Por Por Gonzalo Gómez Betancourt
En 1984 Edward Freeman escribió su libro “Strategic Management: A Stakeholder Approach”, el cual fue el origen de una de las teorías más potentes en el campo de la dirección de empresas, al igual que el de la ética empresarial, que sirvió para superar la teoría neoclásica que identificaba la maximización del beneficio con el único objetivo de la empresa defendido por el premio nobel Milton Friedman en 1970, y hacía de los propietarios los únicos implicados en dicho objetivo.
Un poco después Kenneth Goodpaster en 1991 aportó tres niveles de esta teoría en su investigación “Business Ethics and stakeholder analysis”: Nivel 1) El estratégico: que aconseja tener en cuenta los intereses de los implicados (no propietarios) como medio para conseguir los objetivos (económicos) de la empresa; Nivel 2) El multifiduciario, que atribuye una responsabilidad fiduciaria a los administradores de la empresa frente a todos los stakeholders, propietarios o no, en igualdad de condiciones; y Nivel 3) La “Nueva Síntesis” que distingue entre unas obligaciones fiduciarias frente a los propietarios y otras no fiduciarias, restringidas frente a los demás implicados.
Los stakeholders son en realidad cualquier grupo o individuos que puede afectar o ser afectado por la consecución de los objetivos de una organización, la pregunta es ¿por qué debemos tener en cuenta estos implicados para la toma de decisiones empresariales?, ¿por qué estos implicados afectan o pueden afectar a los resultados de la empresa? Como ven estamos haciendo preguntas de orden económico y moral, por eso una estrategia empresarial que sólo se basa en el aspecto de mejoría económica tendrá un análisis incompleto; solamente cuando se tengan en cuenta los efectos principales y secundarios respecto a los demás implicados, podremos decir que esa estrategia ha sido construida con visión integral.
La teoría de los stakeholders va muy bien alineada con la teoría del bien común, debido a que puede darle mayor sustento, al considerar a los propietarios, directivos, empleados y demás trabajadores como parte de los stakeholders de la empresa, entendiendo además sus deberes y derechos como miembros de la empresa. El deber principal de ellos, es contribuir al fin de la empresa, es decir aportar a su bien común, primero de manera concreta con su capital y/o trabajo, y segundo, contribuyendo a crear las condiciones para que se desarrolle el bien común en la empresa, que consistirá en la creación de un ambiente propicio para que cada uno de los implicados reciba de la empresa aquello que razonablemente espera de ella, a lo que tiene derecho por su contribución y que va mucho más allá de un dividendo o un sueldo.
Pero el bien común no se acaba en las cuatro paredes de una empresa, pues procede de la sociabilidad humana y toda relación social llevará consigo una dimensión de bien común. La lista de stakeholders se amplía para incluir clientes, proveedores, bancos, sindicatos, la comunidad local, las autoridades, las asociaciones de intereses, los competidores, el medio ambiente, etc. Al llegar a este punto, el concepto del bien común ofrece una base suficiente para poder desarrollar la teoría de los stakeholders, sus derechos, deberes incluyendo las responsabilidades sociales de la empresa.
Ahora, aplicando lo anterior al modelo de pensamiento estratégico de su empresa, estaríamos hablando que en el primer nivel de este modelo, la firma debería estar interesada en que todos los partícipes de la organización se encuentren bien, para poder tener los mejores productos y servicios, de esta manera generar un mayor valor agregado a la organización; en el segundo nivel de esta teoría no será más importante el cliente, que su proveedor, su empleado, o el medio ambiente, lo que hace que la organización tenga políticas para interactuar con cada implicado, para garantizar su participación, por algo más allá de lo económico que a largo plazo garantice la sostenibilidad. El tercer nivel, al que yo atribuyó responsabilidad es a cualquier miembro de junta que debe tener presente que no es solo responsable de responderle a los accionistas por ser un encargo fiduciario directo, sino a los demás partícipes por ser un encargo fiduciario indirecto, ya que la sociedad le está dando la potestad de usar sus competencias y habilidades para que exista equilibrio en todos los partícipes de la organización.
Finalmente, ese día de pensamiento estratégico para el recién creado ICOEF, ha sido uno de los más importantes para mí, en mi calidad de profesor y consultor de empresas, ya que pudimos desarrollar la teoría de stakeholders, incluir a los principales partícipes y establecer como propósito la sostenibilidad de la empresa familiar en Colombia, para ello deberíamos contar con todos los actores del sector, entidades del gobierno, cámaras de comercio, instituciones de apoyo, consultores en empresa familiar, otro tipo de consultores, universidades, investigadores, familias empresarias. La única y verdadera manera para que nuestro propósito se cumpliera, es atrayendo a todos los que tenemos el mismo objetivo, sin que exista un actor que esté por encima de los demás, porque es allí cuando este modelo hace implosión. Creo que hemos logrado unos de los primeros esquemas de cooperación en este país bajo la teoría de los stakeholders. Bienvenidos a la nueva forma de hacer estrategia, incluyendo a todos los actores de sus ecosistemas para mejorar el bien común.
CEO Legacy & Management Consulting Group.