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La segunda huelga general contra Meloni en dos meses tampoco logra parar Italia

Durante décadas, cada huelga general convocada por la CGIL (Confederación General Italiana del Trabajo) solía tener el mismo titular en los medios: «Italia se paraliza». Este viernes, 12 de diciembre, la fotografía es distinta. La CGIL, sindicato de izquierdas y mayoritario –aunque con una afiliación … cada vez más envejecida y fuertemente compuesta por pensionistas–, ha convocado un paro general contra la Ley de Presupuestos del Gobierno Meloni. Pero el país ha continuado moviéndose, con fricciones, algunos servicios interrumpidos y con manifestaciones en algunas ciudades, pero sin paralizarse.
La convocatoria llega en un contexto de fatiga social. A diferencia de épocas pasadas, muchos trabajadores no pueden permitirse perder un día de sueldo. El cansancio por las convocatorias también pesa. La CGIL llamó a otra huelga «general» el pasado 3 de octubre, a favor de Gaza, bajo el lema «Lo paramos todo», que tuvo un impacto muy limitado. Este viernes, el escenario se ha repetido parcialmente: la huelga se nota en sectores donde la CGIL conserva fuerza –metalurgia, transportes, servicios públicos–, pero su seguimiento es irregular en el resto del tejido productivo. Según la CGIL, la media nacional de participación ha sido en torno al 68%.
Más allá del rechazo a los presupuestos del Estado, el sindicato exige aumentos salariales para compensar la pérdida de poder adquisitivo; frenar el incremento de la edad de jubilación; rechazar la carrera de rearme y redirigir esos recursos hacia sanidad y educación; impulsar políticas industriales efectivas; y acometer una reforma fiscal considerada más justa, que alivie a trabajadores y pensionistas.

En el transporte público, las interrupciones han sido relevantes, aunque no generalizadas. La M3 de Milán y la línea 1 del metro de Nápoles han cerrado durante horas. En Roma, en cambio, el transporte público de Atac funciona casi con normalidad porque la huelga del sector ya se celebró el martes. En el ferrocarril, el paro del personal va de la medianoche a las 21.00, pero se garantizan los trenes de larga distancia y los regionales en las franjas de 6–9 y 18–21. Los vuelos aéreos operan con total normalidad, al tener una jornada de protesta propia convocada para el día 17.
La fotografía territorial es aún más fragmentada. En Liguria se han cancelado más de una quincena de trenes Intercity y regionales, y miles de trabajadores se han manifestado en Génova. En Emilia-Romaña y Lombardía se han suprimido trenes regionales y cerrado escuelas; en Campania, los primeros desplazamientos del día han sufrido retrasos moderados.
Mientras tanto, la restauración, el comercio y la hostelería –donde predominan los contratos privados y sectores menos sindicalizados– funcionan casi con normalidad. Bares, restaurantes y tiendas han abierto sin grandes variaciones. Para miles de empleados con salarios bajos o contratos precarios, la decisión de trabajar no es política: es económica.
El choque de declaraciones ha sido inmediato. La CGIL reivindica una alta participación y habla de «plazas llenas» en toda Italia, con una gran manifestación en Florencia encabezada por su secretario general, Maurizio Landini. El Gobierno, por su parte, trata de desactivar la narrativa del bloqueo. El vicepresidente y ministro de Transportes, Matteo Salvini, visitó la central operativa de Ferrovie dello Stato, en Roma, para comunicar que «las molestias o perturbaciones son muy limitadas» y que los datos de circulación son «alentadores».
En el frente político, la huelga deja al desnudo la soledad del sindicato de izquierdas. Ni la Cisl ni la Uil se han adherido, rompiendo la unidad sindical que históricamente daba fuerza a las grandes movilizaciones. La Uil, que el año pasado marchó junto a la CGIL, ha preferido organizar otras iniciativas. Este aislamiento se extiende al plano partidista: los únicos apoyos explícitos llegan desde la alianza Verdi–Sinistra. El Partido Democrático, el mayoritario de la oposición, y el M5S se han limitado a enviar delegaciones, sin colocar a sus líderes en la primera fila.
Desde la derecha, el discurso es contundente. La diputada de Hermanos de Italia Augusta Montaruli acusa al sindicato de «aislamiento» y considera «incomprensible» intentar parar el país cuando, según el Gobierno, el empleo está en máximos. Y reivindica los fondos de la ley de presupuestos para pensiones y jóvenes.

Italia no se paraliza, pero tampoco es indiferente. La huelga exhibe el malestar social, pero también los límites de un sindicalismo que ya no moviliza como antes

Landini, desde el escenario de Florencia, replica cargando contra el Ejecutivo. Denuncia que «estamos ya en un régimen» y que el Gobierno «cuenta al país un relato que no existe». El analista Dario Di Vico, en ‘Il Foglio’, periódico liberal, resume la tensión interna y externa que atraviesa a la CGIL al describir a Landini como un líder que ha llevado a su sindicato hacia un modelo combativo, cercano a los Cobas (comités autónomos de base, de fuerte tradición asamblearia): más lucha política que negociación, más plaza que mesa de diálogo, más coalición social que unidad sindical.
El balance de la jornada es revelador: Italia no se paraliza, pero tampoco es indiferente. La huelga exhibe el malestar social, pero también los límites de un sindicalismo que ya no moviliza como antes. Entre un Gobierno que presume de «disgustos limitados» y un sindicato que reivindica «plazas llenas», la disputa va más allá de la ley de presupuestos: es una batalla política en la que Landini, con claras aspiraciones políticas, según muchos analistas, es hoy el protagonista visible en su pulso al Gobierno de Meloni.

El miedo se apodera de los cristianos en la nueva Siria de Al Sharaa

El padre Peter dirige la oración y las canciones se mezclan con los martillazos y el estruendo de un generador. Un grupo de 200 fieles participa en la misa en recuerdo por los miembros de la comunidad fallecidos en 2025. Es un día de duelo … en el bajo de la iglesia greco-ortodoxa del Profeta Elías, en el que los fieles celebran las ceremonias desde hace seis meses. El 22 de junio ha quedado grabado con sangre en sus vidas. Ese domingo, pasadas las seis de la tarde, se produjo el primer atentado suicida de la historia de la nueva Siria y el objetivo fue esta iglesia del barrio de Dweila, a las puertas de la ciudad vieja. Fueron asesinados más de una veintena de fieles.
Desde entonces rezan en el sótano, mientras los obreros trabajan en la reparación del templo con el objetivo de reabrir las puertas lo antes posible. Desde entonces, el miedo y la desconfianza con las nuevas autoridades islamistas no ha parado de crecer entre unos cristianos de Siria que no creen en las buenas palabras de Ahmed Al Sharaa, presidente interino y exlíder de Al Qaida. «No estamos cómodos, tenemos miedo de salir a la calle, esa es la verdad. Cada vez que hay un acto hostil, las autoridades dicen que es ‘un acto individual’, pero no hacen nada para contener estas acciones y resulta perturbador. En el fondo son extremistas y tienen el poder», denuncia el padre Peter, quien alerta de un éxodo masivo de cristianos si las cosas no cambian.
Ese domingo negro de junio, un hombre armado con un fusil de asalto entró en el recinto de la iglesia y comenzó a disparar a quienes estaban en su camino hasta llegar a la puerta principal. La empujó y abrió fuego de forma indiscriminada. Acabado el cargador, sacó una granada del bolsillo, pero no le dio tiempo a activarla porque dos fieles se le echaron encima. Entonces, en el suelo, detonó la bomba que llevaba en su mochila. «La explosión fue muy fuerte pero, si llega a inmolarse en el centro de la iglesia habría sido mucho peor. Esos dos hombres que le cerraron el paso salvaron muchas vidas», recuerda el padre Peter, encargado de oficiar la misa en el momento de un ataque que dejó 25 muertos y 120 heridos.

El Ministerio de Interior atribuyó el atentado al grupo yihadista Estado Islámico (ISIS), ordenó levantar puestos de control en los accesos a este barrio de mayoría cristiana y detuvo a varios sospechosos por su vinculación con el atentado. El ministro Anas Khattab calificó lo sucedido de «crimen reprensible» y aseguró que «estos actos terroristas no detendrán los esfuerzos del Estado sirio por lograr la paz civil». El padre Peter piensa que «todo fue un teatro. Instalaron puntos de control, pero generaban más preocupación y miedo que tranquilidad, por lo que pedimos que los quitaran y pusimos a personas de la comunidad en la entrada de la iglesia para vigilar».
La reacción de los sacerdotes fue transmitir a la comunidad que «el atentado no puede matar a la Iglesia, sino que debe darle más vida. Nuestra religión nos enseñó amar la vida, por lo que trabajamos sin descanso y una semana después oficiamos un funeral colectivo al que acudieron miles de personas», recuerda el padre con emoción. Pero, pasada la efusividad inicial, el miedo es una losa que no pueden quitarse de encima. Los cristianos en Siria (ortodoxos, siríacos, asirios, maronitas, católicos de rito armenio…) representaban el 10 por ciento de los 22 millones de habitantes del país antes del estallido de la guerra civil en 2011. Ahora no hay cifras oficiales, pero las estimaciones apuntan a que más de medio millón de cristianos vive como desplazado o ha emigrado al extranjero.

Los fieles acuden a la iglesia greco-ortodoxa del barrio de Dweila, en obras por el atentado de junio

MIKEL AYESTARAN

En los aledaños del templo, un grupo de jóvenes sigue la marcha de las obras de reparación. «Hay más miedo que antes y cada vez viene menos gente a la iglesia porque pensamos que puede repetirse el atentado. Esperemos que con la ayuda de Dios las cosas mejoren, debemos estar muy unidos para superar esto», opina Fidel, estudiante de tercer año de Medicina en la Universidad de Damasco. Sus amigos prefieren no hablar.

«Hay más miedo que antes y cada vez viene menos gente a la iglesia porque pensamos que puede repetirse el atentado«

Fidel
Estudiante de Medicina en Damasco

Los cristianos comparten las mismas sensaciones que drusos y alauitas, las otras minorías religiosas del país. El padre Peter lamenta que «ellos creen que somos diablos o una especie de error en este país y lo quieren arreglar por sus medios. Hicieron una revolución de un solo color y no nos quieren. Tratan de embellecer sus actos ante el mundo, pero la realidad es otra bien diferente».

La madre de María Corina Machado, tras reencontrarse con su hija: «Han sido muchos meses de soledad»

Tras concluir los actos oficiales de la entrega del premio Nobel de la Paz, el ritmo de todos baja un poco. El vestíbulo del Grand Hotel comienza a vaciarse, y la prensa a desaparecer después de unos días muy intensos, presididos por la incertidumbre sobre … la presencia de María Corina Machado en Oslo. Pero llegó.
Los abrazos fueron «interminables», asegura Corina Parisca, la madre de la galardonada sobre cómo fue el reencuentro tras tanto tiempo. Parisca llevaba desde el pasado mes de mayo sin ver a Machado, y los hijos dos años. «El primer día la vi muy cansada, ya al día siguiente se estaba recuperando. Han sido muchos meses de soledad», declara a ABC, en referencia a los 16 meses en los que Machado estuvo viviendo en la clandestinidad para evitar ser detenida por el régimen de Maduro, cuya Fiscalía ha abierto varias causas contra ella y que la amenazó con declararla «prófuga» si abandonaba Venezuela.
En ese tiempo de aislamiento, la líder opositora ha tenido que acostumbrarse a autogestionarse en todas las facetas de su vida, incluso las más prosaicas: «Mami, aprendiendo a hacer cosas que nunca había hecho, como lavar, planchar, cocinar… No tengo a nadie», le contaba Machado a su madre tras reunirse con ella y el resto de la familia la madrugada del pasado miércoles, cuando logró aterrizar en Oslo, tras un periplo de película para salir de Venezuela. «Pero he aprendido a apreciar la soledad», también le dijo a su madre.

Igual de emocionante fue el encuentro con su hija Ana Corina Sosa, quien recogió el premio en su nombre debido a su ausencia. «La vi con la frente en alto, pero también vi a una mamá que sentía el anhelo de reunirse con su familia, de abrazarla», explica a preguntas de ABC en un encuentro con varios medios.
Sobre su arriesgada salida de Venezuela, Ana Corina Sosa relató que «fue un trayecto muy duro, y espero que el mundo también se dé cuenta de la crueldad de este régimen criminal, que persigue y asesina».
De hecho, Ana Corina Sosa llegó a temer la muerte de su madre en su odisea desde Venezuela hasta Noruega. «Fue un momento de grandes riesgos donde no sabíamos si ella iba a llegar viva, si iba a llegar normal y eso es muy real», recordó. Además, aprovechó para denunciar que «eso lo viven hoy cientos de familias venezolanas. Hoy tenemos 887 presos políticos que están siendo torturados y no se les da atención médica. Eso lo vivió mi mamá también».
Por todas estas penalidades y abusos, la hija de la Nobel de la Paz pidió «al mundo entero que nos escuchen, que no se trata solo de librar a un pueblo, sino que es algo de urgencia porque vivimos una crisis humanitaria y necesitamos apoyo».

Encuentro con los Reyes de Noruega

Mientras su madre y su hija hablan con algunos medios, María Corina Machado no está muy lejos. Tras reunirse por la mañana a puerta cerrada con los Reyes de Noruega, Harald V y Sonia, y con el Príncipe heredero Haakon, en el Palacio Real de Oslo, la podemos ver en el bar del Grand Hotel, hablando con el presidente electo de Venezuela, Edmundo González, y quizá compartiendo planes de trabajo tras muchos meses de tener que trabajar en la distancia. A ellos se les une el expresidente colombiano Iván Duque, un gran defensor de la lucha de Machado y acérrimo crítico del régimen de Maduro. Duque también ha viajado a Oslo para acompañar a la líder opositora a recoger su galardón, ceremonia a la que ella no pudo llegar a tiempo.
Minutos después, la galardonada se reúne con miembros de su equipo en otro lugar del vestíbulo, donde comparten abrazos –que tanto necesitaba Machado– y selfis, que las afortunadas muestran con orgullo como si se tratara de una joya. Machado para muchos ha pasado de ser una líder a un icono.

En el bar del Grand Hotel se ve a Machado y a Edmundo González charlando, a los que se une durante unos minutos el expresidente colombiano Iván Duque

Antes de comer, la galardonada también comparte algo de su tiempo con un reducido grupo de medios extranjeros, ante los que insiste en no revelar ningún dato sobre la operación de extracción que le ha permitido estar en Oslo. Machado, que sí ha confirmado que contó con ayuda de EE.UU. para salir, se muestra categórica sobre este asunto.
Mientras tanto, en el vestíbulo del hotel se escucha el trasiego de clientes que llegan y otros que ya se van, y algo de acento venezolano, el de los más rezagados que todavía no se han ido.
Machado sigue moviéndose por el vestíbulo de abrazo en abrazo, siempre con una sonrisa, de selfi en selfi. Se reúne con su familia y su equipo para comer. Nadie le molesta. La seguridad existe, pero es discreta. En el momento de abandonar el restaurante se escucha un tímido aplauso, que rápidamente es acompañado. Son los comensales de las otras mesas, y los huéspedes del hotel que la reconocen. Y ella, de un extraordinario carisma, sonríe con timidez y agradece el gesto. El fenómeno María Corina Machado es hoy más universal que nunca.

La Fiscalía de Bolivia solicita prisión preventiva para el expresidente Luis Arce por riesgo de fuga

La Fiscalía de Bolivia ha solicitado este jueves prisión preventiva durante tres meses para el expresidente Luis Arce, quien se encuentra detenido desde la víspera por presunto desvío de capitales del Fondo Indígena durante su mandato como ministro de Economía.El Ministerio Público … ha pedido que el dirigente del Movimiento al Socialismo (MAS) sea enviado a la cárcel de Qalahuma de la ciudad de Viacha, en el departamento de La Paz, alegando riesgo de fuga y obstrucción a la investigación, además de los indicios por los que el exmandatario fue arrestado.

El escrito de imputación, al que ha tenido acceso el diario ‘El Deber’, recoge que Arce -que se ha acogido a su derecho a no declarar en su primera comparecencia ante las autoridades- «sugirió, promovió y autorizó la canalización irregular de fondos públicos hacia cuentas particulares».

Además, la Fiscalía ha anunciado que llamará a declarar a 24 personas clave en el marco de la causa, incluidas la exministra de Desarrollo Rural Nemesia Achacollo, la excónsul de Bolivia en Puno (Perú) Felipa Huanca y otros ex altos cargos durante el período en que se habrían cometido los delitos.

El primer ministro de Tailandia disuelve el Parlamento y convoca elecciones anticipadas en medio de las tensiones con Camboya

El primer ministro de Tailandia, Anutin Charnvirakul, ha disuelto este viernes el Parlamento y convocado elecciones anticipadas, horas después de apuntar a este movimiento con el fin de «devolver el poder al pueblo», en medio del repunte de la violencia en la frontera con … Camboya, que ha dejado esta semana más de una veintena de muertos.
«La Cámara de Representantes se disuelve para celebrar una nueva elección legislativa para los miembros de la Cámara», reza un decreto difundido en la Gaceta Real, el diario oficial de Tailandia. El texto defiende esta decisión alegando que es la «solución adecuada (…) para obtener un gobierno mayoritario estable (…), de modo que la administración del país pueda seguir funcionando de forma fluida y ordenada» frente al actual gobierno en minoría liderado por Charnvirakul y los «numerosos problemas políticos internos» que enfrenta.

«De continuar esta situación, generará inestabilidad política y afectará la confianza internacional, lo que podría afectar significativamente el sistema económico del país y, en última instancia, provocar una pérdida de confianza pública en el sistema parlamentario y la gobernanza democrática», advierte el escrito.

En esta línea, defiende la acción del gabinete pese a los «numerosos desafíos debido a la incertidumbre generalizada», citando entre sus prioridades la guerra comercial, el impacto de los desastres naturales, la delincuencia transnacional y la necesidad de resolver de forma «urgente» las disputas entre Tailandia y Camboya «mediante mecanismos diplomáticos de negociación adecuados, junto con una sólida defensa nacional».

Machado pasó horas a la deriva en el mar antes de ser rescatada en su salida de Venezuela, según WSJ

«Soy yo, María». María Corina Machado gritó su nombre y agitó los brazos desde un pequeño barco de pesca a la deriva en el Caribe, entre olas de tres metros, en la oscuridad de la alta mar, en la madrugada del miércoles. La … activista venezolana estaba a punto de poner fin a lo más duro de su salida clandestina de su país, en un periplo de película hacia Noruega para recibir el premio Nobel de la Paz.
Machado no llegó a tiempo para recibir el galardón, pero logró presentarse ante el mundo como la defensora de la causa de la libertad en Venezuela frente a la dictadura de Nicolás Maduro. Los detalles de la peligrosa aventura de Machado han sido revelados por ‘The Wall Street Journal’. El diario neyorquino ha hablado con Bryan Stern, un veterano del Ejército de EE.UU. que lidera una organización privada para extracciones en zonas de guerra, con experiencia desde Afganistán a Gaza.
Stern fue quien gritó «¡María!» desde el barco que acudió a rescatar a la barca pesquera en la que iba Machado. Habían escapado de Venezuela de forma clandestina, tras años en los que Machado ha liderado la oposición democrática a Maduro, y después de meses escondida en un suburbio de Caracas. El objetivo era llegar a la isla de Curaçao y, desde ahí, volar a Noruega.

Machado llevaba una chaqueta voluminosa y una gorra oscura de béisbol. Sus acompañantes en la barca blandían las luces de sus móviles para que el barco de rescate de Stern les encontrara.
No extraña que Machado calificara su salida de Venezuela como «milagro» cuando llegó a Oslo. Durante tres horas, según el diario neoyorquino, Machado navegó a la deriva en el Caribe. Su GPS se había caído por la borda en medio del fuerte oleaje y el aparato de recambio no funcionó. No llegaron al punto de encuentro acordado con Stern y estuvieron perdidos.
Tras el encuentro, fue el propio Stern quien sacó a Machado de la barca y le dio una bebida isotónica, algo de comer y un jersey seco. De inmediato, Machado envió un vídeo a las autoridades de EE.UU. para probar que estaba de camino a Curaçao sana y salva: «Mi nombre es María Corina Machado. Estoy viva, segura y muy agradecida».
Stern bautizó la extracción de Machado con el nombre de Operación Dinamita Dorada, un guiño al fundador de los premios Nobel, Alfred Nobel, que hizo fortuna con la invención de ese explosivo.

Rumbo a Noruega

El periplo comenzó cuando Machado salió de su escondite, oculta con peluca y disfraz. La trasladaron a un pueblo costero, donde esperaba una barca pesquera humilde, elegida así para evitar que el Ejército de EE.UU. la confundiera con las narcolanchas de gran capacidad a las que ha atacado desde principios de septiembre.
Pero esa barca tuvo problemas mecánicos. Y en lugar de partir en el amanecer del martes como estaba previsto, tuvieron que hacerlo casi al final del día. El retraso, las condiciones duras en el mar y la pérdida del GPS provocaron que Machado no llegara a recoger su premio. En su lugar, lo recibió su hija, Ana Corina Sosa, que leyó un discurso en su nombre.
Stern aseguró que la operación se realizó en contacto constante con autoridades militares de EE.UU. Les mantuvo informados de los pormenores, compartió su localización y llegó a pedir su asistencia para localizar a Machado cuando navegaba a la deriva y perdió comunicación con ella.
También confirmó a ‘The Wall Street Journal’ que la operación estuvo financiada por donantes privados, sin dinero del Gobierno de EE.UU., y que su equipo planeó hasta nueve posibles escenarios para la extracción de Machado: desde un rescate en helicóptero a una huida cruzando la frontera de Colombia o Guyana. También hicieron correr rumores falsos sobre los planes de Machado para asistir a la ceremonia en Oslo.
Según Stern, no tuvo colaboración de miembros del Gobierno o del Ejército de Venezuela. Aunque eso no impide la posibilidad de que algunos pudieran cooperar en la salida de Machado, de forma voluntaria o por puros errores en la vigilancia a la activista.
La gran dificultad era la fama de Machado. «Todo el mundo conoce su rostro. Mover a María es como mover a Hillary Clinton», añadió Stern. Pero, una vez evacuada de Venezuela y rescatada del mar, Machado estaba a salvo. Stern aseguró que en el trayecto hacia la isla caribeña hablaba sobre todo de su hija, a la que no había visto en dos años.