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TECNOLOGÍA

Jugamos a 'Rematch': el fútbol arcade vuelve a la cancha para ser el juego de este verano

02/07/2025 a las 10:43h.

Vamos a ser sinceros. El que firma este análisis le aburre el fútbol. Si puede evitar verlo, —si no está de fondo en una reunión con amigos o si le invitan al estadio de un equipo— mejor. Tampoco era de jugar de pequeño con los colegas al ‘FIFA’ o al ‘PES’, aunque alguna tarde con el ‘FIFA Street’ si que ha pasado. Sin embargo, si hay un juego de fútbol al que ha jugado, y mucho, es el ‘Rocket League’. Por eso se quedó sorprendido cuando los chicos de Sloclap, el estudio francés detrás de ‘Sifu’, mostraron que estaban trabajando en un título que buscaba revivir esa sensación de pachanga, con regates, pases y tiros espectaculares. Sin normas y sin pausas. Dinámico y desafiante. Era todo lo que quería, lo que le divertía del fútbol.
‘Rematch’ no es una fusión de fútbol con coches, pero sí que un multijugador arcade de fútbol sin normas, con golazos por doquier y un estadio a reventar que celebra con tu equipo cuando ese pase seguido de una elevación del esférico acaba entrando en la portería. Y es que el concepto de ‘Rematch’ es de lo más adictivo. Se trata de partidos 3vs3, 4vs4 o 5vs5 dependiendo de si queremos un enfoque más destinado a practicar nuestra técnica o a poner en marcha nuestra visión de juego. Y su planteamiento es muy diferente con el resto de juego deportivos.

Portero, delantero, defensa… un todo en uno

Aquí no controlas a un equipo completo, sino a un único futbolista que puede ser delantero, mediocentro, defensa o portero en cualquier momento. De hecho, lo único que tienes que hacer para ponerte los guantes es que seas el único jugador dentro del área de tu portería. Automáticamente podrás lanzarte en plancha para aplacar disparos rivales, promoviendo que la jugabilidad sea más dinámica, versátil y variada.

En ‘Rematch’ no controlas a un equipo completo, sino a un único futbolista que puede ser delantero, mediocentro, defensa o portero en cualquier momento

ABC

Tenemos un botón de disparo, uno de pase y uno de entrada defensiva como mecánicas principales. También tenemos un montón de opciones para regatear, y un sistema de recepción que responde muy bien en todas las direcciones. Con los gatillos podemos cambiar de postura para ponernos en modo defensivo o correr, pero esos tres botones que he mencionado son los tres pilares de ‘Rematch’. El juego te permite ser muy creativo con las mecánicas, y un acto tan aparentemente sencillo como recibir el balón te va a obligar a tomar decisiones: ¿la paso al primer toque?, ¿disparo?, ¿la bajo y avanzo a portería?

Multan a Google con más de 260 millones de euros por recopilar datos y usar la conectividad móvil en Android sin permiso

02/07/2025 a las 15:13h.

Un jurado en San José, California (Estados Unidos) ha impuesto una multa a Google por la que deberá pagar 314,6 millones de dólares (más de 260 millones de euros) a usuarios de Android por recoger datos y usar la conectividad móvil sin permiso cuando sus dispositivos estaban inactivos.
Se trata de una demanda colectiva que fue presentada ante un tribunal estatal en 2019 en nombre de alrededor de 14 millones de californianos.

En concreto, demandaron a Google por programar los teléfonos Android para recopilar información y transferirla a sus servidores cuando los dispositivos no estaban conectados a una red WiFi.

En la demanda se recoge también que este acto se llevó a cabo «para promover sus propios intereses corporativos», así como crear publicidad personalizada y ampliar su capacidad para determinar ubicaciones.

El mensaje entre dos ordenadores que dio inicio a internet

Leonard Kleinrock y su equipo enviaron el primer mensaje a través de Arpanet, la red precursora de lo que hoy conocemos como internet. Reproducimos parte de la entrevista en la que, casi medio siglo después, reflexiona sobre su descubrimiento. José Manuel Sánchez entrevistó a Kleinrock en 2015

J. M. Sánchez

02/07/2025 a las 17:45h.

Gracias a Leonard Kleinrock hoy tenemos al alcance de la mano el mayor contenedor de información de todos los tiempos: internet . En 1969 dio el primer paso con el primitivo proyecto Arpanet, base de lo que hoy es la Red. Dos ordenadores situados a varios kilómetros de distancia quedaron conectados por una red que proporcionaba 50 kilobytes por segundo y con la que se pretendía enviar la palabra «login». Aunque en el primer intento sólo se recibieron las dos letras (L y O), desempeñó un papel importante en el desarrollo de la primera línea de comunicación de datos. Hoy, a sus 81 años, Kleinrock sigue dando clases en la Universidad y se mantiene ávido observador del desarrollo de las nuevas tecnologías, tal y como ha contado a ABC en Madrid, un día antes de recibir el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Tecnologías de la Información.
-Cuando lograron este hito ¿eran conscientes de lo que estaban creando y lo que acabaría siendo?

-Cuando era estudiante estaba rodeado de ordenadores. Y, en algún momento, percibí que en el futuro tendrían que comunicarse entre ellos. Fue un desafío de ingeniería fantástico. Eso sí, nunca pensé que en esa red pudieran estar mi madre y mis nietos al mismo tiempo. La idea de las redes sociales nunca se me ocurrió. Yo lo concebía como ordenadores hablando entre sí y de personas a ordenadores, pero nunca como una conexión entre personas.
-¿Se sorprende de la dimensión que ha generado la Red?

España y otros 10 países piden a la UE la verificación obligatoria de edad para el acceso de los menores a redes sociales

SERVIMEDIA

19/06/2025 a las 11:03h.

El Gobierno de España, junto a otros 10 países europeos, solicitó este miércoles a la Comisión Europea incluir la verificación obligatoria de edad para el acceso de los menores a las plataformas de redes sociales.
«España, junto con otros socios europeos, va a proponer a la Comisión Europea que, para acceder a las redes sociales, sea obligatorio verificar la edad con herramientas efectivas que protejan a los menores«, anunció este miércoles el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, durante su participación en el ‘Summit DigitalES’ que se celebra en Madrid.

El Ejecutivo español ha hecho llegar esta petición a través de una carta firmada por el propio ministro Óscar López, y la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, junto a los representantes de los Gobiernos de Austria, Croacia, Chipre, Dinamarca, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Eslovaquia, Eslovenia y la región de Valonia (Bélgica).

En el texto, instan a la Comisión a que «abandone el statu quo actual en cuanto a los métodos de garantía de edad en línea, y considere la verificación de edad (efectiva) obligatoria para el acceso a las plataformas de redes sociales como medida indispensable y adecuada, dados los riesgos que conlleva».

Probamos el Oppo Watch X2: la mejor batería en relojes Android

19/06/2025

Actualizado a las 09:31h.

Durante las últimas semanas hemos estado probando el nuevo Oppo Watch X2, la siguiente versión de un reloj inteligente que el año pasado nos dejó con muy sabor de boca, y se convirtió en uno de nuestros favoritos del 2024. Oppo no ha escatimado en diseño ni especificaciones, sobre el papel promete, titanio, cristal de zafiro, certificación militar y un sistema de doble procesador como el X1 que asegura cinco días de autonomía.
Una de las cosas que más llama la atención cuando te lo pones en la muñeca es que se aleja de la estética de reloj inteligente y se acerca más la de un reloj tradicional, con un acabado premium que no desentonaría en una reunión formal. El marco de titanio, el cristal de zafiro, los botones físicos y la corona giratoria le dan ese toque mecánico que muchos echamos de menos en los relojes modernos. Viene en dos colores, Lava Black y Summit Blue, con correas intercambiables de 22mm. La caja es grande, 47 mm, y se nota, no es para muñecas pequeñas, algo muy común en este tipo de relojes, que buscan el público masculino.

La pantalla AMOLED LTPO es una de las mejores que hemos visto en un reloj Android, tiene hasta 2.200 nits de brillo que se activan automáticamente bajo el sol. La visibilidad es perfecta, y el modo ‘Always-On’ apenas consume batería gracias al refresco variable. Además, los bordes son mínimos y la resolución de 466×466 píxeles se nota.
Aquí viene lo bueno, por lo menos para nosotros, que la verdad es que preferimos autonomía sobre cualquier otra cosa. El Oppo Watch X2 usa una arquitectura de doble chip, un Snapdragon W5 Gen 1 y un coprocesador BES2800BP. El primero se activa cuando usamos Wear OS y todas sus funciones, mientras que el segundo se encarga del modo ahorro y tareas básicas. En la práctica esto se traduce en que puede llegar a los cinco días de uso sin cargarlo, o hasta 16 días si sólo lo usas con funciones básicas como la hora, el podómetro y las notificaciones. Una auténtica maravilla, si tenemos en cuenta que es difícil que la competencia llegue a los dos días. Si salimos de Android, ahí sí, Huawei es el gran vencedor de la autonomía.

«La gente debería manifestarse contra los 'reyes' de Silicon Valley»

Durante décadas, el doctor estadounidense Michael I. Jordan ha trabajado para entender y organizar el caos de los datos y desarrollar herramientas al servicio de la humanidad. Este matemático y científico cognitivo, catedrático emérito en la Universidad de California e investigador en el INRIA … de París, es uno de los pioneros de la inteligencia artificial y uno de los principales responsables de que sistemas como ChatGPT sean capaces de responder a los usuarios. Su tecnología también está detrás de los algoritmos que nos recomiendan resultados en función de gustos e intereses; logros que le han valido uno de los galardones en la presente edición de los Premios Fronteras del Conocimiento que la Fundación BBVA entrega en Bilbao este jueves.
Y si el trabajo de Jordan explica, parcialmente, cómo funcionan las máquinas, la india Mahzarin R. Banaji -también premiada por la fundación- se pregunta qué creen. Profesora de Ética Social en Harvard y pionera en el estudio de los sesgos implícitos, lleva años investigando las asociaciones inconscientes que moldean nuestras decisiones. En un análisis reciente, demostró con una base de datos de 840.000 palabras en internet que las asociaciones más frecuentes para «hombre» o «masculino» están relacionadas con la guerra y los deportes, mientras que la «mujer» y lo «femenino» se asocia predominantemente con el abuso y la pornografía. Y es precisamente de ahí, de la red, de donde se ‘alimenta’ principalmente ChatGPT, el Grok de Elon Musk o el Gemini de Google, que ofrecen lo mismo básicamente.

Ahora, Banaji está enfocando su atención en los sesgos de estas herramientas. Señala que su conducta puede parecerse a la humana, aunque es «mucho más extrema en los juicios que realiza» y tiende a agradar en exceso al usuario. «La primera vez que hablé con ChatGPT, al poco de su lanzamiento, le pregunté por sus sesgos implícitos, y me dijo que era ‘un hombre blanco’. Pensé que era increíble que la máquina creyese tener raza y género. No me dijo lo que pensaba, sino lo que creía que era. Al mes le hice la misma pregunta y el discurso cambió: decía que no tenía sesgos, y que los que pudiera tener serían producto de los sesgos humanos presentes en los datos con los que fue entrenado. Me sorprendió mucho ese cambio en apenas un mes», señala. «Veo que con el tiempo la tecnología puede terminar desarrollando un sentido de sí misma. Es algo muy pequeño, pero veo esa semilla. No sé si esto ocurrirá, pero es una de las razones por las que me involucré en la investigación», añade.

Superinteligencia

Jordan advierte que aunque pueda parecer que las aplicaciones de IA «tienen personalidad o una identidad única», en realidad no es así: «Todo lo que saben es colectivo y está basado en los datos de millones de personas. Si les repites la misma pregunta varias veces, vas a recibir respuestas diferentes. Es como charlar con una cultura entera». Esto, añade, hace que confiar ciegamente en sus respuestas sea problemático: «No razonan bajo la incertidumbre y cambian de idea con mucha facilidad. Si les preguntas, por ejemplo, quién es el presidente de Ghana, posiblemente te lo responderán bien. Pero no confiarías en un médico que te dijera que puedes tener una enfermedad y, al momento siguiente, otra distinta. Estamos hablando de herramientas, y como tales, es importante que los usuarios entiendan cómo utilizarlas y que pueden cometer errores».
Consultados sobre si podemos esperar la eliminación del error y el sesgo, los dos investigadores dudan. Banaji confiesa que en su juventud «tenía la creencia de que seríamos capaces de crear una forma de inteligencia que nos mejoraría en todo y tomaría mejores decisiones morales«: »Ahora no lo tengo claro, teniendo en cuenta que son corporaciones con ánimo de lucro, principalmente en Silicon Valley, las que las están construyendo».
Jordan es tajante: «No tengo mucha confianza en los líderes de grandes empresas como Google u OpenAI. No son científicos y, desde luego, tampoco creo que sean muy buenos en tecnología. Solo quieren hacer dinero de forma rápida, y esa no es la forma de hacer avanzar la tecnología». Y añade: «Sam Altman, que es el director de OpenAI, es una persona de dinero. No tiene una comprensión profunda de la tecnología. No piensa bien en el despliegue de la tecnología, y es el tipo de persona de Silicon Valley en la que no confiaría. Ahora está ayudando a la carrera armamentística, colaborando con el Ejército de Estados Unidos».
También critica que OpenAI haya abandonado el código abierto, lo que impide a investigadores externos estudiar cómo funciona ChatGPT o crear versiones propias. Banaji lo remata con una advertencia: «En Estados Unidos hay manifestaciones contra el rey, haciendo referencia a Trump, pero la gente también debería manifestarse contra los ‘reyes’ de Silicon Valley».
Actualmente, empresas como OpenAI, Google o Meta trabajan en la creación de una superinteligencia artificial que supere a cualquier ser humano. Varios ejecutivos, como Altman o Elon Musk, se muestran optimistas, y hasta apuntan que podría llegar en los dos próximos años, pero los científicos son escépticos. Para Jordan, se trata de «un término inventado» para conseguir «más financiación procedente del capitalismo de riesgo». Además, no tiene claro que sea algo necesario: «Realmente no significa mucho. Un ordenador ya puede hacer muchísimas cosas que los seres humanos no pueden hacer. Así que no está nada mal».

Trump y las universidades

Los dos investigadores muestran inquietud ante los recientes ataques de Trump a las universidades estadounidenses, especialmente contra Harvard, donde trabaja Banaji. El presidente ha acusado a la institución de tener un sesgo liberal y ha intentado presionarla para que abandone sus políticas de diversidad. Entre sus acciones figuran la cancelación de contratos federales, la congelación de fondos para investigación o el bloqueo a la admisión de estudiantes extranjeros. Una ofensiva que, de prosperar, podría afectar seriamente a la investigación en el centro académico más importante del país.
«Las acciones recientes del Gobierno contra mi universidad se están interpretando como la lucha de Goliat contra Goliat (haciendo referencia al poder de Harvard como la institución académica más prestigiosa del mundo). Sin embargo, no creo que esta valoración sea correcta. No somos nada comparado con el poder del gobierno federal de los Estados Unidos. No sabemos si vamos a sobrevivir a esto«, dice la investigadora. »Pero no podemos dejar de oponernos, porque Harvard no es Harvard sin alumnos extranjeros«, prosigue.
Jordan lamenta que, a su juicio, el presidente está influenciado por «un pequeño grupo de fascistas y populistas» que «quieren el poder absoluto», pero que «ya no estarán ahí dentro de tres años» cuando lleguen las siguientes elecciones presidenciales: «Las cosas cambiarán e incluso los miembros del partido republicano abogarán por restablecer las ayudas a los centros y a los científicos. Si se rompen las relaciones entre los investigadores y el estado, el motor de América se romperá»

Jugamos a 'Raidou Remastered': una aventura detectivesca y demoníaca

18/06/2025 a las 19:03h.

Parece que los chicos de Atlus no saben hacer nada mal, y es que pocas franquicias en el mundo de los videojuegos pueden presumir de una trayectoria tan extensa y respetada como ‘Shin Megami Tensei’, origen de la célebre saga ‘Persona’, pero también de otras más olvidadas como ‘Devil Summoner’ y ‘Soul Hackers’. A finales de marzo, y para sorpresa de muchos, Atlus anunciaba la remasterización de un clásico de la era PS2 —con uno de esos nombres interminables tan propios del mercado japonés—: ‘Shin Megami Tensei: Devil Summoner – Raidou Kuzunoha vs. The Soulless Army’, que vio la luz por primera vez en 2006. Han tenido que pasar casi 20 años, pero Atlus ha conseguido por fin saldar su deuda pendiente con uno de los spin-offs más singulares y carismáticos de la franquicia.
Eso si, la remasterización no es un simple lavado de cara nostálgico. Atlus ha llevado a cabo una revisión profunda que convierte al clásico de culto en una propuesta contemporánea, ágil y sorprendentemente ambiciosa. Lo que podría haber sido un remaster técnico se convierte, en muchos aspectos, en un remake jugable con cambios sustanciales que mejoran tanto el ritmo como la experiencia de juego, pese a que aún tenga algunos peros.

De forma resumida, tenemos un sistema de batalla renovado, gráficos en alta definición, doblaje integral para la historia principal y funciones modernizadas que mejoran la experiencia global de esta curiosa (y muy endiablada) historia de detectives.

Demonios en el Japón de los años 20

Los spin-offs de Megaten siempre se han caracterizado por la gran variedad de entornos y estilos de juego que ofrecen y, en ese sentido, Raidou sorprende con creces, ya que nos encontramos ante un RPG de acción detectivesco, una combinación poco común en esta franquicia. La ambientación se sitúa en la era Taisho y recuerda por momentos a un anime shonen, con una trama donde demonios que cazan humanos campan a sus anchas y un grupo selecto de cazadores tiene que acabar con ellos.