Ser jefe trae una serie de responsabilidades que van orientadas al bienestar de la empresa. Sin embargo, para lograr este objetivo es necesario contar con un líder que sea capaz de mantener una comunicación adecuada con su equipo. Por lo tanto, expertos de ManpowerGroup ofrecen las siguientes recomendaciones:
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Respeto
En toda relación es primordial el respeto. La nueva posición de poder no puede hacer que la amabilidad con los subalternos cambie. Aunque parece obvio, no lo es, porque el hecho de empoderarse a través de esta posición es uno de los errores más comunes que se comenten, y no está relacionado con el mandar, sino cómo percibe la gente el acercamiento. El respeto no resta autoridad, al contrario hará más eficiente la comunicación. Además, faltarle al respeto a un subalterno puede hacer que alguien sienta miedo. La idea es que lo respeten, no que le teman.
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Tener claras las reglas del juego
Este punto está muy ligado al anterior, respetar implica que el jefe dé a conocer las reglas del juego para cumplirlas entre todas las partes del equipo. Hay normas que son institucionales que sirven como hoja de ruta para la toma de decisiones, otras las puede crear para gestionar su grupo de trabajo. Así que socialice las reglas con el equipo para que todos estén en sintonía.
“Se deben entender las normas que se van a aplicar en la empresa, no pedir cosas contrarias a la ley; dar capacitaciones, saber cómo dirigirse desde el centro de trabajo a los colaboradores para que tengan lo necesario y puedan cumplir sus obligaciones, ya que en lugar de exigir se debe instruir”, afirman los expertos.
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Mantener la calma
Liderar un equipo es, entre muchas cosas, atender imprevistos. Ante las ausencias o fallos, consulte las reglas. Ahí se especifica hasta dónde puede tolerar una situación.
“Antes de reaccionar, el jefe debe investigar el por qué el empleado no llegó, falló o incumplió; que no discuta con enojo o actúe por ocurrencias, y el contacto con la persona se dé de forma calmada, que facilite concertar un plan de acción hacia una solución favorable; siempre será recomendable no actuar en la postura de jefe, sino de líder, porque somos personas y así se pueden generar acuerdos”, agregaron.
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Tener un equilibrio
Siempre es necesario pensar en el porqué de las cosas y abordar las situaciones con objetividad. Cuando sepa la causa, tome acciones y explíquelas para que su equipo sepa cómo va a funcionar. Así se asegura una comunicación asertiva y creciente entre todos y mejorarán los resultados.
“Es la manera de ser ecuánime, porque hay una delgada línea entre ser impositivo, autoritario, y decir estas son las leyes porque soy el jefe. Por el otro lado, hay que evitar ser paternalista, infantilizando al equipo. Es mejor la claridad para explicar qué se incumple, cómo afecta y cuál será la sanción que se llevará a cabo, y no ser visceral”, concluyeron los expertos.