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TECNOLOGÍA

Trucos para saber si ChatGPT o Grok te están engañando en sus respuestas

La inteligencia artificial ha llegado para quedarse, y si la usas con criterio, puede convertirse en una herramienta increíblemente útil. Con ella puedes consultar información en cuestión de segundos, redactar texto, organizar ideas o resolver tareas complejas del día a día. Sin embargo, también … hay que ser consciente de sus límites. ChatGPT, como otros modelos de su clase, no es perfecto: puede ofrecer respuestas inventadas, dar por ciertas cosas que no lo son o malinterpretar lo que le estás pidiendo. Y si no estás atento eso te puede generar problemas. Por eso, lo mejor que puedes hacer es aprender a interactuar con ella de forma crítica e inteligente.
Para que no te engañe y seas capaz de encontrar con cierta facilidad los errores que comete, aquí te compartimos algunos trucos sencillos que te ayudarán a sacarle el máximo partido a ChatGPT sin que te juegue una mala pasada.

Duda de todo

La IA generativa no es experta en nada. Todo lo que ‘sabe’ procede de los datos con los que las herramientas han sido entrenadas, muchos procedentes de internet y, ya de por sí, erróneos o sesgados. No entienden lo que dicen, ni tienen conocimientos propios. Lo que hacen es predecir la siguiente palabra en una frase basándose en patrones estadísticos. Y si no saben muy bien qué responderte, para salir del atolladero es bastante probable que se lo inventen.
Por eso, es crucial que uses el sentido común, que dudes y que verifiques las respuestas que recibes recurriendo a otras fuentes.

Intenta ser claro y concreto en las preguntas

Uno de los errores más comunes al usar ChatGPT (o cualquier IA generativa) es hacerle preguntas demasiado generales o vagas esperando respuestas milagrosas. Si preguntas, por ejemplo, «¿Qué opinas sobre la economía?», es probable que obtengas una respuesta superficial, ambigua o incluso contradictoria. ¿Por qué? Porque la IA, como hemos dicho, no tiene opiniones reales, ni sabe exactamente a qué te refieres si tú no se lo dejas claro.
Estas herramientas funcionan mejor cuando reciben una instrucción específica y bien enfocada. Cuanto más preciso seas, más útil y confiable podrá ser la respuesta.

Pídele que se justifique

Una de las formas más efectivas de evitar errores al usar ChatGPT es no conformarte con la primera respuesta que te ofrece. Puede sonar convincente, pero eso no significa que sea correcta, y para no caer en la trampa del «suena bien, debe ser verdad», lo mejor que puedes hacer es pedirle a la herramienta que se justifique.
Por ejemplo, si te menciona un estudio, un autor o un dato que suena algo raro o desconoces, le puedes pedir que te diga la fuente o que te ofrezca el enlace del que supuestamente ha sacado la información. Tras esto, intenta comprobarlo de nuevo a través del buscador de internet que utilices.

La información puede estar desactualizada

A pesar de que herramientas como Grok, Gemini o ChatGPT están conectados a la red, y pueden hacer búsquedas durante la conversación, es bastante habitual que ofrezcan información desactualizada y que ‘patine’ en las preguntas más sencillas. Por ejemplo, a pesar de que hace ya medio año que está de vuelta en la Casa Blanca, es habitual que ChatGPT todavía se refiera a Donald Trump como expresidente de Estados Unidos. Por lo tanto, no te fíes y vuelve a comprobarlo; incluso cuando parece que el dato es sencillo.

Pídele se corrija a sí misma

Otro buen truco que puedes emplear pasar por pedirle a la herramienta que revise su propia respuesta y busque posibles errores. Puedes probar con órdenes como: «Ahora revisa todo lo que dijiste y dime si hay errores, contradicciones o cosas que podrías mejorar».

España y otros 10 países piden a la UE la verificación obligatoria de edad para el acceso de los menores a redes sociales

SERVIMEDIA

19/06/2025 a las 11:03h.

El Gobierno de España, junto a otros 10 países europeos, solicitó este miércoles a la Comisión Europea incluir la verificación obligatoria de edad para el acceso de los menores a las plataformas de redes sociales.
«España, junto con otros socios europeos, va a proponer a la Comisión Europea que, para acceder a las redes sociales, sea obligatorio verificar la edad con herramientas efectivas que protejan a los menores«, anunció este miércoles el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, durante su participación en el ‘Summit DigitalES’ que se celebra en Madrid.

El Ejecutivo español ha hecho llegar esta petición a través de una carta firmada por el propio ministro Óscar López, y la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, junto a los representantes de los Gobiernos de Austria, Croacia, Chipre, Dinamarca, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Eslovaquia, Eslovenia y la región de Valonia (Bélgica).

En el texto, instan a la Comisión a que «abandone el statu quo actual en cuanto a los métodos de garantía de edad en línea, y considere la verificación de edad (efectiva) obligatoria para el acceso a las plataformas de redes sociales como medida indispensable y adecuada, dados los riesgos que conlleva».

Probamos el Oppo Watch X2: la mejor batería en relojes Android

19/06/2025

Actualizado a las 09:31h.

Durante las últimas semanas hemos estado probando el nuevo Oppo Watch X2, la siguiente versión de un reloj inteligente que el año pasado nos dejó con muy sabor de boca, y se convirtió en uno de nuestros favoritos del 2024. Oppo no ha escatimado en diseño ni especificaciones, sobre el papel promete, titanio, cristal de zafiro, certificación militar y un sistema de doble procesador como el X1 que asegura cinco días de autonomía.
Una de las cosas que más llama la atención cuando te lo pones en la muñeca es que se aleja de la estética de reloj inteligente y se acerca más la de un reloj tradicional, con un acabado premium que no desentonaría en una reunión formal. El marco de titanio, el cristal de zafiro, los botones físicos y la corona giratoria le dan ese toque mecánico que muchos echamos de menos en los relojes modernos. Viene en dos colores, Lava Black y Summit Blue, con correas intercambiables de 22mm. La caja es grande, 47 mm, y se nota, no es para muñecas pequeñas, algo muy común en este tipo de relojes, que buscan el público masculino.

La pantalla AMOLED LTPO es una de las mejores que hemos visto en un reloj Android, tiene hasta 2.200 nits de brillo que se activan automáticamente bajo el sol. La visibilidad es perfecta, y el modo ‘Always-On’ apenas consume batería gracias al refresco variable. Además, los bordes son mínimos y la resolución de 466×466 píxeles se nota.
Aquí viene lo bueno, por lo menos para nosotros, que la verdad es que preferimos autonomía sobre cualquier otra cosa. El Oppo Watch X2 usa una arquitectura de doble chip, un Snapdragon W5 Gen 1 y un coprocesador BES2800BP. El primero se activa cuando usamos Wear OS y todas sus funciones, mientras que el segundo se encarga del modo ahorro y tareas básicas. En la práctica esto se traduce en que puede llegar a los cinco días de uso sin cargarlo, o hasta 16 días si sólo lo usas con funciones básicas como la hora, el podómetro y las notificaciones. Una auténtica maravilla, si tenemos en cuenta que es difícil que la competencia llegue a los dos días. Si salimos de Android, ahí sí, Huawei es el gran vencedor de la autonomía.

«La gente debería manifestarse contra los 'reyes' de Silicon Valley»

Durante décadas, el doctor estadounidense Michael I. Jordan ha trabajado para entender y organizar el caos de los datos y desarrollar herramientas al servicio de la humanidad. Este matemático y científico cognitivo, catedrático emérito en la Universidad de California e investigador en el INRIA … de París, es uno de los pioneros de la inteligencia artificial y uno de los principales responsables de que sistemas como ChatGPT sean capaces de responder a los usuarios. Su tecnología también está detrás de los algoritmos que nos recomiendan resultados en función de gustos e intereses; logros que le han valido uno de los galardones en la presente edición de los Premios Fronteras del Conocimiento que la Fundación BBVA entrega en Bilbao este jueves.
Y si el trabajo de Jordan explica, parcialmente, cómo funcionan las máquinas, la india Mahzarin R. Banaji -también premiada por la fundación- se pregunta qué creen. Profesora de Ética Social en Harvard y pionera en el estudio de los sesgos implícitos, lleva años investigando las asociaciones inconscientes que moldean nuestras decisiones. En un análisis reciente, demostró con una base de datos de 840.000 palabras en internet que las asociaciones más frecuentes para «hombre» o «masculino» están relacionadas con la guerra y los deportes, mientras que la «mujer» y lo «femenino» se asocia predominantemente con el abuso y la pornografía. Y es precisamente de ahí, de la red, de donde se ‘alimenta’ principalmente ChatGPT, el Grok de Elon Musk o el Gemini de Google, que ofrecen lo mismo básicamente.

Ahora, Banaji está enfocando su atención en los sesgos de estas herramientas. Señala que su conducta puede parecerse a la humana, aunque es «mucho más extrema en los juicios que realiza» y tiende a agradar en exceso al usuario. «La primera vez que hablé con ChatGPT, al poco de su lanzamiento, le pregunté por sus sesgos implícitos, y me dijo que era ‘un hombre blanco’. Pensé que era increíble que la máquina creyese tener raza y género. No me dijo lo que pensaba, sino lo que creía que era. Al mes le hice la misma pregunta y el discurso cambió: decía que no tenía sesgos, y que los que pudiera tener serían producto de los sesgos humanos presentes en los datos con los que fue entrenado. Me sorprendió mucho ese cambio en apenas un mes», señala. «Veo que con el tiempo la tecnología puede terminar desarrollando un sentido de sí misma. Es algo muy pequeño, pero veo esa semilla. No sé si esto ocurrirá, pero es una de las razones por las que me involucré en la investigación», añade.

Superinteligencia

Jordan advierte que aunque pueda parecer que las aplicaciones de IA «tienen personalidad o una identidad única», en realidad no es así: «Todo lo que saben es colectivo y está basado en los datos de millones de personas. Si les repites la misma pregunta varias veces, vas a recibir respuestas diferentes. Es como charlar con una cultura entera». Esto, añade, hace que confiar ciegamente en sus respuestas sea problemático: «No razonan bajo la incertidumbre y cambian de idea con mucha facilidad. Si les preguntas, por ejemplo, quién es el presidente de Ghana, posiblemente te lo responderán bien. Pero no confiarías en un médico que te dijera que puedes tener una enfermedad y, al momento siguiente, otra distinta. Estamos hablando de herramientas, y como tales, es importante que los usuarios entiendan cómo utilizarlas y que pueden cometer errores».
Consultados sobre si podemos esperar la eliminación del error y el sesgo, los dos investigadores dudan. Banaji confiesa que en su juventud «tenía la creencia de que seríamos capaces de crear una forma de inteligencia que nos mejoraría en todo y tomaría mejores decisiones morales«: »Ahora no lo tengo claro, teniendo en cuenta que son corporaciones con ánimo de lucro, principalmente en Silicon Valley, las que las están construyendo».
Jordan es tajante: «No tengo mucha confianza en los líderes de grandes empresas como Google u OpenAI. No son científicos y, desde luego, tampoco creo que sean muy buenos en tecnología. Solo quieren hacer dinero de forma rápida, y esa no es la forma de hacer avanzar la tecnología». Y añade: «Sam Altman, que es el director de OpenAI, es una persona de dinero. No tiene una comprensión profunda de la tecnología. No piensa bien en el despliegue de la tecnología, y es el tipo de persona de Silicon Valley en la que no confiaría. Ahora está ayudando a la carrera armamentística, colaborando con el Ejército de Estados Unidos».
También critica que OpenAI haya abandonado el código abierto, lo que impide a investigadores externos estudiar cómo funciona ChatGPT o crear versiones propias. Banaji lo remata con una advertencia: «En Estados Unidos hay manifestaciones contra el rey, haciendo referencia a Trump, pero la gente también debería manifestarse contra los ‘reyes’ de Silicon Valley».
Actualmente, empresas como OpenAI, Google o Meta trabajan en la creación de una superinteligencia artificial que supere a cualquier ser humano. Varios ejecutivos, como Altman o Elon Musk, se muestran optimistas, y hasta apuntan que podría llegar en los dos próximos años, pero los científicos son escépticos. Para Jordan, se trata de «un término inventado» para conseguir «más financiación procedente del capitalismo de riesgo». Además, no tiene claro que sea algo necesario: «Realmente no significa mucho. Un ordenador ya puede hacer muchísimas cosas que los seres humanos no pueden hacer. Así que no está nada mal».

Trump y las universidades

Los dos investigadores muestran inquietud ante los recientes ataques de Trump a las universidades estadounidenses, especialmente contra Harvard, donde trabaja Banaji. El presidente ha acusado a la institución de tener un sesgo liberal y ha intentado presionarla para que abandone sus políticas de diversidad. Entre sus acciones figuran la cancelación de contratos federales, la congelación de fondos para investigación o el bloqueo a la admisión de estudiantes extranjeros. Una ofensiva que, de prosperar, podría afectar seriamente a la investigación en el centro académico más importante del país.
«Las acciones recientes del Gobierno contra mi universidad se están interpretando como la lucha de Goliat contra Goliat (haciendo referencia al poder de Harvard como la institución académica más prestigiosa del mundo). Sin embargo, no creo que esta valoración sea correcta. No somos nada comparado con el poder del gobierno federal de los Estados Unidos. No sabemos si vamos a sobrevivir a esto«, dice la investigadora. »Pero no podemos dejar de oponernos, porque Harvard no es Harvard sin alumnos extranjeros«, prosigue.
Jordan lamenta que, a su juicio, el presidente está influenciado por «un pequeño grupo de fascistas y populistas» que «quieren el poder absoluto», pero que «ya no estarán ahí dentro de tres años» cuando lleguen las siguientes elecciones presidenciales: «Las cosas cambiarán e incluso los miembros del partido republicano abogarán por restablecer las ayudas a los centros y a los científicos. Si se rompen las relaciones entre los investigadores y el estado, el motor de América se romperá»

Jugamos a 'Raidou Remastered': una aventura detectivesca y demoníaca

18/06/2025 a las 19:03h.

Parece que los chicos de Atlus no saben hacer nada mal, y es que pocas franquicias en el mundo de los videojuegos pueden presumir de una trayectoria tan extensa y respetada como ‘Shin Megami Tensei’, origen de la célebre saga ‘Persona’, pero también de otras más olvidadas como ‘Devil Summoner’ y ‘Soul Hackers’. A finales de marzo, y para sorpresa de muchos, Atlus anunciaba la remasterización de un clásico de la era PS2 —con uno de esos nombres interminables tan propios del mercado japonés—: ‘Shin Megami Tensei: Devil Summoner – Raidou Kuzunoha vs. The Soulless Army’, que vio la luz por primera vez en 2006. Han tenido que pasar casi 20 años, pero Atlus ha conseguido por fin saldar su deuda pendiente con uno de los spin-offs más singulares y carismáticos de la franquicia.
Eso si, la remasterización no es un simple lavado de cara nostálgico. Atlus ha llevado a cabo una revisión profunda que convierte al clásico de culto en una propuesta contemporánea, ágil y sorprendentemente ambiciosa. Lo que podría haber sido un remaster técnico se convierte, en muchos aspectos, en un remake jugable con cambios sustanciales que mejoran tanto el ritmo como la experiencia de juego, pese a que aún tenga algunos peros.

De forma resumida, tenemos un sistema de batalla renovado, gráficos en alta definición, doblaje integral para la historia principal y funciones modernizadas que mejoran la experiencia global de esta curiosa (y muy endiablada) historia de detectives.

Demonios en el Japón de los años 20

Los spin-offs de Megaten siempre se han caracterizado por la gran variedad de entornos y estilos de juego que ofrecen y, en ese sentido, Raidou sorprende con creces, ya que nos encontramos ante un RPG de acción detectivesco, una combinación poco común en esta franquicia. La ambientación se sitúa en la era Taisho y recuerda por momentos a un anime shonen, con una trama donde demonios que cazan humanos campan a sus anchas y un grupo selecto de cazadores tiene que acabar con ellos.