Internacional - Colombia
Registro  /  Login

Portal de Negocios en Colombia

La lluvia y el frío se convierten también en armas de guerra en Gaza

Catorce días. Ese es el tiempo que vivió el pequeño Mohamed, quien falleció el jueves al no opoder resistir a la violenta tormenta invernal Byron que azota Gaza. Su madre, Eman Abu al Khair, quien vive en una tienda en el campo de … Al Mawasi, lo llevó al hospital de Jan Yunis lo más rápido que pudo. Después de 48 horas ingresado, los médicos certificaron su «muerte por hipotermia».
Munir al Bursh, director general del Ministerio de Salud de la Franja (controlado por Hamás), advirtió del riesgo de más muertes entre niños, ancianos y enfermos debido al descenso brusco de las temperaturas dentro de las tiendas de desplazados, empapadas por la lluvia de la última semana. Al Bursh explicó ante los medios que la humedad y el agua en las tiendas «crean un entorno propicio para la propagación de enfermedades respiratorias». Antes de la guerra, la lluvia y el frío eran motivo de alegría en Gaza. Este mes han dejado al menos 17 muertos e imágenes impactantes de campos de desplazados convertido en un mar de lodo y aguas residuales.
La lluvia ha parado, pero el frío se mantiene y el termómetro baja a los cinco grados durante las noches. A pesar del inicio del alto el fuego en octubre, no hay reconstrucción en una Franja en la que, según Naciones Unidas, aproximadamente el 92 por ciento de los edificios residenciales están total o parcialmente destruidos. La mayor parte de los dos millones de gazatíes vive en tiendas levantadas en campos improvisados, como el pequeño Mohamed durante sus catorce días de vida.

Amnistía Internacional (AI) denuncia que estas muertes «son las consecuencias previsibles del genocidio en curso de Israel y de su política deliberada de bloquear la entrada de materiales de refugio y reparación para las personas desplazadas», en palabras de su responsable, Erika Guevara Rosas. En su opinión, esta es una «tragedia absolutamente evitable».
Philippe Lazzarini, comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), afirma que «permitir solo una fracción de los suministros de refugio necesarios no es suficiente. La gente está muriendo de frío porque no tiene dónde resguardarse. Pedimos que se eliminen todos los obstáculos a la entrada de ayuda humanitaria, incluidas las tiendas resistentes a la lluvia.» Nadie en Israel escucha a Lazzarini, al frente de una agencia etiquetada de «organización terrorista».
El primer golpe del temporal se produjo el 12 de diciembre y provocó importantes inundaciones. Los daños se extendieron al hospital Al Shifa, en Ciudad de Gaza. Su director explicó que se inundaron los servicios de urgencias y quirófano y alertó del «aumento significativo de ingresos de niños y pacientes con enfermedades crónicas en el hospital como consecuencia del frío». Si los dos años de brutales bombardeos e invasión terrestre israelí no fueron demasiado castigo, el temporal ha rematado a los gazatíes.

Edificios en ruinas

Quienes no viven en tiendas, buscan refugio en edificios dañados que tratan de hacer habitables con dos retoques y cuatro plásticos para sustituir a las paredes. Las intensas lluvias han convertido estos edificios en amenazas directas y algunos se han venido abajo sepultando a los vecinos en derrumbes repentinos. Los vídeos de edificios colapsando se han hecho virales durante la semana.
Desde la UNRWA insisten en que el sufrimiento de la población podría reducirse si se permitiera «la entrada de ayuda humanitaria en Gaza sin obstáculos». El alto el fuego está en su primera fase e Israel acusa a Hamás de violar el acuerdo porque falta por entregar el cuerpo de uno de los rehenes. Este es el argumento que emplean los israelíes para mantener cerrado el paso de Rafah y no levantar las restricciones a la entrada de ayuda humanitaria o material para el refugio de la población. Todo un castigo colectivo.
Después de haber recurrido al hambre como arma de guerra, Amjad al Shawa, director de la Red de Organizaciones de la Sociedad Civil de Gaza, denunció que el enemigo usa también el frío como arma de guerra. Según declaró, «la población está obligada a quedarse en áreas expuestas al agua y al frío, exacerbando los riesgos sanitarios y humanitarios en el contexto del temporal y la crisis».

Segunda fase

El alto el fuego se mantiene frágil e Israel ha matado a casi 400 personas en los últimos dos meses. La Casa Blanca ha organizado una nueva ronda de conversaciones en Miami entre el enviado especial estadounidense, Steve Witkoff, y altos funcionarios de Qatar, Egipto y Turquía, los tres grandes mediadores. Donald Trump presiona para pasar a la segunda fase y Witkoff trata de reducir las diferencias entre las partes y definir pasos concretos para avanzar.
La segunda fase contempla puntos clave como el desarme de Hamás, la retirada de los militares de Israel, que ocupan más del 50 por ciento de Gaza, y el despliegue de una fuerza internacional. Todos estos puntos parecen muy alejados de la situación que se vive sobre el terreno y de las declaraciones de los ministros ultranacionalistas de Israel, que siguen apelando a la reocupación de la Franja sin concesiones de ningún tipo.

La guerra de Ucrania solo acapara el 17% del debate social en España, mientras que en Europa del Este llega al 71%

Los europeos no sentimos igual una guerra a 100 kilómetros del frente que a 3.000. Mientras el 71% del debate social en el este de Europa gira en torno a la guerra de Ucrania, en España solo llega al 17%. Así lo … refleja un informe de la consultora Llorente y Cuenca, titulado ‘VDL 2.1: Voz unificada, audiencia fragmentada’, que estudia y compara la conversación pública en el Viejo Continente. Dicha conversación pública se entiende como la suma del discurso institucional, la cobertura mediática y el debate ciudadano.
A tenor de los datos analizados, el informe revela una disonancia evidente entre las narrativas que circulan en Europa y la percepción del peligro por la contienda en Ucrania. La conclusión es clara: en el flanco oriental, la proximidad del conflicto anula las demás prioridades. «En países como Letonia, Eslovaquia o Estonia, la conversación pública está monopolizada por la amenaza rusa y la defensa, alcanzando cifras de hasta el 71% de la conversación en la red social X», recoge el informe.
Tales cifras contrastan con la realidad que se vive en el flanco occidental, especialmente en España y Portugal -los dos países geográficamente más alejados del conflicto-, donde la misma conversación en X ocupa solo un 17% y un 20%, respectivamente. Todo ello pese a que la guerra de Ucrania acapara el 38% de la cobertura mediática.

Esta brecha entre la agenda mediática y la preocupación ciudadana es especialmente visible en España. Aunque la seguridad y la defensa son los asuntos más relevantes para los medios, «solo concentran dos de cada diez mensajes en la opinión pública». Estas temáticas representan el 25% de la cobertura mediática nacional, y en el noreste de la UE, cinco de cada diez noticias giran en torno a esta temática.
En contraste, «la democracia y los valores concentran el 44% del interés social en España y se consolidan como la principal prioridad para la opinión pública europea (37%)». Paradójicamente, este alto interés no indica una crisis institucional inminente: según el Índice de Democracia 2024 de ‘The Economist’, España escaló dos posiciones, hasta el puesto 21 mundial, manteniéndose sólidamente en «democracia plena».
Sin embargo, esta coexistencia de múltiples sensibilidades geopolíticas y prioridades nacionales bajo un mismo techo está empezando a convertirse en un obstáculo para tomar decisiones comunes de mayor importancia.

La dificultad del consenso
El temor a la amenaza rusa en el flanco oriental se manifestó en la reciente declaración del primer ministro polaco, Donald Tusk, quien advirtió este jueves, a su llegada al Consejo Europeo sobre la necesidad de alcanzar un consenso para el uso de los activos rusos en favor de Ucrania: «O dinero hoy, o sangre europea mañana». Al final, los líderes optaron por un préstamo de 90.000 millones de euros, que se financiará mediante deuda común.
Sin embargo, la fórmula acordada no incluye el uso directo de los fondos rusos congelados por las sanciones, como proponía la mayoría, debido al veto de países como Hungría, Eslovaquia, la República Checa y Bélgica, este último por riesgos jurídicos, lo que vuelve a evidenciar la dificultad de la UE para alcanzar consensos en materia de seguridad y defensa.

Esta cuestión de perspectiva reside, principalmente, en uno de los baluartes de la propia Unión Europea: el pluralismo. Pero esta pluralidad europea se erige como una moneda de dos caras. La unión económica entre los diferentes Estados que componen la UE no ha conseguido provocar una unión de igual manera en el aspecto identitario. La diferencia geográfica, principalmente, así como la lingüística y cultural, fragmentan el debate público interno de la alianza.
En Polonia o en los países bálticos, persiste una sensación de inseguridad que se manifiesta en el debate público debido a varios motivos. Los principales son la proximidad geográfica a la guerra y las propias vivencias de los ataques híbridos del Kremlin, sumadas a la retórica del secretario general de la OTAN, Mark Rutte. En este sentido, destaca también la incertidumbre del presidente de EE.UU., Donald Trump, sobre si cumpliría el artículo 5 de la Alianza Atlántica en caso de activarse.
De esta manera, Bruselas debe operar en un entorno donde «la atención pública se fragmenta, las audiencias se segmentan y los canales de difusión se multiplican». «La fragmentación de la opinión pública europea y la tendencia a privilegiar cuestiones más tangibles y de impacto inmediato dificultan la plena resonancia de mensajes», recoge el informe de Llorente y Cuenca. Esta bipolaridad deja a la Unión ante el desafío de coser dos realidades divergentes antes de que alguna de las amenazas termine por quebrar el proyecto común.
Mientras tanto, la guerra de Ucrania continúa su curso. Moscú trata de seguir invadiendo terreno y Kiev insiste en no ceder ni un ápice de su territorio. Estados Unidos se apresura con celeridad por conseguir un acuerdo de paz y la Unión Europea, viendo como su liderazgo se desdibuja, rediseña su rearme con vistas a la proximidad del conflicto.

Competitividad ante todo

Ante estas dificultades, bajo el liderazgo de Ursula von der Leyen, la UE ha tratado de unificar su voz con una disciplina férrea. El 47% de los discursos de los comisarios se centran en una amenaza más intangible que la guerra en Ucrania: la competitividad.
Durante años, la UE ha priorizado su papel como árbitro y regulador global de las nuevas tecnologías, una estrategia que ha disuadido la creación de potencias tecnológicas propias. Habiendo perdido el tren de la primera ola de la revolución digital, y ante la ausencia de sus propias ‘Big Tech’, el Viejo Continente vive sometido a la influencia de los ‘siete magníficos’ estadounidenses -Apple, Microsoft, Amazon, Alphabet, Meta, Tesla y Nvidia-.
A pesar de esta obsesión de Von der Leyen, el mensaje no cala. Aunque la Comisión intenta priorizar conceptos como la «innovación» y la «inversión» –los campos semánticos más repetidos en sus discursos–, la competitividad apenas representa el 21% en el ámbito del debate público de los ciudadanos.
Esta desconexión se acentúa aún más si se atiende al interés de los medios. Aunque la cobertura mediática europea alcanza el 21%, su impacto se diluye en el ámbito social: «Solo el 4% de los mensajes de la opinión pública giran en torno a la competitividad».

Estados Unidos intercepta y confisca un petrolero frente a las costas de Venezuela

Estados Unidos ha interceptado e incautado un petrolero frente a la costa de Venezuela en aguas internacionales, según han informado tres funcionarios estadounidenses a Reuters este sábado. Esta medida se produce pocos días después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara un … bloqueo a todos los buques de este tipo sancionados que entran y salen de Venezuela.
Esta es la segunda vez en las últimas semanas que Estados Unidos incauta un petrolero cerca de Venezuela, en medio de un importante despliegue militar estadounidense en la región. Desde ese momento, las exportaciones de crudo del país caribeño han caído drásticamente.

Por su parte, los funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato, no especificaron dónde se estaba llevando a cabo la operación, pero agregaron que la Guardia Costera estaba al frente.

«Ordeno el bloqueo total y completo de todos los petroleros sancionados que entran y salen de Venezuela», declaró Trump el pasado martes. Desde que las fuerzas estadounidenses incautaron uno de estos buques frente a las costas del país caribeño la semana pasada, se ha mantenido un embargo efectivo, y los buques cargados con millones de barriles de crudo permanecen en aguas del Estado latinoamericano para evitar ser incautados.

Detenido el tesorero del Elíseo, que saqueó más de 100 piezas de la vajilla de Macron y se las vendió a un trabajador del Louvre

Francia asiste atónita al expolio de sus tesoros patrimoniales en una oleada de robos sin precedentes. Al saqueo de joyas del Louvre, de oro en el Museo de Historia Natural o cerámica en el Museo Adrien-Dubouché de Limoges se suma nada menos que la … propia casa del presidente, Emmanuel Macron. Este lunes el tesorero del palacio del Elíseo ha reconocido que durante casi dos años robaba piezas de porcelana de la vajilla de Presidencia para vendérsela, precisamente, a un coleccionista de Versalles y trabajador del Louvre.
Tal como ha contado el diario ‘Le Parisien’, Thomas M., de unos cuarenta años, maestro de sala y tesorero de la Presidencia de la República, habría urdido un plan para retirar piezas de porcelana de la vajilla del Elíseo para poder venderlas a un coleccionista. Incluso llegó a falsificar los inventarios de tesorería del palacio, por lo que gozó de discreción en su actividad criminal durante más de un año, a pesar de que los objetos eran de uso habitual en cenas y otras ceremonias oficiales que tienen lugar en la histórica vivienda del jefe del Estado francés y su familia, en este caso, su mujer, Brigitte Macron.

Gracias a su puesto como máximo responsable de la gestión de este patrimonio, que había ostentado durante los últimos cinco años, Thomas M. logró sustraer más de 100 piezas, como tazas, platos o cubiertos, parte de una colección que Marcon ordenó comprar a la prestigiosa fábrica de porcelana de Sèvres por medio millón de euros, como ya contó ABC en 2018.
En el juicio de este lunes, además del tesorero se han sentado en el banquillo su mujer, que trabaja en un anticuario, y una tercera persona: un joven de 30 años residente en Versalles, que además de ser un apasionado coleccionista de porcelana trabaja dentro del equipo de seguridad del Museo del Louvre, en principio, sin relación con el robo de más de 88 millones de euros en joyas del pasado octubre.