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TECNOLOGÍA

Probamos los Nothing Headphone (1): con diseño rompedor y regreso a los botones físicos

Nothing acaba de dar un paso que, como mínimo, cabe definir como audaz. Y es que la empresa con sede en Londres, esa que desde hace ya unos años nos viene sorprendiendo con sus ‘smartphones’ y auriculares de botón (in-ear) transparentes, se acaba … de lanzar de cabeza al mercado de los auriculares over-ear, es decir, de diadema o, más técnicamente, circumaurales, un segmento dominado desde hace mucho por marcas como Sony, Bose, Sennheiser o Apple, por citar sólo algunas de las más potentes. Y lo ha hecho con convicción, sin miedo, con sus nuevos Headphone (1). Un dispositivo atrevido, cómodo, novedoso y que, tras unos días de prueba en ABC, permiten pensar que pueden hacerse un hueco entre los más grandes.
Lo primero que llama la atención de los Headphone (1) es, sin duda, su diseño. Y es que Nothing, desde luego, ha sabido trasladar su ya icónico lenguaje de la transparencia también a esta nueva categoría. No se trata, sin embargo, de una transparencia total que revele cada circuito interno, sino de una inteligente combinación de elementos translúcidos que dejan entrever partes de su acústica y componentes internos. Los auriculares, además, son cuadrados, y no redondos, a causa de la forma de su cámara acústica.

En definitiva, estamos ante una auténtica declaración de intenciones: los nuevos Headphone (1) están hechos para que se vean, para que destaquen y atraigan todas las miradas. En ABC hemos probado el modelo en color blanco, y hay que decir que la combinación de este tono con los detalles en aluminio moldeado y los plásticos ‘premium’ para las zonas transparentes, además de las almohadillas de material viscoelástico revestido de piel sintética, le confieren una estética que minimalista y, a la vez, impactante.
Se nota un trabajo de diseño meticuloso y en el que, según explica Adam Bates, director de diseño de Nothing, cada curva, cada corte, tiene una razón de ser. La diadema, por ejemplo, es de un aluminio que no solo aporta robustez, sino también una sensación de ligereza. Las almohadillas, de espuma viscoelástica, son sorprendentemente cómodas y, sí, hemos de confesar que se adaptan como un guante a la oreja, reduciendo la presión y asegurando un sellado óptimo.
Hemos pasado largas horas con ellos puestos, tanto en interiores como en plena calle, y la fatiga auditiva, la pesadez que a menudo hace que queramos quitarnos unos auriculares, es casi inexistente. Además, los Headphone (1) son resistentes al sudor y la grasa, un detalle a tener en cuenta para aquellos que, como un servidor, a veces nos excedemos con el café o simplemente tenemos la piel un poco más grasa. Basta con tenerlos en la mano para darse cuenta de que están hechos para durar. No en vano los dispositivos han sido sometidos hasta a 50 pruebas de resistencia y fiabilidad y cuentan con la certificación IP 52, que los protege contra el polvo y las salpicaduras.

Controles físicos

Y para decisiones atrevidas, aquí va otra, una de esas que al principio te hace arrugar la nariz pero que, tras las pruebas, aplaudimos con entusiasmo: alejarse de los omnipresentes controles táctiles en favor de controles físicos integrados. Es aquí, en efecto, donde la experiencia de uso de los Headphone (1) se eleva a otro nivel. Tenemos tres botones, el Roller, el Paddle y el Button, todos ellos extraordinariamente precisos y fiables. Podemos olvidarnos de los toques accidentales o de la frustración de no acertar con un gesto. Con el Roller, el que ocupa la posición superior, ajustar el volumen es tan sencillo como girarlo. Un simple ‘clic’ sirve para reproducir o pausar, mientras que mantenerlo pulsado alterna entre la cancelación de ruido y el modo transparencia.
El Paddle, justo debajo, es una diminuta ‘palanca’ que permite, empujándola hacia atrás o adelante, saltar de canción o retroceder de forma intuitiva, mientras que el Button, al otro lado de los auriculares, se puede configurar desde la aplicación Nothing X, para convertirse en un ‘atajo personal’ a funciones como Channel Hop (una maravilla para alternar con un solo toque entre diferentes aplicaciones de audio, como YouTube o Spotify), el asistente de voz o incluso un espacio para grabar notas de voz. En definitiva, todo un soplo de aire fresco en un mercado en el que la simplicidad de lo físico a menudo se sacrifica por la supuesta y a nuestro entender mal entendida modernidad de lo táctil.

Sonido ‘by KEF’

Pero, ¿qué hay del sonido? Al fin y al cabo, unos auriculares son para escuchar. Y hay que decir que, en este aspecto, los Headphone (1) resultan brillantes. Se nota la colaboración de Nothing con KEF, una firma de audio con más de 60 años de experiencia en alta fidelidad. Y se nota también el novedoso driver dinámico de 40 mm hecho a medida, ajustado con la ingeniería acústica avanzada de KEF. El resultado es un sonido envolvente y natural. Los graves son profundos, pero sin abrumar; los medios, definidos, y los agudos, nítidos. Hemos escuchado desde clásicos de jazz hasta las últimas novedades de música electrónica, y hay que decir que la reproducción fue excelente en todos los modos, incluyendo la Cancelación de Ruido Activa (ANC), el Modo Transparencia y, lo que fue una auténtica sorpresa, el Audio Espacial, que incorpora seguimiento de cabeza y crea a nuestro alrededor un ‘paisaje sonoro’ de 360 grados.
Se trata, por tanto, de una experiencia inmersiva que nos sumerge por completo en la música, las películas o los videojuegos. Además, son compatibles con Hi-Res Audio, LDAC y permiten la reproducción sin pérdidas tanto vía USB-C como vía puerto jack 3.5 mm. (el cable va incluido dentro de la caja). La distorsión es mínima gracias a un sistema de amortiguación de precisión y una suspensión de alta linealidad, garantizando que cada nota se escuche tal y como el artista la concibió.

Cancelación de ruido y llamadas

La Cancelación de Ruido Activa es fundamental en unos auriculares como estos, y en este aspecto los Headphone (1) tampoco decepcionan. Los auriculares, de hecho, están equipados con micrófonos internos y externos, de forma que la cancelación de ruido se adapta dinámicamente al entorno en tiempo real. Una serie de sensores buscan posibles fugas en el ajuste de las almohadillas, y las corrigen sobre la marcha. En nuestras pruebas, hemos notado cómo el bullicio de la calle se atenúa de forma notable, permitiendo una concentración total en lo que estamos escuchando. Y si necesitamos prestar atención al entorno, el Modo Transparencia funciona a la perfección, permitiendo que el sonido ambiente se filtre sin necesidad de quitarnos los auriculares.
En cuanto a las llamadas, el sistema de cancelación de ruido ambiental de 4 micrófonos, potenciado por inteligencia artificial y entrenado con más de 28 millones de escenarios de ruido, garantiza una captura de voz clara incluso en los entornos más difíciles. Durante las pruebas, nuestros interlocutores confirmaron que la voz se escuchaba nítida y sin interferencias, incluso en medio del más ruidoso tráfico de la ciudad.

Batería y funciones inteligentes

La batería es otro de los puntos fuertes. Nothing promete hasta 35 horas de reproducción con la cancelación de ruido activada, aunque en las pruebas solo llegamos 32 horas, que tampoco está nada mal. Al desactivar la cancelación de ruido, la autonomía se extiende hasta unas impresionantes 80 horas. Y si por lo que sea nos quedamos ‘a cero’ en el momento más inoportuno, una carga rápida de solo 5 minutos nos proporciona hasta 2,4 horas de uso con la cancelación de ruido activada.
En cuanto a conectividad, decir que los nuevos Headphone (1) disponen de Bluetooth 5.3, lo que asegura una conexión estable y de baja latencia. La posibilidad de conectarse a dos dispositivos a la vez resulta extremadamente útil, ya que permite cambiar sin problemas, por ejemplo, entre el portátil y el smartphone. Además, cuentan con Fast Pair para Android y Swift Pair para Microsoft, lo que facilita el emparejamiento inicial.
La aplicación Nothing X, por su parte, es el centro de control de los Headphone (1). Desde ella, podemos personalizar el Button, ajustar el sonido con un ecualizador avanzado de 8 bandas e incluso acceder a Essential Space, el ‘espacio personal’ incluido en los Nothing Phone para guardar notas de voz y recordatorios. La función Channel Hop, ya lo hemos dicho, es una auténtica gozada a la hora de pasar de una aplicación de audio a otra con un solo toque, y la posibilidad de activar el asistente de IA o el widget de News Reporter directamente desde los auriculares es un detalle que agiliza el día a día.

Precio y disponibilidad

En resumen, parece que Nothing, como ya hizo antes con los móviles, ha conseguido hacer su entrada en esta nueva categoría con un dispositivo que se ve capaz de competir en la gama alta. No en vano, su precio, 299 euros, lo coloca justo en la franja de los auriculares ‘premium’, donde la competencia por parte de las marcas establecidas y más consolidadas es absolutamente feroz. Y si bien Nothing ha hecho un esfuerzo muy notable tanto en diseño como en calidad de sonido, cabe preguntarse si la falta de un historial extenso en esta categoría podría generar cierta reticencia entre los consumidores.
Creemos, por otra parte, que la adopción de botones físicos ha sido todo un acierto, y que este podría ser un punto importante de ‘enganche’ en un mundo casi totalmente dominado por los paneles táctiles y los controles por gestos. Solo el tiempo lo dirá. De lo que no cabe duda es de que, una vez más, Nothing ha demostrado que no teme explorar nuevos territorios y que su filosofía de diseño y funcionalidad puede aplicarse con éxito más allá de los ‘smartphones’.
Los nuevos Earphone (1) estarán disponibles en negro y blanco por 299 euros, con pedidos anticipados a partir del 4 de julio y ventas oficiales desde el 15 de julio de 2025.

Nothing presenta el Phone (3), su primer 'flagship verdadero'

01/07/2025 a las 19:30h.

Hasta ahora, la firma con sede en Londres Nothing se había dedicado a lanzar ‘smartphones’ de gama media aunque, eso sí, totalmente diferentes a cualquier otro móvil del mercado. Diseños transparentes, juegos de luces en la parte trasera para dar notificaciones y avisos… Una inconfundible y original ‘estética Nothing’ que se ha ido ganando de año en año el favor de un número cada vez mayor de consumidores, hasta superar, desde su fundación en 2020, los siete millones de dispositivos vendidos (entre móviles y auriculares). Un éxito al que la firma ha respondido con terminales siempre diferentes en cuanto a diseño y funcionalidades, pero también cada vez mejor equipados en cuanto a procesadores, cámaras, baterías y hardware en general. Sin ir más lejos, el Phone (2) de hace dos años no tenía nada que ver en cuanto a prestaciones con el Phone (1) del año anterior.
Curiosamente, y aunque tocaba, el año pasado Nothing no lanzó su nuevo y esperado Phone (3). En vez de eso, la firma reforzó su oferta el pasado mes de marzo con un Phone (3a) que, a modo de aperitivo, ya apuntaba maneras, con grandes mejoras en el apartado fotográfico. A lo cual se añadió una nueva línea económica, representada por el CMF Phone 1, donde CMF define los tres puntos fuertes de la serie: Color, Material y Finish (Acabado). El propio Carl Pei, CEO de Nothing, confirmó por aquél entonces que aún no estaban listos para el nuevo Phone (3), y que habían decidido tomarse más tiempo para integrar capacidades de inteligencia artificial y ofrecer la mejor experiencia de usuario posible en su nuevo buque insignia.

Ahora, el momento ha llegado, y Nothing acaba de lanzar su nuevo Phone (3), un terminal que la propia marca define como su primer ‘flagship verdadero’. Un smartphone que no solo supone una evolución del modelo anterior, sino una auténtica revolución en el modo en que interactuamos con nuestros teléfonos móviles.

Un diseño que habla

Nada en el Phone (3) es fortuito; cada curva, cada transparencia y cada luz están pensadas y cumplen una misión concreta. Su apuesta por la estética transparente, desde luego, permanece, aunque es obligado decir que la interfaz Glyph alcanza en este nuevo modelo una nueva dimensión. En cuanto a diseño, el Phone (3) es una fusión audaz de geometría agresiva y módulos refinados, inspirado, según la marca, en la arquitectura moderna. La disposición de sus tres columnas en la parte trasera busca una armonía visual, mientras que los bordes, ahora más redondeados, prometen una ergonomía mejorada.

Meta crea un equipo para desarrollar la IA que será más lista que cualquier humano

01/07/2025

Actualizado a las 12:35h.

Meta quiere ganar la carrera para desarrollar las herramientas de IA más capaces que puede ofrecer el mercado. La tecnológica de Mountain View va a crear un nuevo grupo de trabajadores y científicos que estará enfocado en desarrollar la superinteligencia artificial; una versión hipervitaminada de las máquinas actuales que, cuando llegue, de acuerdo con algunos gurús, podría ser capaz de superar en conocimiento y pensamiento a cualquier humano independientemente del campo en el que sea experto.
«A medida que el ritmo del progreso de la IA se acelera, el desarrollo de la superinteligencia se vislumbra. Creo que este será el comienzo de una nueva era para la humanidad, y estoy totalmente comprometido a hacer lo necesario para que Meta lidere el camino», ha afirmado el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, en un comunicado remitido a parte de la plantilla y que ha sido recogido, en primer lugar, por ‘Bloomberg’.

El grupo de científicos se integrará en un equipo llamado Meta Superintelligence Lab. Este estará dirigido por Alexander Wang , exdirector ejecutivo de la startup de etiquetado de datos Scale AI, que fue adquirida recientemente por Meta a cambio de 14.300 millones de dólares. Wang será el encargado principal de la parte de negocio y de conseguir convencer a los inversores de que apuesten por la tecnología de la empresa. «Tiene una clara comprensión de la importancia histórica de la superinteligencia y, como cofundador y CEO, convirtió a ScaleAI en una empresa de rápido crecimiento, involucrada en el desarrollo de casi todos los modelos líderes del sector», ha señalado Zuckerberg al respecto de su nombramiento.
El padre de Facebook también ha anunciado que Nat Friedman, exdirector ejecutivo de Github, colaborará con Wang en la dirección del nuevo grupo; se ocupará, en concreto, de liderar las labores de investigación y de desarrollo de nuevas herramientas basadas en IA.

España y otros 10 países piden a la UE la verificación obligatoria de edad para el acceso de los menores a redes sociales

SERVIMEDIA

19/06/2025 a las 11:03h.

El Gobierno de España, junto a otros 10 países europeos, solicitó este miércoles a la Comisión Europea incluir la verificación obligatoria de edad para el acceso de los menores a las plataformas de redes sociales.
«España, junto con otros socios europeos, va a proponer a la Comisión Europea que, para acceder a las redes sociales, sea obligatorio verificar la edad con herramientas efectivas que protejan a los menores«, anunció este miércoles el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, durante su participación en el ‘Summit DigitalES’ que se celebra en Madrid.

El Ejecutivo español ha hecho llegar esta petición a través de una carta firmada por el propio ministro Óscar López, y la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, junto a los representantes de los Gobiernos de Austria, Croacia, Chipre, Dinamarca, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Eslovaquia, Eslovenia y la región de Valonia (Bélgica).

En el texto, instan a la Comisión a que «abandone el statu quo actual en cuanto a los métodos de garantía de edad en línea, y considere la verificación de edad (efectiva) obligatoria para el acceso a las plataformas de redes sociales como medida indispensable y adecuada, dados los riesgos que conlleva».

Probamos el Oppo Watch X2: la mejor batería en relojes Android

19/06/2025

Actualizado a las 09:31h.

Durante las últimas semanas hemos estado probando el nuevo Oppo Watch X2, la siguiente versión de un reloj inteligente que el año pasado nos dejó con muy sabor de boca, y se convirtió en uno de nuestros favoritos del 2024. Oppo no ha escatimado en diseño ni especificaciones, sobre el papel promete, titanio, cristal de zafiro, certificación militar y un sistema de doble procesador como el X1 que asegura cinco días de autonomía.
Una de las cosas que más llama la atención cuando te lo pones en la muñeca es que se aleja de la estética de reloj inteligente y se acerca más la de un reloj tradicional, con un acabado premium que no desentonaría en una reunión formal. El marco de titanio, el cristal de zafiro, los botones físicos y la corona giratoria le dan ese toque mecánico que muchos echamos de menos en los relojes modernos. Viene en dos colores, Lava Black y Summit Blue, con correas intercambiables de 22mm. La caja es grande, 47 mm, y se nota, no es para muñecas pequeñas, algo muy común en este tipo de relojes, que buscan el público masculino.

La pantalla AMOLED LTPO es una de las mejores que hemos visto en un reloj Android, tiene hasta 2.200 nits de brillo que se activan automáticamente bajo el sol. La visibilidad es perfecta, y el modo ‘Always-On’ apenas consume batería gracias al refresco variable. Además, los bordes son mínimos y la resolución de 466×466 píxeles se nota.
Aquí viene lo bueno, por lo menos para nosotros, que la verdad es que preferimos autonomía sobre cualquier otra cosa. El Oppo Watch X2 usa una arquitectura de doble chip, un Snapdragon W5 Gen 1 y un coprocesador BES2800BP. El primero se activa cuando usamos Wear OS y todas sus funciones, mientras que el segundo se encarga del modo ahorro y tareas básicas. En la práctica esto se traduce en que puede llegar a los cinco días de uso sin cargarlo, o hasta 16 días si sólo lo usas con funciones básicas como la hora, el podómetro y las notificaciones. Una auténtica maravilla, si tenemos en cuenta que es difícil que la competencia llegue a los dos días. Si salimos de Android, ahí sí, Huawei es el gran vencedor de la autonomía.

«La gente debería manifestarse contra los 'reyes' de Silicon Valley»

Durante décadas, el doctor estadounidense Michael I. Jordan ha trabajado para entender y organizar el caos de los datos y desarrollar herramientas al servicio de la humanidad. Este matemático y científico cognitivo, catedrático emérito en la Universidad de California e investigador en el INRIA … de París, es uno de los pioneros de la inteligencia artificial y uno de los principales responsables de que sistemas como ChatGPT sean capaces de responder a los usuarios. Su tecnología también está detrás de los algoritmos que nos recomiendan resultados en función de gustos e intereses; logros que le han valido uno de los galardones en la presente edición de los Premios Fronteras del Conocimiento que la Fundación BBVA entrega en Bilbao este jueves.
Y si el trabajo de Jordan explica, parcialmente, cómo funcionan las máquinas, la india Mahzarin R. Banaji -también premiada por la fundación- se pregunta qué creen. Profesora de Ética Social en Harvard y pionera en el estudio de los sesgos implícitos, lleva años investigando las asociaciones inconscientes que moldean nuestras decisiones. En un análisis reciente, demostró con una base de datos de 840.000 palabras en internet que las asociaciones más frecuentes para «hombre» o «masculino» están relacionadas con la guerra y los deportes, mientras que la «mujer» y lo «femenino» se asocia predominantemente con el abuso y la pornografía. Y es precisamente de ahí, de la red, de donde se ‘alimenta’ principalmente ChatGPT, el Grok de Elon Musk o el Gemini de Google, que ofrecen lo mismo básicamente.

Ahora, Banaji está enfocando su atención en los sesgos de estas herramientas. Señala que su conducta puede parecerse a la humana, aunque es «mucho más extrema en los juicios que realiza» y tiende a agradar en exceso al usuario. «La primera vez que hablé con ChatGPT, al poco de su lanzamiento, le pregunté por sus sesgos implícitos, y me dijo que era ‘un hombre blanco’. Pensé que era increíble que la máquina creyese tener raza y género. No me dijo lo que pensaba, sino lo que creía que era. Al mes le hice la misma pregunta y el discurso cambió: decía que no tenía sesgos, y que los que pudiera tener serían producto de los sesgos humanos presentes en los datos con los que fue entrenado. Me sorprendió mucho ese cambio en apenas un mes», señala. «Veo que con el tiempo la tecnología puede terminar desarrollando un sentido de sí misma. Es algo muy pequeño, pero veo esa semilla. No sé si esto ocurrirá, pero es una de las razones por las que me involucré en la investigación», añade.

Superinteligencia

Jordan advierte que aunque pueda parecer que las aplicaciones de IA «tienen personalidad o una identidad única», en realidad no es así: «Todo lo que saben es colectivo y está basado en los datos de millones de personas. Si les repites la misma pregunta varias veces, vas a recibir respuestas diferentes. Es como charlar con una cultura entera». Esto, añade, hace que confiar ciegamente en sus respuestas sea problemático: «No razonan bajo la incertidumbre y cambian de idea con mucha facilidad. Si les preguntas, por ejemplo, quién es el presidente de Ghana, posiblemente te lo responderán bien. Pero no confiarías en un médico que te dijera que puedes tener una enfermedad y, al momento siguiente, otra distinta. Estamos hablando de herramientas, y como tales, es importante que los usuarios entiendan cómo utilizarlas y que pueden cometer errores».
Consultados sobre si podemos esperar la eliminación del error y el sesgo, los dos investigadores dudan. Banaji confiesa que en su juventud «tenía la creencia de que seríamos capaces de crear una forma de inteligencia que nos mejoraría en todo y tomaría mejores decisiones morales«: »Ahora no lo tengo claro, teniendo en cuenta que son corporaciones con ánimo de lucro, principalmente en Silicon Valley, las que las están construyendo».
Jordan es tajante: «No tengo mucha confianza en los líderes de grandes empresas como Google u OpenAI. No son científicos y, desde luego, tampoco creo que sean muy buenos en tecnología. Solo quieren hacer dinero de forma rápida, y esa no es la forma de hacer avanzar la tecnología». Y añade: «Sam Altman, que es el director de OpenAI, es una persona de dinero. No tiene una comprensión profunda de la tecnología. No piensa bien en el despliegue de la tecnología, y es el tipo de persona de Silicon Valley en la que no confiaría. Ahora está ayudando a la carrera armamentística, colaborando con el Ejército de Estados Unidos».
También critica que OpenAI haya abandonado el código abierto, lo que impide a investigadores externos estudiar cómo funciona ChatGPT o crear versiones propias. Banaji lo remata con una advertencia: «En Estados Unidos hay manifestaciones contra el rey, haciendo referencia a Trump, pero la gente también debería manifestarse contra los ‘reyes’ de Silicon Valley».
Actualmente, empresas como OpenAI, Google o Meta trabajan en la creación de una superinteligencia artificial que supere a cualquier ser humano. Varios ejecutivos, como Altman o Elon Musk, se muestran optimistas, y hasta apuntan que podría llegar en los dos próximos años, pero los científicos son escépticos. Para Jordan, se trata de «un término inventado» para conseguir «más financiación procedente del capitalismo de riesgo». Además, no tiene claro que sea algo necesario: «Realmente no significa mucho. Un ordenador ya puede hacer muchísimas cosas que los seres humanos no pueden hacer. Así que no está nada mal».

Trump y las universidades

Los dos investigadores muestran inquietud ante los recientes ataques de Trump a las universidades estadounidenses, especialmente contra Harvard, donde trabaja Banaji. El presidente ha acusado a la institución de tener un sesgo liberal y ha intentado presionarla para que abandone sus políticas de diversidad. Entre sus acciones figuran la cancelación de contratos federales, la congelación de fondos para investigación o el bloqueo a la admisión de estudiantes extranjeros. Una ofensiva que, de prosperar, podría afectar seriamente a la investigación en el centro académico más importante del país.
«Las acciones recientes del Gobierno contra mi universidad se están interpretando como la lucha de Goliat contra Goliat (haciendo referencia al poder de Harvard como la institución académica más prestigiosa del mundo). Sin embargo, no creo que esta valoración sea correcta. No somos nada comparado con el poder del gobierno federal de los Estados Unidos. No sabemos si vamos a sobrevivir a esto«, dice la investigadora. »Pero no podemos dejar de oponernos, porque Harvard no es Harvard sin alumnos extranjeros«, prosigue.
Jordan lamenta que, a su juicio, el presidente está influenciado por «un pequeño grupo de fascistas y populistas» que «quieren el poder absoluto», pero que «ya no estarán ahí dentro de tres años» cuando lleguen las siguientes elecciones presidenciales: «Las cosas cambiarán e incluso los miembros del partido republicano abogarán por restablecer las ayudas a los centros y a los científicos. Si se rompen las relaciones entre los investigadores y el estado, el motor de América se romperá»

Jugamos a 'Raidou Remastered': una aventura detectivesca y demoníaca

18/06/2025 a las 19:03h.

Parece que los chicos de Atlus no saben hacer nada mal, y es que pocas franquicias en el mundo de los videojuegos pueden presumir de una trayectoria tan extensa y respetada como ‘Shin Megami Tensei’, origen de la célebre saga ‘Persona’, pero también de otras más olvidadas como ‘Devil Summoner’ y ‘Soul Hackers’. A finales de marzo, y para sorpresa de muchos, Atlus anunciaba la remasterización de un clásico de la era PS2 —con uno de esos nombres interminables tan propios del mercado japonés—: ‘Shin Megami Tensei: Devil Summoner – Raidou Kuzunoha vs. The Soulless Army’, que vio la luz por primera vez en 2006. Han tenido que pasar casi 20 años, pero Atlus ha conseguido por fin saldar su deuda pendiente con uno de los spin-offs más singulares y carismáticos de la franquicia.
Eso si, la remasterización no es un simple lavado de cara nostálgico. Atlus ha llevado a cabo una revisión profunda que convierte al clásico de culto en una propuesta contemporánea, ágil y sorprendentemente ambiciosa. Lo que podría haber sido un remaster técnico se convierte, en muchos aspectos, en un remake jugable con cambios sustanciales que mejoran tanto el ritmo como la experiencia de juego, pese a que aún tenga algunos peros.

De forma resumida, tenemos un sistema de batalla renovado, gráficos en alta definición, doblaje integral para la historia principal y funciones modernizadas que mejoran la experiencia global de esta curiosa (y muy endiablada) historia de detectives.

Demonios en el Japón de los años 20

Los spin-offs de Megaten siempre se han caracterizado por la gran variedad de entornos y estilos de juego que ofrecen y, en ese sentido, Raidou sorprende con creces, ya que nos encontramos ante un RPG de acción detectivesco, una combinación poco común en esta franquicia. La ambientación se sitúa en la era Taisho y recuerda por momentos a un anime shonen, con una trama donde demonios que cazan humanos campan a sus anchas y un grupo selecto de cazadores tiene que acabar con ellos.