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El Grupo de Puebla se despuebla

La segunda encarnación de la internacional de izquierda latinoamericana –el Grupo de Puebla, que vino a tomar el testigo del Foro de Sao Paulo cuando este perdió impulso– ha quedado seriamente tocada con las elecciones celebradas a lo largo de 2025 en la región.
A comienzos de año, el correísmo fue nuevamente aplacado en Ecuador; luego en Bolivia y Honduras las respectivas versiones bolivarianas sufrieron el derrumbe; por su parte, en Argentina, Milei zarandeó al kirchnerismo en su medio mandato, mientras que las encuestas apuntan a una eventual derrota de la candidata comunista en Chile el próximo domingo.
En el principio fue el Foro de Sao Paulo. Fracasado el intento de la izquierda latinoamericana de tomar el poder por las armas mediante guerrillas, en una suerte de «internacional» alentada por Fidel Castro (la revolución solo triunfó en 1959 en Cuba y en 1979 en Nicaragua, al comienzo y casi al final de más de dos décadas especialmente convulsas), con la llegada de la democracia la izquierda se coordinó para alcanzar el poder mediante las urnas. El anfitrión fue el brasileño Lula da Silva y su Partido de los Trabajadores, que comenzaron a aglutinar a fuerzas afines, articulando ayuda mutua y concertando hojas de ruta.

Las victorias de Chávez en Venezuela y de los Kirchner en Argentina dieron un impulso a esa hermandad, extendida con Morales en Bolivia, Correa en Ecuador, Ortega en Nicaragua, Lionel Fernández en República Dominicana, Zelaya en Honduras y el FMLN en El Salvador. Las maletas de dólares del chavismo, en medio de la bonanza económica regional del periodo 2003-2013, viajaron en muchas direcciones, y el liderazgo trasnacional de Lula quedó establecido, especialmente en Suramérica, con iniciativas como la organización Unasur.
Pero el colapso de Venezuela gestionado por Maduro, la llegada de Macri a la Casa Rosada en 2015 y, definitivamente, el inicio del mandato de Bolsonaro en enero de 2019 dejaron al Foro de Sao Paulo sin fuelle. La misma Unasur implosionó y no ha podido ser reconstituida como entidad regional.
Con Lula en la cárcel por corrupción, el liderazgo de la izquierda latinoamericana fue tomado por el mexicano López Obrador, quien en julio de 2019 lanzó el Grupo de Puebla, de la mano sobre todo de Alberto Fernández, quien había vencido a Macri e intentaba destacarse frente a su vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
Esta reencarnación del frente de izquierdas en la región se articuló no propiamente a partir de partidos políticos como el Foro de Sao Paulo, el cual sigue existiendo, sino a partir de individualidades, en una lista a la que se han sumado también políticos de España, dando a la organización un neto carácter iberoamericano. La radicalización del PSOE con Zapatero y Sánchez y el protagonismo de Podemos han nutrido la agenda y el debate del Grupo de Puebla.

LATINOAMÉRICA
La segunda ola de gobiernos de izquierda recuperó algo del terreno perdido, pero ya no fue tan generalizada

No obstante, sea o no verdad el dicho de que segundas partes nunca fueron buenas, lo cierto es que el impacto electoral de esta reedición ha sido menor: la segunda ola de gobiernos de izquierda recuperó algo del terreno perdido, pero ya no fue tan generalizada, y ahora puede darse por completamente cerrado lo que se ha considerado el «ciclo bolivariano».
Lógicamente, formulaciones de izquierda pueden ganar en futuras elecciones, en realidad muchas veces más marcadas por el voto de protesta contra el oficialismo que por el voto propiamente ideológico, pero fórmulas como la de Bukele en El Salvador, difícil de encuadrar en el espectro político, más allá de su populismo, o el triunfo de los planteamientos libertarios de Milei y quizás de la derecha-derecha de Kast sugieren que políticamente la región ha entrado en otro estadio.

Un año de la caída de Assad y la reconversión del yihadista Al Sharaa en nuevo líder internacional

Once días tardaron los milicianos islamistas sirios en acabar con 14 años de guerra civil, con 24 años de Gobierno de mano de hierro de Bashar al Assad y 50 años de dictadura de la dinastía de los Assad.Once días en los que … ni los propios sirios se creían lo que estaban viendo: sin ningún tipo de resistencia por parte de las fuerzas del Estado, las principales ciudades iban cayendo una a una a favor de los rebeldes. Mientras esto ocurría, Bashar al Assad huía con su familia a Moscú.
El traspaso pacífico del poder en Damasco estuvo marcado por escenas de júbilo, de gente celebrando, rompiendo y quemando carteles de Assad, pero también por escenas de miedo; ciudadanos corriendo por un aeropuerto desierto; soldados abandonando sus puestos, dejando sus uniformes militares, equipo e incluso tanques desperdigados por las calles.

Al final, un exhausto ejército de reclutas de Assad no estaba dispuesto a seguir luchando y muriendo por una dictadura que estaba a punto de caer. Además, la ofensiva se produjo en el peor momento para el dictador sirio: sus principales aliados se encontraban atados o debilitados por otros conflictos, los rusos en Ucrania, e Irán y Hizbolá con Israel.

Protagonistas de la revolución

Los protagonistas de esta operación relámpago formaban parte del grupo Hayat Tahrir al-Sham, más conocidos por sus siglas HTS. Se trataba de una coalición de insurgentes que en 2016 se escindieron de Jabhat al-Nusra, la rama siria de Al Qaida. El líder de todos ellos fue Abu Hassein al Sharaa, más conocido en esas fechas por su nombre de guerra: Al Golani. Un nombre que empezaría a sonar por todas las casas sirias, redacciones internacionales y despachos gubernamentales.
Al Sharaa, quien se erigió en líder indiscutible de la revolución, un año después ha fijado su posición de presidente, aunque con el apellido de ‘interino’, de la República Árabe Siria.
Los ciudadanos sirios aún recuerdan entre lágrimas de emoción lo que supuso para ellos el fin de la dinastía de los Assad: «La sencilla frase ‘Son las 6:18 a.m hora de Damasco y Siria está sin Bashar al Assad’ que escuchamos ese 8 de diciembre en la radio se convirtió en una canción para nosotros. Fue profundamente conmovedora y razón suficiente para derramar lágrimas de pura felicidad. Ahí recordé a todos mis seres queridos que habían sido asesinados por el régimen de Assad», cuenta a este periódico Ahmed, periodista sirio que volvió a su país el mismo día que comenzó la revolución tras más de seis años de exilio en Turquía.

SANCIONES ECONÓMICAS
La economía siria ha sido devastada por la guerra y las sanciones. El PIB ha caído más del 70% desde 2011. Tras la llegada de Al Sharaa, la UE y EE.UU. han levantado las sanciones económicas para permitir la inversión en el país

Estos 365 días de la ‘nueva Siria’ pueden explicarse en la figura de Al Sharaa a través de la transición que ha protagonizado: de antiguo líder yihadista a interlocutor de primer nivel en la comunidad internacional, llegando incluso a pisar la Casa Blanca hace apenas unos meses y de pronunciar el primer discurso en la sede de las Naciones Unidas de un líder sirio desde hace casi seis décadas.
¿Cómo ha sido el año de Al Sharaa? ¿Qué cambios ha sufrido un país al que se daba por perdido?
«Al Sharaa es un personaje de película. Ahora es un político, pero antes ha sido muchas cosas y él mismo ha reconocido su trayectoria yihadista», apunta Gabriel Garroum, investigador en Relaciones Internacionales en la Universitat Pompeu Fabra y colaborador del Centro de Estudios Árabes Contemporáneos (CEARC).
Con profundas raíces yihadistas, Al Sharaa ya se unió con 19 años a los grupos radicales: antes de llegar a Siria en 2011 para formar Jabhat al-Nusra, fue miembro del denominado Estado Islámico de Irak y el Levante de Abu Bakr al Baghdadi.
«Aunque tenga una solidez ideológica muy marcada bajo un islam extremo, ha sabido leer muy bien las situaciones y ha demostrado una gran capacidad para desarrollar una política pragmática», explica el experto.

Algún acierto y mucha incertidumbre

En este año, Al Sharaa parece haber acertado en muchos aspectos: ha puesto fin a décadas de aislamiento diplomático de Siria con una rapidez asombrosa. Muchas de las sanciones que sometieron a Siria bajo la dictadura de Assad han sido levantadas. Por ejemplo, se espera que el Congreso de los Estados Unidos derogue a principios de 2026 la sanción más severa: la conocida como ley César, impuesta para disuadir la inversión extranjera.

MILLONES DE DESPLAZADOS
Más de 1,2 millones de personas han regresado a Siria desde la caída de Assad. Sin embargo, hay más de 1,7 millones de desplazados internos, entre ellos más de 880.000 personas salidos de los campamentos del norte

El gran ejemplo de rehabilitación de la figura del exyihadista fue la visita a la Casa Blanca en noviembre de este año. Al Sharaa, reconvertido en estadista, apretó las manos del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Una imagen que parecía imposible hace unos años, sobre todo después de conocer la trayectoria de Al Sharaa: encarcelado en una prisión de Estados Unidos en Irak, desde donde junto a otros yihadistas crearon el germen de Daesh (Estado Islámico) y buscado por la Justicia norteamericana.
«El escenario ahora es el de un país que intenta reconectar tras una guerra civil tremenda y 50 años de dictadura. Siria es un país que tiene un reto importante: el encaje territorial y que es difícil de gestionar con varios grupos de insurgencia», asegura el investigador Gabriel Garroum.

MILES DE DESAPARECIDOS
En los últimos 50 años decenas de miles de personas han desaparecido en Siria debido a múltiples razones: secuestros, desapariciones forzadas, privación arbitraria de libertad, desplazamientos, migraciones u operaciones militares

Pero también sigue habiendo grandes heridas abiertas y retos: miles de desaparecidos siguen en las fosas comunes, millones de desplazados dentro y fuera del país aún no pueden volver a sus ciudades de origen y los episodios de violencia contra las minorías, como la alauita (a la que pertenecen los Assad), han sido una constante este año.
Desde finales de noviembre del año pasado, el propio Al Sharaa emitió declaraciones para asegurar a las numerosas minorías religiosas de Siria que su grupo había abrazado el pluralismo y la tolerancia religiosa.
La economía no se ha derrumbado, pero la situación financiera de muchos sirios se ha deteriorado desde la liberación. Cientos de miles de empleados públicos han sido despedidos. Se están recortando los subsidios y la reconstrucción es prácticamente inexistente.

ELECCIONES LIBRES
En octubre se celebraron comicios, pero no fueron plenamente democráticas. De hecho, los sirios no fueron llamados a las urnas, sino que tan sólo los 7.000 miembros de un Colegio Electoral estructurado pudieron votar

«La intención de Al Sharaa, según ha dicho en varias ocasiones, es que no quiere perpetuarse y que ‘sólo’ va a tener un papel en la transición. Pero nadie puede saberlo. Hizo lo difícil: hacer que Siria dejara de ser un país dinástico. Ahora por primera vez, el Gobierno ha tenido que dar explicaciones y rendir cuentas. El sirio de a pie tiene una buena valoración por la mejoría de la vida cotidiana. Pero se ha echado de menos un mayor diálogo nacional sobre qué pinta tiene que tener Sira. Las elecciones de octubre eligieron al 70% de los representantes a dedo», apunta Garroum.
Este es otro tema clave: la celebración de elecciones libres en el país. Existen muchas dudas de si se perpetuara en el poder o si cumplirá su palabra como presidente interino. «Solo queda esperar, pero de momento tiene el beneplácito de la comunidad internacional», sentencia el investigador.

La diáspora venezolana celebra el Nobel de la Paz a María Corina Machado con una marcha global

Lina es venezolana y tiene 67 años. De ellos, los últimos 18 años ha vivido en España. Confiesa que dejó su país «por motivos políticos». Geóloga de profesión, fue despedida junto a otras 21.000 personas en 2003, durante el Gobierno de Hugo Chávez. El … motivo: «Protestar», explica a ABC, mientras espera que arranque, en Madrid, la Marcha por la Paz y la Libertad, convocada por el partido Vente Venezuela, que lidera la opositora María Corina Machado.
La cita es global. La organización ha logrado que participen en ella 130 ciudades de más de 31 países, explica José Antonio Vega, uno de los coordinadores del Comando Vzla España. Se esperaba gran afluencia. «Mayor que la de las anteriores convocatorias», asegura Gabriela Olavarría, otra coordinadora, que reconoce que la gente «tiene miedo a salir por sus familias» que siguen en Venezuela. Miedo a la represión del régimen que ha metido en prisión a un millar de personas por disentir.
Este sábado se conocía precisamente la muerte del exgobernador del estado de Nueva Esparta Alfredo Díaz durante una «injusta condena» en la cárcel de El Helicoide de Caracas, según comunicó la Plataforma Unitaria Democrática, en su cuenta de la red social X. Díaz, de 55 años, murió tras un año encarcelado y en situación de aislamiento, apuntaba el director de la ONG Foro Penal, Alfredo Romero, también en X.

«Pero estamos tan cerca de alcanzar la libertad que la gente ha vencido el miedo», indica Gabriela, que define esta marcha como un «símbolo de paz y de esperanza para los venezolanos. No es una celebración, sino el reconocimiento a 27 años de lucha», los que lleva el chavismo en el poder. Una lucha «no solo liderada por María Corina Machado», aunque reconoce que el Nobel de la Paz avala el trabajo de la líder opositora. Otro disidente histórico, Leopoldo López, encabezaba la marcha por las calles de Madrid.
Sobre el anuncio este mismo sábado por parte del Instituto Nobel de que Machado viajará a recoger el galardón, una incógnita que ha sobrevolado desde la concesión del premio, Gabriela se muestra cauta: «Nosotros no tenemos constancia. Es un tema de seguridad, que es lo prioritario». Vega, por su parte, maneja esa información con «prudencia y responsabilidad. Los detalles se darán en su momento», afirma.
Lina, sin embargo, no puede ocultar su «emoción» ante la posibilidad de que Machado vaya a Oslo. Sobre la justicia del galardón, no tiene dudas: «Gracias a su liderazgo empezó a conocerse nuestra causa –destaca–. Le ha dado visibilidad. Ella ha aglutinado nuestras esperanzas».

Con Machado y contra Maduro
El opositor Leopoldo López encabeza la marcha en Madrid, donde estuvo muy presente la imagen de María Corina Machado y abundaban los carteles contra el dictador chavista
Tania Sieira

A su lado está su marido, Bruno, de 67 años, despedido en la misma purga que ella. Preguntando sobre la posibilidad de que Machado, si sale, pueda regresar a Venezuela, asegura que «si no pudiera yo no la juzgaría. Ha gastado mucho tiempo de su vida, su mensaje seguirá vigente». «Ella nos ha hecho entender todo el peligro que se corre», apostilla Lina, que también ha vivido «en carne propia» la represión. «Tengo un primo militar detenido desde hace un año; y con mi familia de allí hablo con códigos porque revisan los móviles», explica. Palabras como «Trump» o «invasión» pueden llevar a la cárcel.

«Gracias a su liderazgo empezó a conocerse nuestra causa. Le ha dado visibilidad. Ella ha aglutinado nuestras esperanzas»

En otro lugar de la marcha, dos mujeres, las dos se llaman Carolina, no se muestran de acuerdo sobre sí María Corina Machado ya está fuera o no de Venezuela. Una de ellas, de 55 años, lleva casi 25 años en nuestro país. «Ganó Chávez, ahorré y me vine. No le veía buen fondo». Ser hija de españoles le facilitó la salida. Como muchos, considera que el Nobel de la Paz no es de una persona, «sino de todos los venezolanos que están en esta lucha».
Mientas hablamos, una persona de la organización reparte carteles con eslóganes como «El Nobel es nuestro», «El Nobel es mío». Entre la marea de banderas venezolanas se ven otros con lemas como «El Nobel es de los que están injustamente presos», «Justa paz», «Paz y libertad en Venezuela» y «¿Maduro? ¡Podrido!».

«¿De verdad vamos a parar nosotros a los rusos?»: miles de jóvenes alemanes protestan contra la nueva mili

Decenas de miles de jóvenes alemanes protestaron este viernes en las capitales de los Bundesländer contra el nuevo servicio militar, más perplejos que enfadados. «¿Pero es que alguien piensa de verdad que si vienen los rusos los vamos a parar nosotros?», preguntaba megáfono … en mano Gustav, alumno de 16 años con una camiseta de Los Vengadores de Marvel.
La ley para establecer una mili voluntaria y abrir la puerta a una obligatoria se había aprobado unas horas antes en el Bundestag, casi como un trámite irrelevante, dado que la coalición de conservadores y socialdemócratas había cerrado previamente el acuerdo. Durante los seis meses que ha durado la negociación entre los socios de gobierno, apenas se han escuchado en Alemania voces en contra.
El número de reclutas voluntarios ha crecido un 16%, de hecho, a través de los proyectos piloto de alistamiento. Y una cultura de servicio social ha comenzado a surgir entre los jóvenes, que apoyan mayoritariamente un año de servicio civil en las encuestas. Pero la cosa es empuñar las armas. «Si hubiera nacido sólo un mes más tarde me habría tocado también», respiraba aliviado Laurent, que asistía a la manifestación «en solidaridad con mis compañeros de clase, la mayoría afectados».

La nueva ley establece que los barones nacidos a partir de enero de 2008 y siguientes serán alistados obligatoriamente. Recibirán un cuestionario sobre motivación y aptitud, cuya cumplimentación será obligatoria, al igual que el posterior examen médico. De ahí, los voluntarios pasarán a un periodo de instrucción mínimo de seis meses.
En el momento en el que la afluencia de voluntarios no sea suficiente para cubrir las necesidades alemanas de defensa, pasará a ser obligatorio el reclutamiento a través de una resolución parlamentaria y por sorteo.
El Bundesrat debe todavía aprobar el proyecto, pero es muy previsible que la ley entre en vigor a partir de enero de 2026. Su objetivo es aumentar el número de soldados activos de los actuales 183.000 a 255.000 y más tarde hasta los 270.000, cifra que se espera alcanzar en 2035. Además, se añadirán 200.000 reservistas.
Los seis meses entrañarán instrucción, tareas de seguridad nacional y guardias, quedando después destinados los reclutas a reforzar las reservas. Algunos de ellos, los más aptos o necesarios por sus cualidades, pasarán sin embargo a formar parte de las tropas activas, que estarán listas para el combate y deben ser entrenadas durante más tiempo.
El Ministerio de Defensa deberá presentar al Parlamento el número de voluntarios cada seis meses a partir de 2027 y, sobre ese dato, se establecerá la necesidad semestralmente de pasar al modo obligatorio.

Las mujeres quedan fuera

Las mujeres quedan fuera debido a que, en el momento de la redacción de la Ley Fundamental alemana, en 1949, el deber de defensa fue redactado en género masculino y sería ahora necesaria una reforma constitucional para abrir el servicio obligatorio femenino.
Ellas, en todo caso, pueden responder de forma voluntaria al formulario e igualmente de forma voluntaria presentarse al examen médico y cumplir con el servicio militar. Con el fin de atraer al mayor número posible de personas al servicio voluntario, se planifican incentivos como un salario mensual de alrededor de 2.600 euros brutos y una subvención para la formación y obtención del carné de conducir, que en Alemania tiene un precio promedio de 3.000 euros.
Se dispondrán también servicios sociales voluntarios para jóvenes que no deseen empuñar armas, a modo de objeción de conciencia.
El Ejército alemán comienza así a acompañar el intenso proceso de rearme con la dotación de personal que la Bundeswehr requiere para operar el armamento. Esta misma semana ha entrado en funcionamiento el sistema antimisiles Arrow 3, convirtiendo así al país en el primero fuera de Israel en desplegar esta tecnología.
Se trata de un hito estratégico dentro del rearme alemán y transforma el mapa europeo de la defensa, adoptando un ejército nacional la tarea de interceptación por impacto de misiles balísticos en el espacio, algo de lo que hasta ahora se venían encargando las tropas americanas en las bases alemanas.

No a la mili
Miles de jóvenes se echaron a las calles para protestar contra la recuperación del servicio militar
Reuters

Cada batería del sistema Arrow 3 requiere unos 200 efectivos de la Bundeswehr para su operación completa, entre personal técnico, operadores de radar, equipos de lanzamiento y logística, y las fuerzas armadas alemanas apenas son capaces de cubrir las plazas de ingenieros y especialistas en análisis de riesgo.
«La libertad de expresión, la libertad de manifestación, la libertad de religión y el Estado no se protegen a sí mismos. Es algo que debe ser hecho por personas dispuestas a defenderlos, y no por quienes se quedan detrás de la valla del jardín esperando a que otros lo hagan», defendió su proyecto ante el pleno del Bundestag el ministro de Defensa, Boris Pistorius, que respondía así por adelantado las principales críticas de los manifestantes.
Entre los jóvenes que protestaban en la plaza de la República, la explanada frente al parlamento de Berlín, muchos alegaban su condición de musulmanes para negarse a empuñar las armas.
«Como ciudadano, al menos deberías considerarlo», corrige en declaraciones a ABC Ali Mete, portavoz del Consejo de Coordinación Musulmán, aunque añade que «si finalmente decides personalmente a favor o en contra depende de la conciencia de cada individuo».
«Desde un punto de vista islámico-teológico, el compromiso con el Estado en el que se vive es religiosamente imperativo», según Mete, que insistía en que «los musulmanes están obligados a asumir la responsabilidad de la sociedad, lo que también incluye servir en armas si es para proteger y mantener la paz».

«Este pasís, esta democracia, se lo merece… Nuestra Bundeswehr también protege a quienes no quieren aprobarla»

Boris Pistorius
Ministro de Defensa alemán

«Este país, esta democracia, se lo merece… Les recuerdo que nuestra Bundeswehr también protege a quienes no quieren aprobarla», alegó además Pistorius.
El presidente de la Comisión de Defensa, el cristianodemócrata Thomas Röwekamp, insistió en que la decisión sobre la reactivación del servicio militar obligatorio se tomará en el verano de 2027 si no hay suficientes voluntarios reclutados en ese momento.
Röwekamp describió la ley sobre un nuevo servicio militar como un «compromiso político de dos puntos de vista políticos muy diferentes» y que «la mayoría de los alemanes acepta».
El proyecto está abriendo, sin embargo, una brecha generacional. Si bien las encuestas coinciden en que los alemanes de más de 50 años apoyan mayoritariamente la nueva ley como medida de seguridad nacional, también muestran que más del 60% de los menores de 25 años se oponen.

Grecia juzga a 24 trabajadores humanitarios por tráfico de personas durante la crisis migratoria

Los hechos tuvieron lugar en 2018, cuando cientos de refugiados sirios llegaban en embarcaciones desde Turquía a Grecia –principalmente a la isla de Lesbos–. Todos los acusados trabajaban o colaboraban como voluntarios en la organización humanitaria Emergency Response Centre International (ERCI), operativa entre 2015 … y 2018, durante los años de la denominada crisis migratoria europea, y que se encargaba, entre otras funciones, de labores de búsqueda y rescate de refugiados en aguas del norte del Egeo.
En un primer momento, se les acusó de los delitos menores de espionaje, falsedad documental y blanqueamiento de capitales, además de los cargos de tráfico de personas y pertenencia a una organización criminal. En 2023, un tribunal de apelaciones retiró los cargos menores, pero mantuvo los de tráfico de personas y pertenencia a una organización criminal, por los que los acusados están siendo juzgados desde este jueves y por los que podrían afrontar penas de hasta veinte años de prisión.
Entre ellos figuran el entonces director de la ONG, Nasos Karakitsos; el buzo y rescatista profesional Sean Binder; el marinero y voluntario holandés Peter Vinterberg; tres ejecutivos de la ONG, y la activista Sarah Mardini, conocida por huir de Siria en 2015 con su hermana Yursa –entonces ambas eran menor de edad– y salvar a decenas de refugiados que viajaban con ellas una embarcación que partió de Turquía rumbo a Grecia.

Tras averiarse el motor, las dos hermanas remolcaron durante horas la barca a nado hasta las costas de Lesbos. Esta historia inspiró la película ‘Las nadadoras’, dirigida por Sally El Hosaini. Algunos de los acusados, entre ellos Mardini, Karakitsos y Binder, fueron detenidos en 2018 y pasaron más de cien días en prisión preventiva a la espera de juicio.
Se trata de un juicio polémico, que ha sido calificado por diversas organizaciones internacionales de derechos humanos y organismos de la ONU como un proceso basado en cargos infundados y motivado por razones políticas. En 2021, el Parlamento Europeo describió este caso como «el mayor caso de criminalización de la solidaridad en Europa». Amnistía Internacional, por su parte, ha enviado a Lesbos para seguir el proceso a una decena de observadores para seguir el desarrollo de las vistas.

Un refugiado sirio trata de sostener a sus dos hijos al desembarcar en Lesbos en 2015

Reuters

En su defensa, los acusados, han declarado que lo único que hacían era brindar a los refugiados que llegaban a Lesbos una primera atención médica y psicológica, proporcionarles ropa seca, agua y comida, para luego ponerlos inmediatamente a disposición de la Guardia Costera griega para que pudieran iniciar los trámites de solicitud de asilo. «Éramos los primeros en tomarles el pulso y brindarles la atención necesaria, en lugar de pedirles un pasaporte», afirmó Binder en un comunicado.

Endurecimiento de las políticas migratorias

Entre 2015 y 2016, punto álgido de la crisis migratoria, más de un millón de personas entraron en Europa a través de Grecia. Lo que empezó como una emergencia humanitaria –proveer alimentación, alojamiento y ayuda a las miles de personas que llegaban a Grecia huyendo de la guerra– terminó convirtiéndose en una crisis política.
Desde su llegada al poder en 2019, Kyriakos Mitsotakisha endurecido la política migratoria del país con medidas como la construcción de una valla en la frontera terrestre con Turquía o la paralización temporal, el pasado verano, de las tramitaciones de asilo para las personas indocumentadas que accedieran al país por la ruta marítima del norte de África.