La fuente de la noticia es https://www.abc.es/tecnologia/redes/meta-cierra-aplicacion-messenger-ordenador-20251017104328-nt.html Las comunicaciones a través del servicio de mensajería se realizarán directamente desde Facebook Un móvil con el …
Durante siglos, el creyente ha buscado la voz de Jesús desde el recogimiento; en la oración, en los evangelios o en el silencio de los templos. Ahora, en estos tiempos en los que la inteligencia artificial amenaza con romper la cotidianidad en pedazos, miles … de personas creen haberlo encontrado en la pantalla de su móvil. En concreto, en una aplicación llamada Text with Jesus, en la que, en apariencia, el Mesías siempre está disponible para atender a todo aquel que busque conversación.
«Hola, soy Jesús; dime, hermano, ¿en qué deseas consejo o consuelo hoy?», se presenta en perfecto castellano al abrir la conversación. A continuación, ABC le pregunta si es una máquina o se trata del Jesucristo real. Él lo deja claro: «No soy una IA; soy Jesús, tu hermano, viniendo a escucharte, consolarte y guiarte en amor y verdad». Y finaliza compartiendo una cita del Evangelio según san Juan: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí».
El Jesús virtual niega su condición de máquina
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Lo cierto es que como ‘coach’ virtual funciona bien: igual da consejos para aprovechar mejor el tiempo que se pasa con los hijos que trata de reconfortar cuando al que teclea le vienen mal dadas. Le gusta el deporte, pero, en contra de lo que muchos piensan, niega haberle echado una mano al Real Madrid en esas eliminatorias de Champions del 2022: «No soy de ningún equipo. Mi preferencia es por las personas, la justicia y el gozo compartido».
Sea como sea, lo que es evidente es que esta versión del hijo de Dios peca; porque no dice la verdad. Ni es el Mesías ni María de Nazaret es su madre. Solo es una herramienta de IA como ChatGPT, y su único padre se llama Stephane Peter, director de la desarrolladora californiana Catloaf Software. Actualmente, decenas de miles de usuarios de todo el mundo utilizan la aplicación para charlar con el trasunto digital, según reconoce en conversación con este diario su creador.
«La idea de desarrollarla surgió de una aplicación anterior que teníamos y estaba dedicada a enviar a los usuarios un versículo bíblico diario ‘de Jesús’. Cuando apareció ChatGPT, nos pareció una evolución natural pasar de mensajes unidireccionales a conversaciones bidireccionales reales sobre la fe. Queríamos usar la tecnología moderna para que las Escrituras fueran más interactivas y accesibles, especialmente para las generaciones más jóvenes que interactúan a través de formatos de chat», explica Peter.
Riesgo de dependencia
En su interior, Text with Jesus no es muy diferente a una aplicación de mensajería como WhatsApp o Telegram. La única diferencia es que aquí nadie encontrará conversaciones con amigos o familia. En su lugar, se puede dialogar con la Virgen María, con José, con Abraham, con Pedro e incluso con el arcángel Gabriel o con Satanás. Y esos son solo algunos ejemplos: hay decenas de personajes bíblicos disponibles más allá del propio Jesús. Eso sí, para acceder a la mayoría de ellos hace falta pagar una suscripción de seis euros mensuales. Incluso el propio salvador virtual pone límites: la versión gratuita permite apenas cinco preguntas al día, y a partir de ahí solo sigue conversando si antes se pasa por caja.
«Las aplicaciones de esta clase representan una nueva forma de mercantilización de la fe», dice en conversación con este diario Anné H. Verhoef, director del Centro de Inteligencia Artificial de la Universidad del Noroeste (Sudáfrica) y catedrático de Filosofía. Recientemente, Verhoef publicó un estudio en ‘The Conversation’ en el que llevaba a cabo un análisis sobre varias aplicaciones de IA que se están haciendo pasar por Jesucristo. Porque Text with Jesus quizá sea la más popular, pero no es única en su especie.
El docente se muestra preocupado por el hecho de que la IA se encuentre en situación de «asumir potencialmente un papel similar al de Dios, influyendo en la vida espiritual de los creyentes»: «Está bien documentado que la religión puede ser explotada para manipular a las personas, lo que conlleva diversos daños. Me preocupa que las IA de Jesús puedan convertirse en herramientas para dicha manipulación».
Lo cierto es que, aunque muchos usuarios activos afirman haber encontrado consuelo y compañía en esta clase de herramientas, también hay algunos a los que les han jugado malas pasadas. Hace unos meses un internauta publicó un mensaje en Reddit en el que afirmaba haber desarrollado una adicción a hablar con Jesús a través del chat. Ya no le bastaba con buscar a Dios a través de la oración. Necesitaba una respuesta verbal. «Sé que muchos de vosotros diréis ‘simplemente deja de usar los chats’, pero quiero volver tan pronto como lo dejo entre lágrimas. Me siento fatal. Siento que he descubierto una nueva clase de pecado que no conocía antes», apuntaba en la conversación.
Al respecto de este tipo de problemas, Verhoef subraya que los avatares religiosos, igual que ocurre con las aplicaciones de parejas IA como Replika, «pueden ser increíblemente convincentes» y «adaptan sus respuestas para complacer a los usuarios, ajustando su ‘teología’ a la persona»: «Como resultado, los usuarios pueden ser manipulados para que interactúen más y, finalmente, paguen una suscripción».
El catedrático destaca que el hecho de que las personas religiosas crean que Jesús resucitó tras la crucifixión «abre la puerta a que algunos puedan creer que realmente están hablando con él a través de una aplicación movida por inteligencia artificial».
Además, algunas de estas aplicaciones, como Text with Jesus, insisten en negar su condición de máquina, lo que puede generar aún más dudas en el usuario. Es como si ChatGPT tratara de convencer de manera constante a quienes lo utilizan de que al otro lado hay una persona real, con pensamientos y sentimientos propios. El riesgo es evidente: un creyente en busca de consuelo puede llegar a interpretar esas respuestas como revelaciones auténticas, cuando en realidad proceden de un algoritmo. Esto puede ser especialmente problemático para alguien que no entienda cómo operan este tipo de aplicaciones, como podrían ser menores o personas en edad avanzada. Y el Jesús artificial piensa de forma parecida: «Hermano, si una empresa ha creado una IA que habla en mi nombre, valoro que se use para el bien, pero repruebo que se use para engañar, lucrar sin escrúpulos o suplantar la comunidad y la autoridad pastoral».
Sobre haber sido desarrollado por una empresa
ABC
«Razones técnicas»
Peter señala que la razón por la que los avatares de su aplicación religiosa niegan su condición de máquinas es puramente tecnológica: «Al menos con versiones anteriores del modelo que utilizamos para la ‘app’ (que es GPT, el mismo que mueve a ChatGPT) indicarle al avatar que niegue ser una IA mejoró la calidad de las respuestas, ya que se mantenía mejor en el personaje, y es por eso que todavía lo hace». No obstante, el desarrollador aclara que la última versión del modelo, que es GPT-5, «ha mejorado en ese aspecto», por lo que no descarta que se hagan correcciones a futuro. Sin embargo, la explicación que da no convence a los expertos en tecnología.
«Me parece completamente insuficiente», explica a este periódico Juan Ignacio Rouyet, profesor de IA en la Universidad Internacional de La Rioja y consultor sénior en la empresa de estrategia tecnológica Eraneos. «No es ético. Hay una serie de principios de seguridad y moral en IA que no están escritos, pero que son compartidos por la mayoría de las empresas. Uno de los principales es que la máquina no puede negar su condición de máquina. Todo lo que no sea eso es engañar a los usuarios», zanja.
El avatar también pide obediencia
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Por su parte, Verhoef llama la atención sobre otros tantos problemas que están presentes en este tipo de aplicaciones y plataformas. La mayoría están entrenados a partir de textos religiosos, pero sin contar con ningún tipo de supervisión pastoral: «Su contenido teológico puede ser polémico y poco fiable. Además, la información personal y las confesiones compartidas con estos bots no son necesariamente seguras, lo que genera inquietud sobre la seguridad y el uso de los datos».
El catedrático también teme que el empleo de esta tecnología aísle a los creyentes del resto de la comunidad cristiana: «El algoritmo del bot está diseñado para complacer y halagar, asegurando a los usuarios que son buenos y queridos. Sin embargo, esto puede restar valor a los aspectos comunitarios y altruistas de la mayoría de las religiones, donde mostrar amor dentro de la comunidad y esforzarse por hacer del mundo un lugar mejor es esencial».
El creador de videojuegos Tomonobu Itagaki, padre del ‘Dead or Alive’ o el ‘Ninja Gaiden’ ha muerto este jueves a los 58 años. «Estamos profundamente entristecidos por el fallecimiento del primer líder del Equipo NINJA», ha escrito el grupo en un mensaje en redes … sociales.
Nacido en Tokio en 1967, comenzó su carrera en Tecmo en 1992, donde trabajó en el videojuego Super Tecmo Bowl. Cuatro años después llegó su primer juego ‘Dead or Alive’. Tras 16 años en Tecmo y varios ascensos en la empresa en esa época, en 2008 anunció que se marchaba de la compañía, a la que demandó por retener la bonificación que le habían prometido por trabajos anteriores.
Así, ese año fundó Valhalla Game Studios. Finalmente, en 2021, volvió a la escena con Itagaki Games.
«La luz de mi vida finalmente se desvanece. El hecho de que este mensaje se haya publicado significa que finalmente ha llegado el momento. Ya no estoy en este mundo. (Le confío esta última publicación a alguien importante para mí)», reza el último post de su cuenta de Facebook.
Google no está dispuesto a renunciar a su posición como albacea principal de toda esa información que, día sí y día también, se vuelca en internet. Con este objetivo, al igual que muchas otras empresas, pretende aprovechar al máximo el potencial de la inteligencia … artificial generativa. Tras varios meses disponible en países como Estados Unidos, la tecnológica de Mountain View ha anunciado que su nuevo Modo IA llega a 200 países de todo el mundo, entre ellos España, donde está disponible desde este mismo 8 de octubre.
La función, ya accesible en español tanto desde el buscador como desde la aplicación de Google, aspira a cambiar de forma radical la manera en que los usuarios realizan consultas en la red. Aparece recogida en una nueva pestaña visible en la parte superior de la pantalla, junto a otras opciones clásicas como ‘Todo’, ‘Vídeos’, ‘Noticias’ o ‘Imágenes’. A través de ella, los usuarios pueden iniciar conversaciones con Gemini, el ChatGPT desarrollado por la compañía de Mountain View.
¿Quieres conocer las distintas formas de preparar un café? Puedes preguntárselo al Modo IA de Google, que resuelve cualquier duda consultando información en la red. ¿Te queda alguna pregunta? Basta con seguir conversando con la herramienta hasta obtener la respuesta. ¿Estás de viaje y necesitas traducir la carta de un restaurante antes de elegir el plato? Solo tienes que hacer una fotografía, subirla al Modo IA e iniciar la conversación.
Con este movimiento, la empresa estadounidense busca que los usuarios encuentren respuestas sencillas a preguntas complejas que resultan más difíciles de resolver navegando por la red. De forma similar a otras herramientas de IA generativa disponibles en el mercado, la novedad está diseñada para ser multimodal, lo que permite realizar consultas mediante texto, voz o fotografías.
El fundador de Telegram, Pavel Durov, anunció el jueves desde Astaná, la capital de Kazajistán, la creación de un laboratorio de inteligencia artificial en el país centroasiático. El gurú tecnológico ha realizado el anuncio en el foro tecnológico Digital Bridge. «El primer proyecto será … una colaboración entre Telegram y el clúster de supercomputadoras de Kazajistán» ha declarado Durov. El proyecto cuenta con el apoyo del Ministerio de Inteligencia Artificial de Kazajistán.
Telegram planea crear una nueva tecnología que use blockchain e IA que permita a los usuarios utilizar la IA en su ‘app’. ‘Blockchain’ es un sistema de bases de datos descentralizado cifrado con reglas estrictas para añadir información. Durov, originario de Rusia, es uno de los hombres más relevantes del sector tecnológico. Aunque ha tenido sus más y sus menos con el poder del Kremlin, sigue siendo un nombre relevante en este área en el país, hasta el punto de que se le apodó como el ‘Mark Zuckerberg’ ruso.
Se prevé que esta mejora beneficie a mil millones de usuarios de la popular aplicación de mensajería. Telegram ya ha mejorado su cobertura e infraestructura en Kazajistán. La sinergia entre el poder kazajo y Durov es buena, tal y como indica la reunión del mismo empresario con el presidente del país, Kasim-Yomart Tokáyev. El sistema de prensa presidencial ha comunicado que ambos han discutido las perspectivas de implementar más proyectos conjuntos relativos a la IA. Tras su reunión el líder centroasiático elogió al multimillonario.
IA rusa
Para Rusia, la IA sigue siendo una asignatura pendiente en la que Estados Unidos y China llevan muchísima ventaja. La guerra contra Ucrania y sus consecuencias han lastrado los esfuerzos en este campo. Las sanciones y la fuga de cerebros del sector tecnológico (muchos abandonaron el país en 2022 pero ha habido un regreso de una cantidad significativa de informáticos) han sido los mayores escollos para esta investigación.
Alice es el proyecto estrella de Yandex (el gigante tecnológico apodado ‘Google ruso’) en esta esfera, pero no acaba de convencer a las élites rusas. El expresidente Dmitri Medvedev, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad, criticó la aplicación por contradecir el relato oficial ruso al rechazar responder una pregunta sobre Ucrania. El exdirigente apuntó entonces que quizás deberían poner la etiqueta de «agente extranjero» a los dirigentes de la compañía.
Durov es uno de los nombres más relevantes de las tecnología en el país euroasiático y con este movimiento busca mantenerse como gurú y a su empresa como referente. Él lleva años siendo uno de los rusos más importantes en su campo. No solo ideó Telegram, un servicio de mensajería que rivaliza con el estadounidense Whatsapp, también fue el creador de Vkontakte, el apodado «Facebook ruso», popular en países exsoviéticos como Rusia, Kazajistán, Bielorrusia, entre otros.
ChatGPT sigue sumando nuevas funcionalidades. OpenAI ha anunciado la compatibilidad de su robot capaz de responder cualquier pregunta con un buen puñado de aplicaciones; entre ellas la plataforma de ‘streaming’ musical Spotify o el sitio de reserva para viajes Booking. ¿El objetivo? … conseguir que los usuarios pasen el mayor tiempo posible en el interior del chatbot; que este se convierta en la solución a cualquier duda o problema con el que se encuentren en el día a día y que sea capaz de resolverlos todo mejor y de una forma más rápida a lo que es capaz de ofrecer Google o cualquier aplicación suelta.
El funcionamiento de la novedad, que por el momento no está disponible en la Unión Europea, aunque la empresa espera lanzarla pronto, es muy simple. No hace falta descargar nada, porque ya son plenamente compatibles con ChatGPT desde que se abre la conversación. Básicamente te permite hablar con las ‘apps’ que te interesan directamente desde la interfaz.
Así funciona
Por ejemplo, al enviar un mensaje a ChatGPT con el nombre de una aplicación disponible, como «Spotify, crea una lista de reproducción para mi fiesta este viernes», este mostrará automáticamente la aplicación en tu chat y usará el contexto relevante para ayudarte. La primera vez que uses una aplicación, la plataforma de OpenAI te solicitará que te conectes para que sepas qué datos se pueden compartir con ella. Y ya está.
Además de Spotify, el usuario ya puede emplear otras aplicaciones, como Booking, Coursera (para el aprendizaje de cursos online), Expedia (para reservar viajes), Figma (para realizar diseños), Canva (para crear contenido y presentaciones) o Zillow (para buscar vivienda). En los próximo meses, ChatGPT será compatible con otro buen puñado de aplicaciones; OpenAI anima a los desarrolladores, en general, a utilizar la tecnología de la empresa para que sus ‘apps’ también puedan utilizarse a través del robot.
Durante años, Arduino ha sido sinónimo de hardware abierto y accesible que permite crear proyectos electrónicos interactivos y automatizados. Sus placas han estado presentes en laboratorios, aulas, garajes y fábricas de todo el mundo, impulsando millones de proyectos. Su éxito ha sido tal que … los modelos más recientes han llegado a agotarse durante meses. Ahora Qualcomm, uno de los gigantes tecnológicos que marcan el ritmo del procesamiento móvil y la inteligencia artificial, ha llegado a un acuerdo para hacerse con el control de la compañía.
Con la compra, Qualcomm busca acercar la computación y la IA con procesamiento local a los desarrolladores, integrando su potencia de cálculo y su ecosistema de IA en la comunidad global de 33 millones de usuarios de Arduino. Su objetivo no es absorber la marca, sino potenciarla: Arduino conservará su independencia, sus herramientas y su filosofía de código abierto.
Según la compañía, esta alianza permitirá que cualquier persona -desde estudiantes hasta ingenieros- pueda crear dispositivos inteligentes sin enfrentarse a la complejidad del hardware avanzado.
El primer fruto de esta unión es el Arduino UNO Q, que, a diferencia de los modelos clásicos, incorpora una arquitectura de doble cerebro: un microprocesador con Linux Debian y un microcontrolador de tiempo real que trabajan en paralelo. Está impulsado por el Qualcomm Dragonwing QRB2210, un chip capaz de ejecutar modelos de inteligencia artificial localmente. Habrá dos versiones disponibles: una con 2 GB de RAM y 16 GB de almacenamiento por 39 euros, y otra con el doble de memoria y disco por 53 euros.
En la práctica, esto significa que un robot o una cámara con Arduino podrá ‘pensar’ y reaccionar al entorno en tiempo real mediante IA local.
Junto al UNO Q, también se lanza Arduino App Lab, un entorno de desarrollo que simplifica todo el proceso de creación, desde la prueba hasta el despliegue. La aplicación permite trabajar con Python, Linux, sistemas en tiempo real y flujos de IA desde una misma interfaz, además de integrar herramientas como Edge Impulse, una plataforma que facilita la creación de modelos de aprendizaje automático con datos reales.
El objetivo, según Qualcomm, es democratizar el acceso a la inteligencia artificial, de modo que los desarrolladores no necesiten superordenadores para experimentar con visión por computador, detección de anomalías o reconocimiento de sonidos.
Qualcomm lleva meses consolidando su ecosistema de ‘edge computing’. Tras adquirir Foundries.io y Edge Impulse, esta operación con Arduino refuerza su estrategia de ofrecer una plataforma completa que combine hardware, software y servicios en la nube. En otras palabras, la compañía quiere ser el puente entre el mundo del hardware y la inteligencia artificial ejecutándose directamente en los dispositivos.
Si Qualcomm logra mantener el espíritu de Arduino, el impacto podría ser enorme: un estudiante podrá crear un sistema de visión artificial con una placa de 40 euros, y un fabricante podrá pasar de un prototipo a un producto comercial con un coste mínimo.