De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), cada colombiano usa seis bolsas plásticas a la semana, unas 288 al año, y pocos la reutilizan o las disponen correctamente. Este efecto de las bolsas plásticas creó una reacción inmediata a finales del año pasado en el que se emitió la resolución 668 del 2016, que entró en vigencia el 31 de diciembre, y que reglamentó los empaques menores de 30 x 30 centímetros.
Según el Ministerio de Ambiente, basados en cifras de la propia industria del plástico, el consumo ha disminuido en un 27% en lo que va corrido de 2017. Ese dato proviene de las ventas anuales en cerca de 80 empresas con un total de transacciones por 475.000 millones de pesos, aproximadamente.
A estas medidas se suman que desde julio de 2017 los colombianos pagarán tributo por cada bolsa plástica que consuman, con motivo de la entrada en vigor del impuesto nacional contemplado en la reforma tributaria aprobada en 2016. No obstante, el principal ingreso de la industria no se da por las bolsas plásticas, aproximadamente el 50% de la producción de plásticos va para el sector de empaques y envases, por esta razón, aunque sí afecta el consumo, la demanda de la industria se mantiene.
En cambio, se ven oportunidades a mediano plazo dado que Colombia es uno de los países con menor consumo de plástico per cápita. Según cifras de años anteriores, la industria del plástico crece 7% en promedio anual y el país ha venido incrementando su consumo per cápita de plásticos: 27 kilos anuales por habitante, una cifra muy baja, en comparación con países desarrollados (100 kilos).
Así que la capacidad de crecimiento es amplia, lo cual quiere decir que la industria colombiana tiene un potencial para lo que resta del año.
NEGATIVO:
Colombia actualmente consume 27 kilos anuales por habitante, muy bajo comparado con países como Argentina.
POSITIVO:
La industria plástica colombiana vende alrededor de US$6.000 millones al año.
CIFRA:
En los países desarrollados se consumen más de 100 kilos por habitante.