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TECNOLOGÍA

Tus próximos AirPods podrían leerte la mente

Apple sigue trabajando en añadir nuevas funcionalidades a sus dispositivos del futuro. Recientemente, el medio especializado ‘9to5Mac’ se ha hecho eco de un nuevo estudio desarrollado por investigadores de la empresa afincada en Cupertino que podría permitir que, en el futuro, los AirPods sean … capaces de detectar señales del cerebro del usuario. Aunque esta tecnología aún es experimental, la empresa estaría explorando la posibilidad de incorporar capacidades como el seguimiento del sueño.
La tecnología en cuestión se basa en una técnica llamada Ear‑EEG (electroencefalografía desde el canal auditivo), que permitiría a los AirPods captar señales eléctricas del cerebro. En este estudio, los investigadores crearon una herramienta basada en inteligencia artificial (IA) capaz de predecir, con una alta precisión, el momento exacto en que se producen ciertos segmentos de actividad cerebral. Lo destacable es que, para lograr esto, la IA logró interpretar datos sin procesar y sin etiquetar, lo que marca un avance significativo en la capacidad de los dispositivos para aprender patrones cerebrales de forma autónoma.

Aunque la posibilidad de que los AirPods puedan detectar señales cerebrales y ofrecer funciones como el monitoreo del sueño suena prometedora, es importante tener en cuenta que la implementación de esta tecnología plantea varios desafíos. Uno de los principales obstáculos es la precisión de las señales captadas mediante esta técnica. Ya que aquí se utilizan sensores en el oído en lugar de la cabeza, que es lo habitual, la calidad de la señal podría verse afectada por factores como el movimiento o el ruido externo. Esto podría limitar la capacidad de los dispositivos para captar datos cerebrales con suficiente fidelidad.
Además, el uso de señales cerebrales plantea importantes cuestiones éticas y de privacidad. El monitoreo constante de la actividad cerebral podría generar preocupaciones sobre el manejo y almacenamiento de datos tan sensibles. Apple, al igual que otras empresas en el sector, deberá asegurarse de que los usuarios comprendan cómo se recogen y utilizan estos datos, y ofrecer garantías sobre la seguridad y la protección de la información personal.

'House of Cards' en OpenAI

Los seguidores del escritor y dibujante estadounidense Dr. Seuss se sabrán de memoria las estrofas clave de su cuento infantil ‘Huevos verdes y jamón’.Sam-I-Am.los huevos verdes … y el jamón.
Para aquellos que nunca han tenido que leer un cuento antes de dormir, permítanme explicarles.

Una pequeña criatura indomable, Sam-I-Am (Juan Ramón, en la versión española), se pasa todo el libro ofreciendo huevos verdes con jamón —a primera vista, un plato poco apetecible— a una criatura más grande, escéptica y cada vez más irascible. Con cada página, la oferta se vuelve más elaborada. ¿Te gustaría comerlos en un barco? ¿Con una cabra? ¿Bajo la lluvia? ¿En un tren? Seguro que hay algún contexto en el que los huevos verdes pueden resultar apetecibles. Cuando Sam se sale con la suya, su desventurada víctima se encuentra en una escena caótica.
Si lo piensas bien, a menudo hay alguien llamado Sam que intenta venderte algo que inicialmente no quieres. En la década de 1920, según aprendí en el libro ‘1929: Inside the Greatest Crash in Wall Street History—and How It Shattered a Nation’, de Andrew Ross Sorkin, fue un artículo de Sam Crowther, titulado ‘Everybody Ought to Be Rich’ (‘Todo el mundo debería ser rico’), el que exhortó a las amas de casa a comprar acciones a crédito. Hace unos años, fue Sam Bankman-Fried con su criptobróker, FTX. En el apogeo de su fama, Bankman-Fried declaró: «Quiero que FTX sea un lugar donde puedas hacer lo que quieras con tu próximo dólar. Puedes comprar bitcoins… Puedes comprar un plátano». Y también podrías haber comprado huevos verdes y jamón, hasta que FTX reventó y Sam terminó en la cárcel.
Muchas de las aplicaciones de la inteligencia artificial (IA) generativa me recuerdan a los huevos verdes con jamón. Tomemos como ejemplo Sora 2.0 de OpenAI. Con unas pocas indicaciones, se pueden generar vídeos de porno ‘soft’ (suave) con elfos femeninos ligeros de ropa tipo manga. Esta es también una de las formas en que Elon Musk intenta vender Grok de xAI. Pero, ¿por qué querría ver esos vídeos, igual que no me apetece comer huevos verdes con jamón?

La burbuja en cinco etapas

La historia financiera puede ayudarnos aquí. Si no estás seguro de si existe una burbuja de IA, consulta el modelo de cinco etapas del historiador Charles Kindleberger:
1. Desplazamiento: algún cambio en las circunstancias económicas crea nuevas y rentables oportunidades para determinadas empresas.
2. Euforia o exceso de operaciones: se inicia un proceso de retroalimentación en el que el aumento de los beneficios esperados conduce a un rápido crecimiento de los precios de las acciones.
3. Manía o burbuja: la perspectiva de obtener ganancias fáciles atrae a inversores novatos y a estafadores deseosos de defraudarlos.
4. Angustia: los iniciados se dan cuenta de que las ganancias esperadas no pueden justificar el precio ahora exorbitante de las acciones y comienzan a obtener ganancias vendiendo.
5. Repulsión o descrédito: a medida que caen los precios de las acciones, los no iniciados se precipitan hacia la salida, lo que provoca el estallido total de la burbuja.
Actualmente nos encontramos en la fase 3.
Es imposible leer la primera parte de la obra de Sorkin de 1929 sin recordar nuestros propios tiempos. Olvidamos con demasiada facilidad que el auge bursátil de la década de 1920 se sustentaba en las acciones tecnológicas de la época, como Radio Corporation of America (RCA), por ejemplo, la empresa a la vanguardia del nuevo entretenimiento de masas en la radio, el vinilo y el celuloide.
Hoy en día, se nos ofrece algo aún más atractivo que la cornucopia de la era del jazz. Según un proyecto del economista Ezra Karger, cuyo objetivo es predecir el progreso de la IA, más del 18% de las horas de trabajo estadounidenses contarán con la asistencia de la IA en 2030. Diez años más tarde, la IA será tan importante para este siglo como lo fueron la electricidad o el automóvil para el anterior. De hecho, hay una probabilidad entre tres de que la IA vaya a situarse junto a la imprenta como una tecnología que «cambió el curso de la historia de la humanidad».
Incluso si la Inteligencia Artificial no llega a alcanzar ese nivel, Reuters informó la semana pasada de que el 97% de los oyentes no pueden distinguir entre las canciones generadas por IA y las compuestas por humanos. La canción que actualmente encabeza las listas de éxitos country, ‘Walk My Walk’» de Breaking Rust, fue generada por IA, según el periódico ‘Financial Times’.
La IA, o más bien la promesa de la IA, es ahora el principal motor tanto de la economía estadounidense como del mercado de valores. Entre una sexta y dos quintas partes del aumento del Producto Interior Bruto durante el último año se puede atribuir a las inversiones en equipos informáticos y de comunicaciones, incluidos chips, centros de datos, mejoras de la red eléctrica y software de IA.
El columnista del ‘Financial Times’ Ruchir Sharma estima que las empresas de IA representan el 80% de las ganancias de las acciones estadounidenses este año. El bloguero y economista Noah Smith señala que «más de una quinta parte de la capitalización bursátil total del S&P 500 corresponde ahora a solo tres empresas —Nvidia, Microsoft y Apple—, dos de las cuales son básicamente grandes apuestas por la IA». Las llamadas ‘Siete Magníficas’ (esas tres empresas más Alphabet, Amazon, Meta y Tesla) representan más de un tercio de la capitalización bursátil del S&P 500. Los gastos de capital trimestrales de estas empresas superan ahora los 110.000 millones de dólares, aproximadamente tres veces más que hace dos años. Casi dos quintas partes de ese total corresponden a compras por parte de otras empresas de unidades de procesamiento gráfico (GPU) de Nvidia.
La analogía habitual con la supuesta burbuja de la IA es la burbuja puntocom de principios de la década de 2000. El contraargumento habitual es que el valor de Nvidia es mucho menor en relación con los beneficios de la empresa que el de Cisco hace 25 años. A diferencia de la mayoría de los demás mercados bursátiles, el crecimiento de la capitalización de Wall Street refleja el aumento de los beneficios, no solo el aumento de las valoraciones.
Además, a finales de de la década de 1990, los gastos de capital, en gran parte destinados a cables de fibra óptica, superaron con creces la demanda de internet. No ocurre lo mismo con la demanda de GPU.
Nvidia no puede satisfacer la demanda impulsada por la IA de capacidad informática adicional. Tampoco puede hacerlo la red eléctrica estadounidense. El hecho de que las facturas de electricidad hayan subido un 7% este año es considerado por algunos comentaristas como una de las consecuencias no deseadas del auge de la inversión en IA.

«Hay una probabilidad de entre tres de que la IA vaya a situarse junto a la imprenta como una tecnología que cambió el curso de la historia de la humanidad»

A esto hay que añadir la gran velocidad de adopción de la IA. Cada semana se envían más de 18.000 millones de mensajes a ChatGPT. La tasa de adopción es mucho mayor que la de la World Wide Web en la década de 1990.
En resumen, la IA está cambiando la economía de la década de 2020 más rápidamente que internet cambió la economía de la década de 1990. Un artículo publicado en agosto muestra que, desde la adopción generalizada de la IA, los trabajadores de entre 22 y 25 años en las profesiones más expuestas a la IA (como los servicios jurídicos) «han experimentado un descenso relativo del 13% en el empleo, incluso después de controlar las perturbaciones a nivel de empresa». Si hablas con cualquier persona del sector de la banca de inversión, te dirá que se están recortando sus programas de contratación de analistas principiantes.

El ferrocarril del siglo XIX

Por todas estas razones, los ferrocarriles del siglo XIX pueden ser una mejor analogía con la IA que las telecomunicaciones de la década de 1990. Si pensamos en los gastos de capital actuales en centros de datos como los gastos de capital en ferrocarriles hace 150 años. Y ahí está el problema. Dos cosas pueden ser ciertas al mismo tiempo: a) los centros de datos que alimentan la IA podrían ser una inversión tan rentable económicamente como los ferrocarriles, y b) aún podríamos experimentar al menos una caída de la bolsa en el camino hacia su adopción generalizada.
Entre 1873 y 1893, los inversores en ferrocarriles se dieron cuenta de que el rendimiento de sus gastos de capital no sería tan rápido como habían previsto anteriormente. Si los inversores en IA se dan cuenta de lo mismo, o de que los rendimientos no se acumularán en las empresas que realizan todas las inversiones de gran envergadura, es probable que se produzca una caída. Además, la historia nos dice que el impacto económico será proporcionalmente mayor en función de la cantidad de gastos de capital que se financien con deuda, en contraposición al capital social o al flujo de caja procedente de otras fuentes.
Las empresas más grandes —Microsoft, Amazon, Meta y Alphabet— pueden financiar la mayor parte de sus gastos de capital con su flujo de caja. Y es probable que sigan invirtiendo en Nvidia, siempre y cuando el diseño de chips y el software de Jensen Huang sigan siendo de vanguardia. Pero OpenAI es otra cuestión.
Según el periódico ‘The Wall Street Journal’, Sam Altman «recientemente dijo a los empleados que OpenAI quería construir 250 gigavatios de nueva capacidad informática para 2033… Un plan que costaría más de 10 billones de dólares según los estándares actuales». Eso equivaldría a un tercio del consumo máximo actual de energía en Estados Unidos.
Sin embargo, OpenAI no tiene ni diez años. Su producto estrella, ChatGPT, solo tiene tres años, y su tasa de consumo (la cantidad de dinero que pierde cada trimestre) puede ser la más alta de la historia. ¿Cómo propone Altman pagar los 250 gigavatios de nueva capacidad informática? La respuesta es solo en parte mediante préstamos bancarios (4.000 millones de dólares hasta la fecha). Pero el resto implica una deuda de otro tipo, de casi todos los demás participantes en el juego de la IA.
Altman ha firmado un contrato de nube por valor de 22.400 millones de dólares con CoreWeave. Ha firmado un acuerdo por valor de 38.000 millones de dólares con Amazon Web Services. Ha acordado comprar los chips personalizados y los equipos de red de Broadcom. El único inconveniente es que «OpenAI no está en condiciones de asumir ninguno de estos compromisos», como declaró un analista al ‘Financial Times’ el mes pasado. ¿Por qué? Porque, aunque Altman afirma que los ingresos anualizados de la empresa son «muy superiores» a los 13.000 millones de dólares, pero sus pérdidas en el último trimestre ascendieron a 12.000 millones. La afirmación de la empresa de que los ingresos crecerán hasta los 100.000 millones de dólares en 2028 parece poco plausible. Sin duda, sería algo sin precedentes.

peradores trabajando en Wall Street, en Nueva York. Octubre de 1929 marcó el comienzo del desplome bursátil de 1929 y de una tormenta financiera universal tras una década de excesos, que se compara con la crisis a la que puede derivar la burbuja de IA

afp

Parte de la financiación de OpenAI proviene de Microsoft, con quien tiene un acuerdo de reparto de ingresos. También hay acuerdos con Google y Nvidia. Quizás la parte más importante proviene de Oracle, de Larry Ellison, una de las partes del Proyecto Stargate, una empresa conjunta anunciada en enero para invertir 500.000 millones de dólares en infraestructura de IA para OpenAI. Otros participantes son SoftBank y la empresa de inversión MGX.
Estos acuerdos son complejos. El suscrito entre Nvidia y OpenAI, por ejemplo, implica un compromiso por parte de Nvidia de alquilar hasta cinco millones de sus chips a OpenAI. A cambio, Nvidia invertirá hasta 100.000 millones de dólares en OpenAI a lo largo del tiempo para ayudar a la empresa a pagar los chips. De este modo, Nvidia actúa tanto como inversor como proveedor de OpenAI.

Duros competidores
Gemini, de Google, está ganando terreno rápidamente en el mercado de la IA generativa. Y Anthropic supera a OpenAI en IA empresarial

Del mismo modo, OpenAI podría tener que pagar más de 20.000 millones de dólares a CoreWeave, pero también es propietaria de parte de CoreWeave, «tras haber realizado una inversión de capital de 350 millones de dólares en la empresa antes de su oferta pública inicial».
Otros acuerdos implican una financiación circular similar. El término de ‘Wall Street’ para definir esto es ‘roundabouting’. También viene a la mente la expresión ‘castillo de naipes’, ya que es evidente que cualquier cosa que provocara una corrección significativa del mercado de valores plantearía graves problemas para la estabilidad de esta estructura.

China entra en la ecuación

¿Qué podría llevar a los inversores a revisar a la baja sus expectativas sobre el dinero que se puede ganar con la IA generativa?
Se me ocurren cuatro buenas razones para la decepción:
1. La constatación de que ChatGPT es más una mejora de la búsqueda en Google que un milagro que aumenta la productividad. La mayor parte del uso de ChatGPT corresponde a personas que buscan orientación práctica, información o ayuda técnica. Por el contrario, según un estudio del Massachusetts Institute of Technology (MIT), el 95% de las organizaciones no obtienen ningún rendimiento de sus inversiones en IA. Esto se debe a que los empleados la utilizan para generar lo que la Harvard Business Review ha denominado ‘workslop’, es decir, verborrea generada por IA.

72,3%
es la cuota actual de OpenAI en el mercado de la IA generativa.

2. OpenAI tiene una dura competencia. Hace un año, su cuota en el mercado de la IA generativa era del 86,6%. Hoy en día es del 72,3%. Gemini, de Google, está ganando terreno rápidamente. Y Anthropic está superando a OpenAI en lo que respecta a la IA empresarial.
3. Todos los actores estadounidenses del sector de la IA se enfrentan a la competencia de los modelos de código abierto de China, que han superado rápidamente a sus homólogos estadounidenses en cuanto a adopción mundial. Cada vez más empresas estadounidenses, como Airbnb, están utilizando discretamente los modelos chinos porque son baratos. Cuando Huang afirma al ‘Financial Times’ que «China va a ganar la carrera de la IA», parece una mala noticia para Sam-I-Am.
4. Si las GPU sirven implícitamente como garantía para la deuda de la IA, eso también es un posible quebradero de cabeza. A diferencia de los ferrocarriles, las GPU son activos de corta duración con una vida útil de quizás cinco años. ¿O son ocho? ¿O dos? Nadie lo sabe.
Como dije, una leve decepción puede provocar una caída incluso cuando la tecnología es impresionante, o incluso si la inversión finalmente vale la pena para la sociedad en su conjunto. Eso fue un escaso consuelo para aquellos que perdieron hasta la camisa en valores ferroviarios en 1873 y 1893. Hasta qué punto una venta masiva de acciones hoy en día causaría una conmoción más amplia, incluso una recesión, depende del alcance del contagio financiero.

El papel de Oracle

Entra en escena Oracle, que tiene alrededor de 96.000 millones de dólares de deuda a largo plazo, frente a los 75.000 millones de hace un año, con un total potencial de 290.000 millones para 2028, según Morgan Stanley. El ratio deuda-capital de Oracle se ha disparado hasta el 500%, frente al 50% de Amazon y el 30% de Microsoft. El precio de los ‘swaps de incumplimiento crediticio’ de Oracle (un derivado que se compra para protegerse contra el incumplimiento de una empresa en el pago de sus deudas) se ha duplicado desde septiembre.
Todo va bien, muy bien, en las condiciones financieras actuales, que son tan favorables como lo han sido en los últimos tres años. Pero hay que preguntarse: ¿están volviendo los años veinte para reclamar su historia financiera?
Sin duda, cuando leo en ‘The Wall Street Journal’ que «el destino de las mayores empresas de semiconductores y nube del mundo —y de amplios sectores de la economía estadounidense— [está ligado] a OpenAI, lo que la convierte en esencia en demasiado grande para quebrar», solo tengo una respuesta:
No me gustan,
Sam-I-Am.
No me gustan
los huevos verdes con jamón.

Esta es la razón por la que cada vez menos gente lee lo que publicas en internet

Desde hace cerca de dos décadas, Google ha estado actuando como albacea preferente de toda la información que, segundo tras segundo, se vuelca en la red. Actualmente, el buscador propiedad de Alphabet controla más del 90% del tráfico de internet; por eso, cuando … en las oficinas de la compañía se decide hacer cambios en las herramientas que deciden que hipervínculos azules se destacan y cuáles acaban relegados, todos los negocios que de la red para ganarse el pan tiemblan. Y con razón. Más todavía en los tiempos que corren, en los que la inteligencia artificial generativa ha comenzado a dinamitar las reglas del juego.
Seguro que ya te has dado cuenta, pero desde hace unos meses, cuando realizas una búsqueda, es bastante habitual que te encuentres como primer resultado con una respuesta creada con IA generativa de Gemini, que es el ChatGPT de Google. Esta función recibe el nombre de AI Overview, y está provocando que los sitios web pierdan cerca de un tercio del tráfico que tenían anteriormente. Y los medios de comunicación se encuentran entre los más afectados. Un informe de Similarweb publicado el pasado verano muestra que el porcentaje de búsquedas informativas en la web que no generan clics en sitios de noticias aumentó del 56% al 69% entre mayo de 2024 y mayo de 2025, precisamente, coincidiendo con el lanzamiento oficial de esta novedad.

El Modo IA

«En España la funcionalidad entró la pasada primavera, el impacto cuando más se ha notado ha sido el pasado verano. No todas las webs están tan impactadas, pero hay algunas que han llegado a perder hasta el 40% del tráfico que tenían anteriormente», explica a ABC Juan González Villa, consultor SEO y director de la empresa USEO. El experto apunta que hasta la fecha esta modificación basada en IA ha sido la que más ha afectado al tráfico web. Bastante más, aparentemente, de lo que lo había hecho ChatGPT desde su aparición en la red en 2022: «Aún la gente no lo está usando tanto como buscador. Crece de forma constante, pero lo hace desde cero, por lo que es normal».
Probablemente, la búsqueda en Google también se terminará viendo afectada por la inclusión del Modo IA, una suerte de ChatGPT que ahora está al alcance de cualquiera simplemente pulsando en un botón en el buscador. El consultor SEO Brodie Clark desveló hace escasos días que Google está probando la aparición de publicidad en sus servicios de IA, algo que la propia empresa ha reconocido. Y los cambios no se van a quedar ahí.

Bruselas investiga el control de acceso de Amazon y Microsoft a sus servicios en la nube

La Comisión Europea investiga si las tecnológicas Amazon y Microsoft deberían ser designadas como guardianes de acceso (‘gatekeepers’, en la jerga comunitaria) a sus servicios de computación en la nube -Amazon Web Services y Microsoft Azure- y por tanto someterse a las reglas más … estrictas de la Ley europea de Mercados Digitales (DMA, por sus siglas en inglés).
Para ello, los servicios comunitarios han iniciado tres investigaciones de mercado para evaluar, por un lado, si las compañías ejercen de «importantes pasarelas» entre las empresas y los consumidores pese a no alcanzar el umbral mínimo previsto para los ‘gatekeepers’ y, por otro, determinar si la DMA puede cubrir «eficazmente» las prácticas que pueden limitar la competitividad y la equidad en el sector de la computación en nube en la UE.

Con este paso se abre un periodo de doce meses para que Bruselas evalúe la situación y tome una decisión al respecto que, de confirmar que considera a ambas compañías guardianes de acceso a estos servicios, supondrá que Amazon y Microsoft deberán ajustarse a las obligaciones previstas en el marco de la DMA en un plazo de seis meses.

El Ejecutivo comunitario destaca en un comunicado que la computación en la nube es la «columna vertebral» de muchos servicios digitales y es «crucial» para el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA), por lo que necesita un entorno «justo, abierto y competitivo» que asegure la innovación y la autonomía estratégica de Europa.

Enfrentamos a los dos mejores 'smartphones' plegables: cuál es el que debes comprar

No podemos considerar que los plegables, que se incorporan dos pantallas y cuando se abren casi parecen una tableta, sean para todo el mundo. Sin embargo, está claro que 2025 nos ha dado dos de los mejores dispositivos de esta clase hasta la fecha: el … Samsung Galaxy Z Fold 7 y el Honor Magic V5. De hecho, la propuesta de Samsung acaba de recibir un premio de cara al próximo CES 2026. Llevamos dos meses con ellos y aquí te explicamos cuál es el más interesante por si estás pensando en pegar el salto y hacerte con alguno.
En mano, ambos son demencialmente delgados si los comparamos con los modelos del 2024. Y la realidad es que el baile de las décimas entre uno y otro es puro marketing, prácticamente son imperceptibles. Lo que sí se nota es la ergonomía, Samsung mantiene un cuerpo cuadrado, mientras que Honor apuesta por las esquinas redondeadas y un módulo de cámara que sobresale unos 7 mm, lo que condiciona su delgadez. Sin duda, el Magic V5 es uno de los plegables más finos que existen, pero si tenemos en cuenta el detalle del módulo, el equilibrio se descompensa en favor del Z Fold. Porque, además, el móvil puede ser algo incómodo de llevar en el bolsillo.

Si tenemos en cuenta las resistencias, Samsung estrena por fin protección al polvo IP48. Honor, en cambio, cuenta con IP58/IP59, lo que significa que es capaz de sobrevivir a un chorro de agua directo. A favor del Fold podemos decir que llevamos meses usándolo; en ese tiempo se nos habrá caído decenas de veces, pero sigue intacto.
En cuanto a pantalla, la resolución de ambos es similar, pero es en el brillo donde está el meollo. Aunque sobre el papel Honor sería el gran ganador, en la práctica, el Fold 7 ilumina más y mejor, tanto en la cubierta como en el panel interior, y además baja el mínimo con más acierto para lectura nocturna.

Rendimiento desigual

En rendimiento es desigual a pesar de que ambos instalan Snapdragon 8 Elite a 3 nm, lo mejor en procesadores para Android. El ‘for Galaxy’ del Fold 7 viene tuneado’ y rinde mejor en tareas cortas. Pero en tareas de largo recorrido, como los juegos, el Magic V5 aguanta mejor la temperatura y por lo tanto ofrece un rendimiento más sostenido. En definitiva, el Fold 7 es un sprinter y el V5 un maratoniano. Para el más común de los mortales y en las tareas del día a día, el Fold 7 es el ganador. Pero si lo que se quiere es un terminal que aguante lo que se le eche, quizá lo mejor sea apostar por el plegable de Honor.
Luego, en la cámara vamos a encontrar grandes diferencias. Samsung exprime su sensor de 200 megapíxeles del S25 con una nocturna solvente y vídeo con estabilización que se defiende muy bien. El zoom y el gran angular, en cambio, permanecen inalterados desde el Fold 5. Y es justo ahí donde el Honor V5 domina, en el periscopio de 64 MP a 3x y en el ultra gran angular.
En cuanto a batería, en números, tenemos un claro ganador, y es el Honor con sus 5.820 mAh con carga 66 W por cable y 50 W inalámbricos que cargan de 0 al 100% en torno a los tres cuartos de hora. Samsung mantiene sus 4.400 mAh y la carga a 25 W, que ya tienen unos cuantos años y que no ha mejorado. Pero aun así, a pesar de esta diferencia, con un uso normal, el Fold 7 está mejor optimizado y ofrece una mejor autonomía real. Es en el tiempo de carga donde el Honor le gana de calle.

Sin lápiz o con lápiz

Samsung ha eliminado el S Pen después de seis generaciones para someter al Fold al adelgazamiento que hemos visto. Honor no solo mantiene su stylus, su dispositivo tipo lápiz, sino que lo tiene habilitado en la pantalla interior y en la cubierta, exactamente lo que pedía la comunidad del Fold desde hace años. Para quien toma notas o dibuja, la elección es clara. Nosotros no somos muy fans del stylus, pero para el que le guste, Honor gana en este punto.
En cuanto a la capa sobre Android, nosotros nos decantamos por la One UI 8 del Fold, que es estable, pulida, predecible y promete muchos años de soporto, algo que Samsung suele cumplir. Honor MagicOS 9, mientras tanto, propone ideas más ambiciosas en multitarea, como el modo de tres ‘apps’ sin bordes, pero la impresión es que la UI está menos occidentalizada. También Honor mete más ‘bloatware’ preinstalado, ese software que es completamente innecesario para la mayoría de los usuarios, y que puede ser un poco molesto al principio.

¿Quién gana?

Es muy difícil decirlo, los dos son grandes terminales. Si quieres ir a lo seguro, buscas un gran soporte en España y funcionalidad probada, el Galaxy Fold 7 es la mejor opción; pero si buscas usar stylus, cámaras más equilibradas y un software más experimental, el Magic V5 puede ser más interesante. Finalmente, respecto a los precios, el de Samsung parte de los 1.898 euros, mientras que el de Honor es algo más barato: 1.699 euros.

Presentan al primer robot humanoide ruso y acaba estrellándose y roto

Cada vez más tecnológicas están empeñadas en meter robots humanoides en casas y fábricas para que ayuden a los humanos a llevar a cabo las tareas más tediosas y repetitivas. Y una de ellas es la empresa rusa Aidol, que escogió el pasado jueves … como la fecha ideal para mostrar al mundo, desde Moscú, su primer dispositivo de estas características.
La máquina entró en el escenario moviéndose al ritmo de la banda sonora de ‘Rocky’ y dando unos pocos pasos cortos antes de levantar el brazo para saludar a los periodistas presentes en el acto. Apenas un segundo después perdió el equilibrio y cayó al suelo de bruces perdiendo alguna que otra pieza por el camino. A continuación, dos de los trabajadores de Aidol se afanaron en cubrir al robot con una tela negra y sacarlo lo más rápidamente posible del escenario.

La máquina, publicitada como «el primer robot antropomórfico de Rusia con inteligencia artificial», pesa 95 kilogramos y mide 1,86 metros. Tiene autonomía para funcionar unas seis horas y es capaz de expresar una docena de emociones. Representa, además, el principal proyecto de la Nueva Coalición Tecnológica de Rusia, un consorcio de empresas de robótica y universidades técnicas que trabajan en el desarrollo de robots con forma humana.
En declaraciones recogidas por ‘Moscú Times’, el director general de la empresa desarrolladora, Vladimir Vitukhin, señaló que el robot había sido probado para ser capaz de caminar sobre rocas o suelos resbaladizos. Cree que su caída en el escenario pudo deberse a un fallo eléctrico. «Debemos tener en cuenta que el entorno era distinto, incluyendo la iluminación…», apuntó el ejecutivo.

OpenAI está probando los chats grupales en ChatGPT: así funcionan

OpenAI ha comenzado a probar una nueva función de chats grupales en la aplicación de su asistente de inteligencia artificial (IA) ChatGPT. Gracias a ellos, en el futuro, amigos, familiares o compañeros de trabajo podrán interactuar en una misma conversación para investigar o planificar … tareas, tal y como ha reconocido la empresa dirigida por Sam Altman en una reciente publicación en su blog oficial.
Hasta ahora, los usuarios solo han podido conversar con ChaGPT de forma indivudual. Sin embargo, OpenAI pretende ir más allá y ofrecer experiencias compartidas, tal y como es posible en herramientas de mensajería instantáneas o en algunas redes sociales. La novedad puede ser especialmente interesante para grupos de trabajo o de estudio; pero también para organizar actividades familiares, como podría ser un viaje o una comida.

Por el momento, la novedad se encuentra en fase de pruebas y solo está disponible para algunos usuarios con planes gratuitos y de pago en Japón, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Taiwán. Evidentemente, la idea de la empresa es expandir este servicio a más regiones, hasta que llegue el momento en el que esté disponible para todos.
Por tanto, con los chats grupales, los usuarios podrán participar en una misma conversación con ChatGPT ya sea para planificar eventos grupales, como para tomar decisiones o desarrollar ideas en conjunto. La empresa señala que estas conversaciones permiten utilizar la IA para organizar el itinerario de un viaje de fin de semana, comparar destinos o crear una lista de equipaje con la participación y el seguimiento de todos los miembros.