilización militar continúa siendo una cuestión problemática para Ucrania. Rusia mantiene la capacidad de alimentar su maquinaria humana para la guerra a través de contratos con grandes incentivos económicos y el reclutamiento en el extranjero. Las tácticas viejas de enviar a sus soldados a una muerte casi segura parecen no espantar a los invasores. «Los chicos se mantienen firmes por ahora, gracias a Dios. Cada día es más difícil. El enemigo parece surgir de la nada. No les importa en absoluto su gente. Vienen de todas partes en pequeños grupos. Pero nuestros operadores de drones están haciendo un trabajo increíble», zanja ‘Psyko’ con satisfacción.
Gran parte de la ciudad parece desierta. Sin embargo, algunos minibuses siguen haciendo su recorrido y hasta hay valientes taxistas que siguen trabajando. El mercado callejero es la excepción a ese vacío provocado por imposición bélica del Kremlin. Allí, bajo murales soviéticos que cuentan la hazaña del primer cosmonauta, Yuri Gagarin, se extienden puestos con toda case de productos cotidianos: café, calcetines, manzanas, miel… Esa fracción de la ciudad parece seguir imbuida en la normalidad. Pero es una normalidad quebradiza y falsa.

La ‘normalidad’ del mercado

Amedina tiene un puesto de frutas desde hace un año. Pide no ser fotografiada y baja el tono para confesar que, «cuando la prensa llega a la ciudad, los ataques rusos se recrudecen». Su familia está lejos. Ella decidió retornar porque no encontraba trabajo, afirma. Los vecinos se paran frente a su puesto a preguntar los precios del pescado fresco del Dniéper y ella trata de evitar más preguntas.
Hay un trajín de gente para lo que cabría esperar en un lugar así. Algunos pasan de largo, otros se paran para comprar como si se tratase de un mañana cualquiera en cualquier país en paz. Ya casi al final de la hilera de puestos, Iván tiene dos bidones llenos de miel casera para vender. Sin perder la sonrisa a sus 80 años, este jubilado cuenta que dos o tres veces por semana viaja desde Kramatorsk en su moto con sidecar a la ciudad sitiada. Pero esta es la última vez que hará el recorrido. El hombre admite que «todo se ha vuelto muy peligroso aquí».

El fenómeno del 'influencer' carcelario, cuando estar en una prisión atrae un enorme éxito y dinero: «Son contenidos salvajemente auténticos»

03/08/2025 a las 09:28h.

Por insólito que parezca, las cárceles se están convirtiendo en estudios de grabación, sets de cocina, gimnasios improvisados y hasta centros de negocios digitales. En los rincones menos pensados del sistema penitenciario —desde una celda en Buenos Aires hasta un penal británico o una prisión federal de EE.UU.— ha emergido una figura inesperada: el ‘influencer’ carcelario. Privados de su libertad, pero no de conexión ni creatividad, muchos reclusos han encontrado en las redes sociales un escenario donde construir fama, compartir contenido motivacional e incluso generar ingresos.
¿Quién vigila a estos nuevos protagonistas digitales? No en vano, Gustavo Fondevila, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona y autor del libro ‘Prisons and Crime in Latin America’, explicaba a ABC que «Hay un estado paralelo dentro de las prisiones» y este es uno de sus mundos. A la pregunta de por qué estos presos con su contenido carcelario tienen tanto éxito, Fondevila responde: «Porque son salvajemente auténticos».

Pero la autenticidad no siempre llega sola. Ese mismo entorno digital sirve, en algunos casos, como cobertura para actividades delictivas. Fondevila señala: «Puedes entrar en YouTube y hay videos donde dos o tres tipos, por ejemplo en México, le van a cobrar su renta a una persona que tiene que generarles ingresos. Lo torturan, lo queman o lo golpean y le dicen: tienes que hacer llamadas de extorsión porque tiene que ser rentable». Según el investigador, «no es casualidad que, entre las 12 y 14 millones de llamadas extorsivas al año que se hacen en este país, el 90% salgan de las cárceles».

De este modo, se configura un auténtico mercado paralelo a un sistema penitenciario, que muchas veces no puede ni garantizar lo básico. No era mera exageración cuando Fondevila afirmaba que algunas cárceles pueden funcionar como «auténticos microestados con más poder que el propio Gobierno de un país».