Publicado: octubre 25, 2017, 4:43 pm
Esta brecha se produce no solo porque los colombianos están demandando más servicios, medicamentos y terapias de última tecnología, sino por la falta de una estandarización de la información, que sumado a procesos que no soportan la voluminosa operación de armado, cobro y pago de cuentas médicas; ocasionan la pérdida de facturas, autorizaciones, registros de los pacientes y una falta de control y seguimiento en las operaciones.
Pensando en esta situación, la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas –ACHC-, realizó una investigación con el objetivo de analizar el escenario que afrontan sus instituciones afiliadas para conocer a fondo el impacto de la problemática de flujo de recursos en las clínicas y hospitales. Como resultado, se determinó que: “la crisis financiera le ha costado al sector hospitalario una suma superior a los $5.8 billones de pesos”, según el último estudio No 36° de cartera del 30 de junio de 2016, elaborado con una muestra de 140 Clínicas y Hospitales afiliados.
Adicional a esto, se encontró que más del 18% de las camas hospitalarias del país correspondientes en su mayoría a IPS de alta y mediana complejidad, tienen una concentración de cartera en mora (mayor a 60 días, según lo estipulado por la normatividad vigente) superior al 58%, lo que corresponde a más de 3 billones de pesos. Otro de los hallazgos importantes del estudio radica en que dicha morosidad está concentrada en diez Entidades Promotoras de Salud –EPS-, de las cuales tres son de naturaleza pública o mixta, es decir, son EPS con una participación importante del Estado.
Como parte de las soluciones, diversas empresas de tecnología han decidido entrar en el mundo de la salud para dar sus aportes. Por ejemplo, Carvajal Tecnología y Servicios creó el armador de cuentas. La plataforma de gestión de cuentas médicas permite la optimización de los procesos de pre facturación y garantiza la calidad de soportes y trazabilidad de los mismos. Adicionalmente, se obtiene una reducción del ciclo interno de facturación y del armado de cuentas, lo cual impacta positivamente los tiempos de radicación y conciliación, por ende, se ve reflejado positivamente en el flujo de caja de la institución.