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Rusia y Ucrania acuerdan el intercambio de 1.200 prisioneros de guerra de cada lado

Tras un largo día de espera, la última ronda de conversaciones directas entre Rusia y Ucrania comenzó este miércoles a las ocho de la tarde (siete de la tarde, hora peninsular española). Ninguna de las partes había modificado, al menos de manera pública, sus … posiciones. Y desde Rusia ya advirtieron de que no había que esperar «avances milagrosos».
Antes de la reunión, según fuentes del medio RBC- Ucrania, los líderes de ambas delegaciones, Rustem Umerov por la parte ucraniana, y Vladímir Medinsky, asistente del presidente ruso, Vladímir Putin, mantuvieron una conversación en presencia de Hakan Findan, el ministro de Exteriores de Turquía. Kiev acepta el cese temporal de las hostilidades, pero Rusia se ha negado a medida que aumenta la presión en el frente con su ofensiva de verano.
Hasta el momento, se conoce que ambos países acordaron intercambiar 1.200 prisioneros de guerra cada uno, según palabras un negociador ruso, añadiendo que Moscú ofreció entregar a Kiev los cuerpos de 3.000 soldados muertos. «Continuando con el intercambio de prisioneros de guerra, hemos acordado que al menos 1.200 prisioneros de guerra adicionales serán intercambiados por ambas partes en un futuro próximo», dijo Medinsky en una conferencia de prensa.

Medinsky también dijo que Moscú había ofrecido a Kiev un alto el fuego de entre 24 y 48 horas de duración para permitir que las tropas de ambos lados recuperen a los muertos y heridos. «Una vez más propusimos a la parte ucraniana establecer ceses de fuego de 24 a 48 horas, para que los equipos médicos puedan recoger a los heridos y para que los comandantes puedan venir a recoger los cuerpos de sus soldados».
Asimismo, se ha dado a conocer que la parte ucraniana ha propuesto conversaciones entre Zelenski y Putin antes de finales de agosto.
El presidente Zelenski propuso el sábado reanudar las negociaciones de paz con Rusia y destacó la semana pasada que la agenda de Kiev abordaría «el regreso de los prisioneros de guerra, la vuelta de los niños secuestrados por Rusia y la preparación de una reunión de líderes». También enfatizó que solo un cara a cara con Putin podrá traer verdaderos avances, e instó a Trump a participar en el eventual encuentro.
El principal asesor de Zelenski, Andrii Yermak, le planteó esta posibilidad al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. En sus redes, Yermak destacó que «la dinámica del proceso de paz nos importa profundamente, porque se trata de personas reales, de niños reales que fueron secuestrados por Rusia y que deben ser devueltos a casa».

Zelenski anunció que este miércoles 1.000 soldados regresaron a casa como parte de la novena etapa del último intercambio de prisioneros acordado en Estambul.
ABC

La delegación de Ucrania está liderada por Rustem Umerov, secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa. En el equipo ucraniano también están presente Vadym Skybitski, jefe ajunto de la inteligencia militar ucraniana, primer viceministro de Asuntos Exteriores, Sergiy Kyslytsya y el jefe de la Oficina Presidencial Andrii Yermak. La delegación rusa se mantiene sin cambios, informó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Vladímir Medinski coordinó al equipo de Moscú.

China no mejora las relaciones con la UE pese a la guerra comercial de Trump

La cumbre Unión Europea-China que se celebra este jueves en Pekín coincide con uno de los peores momentos en sus relaciones. Pensada para celebrar los 50 años de relaciones diplomáticas, esta reunión ha venido siendo degradada a medida que se ponía de manifiesto que … entre China y la UE hay más problemas y malentendidos de los que se estimaba y que la situación actual, tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, podría haber creado un clima favorable.?
Al revés, la política de Pekín hacia la UE ha ido agravando las tensiones, ya sea en campos como las restricciones de venta de tierras raras a la industria europea, o el continuado apoyo del régimen chino a la dictadura de Vladimir Putin en su guerra contra Ucrania. De hecho, la cumbre debería haberse celebrado en Bruselas, pero el líder chino Xi Jinping despreció olímpicamente la propuesta. Aunque ha accedido a tener un encuentro con los dos representantes europeos, el presidente del Consejo, Antonio Costa y la de la Comisión Ursula von der Leyen, en realidad ni siquiera participará en la reunión bilateral.
De los dos días iniciales, se dejó en uno solo y finalmente en solo unas horas de reunión. Para acabar de enturbiar las cosas, la reunión de Pekín sucede a la que la delegación europea ha mantenido en Tokio con el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, en la que se acordó una declaración conjunta contra «cualquier intento unilateral de alterar el status quo mediante la fuerza o la coerción» en los mares de China Oriental y Meridional. Esto es un guiño a la creciente actividad de Pekín en esta zona disputada por varios países. En la cumbre UE-China ni siquiera está previsto que se publique una declaración conjunta.

A principios de este año, von der Leyen adoptó un tono inusualmente conciliador hacia Pekín, lo que generó cautelosas esperanzas de un restablecimiento diplomático de las relaciones del bloque con China. En un discurso ante los embajadores de la UE en febrero, afirmó que la UE necesitaba «colaborar constructivamente con China», y añadió que «podemos llegar a acuerdos que incluso podrían ampliar nuestros lazos comerciales y de inversión».
Sin embargo esa política coincidió con el inicio de la ofensiva comercial del presidente Donald Trump y la su batalla de aranceles exorbitantes contra China. Aquello tuvo como resultado que las medidas de represalia de Pekín atrapasen también a las empresas europeas dependientes de materiales estratégicos chinos como el galio, esencial para materiales militares de alta tecnología.

Trabajo sobre terreno difícil

En realidad, existen obstáculos estructurales para un acercamiento entre Bruselas y Pekín, considerando las prácticas comerciales desleales de China en el ámbito económico, su preocupante historial en materia de derechos humanos, su alianza con Rusia y su apoyo a la guerra de Moscú contra Ucrania en el ámbito de la seguridad. Por ahora, los dirigentes chinos no están dispuestos a cambiar de rumbo y apuestan por la debilidad de la UE, esperando que Bruselas simplemente ceda.
Si bien la UE se encuentra en una situación difícil actualmente, no puede aceptar un gran acuerdo si China no está dispuesta a hacer concesiones importantes en sus prácticas económicas y se empeña en mantener su apoyo a Moscú en la guerra en Ucrania. La ambigüedad inicial de la segunda administración Trump sobre su apoyo a Ucrania y su enfoque asertivo hacia la UE en su política comercial crearon incertidumbre en Europa, alentando a los defensores de la «autonomía estratégica» europea, lo que excluye por definición aceptar que la UE se convierta en dependiente de China.
En marzo, el comisario de Comercio de la UE, Maros Sefcovic, se reunió con líderes chinos en Pekín para debatir maneras de mejorar y reequilibrar las relaciones comerciales. En abril, Von der Leyen mantuvo una conversación telefónica con el primer ministro Li Qiang, sobre la mejora de las relaciones bilaterales. En mayo, China y el Parlamento Europeo acordaron levantar las restricciones a los intercambios mutuos, incluidas las sanciones impuestas por China a algunos miembros del Parlamento Europeo. Sin embargo, China no ha accedido a regularizar las cadenas de suministro de las empresas estratégicas europeas.
La lista de problemas estructurales profundos que han impedido a la UE mantener algún tipo de distensión con China incluye el déficit comercial crónico y el acceso restringido al mercado chino al que someten a las empresas europeas con barreras no arancelarias y regulaciones opacas, asimetrías del mercado, transferencia forzada de tecnología y manipulación monetaria. Nada de eso parece poder resolverse en esta devaluada cumbre UE-China.

Eslovaquia levanta el bloqueo a las nuevas sanciones europeas a Rusia

Tras mantener un largo tira y afloja durante varias semanas con el resto de la Unión Europea, el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, ha anunciado que este viernes desbloqueará el nuevo paquete de sanciones europeas contra Rusia, la 18ª tanda desde la … invasión de Ucrania. Cambia así su postura oficial, tras haber acordado con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, garantías en relación con el corte de suministro de gas ruso.
«Insto a nuestros representantes en la Unión Europea a que emitan el nuevo paquete de sanciones mañana. Inmediatamente después, comienza la segunda etapa de nuestra lucha con la Comisión Europea sobre el asunto del gas ruso. Tenemos un plan claro para satisfacer nuestros intereses nacionales», ha declarado a través de un vídeo publicado en su perfil de la red social Facebook.
Asegura que dispone de «un compromiso escrito» de Bruselas, firmado por Von der Leyen y aprobado por todos los Estados miembros. «Hemos revisado y confirmado el contenido y la forma de cumplimiento de estas garantías, que se refieren al precio del gas y su posible escasez», ha explicado. Reconoce que «mantener nuestra posición de bloqueo ya pondría en peligro nuestros intereses« y considera »superada la primera etapa de la batalla«.

Su objetivo es una exención para Eslovaquia del plan de la UE de prohibir por completo las importaciones de gas de Rusia a partir de 2028. Fico califica esto de «idiota» y una amenaza para la seguridad del suministro en su país.
Eslovaquia sigue obteniendo gran parte del gas natural que consume de Rusia y tiene un contrato de suministro con Gazprom que se extiende hasta 2034. Sin embargo, debido a que una prohibición europea de las importaciones, a diferencia de las nuevas sanciones, no requiere unanimidad en el Consejo Europeo, Fico ha exigido concesiones sobre las importaciones de energía a cambio de levantar su veto, siguiendo las enseñanzas del húngaro Viktor Orbán, que se ha servido anteriormente de la misma táctica.
El primer ministro eslovaco ha publicado la carta de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, en sus canales de redes sociales. El documento garantiza que la UE apoyará a Eslovaquia para mejorar la seguridad energética y mantener bajos los precios al consumidor. Mostrando este trofeo, Fico pretende apuntalar su Gobierno. Le ayudó a volver al poder hace año y medio la formación de una coalición heterogénea formada por su propio partido populista de izquierdas, Smer, con los socialdemócratas moderados (Hlas) y el pequeño partido nacionalista SNS.
A principios de año, los desertores del grupo parlamentario SNS estuvieron a punto de derrocar al Gobierno, cuya única baza es el apoyo de Moscú. Fico fue el único jefe de gobierno europeo que acudió al desfile en Moscú, con motivo del aniversario del final de la II Guerra Mundial, y sus fotos con Putin aportan una imagen de poder que, a la vista de los pésimos índices de popularidad de las encuestas y la nueva ola de manifestaciones de protesta, es lo que mantiene en pie su Gobierno. Y eso tiene un precio. No sólo Fico, sino también el líder del partido, Andrei Danko, difunden sistemáticamente los puntos de vista rusos y las críticas agudas a Ucrania.

Confrontación contra Bruselas

A principios de junio, el SNS también aprobó una resolución parlamentaria según la cual Eslovaquia ya no podría aceptar más sanciones contra Rusia si pudieran dañar al país. Aunque fue iniciada por el socio de la coalición, el Gobierno no tenía ningún interés en el éxito de esta resolución. Se suponía que la ausencia de varios diputados los llevaría a fracasar. Pero debido a que muchos parlamentarios de la oposición también boicotearon la votación, la moción sorprendentemente encontró una mayoría que ha terminado condicionando a Fico.
En todo caso, su resistencia a las sanciones es de larga data y había puesto en juego en repetidas ocasiones como demanda las indemnizaciones por los posibles perjuicios financieros derivados de la pérdida de suministros de gas ruso. Sus expertos calculan que, sin las importaciones de Rusia, los precios del gas para los clientes en Eslovaquia aumentarían entre un 30 y un 50 por ciento.
La oposición eslovaca critica su curso de confrontación hacia Bruselas y repetidamente favorable a Rusia, con el que está llevando a Eslovaquia al aislamiento dentro de la UE. En el interno debate sobre las sanciones, Fico se presenta como un representante de los intereses de la población eslovaca y defensor de importación de gas ruso barato y minimiza los beneficios de las exportaciones energéticas, con los que Rusia puede reponer una y otra vez sus arcas de guerra. Y nunca ha disimulado su orientación a Moscú: en la campaña electoral de 2023, año y medio después del inicio de la invasión usa de Ucrania, Fico declaró que «la guerra siempre viene de Occidente, la paz de Oriente».

La CBS cancela 'The Late Show' con Stephen Colbert

De forma totalmente inesperada y sorprendente, la cadena estadounidense CBS ha cancelado el más exitoso programa de la franja nocturna, «The Late Show» de Stephen Colbert, pese a su enorme audiencia y prestigio crítico. Es un movimiento que muchos interpretan como una forma —velada, … pero efectiva— de ceder ante las exigencias de Donald Trump.
Colbert, al frente del programa desde 2015, lidera consistentemente la franja nocturna, con una media de 2,4 millones de espectadores. Es, además, el único programa «late-night» que ha ganado audiencia este año, con un estilo habitualmente brutalmente crítico y socarrón con el presidente.
La cancelación llega solo tres días después de que Colbert golpeara en antena a la dirección de CBS, acusándola de haber «pagado un soborno» a Trump. En su monólogo del lunes anterior al anuncio, afirmó sentirse «ofendido» por el acuerdo de 16 millones de dólares que Paramount —matriz de CBS— firmó con el presidente. «No sé si algo podrá reparar mi confianza en esta empresa… pero 16 millones de dólares ayudarían», ironizó.

El origen del conflicto está en ese acuerdo millonario entre Paramount Global y Trump. La empresa accedió a pagar los 16 millones a cambio de que el presidente retirara una demanda presentada contra el informativo «60 Minutes».
Trump acusaba a CBS News de haber manipulado una entrevista a Kamala Harris durante la campaña electoral de 2024, editando sus respuestas para favorecerla. Aunque expertos legales consideraron la demanda infundada y sin recorrido judicial, Trump llegó a reclamar hasta 20.000 millones en daños.
Paramount optó por un acuerdo extrajudicial: los 16 millones irán destinados al futuro centro presidencial de Donald Trump y a cubrir costes legales. No hubo disculpa ni admisión de culpa. Además, la empresa accedió a publicar íntegramente en el futuro todas las transcripciones de entrevistas con candidatos presidenciales realizadas por «60 Minutes», salvo ediciones por razones legales o de seguridad.
La sospecha generalizada es que Paramount quiso congraciarse con la Casa Blanca en un momento clave: el acuerdo coincidió con las gestiones para sacar adelante su fusión con Skydance Media, valorada en los 8.400 millones de dólares, que requiere el visto bueno del regulador, presidido por un aliado de Trump. Se les acusa de «comprar» el favor del presidente a cambio de avanzar en sus intereses corporativos.
Que se retire del aire al programa líder de la franja nocturna —y recién nominado a varios premios Emmy— no tiene precedentes recientes. El anuncio de CBS, hecho el jueves por la noche, ha desatado especulaciones sobre la verdadera razón de la cancelación.
La cadena sostiene que se trata de una decisión «puramente financiera», en un contexto difícil para el formato nocturno. El comunicado conjunto de CBS y Paramount alude al «declive estructural» del «late-night», afectado por la migración del público a las plataformas digitales. Cada vez más espectadores, sobre todo jóvenes, consumen los fragmentos destacados en redes o en móvil, lo que reduce la audiencia televisiva y complica la rentabilidad del formato.
Todas las cadenas han acusado el golpe. NBC ha eliminado la banda de «Late Night with Seth Meyers» y recortado una emisión semanal de «The Tonight Show» con Jimmy Fallon. En este escenario, CBS insiste en que la decisión de cancelar «The Late Show» responde a razones económicas y no políticas.

Crítico con Trump

Pero cuesta sostener esa explicación cuando el presentador en cuestión ha sido durante años uno de los críticos más constantes —y eficaces— de Trump en televisión. Colbert, abiertamente progresista, ha construido desde 2015 un espacio satírico que convirtió el monólogo nocturno en tribuna política. En su primer episodio ya bromeó sobre Trump, y desde entonces sus dardos han sido casi diarios.
Ese estilo le ganó la lealtad de buena parte del electorado demócrata y la izquierda en general, y también el rechazo frontal del expresidente y su entorno. Que una de las voces más incómodas para Trump desaparezca del aire en pleno año electoral ha disparado las alertas sobre una posible motivación política tras la decisión de CBS.
La controversia ha provocado también tensiones internas en la cadena. En abril, Bill Owens, productor ejecutivo de «60 Minutes», presentó su dimisión alegando una «pérdida de independencia editorial». Con décadas de carrera en CBS, Owens se había negado a disculparse por la entrevista a Harris y defendió su edición. Pero tras ver que los directivos estaban dispuestos a pactar con Trump, entendió que ya no contaba con el respaldo de la empresa.
Su salida se interpretó como forzada. Y encendió las alarmas en la redacción. El veterano presentador del programa, el mítico Scott Pelley, lo dijo así al aire: «Nuestro propietario, Paramount, intenta completar una fusión que la Administración Trump debe aprobar. Paramount ha comenzado a supervisar nuestro contenido de nuevas maneras… Bill sentía que había perdido la independencia que el periodismo honesto necesita».
Un mes después, también abandonó la cadena Wendy McMahon, ejecutiva responsable de CBS News, tras expresar su desacuerdo con el rumbo de la empresa. Ambas salidas reflejan el profundo malestar en el núcleo informativo de CBS, donde varios de sus responsables más veteranos consideran que la cadena ha claudicado ante presiones políticas. Nunca antes, en sus más de 50 años de historia, «60 Minutes» había visto cuestionada de forma tan abierta su independencia editorial.
CBS ha confirmado que «The Late Show» continuará en antena hasta mayo de 2026, cuando finalice la temporada actual y expire el contrato de Colbert. No habrá sustituto ni continuidad: la cadena ha decidido cerrar definitivamente la franquicia que David Letterman inauguró en 1993. Después de 33 años, CBS se retira del competitivo mundo del «late-night».
Las reacciones han sido inmediatas. «Estados Unidos tiene derecho a saber si su programa se ha cancelado por motivos políticos», dijo la senadora Elizabeth Warren, habitual invitada en el show. El congresista Adam Schiff fue más explícito: «Si Paramount y CBS terminaron «The Late Show» por razones políticas, el público merece saberlo… y merece algo mejor».