La industria del plástico tuvo un 2017 difícil con la entrada en vigencia en julio del impuesto de 20 pesos sobre las bolsas plásticas. Según estimaciones de Acoplásticos, en lo corrido del año se dejaron de vender entre 3.000 millones y 5.000 millones de unidades, y el impuesto, desde su entrada en vigencia, ha recaudado unos $150.000 millones.
Daniel Mitchell, presidente de Acoplásticos, aseguró que el gravamen ha causado una caída promedio de 30% en las firmas que las fabrican. El gremio ha venido trabajando en incluir modelos de economía circular, y está pendiente de que el Gobierno reglamente cuáles son las bolsas que no pagarían el impuesto, que podrían ser las reutilizables y las biodegradables.
“Nos preocupan las condiciones de competitividad de las empresas del sector, por lo que elaboramos unas 50 propuestas enfocadas a ciencia, tecnología, innovación y medio ambiente; la búsqueda de oportunidades; régimen tributario; mercado laboral; comercio exterior y costos de energía, entre otros temas que son de vital importancia”, dice Mitchell.
Por otra parte, el Gobierno nacional reglamentó que a partir del primero de enero de 2019 todos los distribuidores deberán entregar a los clientes bolsas de tres colores: verde, azul y gris, con leyendas específicas para reciclar.
De acuerdo con la norma, en los años siguientes se deberá garantizar el incremento en la distribución de bolsas de colores, mínimo del 2% sobre el total de bolsas distribuidas en los puntos de pago del año inmediatamente anterior, hasta alcanzar mínimo el 31%.