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Israel anuncia «pausas tácticas» en algunas zonas de Gaza para permitir la entrada de ayuda humanitaria tras la muerte de más de 100 personas por inanición

27/07/2025

Actualizado a las 08:56h.

El Ejército israelí ha anunciado que harán «pausas tácticas» en sus operaciones militares en partes de la Franja de Gaza por motivos humanitarios. «La pausa comenzará en las zonas donde no operan las FDI: Al Mawasi, Deir el Balah y Ciudad de Gaza, todos los días hasta próximo aviso», indicó el ejército en un comunicado por Telegram. Este domingo comenzarán con una interrupción de 10 horas diarias. Se designarán rutas seguras para el paso de las caravanas humanitarias. El anuncio se produce después de la muerte de más de 100 personas por inanición, la mayoría de ellas en las últimas semanas, según la UNRWA (Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio).
«De acuerdo con las directivas del escalón político y como parte del esfuerzo continuo de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), a través de su Centro de Ayuda Humanitaria, para aumentar el alcance de la ayuda humanitaria que entra en la Franja de Gaza, a partir de hoy (domingo), se iniciará un alto el fuego táctico local de la actividad militar, para atender las necesidades humanitarias, de 10.00 a 20.00 horas», ha anunciado el Ejército israelí en su cuenta en la red social X.

En la misma publicación, las fuerzas de Israel han aclarado que este parón se iniciará «cada día hasta nuevo aviso» en zonas en las que las FDI «no operen», como Al Mawasi, Deir al Balá y la Ciudad de Gaza. «Esta decisión se ha coordinado con la ONU y organizaciones internacionales tras conversaciones al respecto», han agregado, señalando que se han definido además «rutas seguras permanentes, de 06.00 a 23.00 horas». El objetivo de esta medida no es otro que garantizar «el movimiento seguro» de los convoyes humanitarios de Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales de ayuda, para que pueda «entrar y distribuir alimentos y medicamentos» a la población de todo el enclave.
In accordance with directives from the political echelon, and as part of the IDF’s ongoing effort, led by COGAT, to increase the scale of humanitarian aid entering Gaza, a local tactical pause in military activity will take place for humanitarian purposes from 10:00 to 20:00,… pic.twitter.com/y7gTmtfidj— Israel Defense Forces (@IDF) July 27, 2025

«Las FDI continuarán apoyando el esfuerzo humanitario sobre el terreno, junto con las maniobras y la actividad ofensiva continuas contra las organizaciones terroristas en la Franja de Gaza, para proteger a los ciudadanos del Estado de Israel. Las FDI están preparadas para ampliar el alcance de la operación según sea necesario», concluye el comunicado castrense. El presidente del país, Isaac Herzog, ha aplaudido las «importantes» medidas emprendidas por sus Fuerzas Armadas y ha instado a la ONU y otras ONG internacionales a colaborar con la administración israelí en los territorios palestinos ocupados -la COGAT- y a «cumplir con su parte y garanticen que la ayuda llegue sin demora a quienes la necesita».

Estados Unidos habría trasladado armas nucleares a suelo británico por primera vez en casi 20 años

27/07/2025

Actualizado a las 07:29h.

La presencia de armas nucleares estadounidenses en Europa ha vuelto al centro del debate estratégico tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Durante décadas, Reino Unido había dejado de albergar armas nucleares estadounidenses, al menos oficialmente, desde su retirada en 2008, pero ahora, analistas de inteligencia han declarado al medio ‘The Times’ que Estados Unidos habría trasladado bombas nucleares al Reino Unido para su posible despliegue en un nuevo escuadrón de aviones británicos. Este movimiento marcaría un giro significativo en la política de disuasión de la OTAN y en la postura nuclear de Washington en Europa.
Este posible reposicionamiento tiene lugar en un contexto de crecientes tensiones con Rusia y de evolución del papel del Reino Unido en el equilibrio nuclear occidental. Aunque tanto el Pentágono como el Ministerio de Defensa británico se han abstenido de corroborar o negar la presencia de armas nucleares, varias pistas apuntan a que la transferencia ya se habría producido. Un portavoz del Ministerio de Defensa británico reiteró que: «El Reino Unido y la OTAN mantienen desde hace tiempo una política de no confirmar ni negar la presencia de armas nucleares en ningún lugar».

Indicios de la transferencia

Un avión de transporte militar C-17 Globemaster fue rastreado durante un vuelo de diez horas desde la base aérea de Kirtland (Nuevo México), principal centro de almacenamiento nuclear de la Fuerza Aérea de EE. UU., hasta la base británica de Lakenheath (Suffolk).

William Alberque, exdirector de no proliferación nuclear de la OTAN, declaró a ‘The Times’ que el vuelo fue realizado con los transpondedores encendidos, permitiendo su seguimiento por parte de terceros. Además, el espacio aéreo sobre la base fue restringido, y el avión no regresó inmediatamente a Estados Unidos, lo que —según Alberque— sugiere una «entrega en un solo sentido». Yañadió que la activación de los transpondedores podría incluso haber sido una señal deliberada dirigida a Moscú.

Trump y Epstein: años de fiestas, secretos y amistades peligrosas

Donald Trump y Jeffrey Epstein se conocieron alrededor de 1990, cuando este último compró una mansión a tres kilómetros de Mar-a-Lago, el famoso club privado del hoy presidente de Estados Unidos en Palm Beach. Ambos eran ya figuras conocidas en los … círculos sociales de la jet set de Manhattan y Florida: neoyorquinos ambiciosos, con fama de ostentosos y mujeriegos. Tenían en común una predilección por los saraos, los contactos de altos vuelos y, según admitieron ambos a lo largo de los años, las jóvenes atractivas.
La primera vez de la que hay registros de ambos juntos, compartiendo copas y risas, fue en 1992, cuando Trump organizó una fiesta en Mar-a-Lago con animadoras de los Buffalo Bills, un equipo de fútbol americano. En el vídeo de esa noche, difundido en su día por la cadena NBC, Trump aparece señalando mujeres y comentando en voz baja con Epstein, que estalla a carcajadas.
Aunque el presidente lo niegue ahora, Donald y Jeff fueron por un tiempo inseparables. Unos meses después, el empresario George Houraney alquiló Mar-a-Lago para un concurso de chicas de calendario. Quería el glamour de la mansión con una lista de invitados VIP. Cuando llegó el evento, en esa lista estaban solo Trump y Epstein.

De aquella noche se supo más por una denuncia posterior. Jill Harth, pareja del organizador, acusó a Trump de besarla y tocarla a la fuerza en una habitación de Mar-a-Lago. También declaró que una concursante le contó que Trump se metió en su cama sin permiso. Retiró la demanda en 1997, tras un acuerdo entre Trump y su entonces pareja.
Hasta a su segunda boda invitó Trump a Jeffrey Epstein. Viejas imágenes que han salido a la luz ahora muestran al financiero en la celebración del matrimonio entre Donald Trump y Marla Maples, en el hotel Plaza de Nueva York, en diciembre de 1993. En una de las fotos, Epstein aparece sonriendo detrás de varios invitados, entre ellos el afamado presentador de radio Howard Stern. Ese mismo año, otra imagen lo muestra con Trump y sus hijos Ivanka y Eric en la inauguración del Harley Davidson Café.
Se les vería juntos con frecuencia durante más de una década, hasta 2004, en fiestas privadas, desfiles de moda como el de Victoria’s Secret, inauguraciones de negocios y saraos en Palm Beach, Miami y Manhattan. Compartían mesa en cenas exclusivas, apariciones públicas en Mar-a-Lago y vuelos en el jet de Epstein… Eran, a todas luces, amigos cercanos.
En los registros que obran en poder del FBI, el nombre de Trump figura en al menos siete trayectos de ese jet. Se le menciona decenas de veces en los archivos del caso Epstein, y la fiscal general, Pam Bondi, se lo dijo en mayo. A pesar de sus promesas, no ha hecho públicos esos dosieres en seis meses en el cargo.
Epstein fue compadre de Trump durante el divorcio de Marla Maples, cuando este último inició su relación con Melania Knauss, la hoy primera dama. En 2000, posaron los cuatro juntos —Trump, Melania, Epstein y su novia— durante una fiesta en Mar-a-Lago, en una imagen que hoy resulta incómoda.

Donald y Melania Trump, con Epstein y Ghislaine Maxwell

ABC

De hecho, en una conversación grabada por el periodista Michael Wolff en agosto de 2017, Epstein afirmó que Trump y Melania pasaron su primera noche juntos a bordo de su avión privado, el apodado ‘Lolita Express’. Según Epstein, la relación entre ambos comenzó allí, cuando todavía no eran una pareja oficial.

Diez años de compadreo

Wolff le preguntó cómo sabía todo eso. La respuesta de Epstein fue directa: «Fui el amigo más cercano de Donald durante diez años». En esas cintas, Epstein describe a Trump como un hombre obsesionado con seducir a las esposas de sus amigos y detalla supuestas maniobras para lograrlo, incluso haciéndolas escuchar en secreto las conversaciones íntimas de sus maridos. También se refiere a encuentros que ambos habrían tenido con mujeres en Atlantic City y en la Torre Trump, retratando una amistad basada en el ejercicio del poder, la ostentación y el deseo.
El contenido de esas grabaciones es parte del archivo de Wolff utilizado para su libro ‘Fuego y furia’, y contradice la versión pública de Trump, quien ha intentado desmarcarse de Epstein desde su detención en 2019. El presidente calificó las grabaciones como «difamaciones falsas» y «una injerencia electoral». Epstein murió en prisión por suicidio en 2019 y no puede ya responder a esas alegaciones.
Del brazo de Epstein, una mujer británica, morena, de pelo corto, mirada plácida y sonriente, comenzó a aparecer con frecuencia por Mar-a-Lago. Se llamaba Ghislaine Maxwell. Era hija de un magnate de prensa, amiga —y a veces algo más— de Epstein. En Palm Beach se movía con soltura, elegante y discreta, pero con una función concreta: era su conseguidora.
Según múltiples testimonios hechos públicos en su juicio, Maxwell reclutaba a chicas jóvenes para Epstein, les prometía trabajo como masajistas y luego las introducía en una red de abuso sexual al servicio de su pareja y sus poderosos amigotes.
Hoy, Ghislaine Maxwell cumple una condena de 20 años en una prisión federal por tráfico sexual de menores. Según ha confirmado su abogado, está colaborando con el Departamento de Justicia. Desde su celda, ha sido interrogada varias veces por fiscales que intentan reconstruir el alcance de la red y aclarar los vínculos con figuras políticas, empresariales y diplomáticas que orbitaban en torno a Epstein.
En el verano de 2000, mientras Donald y Jeffrey compartían fiestas, vuelos y cenas, una joven rubia de ojos azules, de aspecto inocente y confiado, trabajaba en los vestuarios de Mar-a-Lago, empleada de Trump. Había obtenido el trabajo porque su padre era técnico de mantenimiento allí. Se llamaba Virginia Roberts, luego conocida como Virginia Giuffre. Era de California. Tenía entonces 16 años. Según testificó, fue reclutada por Maxwell mientras leía un manual de masajes durante su turno. Le ofreció trabajar como masajista privada para Epstein. Lo que siguió, denunció años después, fue una rutina de abusos, viajes en jets privados y encuentros forzados con hombres poderosos.
Fue la primera víctima en romper el silencio. Demandó a Epstein, señaló a Maxwell como reclutadora y acusó al príncipe Andrés del Reino Unido de haber abusado sexualmente de ella cuando era menor de edad. En 2021, lo demandó en una corte federal. Un año más tarde, el príncipe selló un acuerdo extrajudicial por una suma confidencial. Fue la primera en dar un valiente paso, quien tiró de la manta. Nunca superó el trauma de aquellos años. Giuffre se suicidó el pasado 25 de abril en su granja de Australia Occidental. Tenía 41 años. Su testimonio fue clave en la caída de Epstein y en la condena de Maxwell. Su historia es una de las piezas centrales del caso.
El presidente niega ahora que supiera nada de las aberraciones de Epstein, de lo que la Justicia ha tratado de probar: que su fortuna venía en gran parte de haber armado una gran red de explotación de menores para ponerlas al servicio de una panda de millonarios sin escrúpulos que pagaban por disfrutar de ellas en sus vuelos, en su isla perdida en el Caribe, en sus fortificadas mansiones.
Pero algo debía saber, a tenor de unas declaraciones suyas en 2002, cuando aún era cercano a Epstein. «He conocido a Jeff durante 15 años. Es un tipo estupendo. Es muy divertido estar con él. Incluso se dice que le gustan las mujeres bellas tanto como a mí, y muchas de ellas son bastante jóvenes», dijo Trump entonces a ‘New York Magazine’.

Ruptura por una mansión

La ruptura entre Trump y Epstein llegó en 2004, y fue por una mansión. Ambos pujaron por la compra de la llamada Maison de l’Amitié, una enorme residencia frente al mar en Palm Beach que había caído en desuso y bancarrota. Los dos querían la propiedad. Sus abogados presentaron ofertas rivales, pero fue Trump quien se la quedó por unos 41 millones de dólares. Años después, él mismo contó que aquello marcó el fin de su amistad con Epstein.

Donald Trump habla con Jeffrey Epstein, en el documental

ABC

Trump alegó después otro motivo: que Epstein se había comportado de forma inapropiada con la hija de una socia del club Mar-a-Lago, y que por eso se desentendió. Pero la disputa por la mansión dejó claro que ya no eran aliados.
Un año después, la Policía de Palm Beach inició la investigación que acabaría destapando la red de tráfico sexual de Epstein. La caída fue lenta. El círculo empezó a cerrarse. Y Trump, que había estado dentro, intentó salirse. Lleva dos décadas marcando distancias, pero la hemeroteca es clara.
En 2005, una mujer denunció que su hijastra de 14 años fue pagada para ir a casa del millonario a darle un masaje desnuda. La policía de Palm Beach abrió una investigación que pronto destapó un patrón: adolescentes captadas por otras chicas o por intermediarias para ir a la mansión, cobrar en efectivo y ser sometidas.
El caso llegó después a manos de fiscales estatales y federales, pero Epstein consiguió evitar el juicio. En 2008 firmó un acuerdo secreto: se declaró culpable de un cargo menor y pasó trece meses en una cárcel del condado, con salidas diarias. El trato, negociado por abogados de alto perfil como Alan Dershowitz y Ken Starr, le dio inmunidad federal a él y a sus cómplices. El fiscal que lo firmó fue Alexander Acosta, quien más tarde sería secretario de Trabajo con Trump.
Durante años, Epstein vivió sin consecuencias: viajó entre Nueva York, Palm Beach y su isla privada en el Caribe. En 2019 todo cambió. Una serie de reportajes del ‘Miami Herald’ y nuevas denuncias, como la de Giuffre, llevaron a su arresto en el aeropuerto de Teterboro. Un mes después apareció muerto en su celda.
Oficialmente fue un suicidio, pero las cámaras de vigilancia fallaron, los guardias aparentemente se durmieron y la autopsia dejó más preguntas que respuestas. Su mano derecha, Maxwell, fue detenida en 2020 y condenada en 2021 a 20 años de cárcel. Desde prisión, ahora habla, y puede arrojar más luz sobre el asunto, y sobre las relaciones con Trump.

Volver a Srebrenica: 30 años del genocidio que conmovió a Europa

Por la carreterilla modesta que lleva de Bratunac a Potočari y a Srebrenica, el cartel de la oficina de turismo del lugar da la bienvenida a visitantes y foráneos de ocasión. Por todo el valle del río Drina, frontera fluvial con Serbia, los topónimos … sobre señales y direcciones dejaron de ser inocentes justo hace ahora treinta años, en plena guerra de Bosnia-Herzegovina (1992-1995).
Uno no puede evitar asociarlos bajo el reverbero del horror. ¿Turismo de la barbarie? La conmoción y la inevitable atracción morbosa no siempre delimitan su halo en quienes viajan por el este de Bosnia, de Foča a Zvornik y Bijeljina. Srebrenica pertenece a la llamada República Srpska, la entidad de los serbobosnios que desde los acuerdos de Dayton que pusieron fin a la guerra convive –es un decir– con la otra entidad paralela (la Federación integrada por bosniacos musulmanes y bosnio-croatas).
Un Alto Representante Internacional, el alemán Christian Schmidt, vigila el formidable embrollo institucional atenazado por la etnicidad y el nacionalismo entre serbios, bosniacos y croatas. Bosnia, sí, podría ser la democracia más compleja del mundo.

Del 11 al 16 de julio de 1995 se perpetró por toda esta zona umbría y boscosa el genocidio de Srebrenica: 8.372 bosniacos musulmanes fueron asesinados en masa en hangares, centros diversos y granjas. Milicias serbobosnias, al mando del general Ratko Mladic (condenado por los tribunales internacionales a cadena perpetua), llevaron a cabo una bestial matanza de varones musulmanes tras la caída de Srebrenica y la inacción del Dutchbat, el contingente neerlandés que debía proteger a la población musulmana de Srebrenica según la resolución 819 de la ONU. De entre los más de 8.372 asesinados, hay casi un millar de los que aún no se han encontrado sus restos (el número total de víctimas podría llegar a 9.000).
Este año se ha cumplido el 30º aniversario del genocidio. Cada 11 de julio se inhuman en el cementerio aledaño al Memorial de Srebrenica los restos de víctimas que han podido identificarse de año en año tras arduos trabajos de la antropología forense.
En su día los matarifes arrojaron los cuerpos en cinco grandes fosas comunes, desde la propia Potočari hasta el más lejano entorno de Zvornik, curso arriba del Drina. Poco después las reabrieron para evitar su hallazgo y esparcieron los restos, a menudo ya desmembrados, en otras fosas secundarias y terciarias distantes entre sí. El sacro de una víctima aparecía en una fosa, mientras un trozo de cráneo o un fémur eran hallados –y con suerte– en otro siniestro hoyo (es el caso de Mirzeta Karic, quien este 11 julio pudo enterrar al menos la mandíbula de su padre).

Memorial de Potocari
Familiares visitan a sus seres queridos fallecidos en el genocidio de Srebrenica
Javier González-Cotta

Asistir a la liturgia luctuosa y al ambiente que roza a veces lo festivo es dejarse llevar por el gentío variopinto que llegado de toda Bosnia acude a honrar a los mártires. El Memorial de Potočari (el vasto cementerio, el oratorio o musalla y un muro ovoide con los nombres de todas las víctimas), se alza frente a las naves de la antigua fábrica de baterías de Potočari.
Fue aquí donde el batallón Dutchbat estableció su cuartel general de 1994 a 1995. En las hoy tétricas instalaciones (herencia fabril de aquel socialismo autogestionado de la era yugoslava de Tito), se encuentra el centro documental y expositivo sobre Srebrenica. Su director actual es Emir Sugaljić, autor de ‘Postales desde la tumba’, turbador testimonio sobre la matanza. Sugaljić, veinteañero y autodidacto, hizo de intérprete entre Naciones Unidas y el propio Ratko Mladic. Sobrevivió para contarlo.
La película Quo vadis, Aida? (2020), de la directora bosnia Jasmila Zbanic, refleja fielmente lo sucedido en la fábrica de Potočari en las horas fatídicas que transcurrieron entre el 11 y el 13 de julio. Los hombres que no habían huido por los indómitos recodos junto al Drina (miles de los huidos serían cazados finalmente), fueron separados de mujeres y niños y asesinados en las inmediaciones del lugar. Conmueve contemplar hoy el olvidado puesto de observación de Naciones Unidas que quedó en los aledaños a la fábrica, o los grafitis obscenos y los chistes que escribieron los soldados neerlandeses mofándose de las mujeres locales («No teeth?, A moustache?, Smel like shit?… Bosnian girl!!»).

La ciudad de Srebrenica
Enclaves de la ciudad asociados al genocidio 30 años más tarde
Javier González-Cotta

Las visitas reiteradas a enclaves asociados al genocidio te depura la mirada y te hace posarla, como el polvo resabiado, en los detalles. Uno: hallé al azar, entre los millares de estelas blancas del cementerio de Potočari, el túmulo con la cruz de la única víctima no musulmana del genocidio (el bosnio-croata y católico Rudolf Hren). Dos: en la carretera de Bratunac a Srebrenica te recibía un cartel electoral con la imagen de Mladen Grujicić, el alcalde serbobosnio que de 2016 a 2024 ocupó el cargo negando el genocidio como tal (fue votado incluso por musulmanes del municipio). Tres: un grafiti naíf en Srebrenica mostraba a un adolescente que martillea un muro, por cuyo boquete asoma un cielo azul con direcciones que llevan a la paz y la felicidad. Cuatro: una nueva iglesia serbia ortodoxa, en oposición a una nueva mezquita, se alzaba en una colina de la sombría ciudad (el entorno acogía la tumba de un soldado serbobosnio muerto en 1992). Cinco: observar en las calles a las mujeres bosniacas en su pormenor diario te hacía recordar la singularidad de la propia Srebrenica, único enclave en zona serbia que es auténticamente mixto (asombra el regreso de muchos bosniacos al trágico lugar de origen, como hizo Suhra Mladic en 2001, la primera mujer en volver a Srebrenica: dos de sus hijos murieron en 1995).
Hoy por hoy, la matización en torno al genocidio y el abierto negacionismo por muchos serbobosnios preña hasta el aire en muchas partes de Bosnia. Kilómetros al sur, en Visegrado (otro enclave truculento asociado a las masacres), un grabado del general Ratko Mladić se halla junto a la orilla del Drina. De fondo uno podía admirar el majestuoso puente otomano que dio lugar a la novela El puente sobre el Drina, del Nobel yugoslavo Ivo Andrić, de quien ahora se cumplen 50 años de su muerte. Paradojas.

El cabecilla de los Choneros, alias 'Fito' fue extraditado a Estados Unidos, este domingo

En un avión del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, que provenía de Richmond, Virginia, el cabecilla de la organización narcodelictiva Los Choneros, José Adolfo Macías, alias ‘Fito’ fue llevado desde Ecuador a ese país, este domingo 20 de julio de 2025, … y se convierte en el primer ecuatoriano en ser extraditado, para responder por al menos siete crímenes federales.
La extradición, 25 días después de haber sido capturado en un búnker en Montecristi, en la provincia costera de Manabí, por fuerzas combinadas de la Policía y las Fuerzas Armadas, es considerado un triunfo para el Gobierno de Daniel Noboa, en cuya primera administración, en una consulta popular, en abril de 2024, se aprobó la extradición que estaba prohibida en la Constitución en vigencia.
En medio de un hermetismo total, alias «Fito» fue trasladado desde la cárcel La Roca, la de mayor seguridad del país, ubicada en Guayaquil, a la Base Aérea de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) y de allí fue embarcado en el avión que vino a recogerlo desde Estados Unidos, poniendo fin, en Ecuador, a la historia de uno de los narcotraficantes más violentos y buscados, tras haberse escapado dos veces de prisión.

La extradición se realiza en instantes que el país sufre una nueva ola de violencia inusitada con masacres atroces que se han cobrado la vida de una veintena de personas en apenas cuatro días, siendo la provincia de Manabí la más sangrienta. Expertos consultados explican que la lucha por la sucesión y el control de la organización narcotraficante Los Choneros, que encabezaba alias ‘Fito’, y está vinculada al cártel mexicano de Sinaloa, es la causa de este recrudecimiento de hechos violentos, y también la lucha por territorio de otros grupos criminales.

‘Fito’ prefiere Estados Unidos

El proceso de extradición de alias ‘Fito’ se aceleró después de que el mismo Macías Villamar dio su consentimiento al presidente de la Corte Nacional de Justicia, José Suing, cuando en una audiencia telemática desde la cárcel, el magistrado le preguntó si deseaba ser extraditado y él le respondió que sí. Apenas terminada la audiencia, el titular la Corte Nacional notificó de inmediato a la ministra de Relaciones Exteriores, Gabriela Sommerfeld, quien a su vez informó a la Embajada de Estados Unidos en Ecuador, y todo fluyó con velocidad.
Alias «Fito» temía ser asesinado en una cárcel ecuatoriana, por lo que su mejor opción fue pedir ser llevado a Estados Unidos, cuya Departamento de Justicia aseguró, por escrito, a las autoridades nacionales, que protegerá su vida por lo que no recibirá pena de muerte y tampoco tendrá cadena perpetua.
Para la región que vive el drama del narcotráfico por décadas, lo de Ecuador, que es más reciente, la decisión del narcotraficante de preferir pagar sus culpas en Estados Unidos es una novedad, porque en la era del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, en Colombia los delincuentes decían que prefieren una tumba en Colombia, que una cárcel en Estados Unidos, y se oponían a ser extraditados; pero la proliferación y violencia de los cárteles internacionales, habría modificado las conductas.

Siete cargos en Estados Unidos

En abril de 2024, la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York formuló siete cargos en contra de Adolfo Macías Villamar. Le acusan de conspiración para la distribución de cocaína; asociación ilícita para la compra de armas de fuego por testaferros entre 2022 y 2024; contrabando de mercadería desde Estados Unidos; uso de armas de fuego en fomento del tráfico de drogas; tráfico de 1.100 kilogramos de cocaína en noviembre de 2024; tráfico de 1.800 kilogramos de cocaína en enero de 2025 y tráfico de 800 kilogramos de cocaína el 19 de febrero de 2025.
En las cárceles de Estados Unidos hay dos narcotraficantes ecuatorianos más, pero fueron extraditados desde Colombia.
El operativo de este domingo para extraditar a alias «Fito» se realizó bajo total hermetismo, al punto de que las autoridades encargadas de la vigilancia carcelaria SNAI solo confirmaron los rumores de la salía de La Roca, a media tarde, cuando el avión ya sobrevolaba Panamá rumbo a Estados Unidos, y Adolfo Macías Villamar estaba en manos de las autoridades de ese país.

La ONG del chef José Andrés deja de dar comidas en Gaza por falta de suministros

20/07/2025 a las 23:32h.

La ONG World Central Kitchen (WCK), del chef asturiano José Andrés, ha anunciado que ha dejado de dar comidas en la Franja de Gaza por falta de suministros, ya que los camiones se encuentran parados en la frontera debido al bloqueo israelí.
«Nuestros equipos de Gaza han vuelto a quedarse sin comida para cocinar. Hemos agotado todas las reservas y nuestros camiones están parados en la frontera», ha indicado la ONG en un comunicado.

Sí continúan horneando pan y entregando agua potable, «pero la gente de Gaza necesita comidas calientes». «Ayer [este sábado] servimos más de 80.000 comidas y estamos preparados para volver a cocinar en cuanto los camiones con la ayuda puedan llegar con seguridad a nuestras cocinas de campo», ha relatado.
Our teams in Gaza have again run out of food to cook. We have finished all the stock in hand, and our trucks are stuck at the border. We are continuing to bake bread and deliver water. But the people of Gaza still need a hot meal. Yesterday, we served 80,000+ meals—and we are… pic.twitter.com/wpM6FFRbnP— World Central Kitchen (@WCKitchen) July 20, 2025
WCK recuerda que es la segunda vez que la falta de suministros les ha obligado a parar las cocinas. La primera fue cuando, durante doce semanas, no se permitió la entrada de alimentos, entre el 2 de marzo y el 19 de mayo.