La vocación de Roberto Cáceres por la responsabilidad social y el fortalecimiento de estos programas en su empresa se debe, en gran parte, a su salud. “Por mi condición de trasplantado de riñón, he tenido que enfrentar momentos en los que me he ausentado, con interrupciones en el trabajo diario, por lo cual el reto es lograr ser muy eficiente, y muy seguro en la forma en que se delegan las funciones, para que no dependan de mi presencia permanente en la empresa. Es contar con un nivel de confianza y profesionalismo en mi equipo de trabajo, para lograr un exitoso empoderamiento en la empresa”.
Por esta razón, de acuerdo con Cáceres, el regalo más grande que se le puede dar a la sociedad es Salvar Vidas, y esto se puede hacer con la donación de órganos y tejidos. Hace parte de una decisión que toma en vida y con la cual podemos dar esperanza a quienes se encuentran en una lista de espera, cuando la única opción que tienen es un trasplante.
Otro gran reto y logro de su empresa recae aplicar la inclusión. “No tenemos prejuicios ni de edad, sexo, raza o religión para cualquier cargo, incluido personas con problemas de salud, y trasplantados. Todos pueden ser buenos profesionales si se les brinda la debida capacitación”, dice Cáceres.