“Los mercados financieros internacionales tienen confianza en la economía colombiana, que ya empieza a mostrar resultados de recuperación”, señaló el Ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, al comentar la decisión de las principales calificadoras de riesgo de mantener el grado de inversión del país.
Pese a la advertencia de Fitch Ratings, que revisó su perspectiva de estable a negativa en contraste con la de Moody’s, el funcionario subrayó que Colombia se destaca hoy como el país con grado de inversión que más creció (2,8%) en América Latina en el primer trimestre del año, superando a Chile (1,6%), México (-0,2%) y Perú (2,3%), de acuerdo con la última información disponible.
Y aunque lo que dice Carrasquilla es cierto, también lo es que el crecimiento del primer trimestre estuvo por debajo de las expectativas del gobierno, analistas y el Banco de la República. A ello hay que agregar la cifra revelada la semana pasada por el Dane: en abril el desempleo se consolidó en niveles de dos dígitos: 10,3% en el total nacional y 11,1% en las 13 principales ciudades y áreas metropolitanas.
Se trata de un hecho preocupante para un gobierno con un bajo nivel de aprobación, no solo por sus efectos políticos sino también porque, aunque detrás de esa cifra hay factores estructurales y el aumento de la migración venezolana, el mayor desempleo confirma que la reactivación del crecimiento es más lenta de lo esperado.
“Abril fue el noveno mes continuo de aumento del desempleo desde agosto pasado; desde entonces, se han perdido 782.000 puestos de trabajo en Colombia’, explicó el economista y analista Jorge Restrepo, de la Universidad Javeriana.
Según el Dane, en abril de este año la tasa de ocupación en las 13 ciudades y áreas metropolitanas fue 57,9%, inferior al 59,2% del mismo mes del 2018.
Para Sergio Clavijo, de Anif, el mercado formal laboral enfrenta el daño derivado de un excesivo ajuste del salario mínimo legal, 5,9% a finales de 2018, lo cual induce a despidos ante las dificultades para absorber dichos costos.
Aunque se trata de una medida impopular, algunos expertos consideran que se debería ajustar el mercado laboral para sintonizarlo con el auge de alternativas de trabajo no tradicional.
Citan el caso de sectores con mayor uso de tecnología y telecomunicaciones, o en dónde funcionan esquemas de economías colaborativas. Allí se observa un aumento en el empleo total, empleo parcial, teletrabajo e incluso la existencia de múltiples trabajos.
“El rápido desarrollo de plataformas digitales, la dinámica laboral con trabajos tipo freelance, el teletrabajo, la necesidad de crear un mayor balance entre la vida laboral y personal, entre otros, muestran la necesidad de diseñar alternativas de empleo flexibles que facilite el proceso de inserción laboral a diferentes grupos de la población a un mercado laboral más formal”, según la economista Luz Magdalena Salas, de la Universidad Javeriana.
Según Juan Pablo Córdoba, presidente de la BVC, la mayor reforma económica y social que podría adelantar el Gobierno sería la adopción del salario mínimo por horas, permitiendo la contratación por horas, con las correspondientes contribuciones a la seguridad social por horas, dándole así, tanto a empleadores como a trabajadores, la flexibilidad que hoy necesitan.
¿Culpa de la polarización?
Y aunque el ambiente se ha visto afectado por factores puramente económicos como la devaluación del peso, a raíz de la guerra comercial entre EU y China, el aumento del desempleo y el deterioro de las expectativas del consumidor, voceros empresariales como el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, han advertido que la situación política sí está golpeando a la economía.
El #PactoNacionalEs la oportunidad para lograr el compromiso de los líderes políticos de terminar el uso de la polarización como estrategia electoral y de visibilidad
La polarización hace daño al país, no permite que se den los verdaderos debates y desgasta la confianza ciudadana— Bruce Mac Master (@BruceMacMaster) May 21, 2019
“La política es importante en toda sociedad, pero las peleas y los agarrones de los políticos son verdaderamente inocuos”, explica el dirigente gremial. “Gastamos demasiadas energías en insultos que van y vienen. Si solo nos concentráramos en lo que requiere el país y en cómo lograrlo, ganaríamos mucho”.
En términos similares, se ha expresado el ex ministro de Hacienda, Rudolf Hommes:
La encuesta del Centro de Consultoría de esta semana confirma que el gobierno se está haciendo daño y más a la economía y al país por su exceso de atención a las obsesiones del CD
— Rudolf Hommes (@rudolf_hommes) June 1, 2019
Según el gerente del Banco de la República, Juan José Echavarría: “La economía se frenó, esperábamos que creciera 3,2% en el primer trimestre creció incluso 2,3% cuando se quita la estacionalidad y uno ve sectores como la agricultura y la construcción muy parados. La inversión que estaba creciendo al 9,9% hace un trimestre está creciendo al cero. Es difícil explicar lo que está pasando, pero me temo que tiene que ver con la polarización”.
Tan polarizado está el país que esa afirmación le costó a Echavarría el regaño del expresidente, actual senador y líder del Centro Democrático, Álvaro Uribe, quien en su cuenta de Twitter escribió:
Ah el Presidente del Banco de la República;
Alcahuetearon a Santos derroche, mermelada, impuestos elevadísimos e impunidad,
Pero ahora se queja de polarización.
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) May 22, 2019
Tratando de calmar las aguas, el presidente Iván Duque ha negado que el país esté en medio de una crisis institucional a raíz del choque de trenes entre la JEP y la Fiscalía, que originó la renuncia de Néstor Humberto Martínez, y recientemente sostuvo reuniones con empresarios, la cabeza de Cambio Radical, Germán Vargas Lleras, y el jefe del partido Liberal, del Centro Democrático y con otras agrupaciones más pequeñas.
“Nunca pensamos que esta iba a ser una tarea fácil y por eso no nos quejamos. Sabemos que hay momentos difíciles y que nos duelen, pero son muchos más los momentos de alegría y satisfacción cuando se recorre el país y se abraza a un colombiano que está clamando para que llegue el Estado”, explicó el mandatario en una reunión con empresarios, en la Cámara de Comercio de Bogotá, la semana pasada.
Pero, ¿qué tanto está impactando el ambiente político crispado la situación de la economía?
Según un estudio de Corficolombiana, aunque es difícil cuantificar su impacto, la polarización política y un clima político dividido, no generan un terreno propicio para un mayor crecimiento de la economía, ni para la discusión y adopción de mejores políticas públicas.
“La polarización, entendida como la división de la opinión pública en extremos opuestos, puede afectar negativamente las percepciones de consumidores e inversionistas sobre el futuro de la economía, dificultar la tarea de los hacedores de política y generar un clima político adverso para realizar reformas económicas”, explican José Ignacio López y Julio César Romero, en un trabajo de esa firma.
En el análisis concluyen: “un aumento de la polarización, usando como proxy la favorabilidad del presidente, aumenta la prima de riesgo de los títulos públicos, una vez se controlan por variables externas. El efecto que encontramos es cuantitativamente importante: una reducción en la polarización disminuiría el costo de la deuda del Gobierno en mayor proporción que un aumento en la calificación soberana por parte de una de las tres principales agencias”.