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Trump regresa a los mítines para defender su cuestionada gestión económica

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió este martes por la noche al territorio de la campaña política, Pensilvania, el estado más decisivo de las últimas presidenciales. Visitó concretamente el condado de Monroe, una trinchera electoral que pasó en las últimas elecciones a … manos republicanas.
Pero el presidente estadounidense lo ha hecho no para ganar una elección -no hay nada en juego allí ahora mismo y no puede presentarse a un tercer mandato-, sino para defender el inicio de su segundo mandato.
En concreto, para defender su gestión económica, cuestionada por la inflación pertinaz, por un coste de vida disparado -factores que el mes pasado impulsaron importantes victorias electorales demócratas-, un asunto en el que Trump, pese a haber basado su ascenso político y su regreso al poder el año pasado, está sufriendo ahora.

Trump dio un mitin en un casino de Mount Pocono, en el este de Pensilvania, una zona montañosa y turística -donde conviven los suburbios y las zonas rurales-, que el año pasado se inclinó a su favor. Era la primera parada de la gira por territorios políticos clave que el multimillonario neoyorquino pretende dar para defender su gestión económica en un momento de dudas.
El pasado enero, el mandatario norteamericano prometió nada más jurar su cargo el regreso de la ‘era dorada’ para EE.UU. y hoy alardea de las inversiones multimillonarias que ha promovido, de la caída de los precios, del «milagro económico» que vive la primera potencia mundial.
«Heredamos los precios más altos de siempre, los estamos bajando», afirmó a sus seguidores, agregando que «estamos yendo a por la inflación, la estamos destrozando y estáis recibiendo salarios más altos. Lo único que realmente está subiendo es la bolsa y vuestro plan de pensiones».

La otra verdad

Pero los estadounidenses viven otra realidad. Según el último dato oficial disponible, la inflación sigue en un nivel del 3%, el mismo nivel de cuando Trump regresó a la Casa Blanca. La vivienda está imposible en muchos mercados de EE.UU., igual que los precios de la energía, pese a algunos esfuerzos de Trump por rebajarlos.
«Los precios están bajando una barbaridad», «hemos parado la inflación», proclamaba Trump en un discurso de cerca de hora y media, en el que se salió del mensaje económico para adentrarse en las críticas a los inmigrantes somalíes, a los transgénero, a su antecesor Joe Biden, o a asuntos de política exterior («ahora vamos a ir por tierra», confirmó sobre Venezuela después de una campaña de ataques a narcolanchas).
Trump se mofó de la ´affordability’ (la asequibilidad, el coste de vida), el asunto que domina la política estadounidense. Como en anteriores ocasiones, lo calificó de una «patraña» de los demócratas.
Las encuestas y el termómetro electoral indican lo contrario. Las encuestas muestran que Trump suspende en el asunto central de su desembarco en política y de su regreso al poder: el mensaje económico, dedicado a las clases medias y trabajadoras empobrecidas, y que le facilitó el regreso al poder el año pasado con la frustración popular por la inflación disparada durante la presidencia de Biden.
El último sondeo de Reuters/Ipsos, publicado poco antes del mitin en Pensilvania, le coloca en una aprobación a su gestión económica del 41%, algo por encima del 38% del mes pasado. La última encuesta de ´The Washington Post´ y ´ABC News´ le da un 37% de aprobación en economía. Y las derrotas de candidatos republicanos del mes pasado -en especial, las decisivas carreras a gobernador en Nueva Jersey y Virginia- tienen mucho que ver con la situación económica y el coste de la vida.

Trump azuza su enfrentamiento contra una Europa «en decadencia»: «Son débiles, no saben qué hacer»

El distanciamiento de Donald Trump frente a los grandes aliados tradicionales de Estados Unidos, los países de Europa Occidental, vive esta semana un nuevo capítulo. El presidente de EE.UU. endureció su retórica contra los socios europeos de Washington en una amplia entrevista … publicada este lunes por ‘Politico’, en la que defiende que Europa está «en decadencia», que sus líderes son «débiles» y que «no saben qué hacer».
Las declaraciones ocurren en plena conmoción en la orilla europea tras la publicación la semana pasada del nuevo documento de Estrategia de Seguridad Nacional por parte de la Administración Trump, muy crítico con sus aliados y poco crítico con Rusia.
El documento recomienda «cultivar una resistencia a la actual trayectoria de Europa» y acusa a los europeos de «socavar la libertad política y obstaculizar la libertad de expresión».

En la entrevista, Trump insiste en que Europa «se ha convertido en un lugar distinto» y que «si sigue por ese camino, muchos de esos países no serán viables». Lo decía en medio de críticas a la política migratoria «desastrosa» de la Unión Europea. Salvó de sus críticas en este respecto a Hungría y Polonia. «Pero la mayoría de los países europeos están en decadencia», defendió.

«Sé quienes son los buenos líderes, los malos, los inteligentes, los estúpidos. Hay algunos realmente estúpidos también. Pero, en muchos asuntos, Europa no está haciendo un buen trabajo»

Donald Trump
Presidente de Estados Unidos

Trump aseguró que se lleva bien con los líderes europeos. «Me caen bien todos, no tengo enemigos reales. Hay un par que no me gustaban en los últimos años. Pero el grupo actual me gusta, me gusta mucho, los conozco bien. Sé quienes son los buenos líderes, los malos, los inteligentes, los estúpidos. Hay algunos realmente estúpidos también. Pero, en muchos asuntos, Europa no está haciendo un buen trabajo», aseguró en un discurso deslavazado.
El presidente de EE.UU. defendió que Europa está en un punto en el que ya no podrá corregir su trayectoria. Preguntado si entonces estos países dejarán de ser aliados de la primera potencia, respondió a medias: «Depende»
«Son débiles y también creo que quieren ser muy políticamente correctos», volvió a criticar. «Creo que no saben qué hacer. Europa no sabe qué hacer. Tampoco en temas comerciales».
Trump defendió en que apoyará a los candidatos políticos de su cuerda en Europa –algo que no ha gustado en el otro lado del Atlántico– y recordó que está «muy implicado» en Europa: «En la OTAN me llaman ‘papi’», dijo en referencia al uso de esa expresión por parte de su secretario general, Mark Rutte, el pasado verano.

Momento clave para Ucrania

El documento sobre estrategia y la entrevista llegan también en un momento decisivo de las negociaciones sobre la guerra en Ucrania, donde Trump y sus negociadores parecen inclinarse a dar concesiones al país agresor, Rusia. El presidente de EE.UU. insistió en que Rusia «tiene la mano ganadora», criticó a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, al que acusó de no leer su última propuesta para el acuerdo de paz, e insistió en que «tiene que empezar a aceptar cosas» porque «él está perdiendo».
También criticó a los socios europeos por su papel en la guerra de Ucrania. «Hablan demasiado y no producen», dijo Trump, que prometió en campaña acabar la guerra «en 24 horas» y que solo ha sufrido frustraciones al respecto desde su regreso al poder hace casi once meses.

Corina Parisca, madre de María Corina: «Nos dijo que nos fuéramos de Venezuela para que no nos secuestraran»

La cita de este miércoles en Oslo no es solo importante para María Corina Machado por el reconocimiento a su lucha por la democracia en Venezuela y la visibilidad que le da a su causa en todo el mundo. También lo es porque supone … el reencuentro con su familia, de la que ha sido dramáticamente alejada por los métodos represivos del régimen chavista. Un familiar detenido, torturado, encarcelado… es moneda de cambio para silenciar.
Por eso, Machado decidió poner a los suyos a salvo. Sus hijos dejaron Venezuela en 2012, con regresos esporádicos al país; su madre, ya mayor, dejó el país el pasado mes de mayo; sus hermanas también están fuera. El aislamiento es el precio que tiene que pagar la premio Nobel de la Paz para no ser vulnerable.
Esta semana, esto puede cambiar, al menos por unas horas, tal vez días. Si finalmente llega a Oslo podrá abrazar a los suyos, y estos a ella.

Lo extraordinario de la cita, la entrega del Nobel de la Paz, hizo que toda la familia de Machado se movilizara y viajara a Noruega. Así el lunes se pudo ver a su madre, Corina Parisca, con sus nietos por las calles de Oslo.
El martes, la madre de la opositora, en torno a las 10 de la mañana, declaraba a un grupo de periodistas apostados en la puerta del Gran Hotel que esta no había llegado a Oslo: «No ha venido». Pero aun así mantenía la esperanza: «Yo le pido a Dios que la traiga hoy. Todos estamos esperándola». Y confesaba sentirse «emocionadísima» ante la posibilidad de reencontrarse con su hija. «Estoy rezando para que haya encontrado la manera de salir» de Venezuela.
A continuación, rememoró la situación que atraviesa su país, que calificó de «espantosa». «Este Gobierno es verdaderamene tiránico. Y los que no han tenido contacto cercano estos últimos años, no se lo imaginan», señaló. «Yo tuve que salir y mis otras hijas también. Todas estábamos amenazadas. No por llamadas, sino por policías cerca de la casa. Nos dimos cuenta de que nos estaban siguiendo, tanto a mis hijas como a mí, y a su marido. Y María Corina nos dijo: ‘Váyanse para donde quieran, para donde puedan, pero váyanse de Venezuela’. Estábamos en peligro. Era muy fácil secuestrar a cualquiera y presionarla a ella».
En cuanto a si estaba preocupada por la seguridad de María Corina, aseguró que confiaba en Dios.

Preocupada por su seguridad

Entre los familiares que han volado a Oslo está también Clara, una de las hemanas de la galardonada, que vive en un país que prefiere que omitamos «por seguridad». Tampoco ella supo decirnos cuándo iba a llegar María Corina. Y a pesar de la incertidumbre que rodeo toda la jornada, se mostró «con mucha esperanza y muchas expectativas. Estoy con una actitud positiva, esperando a que ella entre por esa puerta», declaró en el interior del Grand Hotel por la tarde.
Clara hace un año y medio que no ve a su hermana. «Afortunadamente podemos hablar de manera frecuente, aunque no tanto como nos gustaría –lamenta–. La pandemia nos enseñó a relacionarnos a distancia, pero nada se compara al abrazo físico. Nada. Ha sido muy duro, sobre todo para ella. Lo que yo quiero como hermana es abrazarla, tocarla, verla vivir su vida».
Recuerda que la última conversación que mantuvo con María Corina fue hace ocho días, en la que su hermana le decía lo de siempre: «Vamos para adelante. Nos vamos a ver pronto. Mucha calma, mucha fuerza, mucho optimismo».

«Lo que yo quiero como hermana es abrazarla, tocarla, verla vivir su vida»

Clara Machado
Hermana de la premio Nobel de la Paz

En cuanto a los hijos de la líder opositora –Ana Corina, Ricardo y Henrique–, presentes también en Oslo, aseguró que estaban «muy fuertes, muy unidos, y también con mucho optimismo. Y todos apoyándola, detrás de ella».
Preguntada por ABC si estaba preocupada por la seguridad de su hermana, tanto por ir a Oslo como para regresar a Venezuela, confesó que «estaba preocupada por ella todos los días, desde hace veinte años. No hay otra manera de hacerlo. Con el mismo coraje con la que ella lo enfrenta, nosotros tenemos que intentar tener una valentía parecida, porque igual es imposible. Tenemos que tener optimismo y no transmitirle más angustia, sino todo lo contrario. Tener fe en ella y en la causa. Y María Corina va a hacer lo que considere que es sensato hacer. Debemos creer en ella y no dudar».

Zelenski ultima el envío a Trump de un nuevo plan de paz sin cesión de territorios

Volodímir Zelenski mantuvo este martes en Roma una jornada diplomática decisiva con un propósito claro: apuntalar con sus aliados europeos un plan alternativo de paz que contrarreste la propuesta impulsada por Estados Unidos y que Kiev considera insuficiente en dos puntos esenciales: las garantías … de seguridad y el futuro de los territorios ocupados por Rusia.
Su escala en Roma –con visita al Papa León XIV en Castel Gandolfo y un encuentro de hora y media con Giorgia Meloni en Palazzo Chigi– se inscribió en una amplia gira por Londres, París, Berlín y Bruselas para cerrar, con los principales socios europeos, una versión revisada del plan estadounidense.
Fuentes diplomáticas europeas, citadas por diversos medios, coinciden en que esta iniciativa «alternativa» que propugna Zelenski no nace en oposición frontal a Washington, sino para corregir aspectos que muchos gobiernos consideran demasiado abiertos o poco realistas.

El objetivo ucraniano es que el eventual plan que se discuta con Estados Unidos no obligue a Kiev a aceptar un alto el fuego congelado en la línea actual del frente ni reduzca a meras promesas los compromisos de seguridad a largo plazo.

La propuesta ucraniana se basará en tres pilares: garantías internacionales verificables, un proceso escalonado de desescalada militar y mecanismos de supervisión que eviten nuevas agresiones rusas

Según esas mismas fuentes, Zelenski quiere poner sobre la mesa una arquitectura diplomática basada en tres pilares: garantías internacionales verificables, un proceso escalonado de desescalada militar y mecanismos de supervisión que eviten nuevas agresiones rusas, todos ellos con una participación reforzada de la Unión Europea.
Con ese telón de fondo, Meloni recibió al presidente ucraniano en un momento sensible para su propia coalición, dividida en las últimas semanas por la continuidad del apoyo militar a Kiev. La primera ministra ha mantenido una línea firme desde el inicio de la invasión, pero el líder de la Liga, Matteo Salvini –que en el pasado se ha mostrado cercano a Trump y ha mantenido posiciones más comprensivas y de simpatía con el Kremlin– ha planteado dudas sobre el envío de nuevos paquetes de ayuda en 2026. Para Zelenski, era crucial asegurarse de que Italia seguiría en el núcleo del apoyo europeo al nuevo marco negociador.

«Un coloquio excelente»

Tras la reunión, el presidente ucraniano publicó un mensaje en X con un tono inequívocamente positivo: «Hemos tenido un coloquio excelente y muy profundo sobre todos los aspectos de la situación diplomática. Apreciamos el papel activo de Italia en generar ideas concretas y definir medidas para acercar la paz».
Añadió que ambos equipos están coordinando «los esfuerzos diplomáticos» y subrayó la importancia del «continuo apoyo» italiano. Zelenski agradeció asimismo el paquete de asistencia energética y equipamiento anunciado por Roma, que calificó como esencial para «las familias ucranianas».
La jornada romana estuvo marcada también por la necesidad del liderazgo ucraniano de responder a una polémica inesperada. Minutos antes de dirigirse a Palazzo Chigi, Zelenski comentó la acusación lanzada por Donald Trump en una entrevista con ‘Politico’, según la cual Kiev estaría «usando la guerra para no convocar elecciones». El presidente ucraniano replicó, en un breve intercambio con ‘La Repubblica’: «Yo estoy listo siempre».

Zelenski expresó su confianza en Meloni: «Me fío de ella, nos ayudará»

Una fórmula que presentó como prueba de que su país no rehúye el proceso democrático, pese al conflicto. Zelenski expresó también su confianza en Giorgia Meloni: «Me fío de ella, nos ayudará». Con ello, el líder ucraniano quiso despejar las dudas que suscita el difícil equilibrio que mantiene la primera ministra, que ha cultivado una relación política fluida con Trump y, al mismo tiempo, es una firme defensora de Ucrania.
El presidente ucraniano inició la jornada en Castel Gandolfo, donde se reunió con el Papa León XIV. Según comunicó el Vaticano, el Pontífice «reiteró la necesidad de continuar el diálogo» y expresó su deseo de que «las iniciativas diplomáticas en curso puedan conducir a una paz justa y duradera».
Ambos abordaron también la situación de los prisioneros de guerra y el regreso de los niños ucranianos deportados, dos asuntos en los que la Santa Sede mantiene canales abiertos desde hace meses. Zelenski agradeció en redes «la ayuda humanitaria continua y la disposición a ampliar las misiones humanitarias» y volvió a invitar al Papa a visitar Kiev, un gesto que consideró «una poderosa señal de apoyo a nuestro pueblo». Como obsequio, el presidente entregó al Papa un belén pintado sobre madera, al que León XIV correspondió con un cordial «Pase una Feliz Navidad», recibido con una sonrisa por Zelenski.

António Costa: «La Unión Europea no dejará sola a Ucrania como otros hicieron en Afganistán»

La visita a Roma del presidente ucraniano estuvo también acompañada por la voz del presidente del Consejo Europeo, António Costa, quien, desde Dublín, quiso enviar un mensaje inequívoco de respaldo político: la Unión Europea, dijo, «no dejará sola a Ucrania como otros hicieron en Afganistán». Reafirmó además que cualquier solución diplomática debe desembocar en «una paz justa y duradera que garantice la futura seguridad de Ucrania y de Europa».
Sobre la cuestión territorial, fue categórico: «Solo Ucrania puede tomar decisiones en tanto que Estado soberano, y debemos respetarlo». Y añadió una máxima que hoy circula entre los más firmes aliados de Kiev: «Nada sobre Ucrania sin Ucrania y nada sobre Europa sin Europa».
En definitiva, con la vista puesta en la inminente versión revisada del plan de paz, la escala romana de Zelenski refleja el esfuerzo europeo por presentarse unido ante un escenario diplomático incierto y ante un Donald Trump cuya posición sigue siendo difícil de prever.