Según la presidenta del GEB, Colombia tiene que dar el paso a energías renovables no convencionales de una manera gradual.
Según la presidenta del GEB, Colombia tiene que dar el paso a energías renovables no convencionales de una manera gradual.
Aunque no hay una fórmula mágica para Liderar con éxito una multilatina o una corporación, Astrid Álvarez, presidenta del Grupo de Energía de Bogotá, GEB, dice que “la clave de todo es la pasión y tener mucha energía, como nuestro grupo empresarial, para visualizar el futuro de las compañías”.
Ingeniera civil de la Universidad Javeriana, con especialización en ingeniería ambiental de la Universidad de los Andes y MBA de la Universidad de Ohio, en casi tres años de gestión Álvarez ha reorganizado las filiales del Grupo para que estén orientadas hacia el logro de los objetivos del Plan Estratégico Corporativo (PEC), una hoja de ruta que describe como “poderosa y retadora que nos permitirá seguir consolidándonos como uno de los conglomerados más importantes en energía eléctrica y gas natural en América Latina”.
Con presencia en Colombia, Perú, Brasil y Guatemala, Álvarez sostiene que las operaciones del Grupo son exitosas porque cuenta con un equipo alineado, unos objetivos claros y, más allá de los resultados financieros, se destaca el progreso que lleva a las comunidades. Por ejemplo, en Perú, donde es líder en la distribución de gas natural, el GEB está comprometido con la política del gobierno de masificar ese energético, llevándolo a la población de menores ingresos. En Guatemala, donde construye el proyecto de infraestructura energética más importante del país – una línea de transmisión de 866 kilómetros-, lleva progreso a las comunidades al brindar acceso a la energía eléctrica, con lo cual reemplazan el uso de leña, que perjudicaba el medio ambiente.
En una coyuntura en la que hay un debate por la diversificación de la matriz energética, recuerda que Colombia es un país con energías limpias porque el 70% de la oferta corresponde a generación hidráulica. “En Colombia, con nuestra empresa Emgesa, tenemos planes enfocados en promover las energías renovables no convencionales. Además, con nuestro negocio de transmisión vamos a construir el Proyecto Colectora para transportar la energía renovable que se generará en los parques eólicos de La Guajira”, explica al subrayar que el país tiene que “dar el paso a energías renovables no convencionales de una manera gradual para que toda la matriz tenga cabida y el usuario tenga un impacto positivo en la tarifa”. Obsesionada con las buenas prácticas en materia de gobierno corporativo, Álvarez dice que su administración ha implementado en un 92% las recomendaciones de la OCDE.
“Nos debemos a todos los accionistas por igual, desde los minoritarios hasta la Alcaldía Mayor de Bogotá, que tiene una participación del 65% y ha colaborado para que el Grupo esté protegido de los vaivenes políticos”. En el mismo ámbito, Álvarez se declara obsesionada del empoderamiento de las mujeres, un tema que ha replicado en el Grupo donde el 41% de los cargos directivos está en manos del género femenino y se ofrecen incentivos para que más mujeres sean gerentes de proyectos. Por ejemplo, en el negocio de transmisión de energía eléctrica hoy hay más mujeres que lideran la construcción de líneas que pasan por varios departamentos, lo que también sucede en la industria del gas, en temas operacionales. Aficionada al golf, dice que el libro que más ha influido en su vida es la bibliografía de San Juan Bosco.
Reto: Cumplir con la hoja de ruta que le permitirá a la compañía consolidarse como uno de los conglomerados más importantes en energía eléctrica y gas natural en América Latina.
Logro: En tres años de gestión reorganizó las filiales del GEB para que estén orientadas hacia el logro de los objetivos del Plan Estratégico Corporativo (PEC).