Publicado: mayo 9, 2020, 2:14 pm
Con la virtual parálisis de la economía no son pocas las empresas que se han visto obligadas a cerrar y devolver sus oficinas, lo cual está generando fricciones con los propietarios. Otros, por el contrario, están pensando en la necesidad de renegociar el contrato de alquiler. ¿Cómo hacerlo?
“Los propietarios suelen ser empáticos con los inquilinos que enfrentan dificultades y buscan relaciones que se extiendan más allá del plazo de alquiler actual, que les evitaría tiempos muertos del inmueble desocupado”, explica Juan Carlos Delgado, country manager de Cushman & Wakefield. “Una propuesta realista, donde el inquilino acepta que en una relación a largo plazo las posiciones se pueden invertir en el futuro, tiene mayores posibilidades de éxito”.
Los siguientes son algunos consejos para renegociar los contratos de oficinas y alquiler corporativo.
Definir si es necesario avanzar con la negociación
¿Cuánto tiempo ha pasado desde el aislamiento y trabajo en casa? ¿Cuál ha sido el impacto en los negocios de la empresa? Algunas organizaciones se vieron inmediatamente afectadas y en otras los efectos tomarán más tiempo en aparecer. Si el impacto aún no es significativo, puede tener sentido esperar y eventualmente intentar la renegociación con mayor información.
Planificar estratégicamente la negociación
La búsqueda de un alivio/ahorro inmediato, sin una estrategia de negociación planificada, que considere el momento para hacerlo y la visión de mediano plazo, no va a producir resultados óptimos.
Determinar la posición comercial de la empresa
Algunas organizaciones enfrentan problemas de liquidez en el corto plazo. Otras requerirán crear planes de mediano y largo plazo para proteger la continuidad de su negocio. Si una ubicación de la compañía ya estaba experimentando una baja utilización, en lugar de acordar un alquiler más bajo, se podría contemplar la posibilidad de consolidarse en otro edificio, que sea más favorable al momento que vive la empresa.
Conocer el contrato de locación vigente
Es aconsejable entender el contrato: meses de gracia, quitas, forma de pago, fechas de notificación, prórroga, o renegociación, precio, fuerza mayor, etc, para fundamentar la estrategia y conversar con el propietario sobre cambios en los plazos y valores buscando más tiempo para la toma de decisiones.
Aprovechar los datos
En cualquier negociación será vital tener la mayor cantidad de datos posibles que permitan tener herramientas para adelantar una negociación exitosa.
Por ejemplo, ratio actual de ocupación y proyección futura (contracción vs expansión), alquiler máximo que podría soportar el negocio, acciones para generar ingresos y tendencias de los valores de renta y vacancia e inventario.
Considerar la cultura y marca
En una era de responsabilidad social y redes sociales, las acciones que realicen ahora pueden tener un impacto significativo a largo plazo en su cultura, reputación y marca, así que deberán ser decisiones asesoradas evaluando cada riesgo a mediano y largo plazo.
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