Tras el cierre del 2018, un año de incertidumbre para los empresarios por el cambio de gobierno y la desaceleración económica mundial, en enero las perspectivas para el nuevo año cambiaron. Para 2019, Fedesarrollo pronostica un crecimiento de la economía colombiana alrededor del 3,3%, en línea con las expectativas de un fortalecimiento de la demanda interna.
En este proceso de recuperación, el consumo de los hogares continuaría siendo un jalonador, a la par de una mejor dinámica de la inversión total, que a su vez estaría impulsada por el crecimiento de construcción de edificaciones y de inversión en maquinaria y equipo.
Así mismo, las exportaciones, según Fedesarrollo, continuarían su proceso de recuperación, pero estarían limitadas por la estabilización de la actividad petrolera, menores perspectivas en la producción cafetera y un menor desempeño de la agroindustria como consecuencia del fenómeno El Niño.
En cuanto a las importaciones, se pronostica un crecimiento de cerca de 3,2%, gracias a la aceleración del consumo privado y a la mejor dinámica de algunos sectores como la industria manufacturera. Sin embargo, se desacelerarían frente a 2018 principalmente por la expectativa de un tipo de cambio más depreciado, en línea con un pronóstico de precio del petróleo menor al del año pasado y los incrementos adicionales esperados de la tasa de interés de la Reserva Federal de los Estados Unidos.
Dentro de los sectores productivos que sustentarían el mayor crecimiento en 2019, se destacan comercio y transporte, industria manufacturera, administración pública, y construcción. El sector de comercio y transporte continuaría con una mejor dinámica, consistente con la recuperación en el consumo de los hogares, que impulsaría el crecimiento de diversos canales comerciales.
Adicionalmente, se espera una recuperación de los canales comerciales asociados a la construcción (ferreterías, talleres, entre otros), en línea con una mejor perspectiva del sector edificador en 2019. La industria manufacturera alcanzaría un crecimiento de 2,4%, gracias a un mayor consumo de los hogares, pero limitado por los posibles efectos que el fenómeno El Niño tendría en algunas actividades manufactureras, como la elaboración de bebidas y las actividades agroindustriales.
Así mismo, se espera un mejor desempeño de las actividades de metalurgia y fabricación de materiales para la construcción. En esta línea, Fedesarrollo anticipa un crecimiento del sector construcción cercano a 3,0%, explicado principalmente por mejores perspectivas en edificaciones, consistente con las expectativas de mayor disposición a comprar vivienda por parte de los hogares frente a los niveles registrados en 2018. Por su parte, el subsector de obras civiles registraría un crecimiento de 4,0%, obedeciendo a un aumento en las obras civiles para minería y la construcción de carreteras, túneles y puentes, anticipando un incremento frente a 2018 en la ejecución de las obras del programa de cuarta generación (4G) y otras obras de ingeniería en las regiones.